Notas

Capí[tulo] XIX: [de la locura]

1. La locura es vicio contrario a la prudencia, del qual vicio de locura dize Platón que es de muchas maneras. E primeramente hay algunos que son continuos locos, assí como son aquéllos que manifiestamente son locos. E hay algunos otros que son locos a temporadas, e en el tiempo que lo son, tan locos son como los continuos. Hay algunos otros locos que parece tienen buen seso, los quales se llaman lunáticos. Hay otros locos malencónicos, quales son aquéllos que les fallece el seso, e de aquéstos hay de mil maneras. E hay otros que tienen poco seso, e de aquéstos hay en quatro maneras: la primera es que no piensan en sus fechos, mas fázenlos assí como les viene a la voluntad, sin alguna razón; la segunda es en no proveerse de lo que fazen, ni piensan lo que se puede seguir d'ello; la tercera es en ser muy arrebatado e no querer consejo en sus fechos; la / quarta es dexarse de fazer el dever por descuido e pereza de no començar e de no seguir e acabar sus fechos.

2. Enxemplo. Puédese comparar el vicio de la locura al buey salvaje, que abhorrece naturalmente qualquiere cosa vermeja, e assí, quando los caçadores le quieren prender, vístense de vermejo e van a donde está el buey salvaje. E assí, luego que el buey los vee, con el odio grande que tiene, corriendo sobre ellos no se guarda, e los monteros fuyen e escóndense detrás de un árbol que tienen fechizco, e creyendo el buey perseguirlos, va a ferir con gran fuerça en el árbol, de manera que finca los cuernos en él tan fuerte, que no los puede sacar después. E entonces los monteros salen, e mátanlo.

3. Por ende Salomón dize: “No fables jamás con algún loco, ca no le plazerán tus palabras si no le dizes algo según su voluntad”. Otrosí dize: “Tanto vale fablar con un loco de sciencia o sabiduría, como con un hombre quando duerme”. Más dize: “El loco, en la carrera de sus locuras, cree que todo hombre sea loco assí como él”. Por semejante dixo que el loco se conosce por el reír, conviene saber, quando alça la voz riendo e abre la boca tanto quanto puede; mas el savio ríe temperadamente. Otrosí dize que mayor peligro es la furia del loco, que la del osso quando le quitan los fijos. También dize: / “Reprende al savio e amarte ha; castiga el loco e abhorrecerte ha”.

4. Por esso dize el proverbio vulgar e común refrán: “Castiga el savio, e tornará bueno; castiga el loco, e tornarse ha peor”.

5. Del vicio de la locura se lee en las Historias romanas que, cavalgando una vez Aristóteles con Alexandre por Macedonia, los hombres de pie ivan delante diziendo altas voces: “¡Fazed lugar e apartadvos, que el rey Alexandre passa!”. E un loco adobose e assentose en medio de la calle sobre una piedra, e no se quería mover. E assí, un hombre de pie quísole dar una empenta e lançarlo en el suelo. Entonce díxole Aristóteles: “No quites la piedra de encima de la piedra”. E esto dixo Aristóteles porque en la verdad el loco no es hombre.