Capí[tulo] XII: de la misericordia
1. Misericordia, según Sant Agustín, es haver compassión en su coraçón de la miseria e tribulación de otro. E esta virtud es de dos maneras: una se llama misericordia spiritual, e la otra corporal.
2. Las obras de la misericordia spiritual, según los sagrados e sanctos doctores, son éstas: perdonar las offensas, castigar a quien faze o dize mal, [c j] consejar al que duda, mostrar al que no sabe, consolar al affligido, suffrir las injurias de buena voluntad, por amor de Dios, e rogar a Dios por los amigos e por los enemigos, e por los vivos e por los muertos.
3. La[s] obras de la misericordia corporal son éstas: dar de comer al fambriento, vestir al desnudo, dar a bever al que ha set, visitar e servir al pobre doliente, visitar e delibrar al encarcelado e preso, sepultar los muertos.
4. E que todo esto se faga por amor de Dios, e no del mundo. E por esto dezía Nuestro Señor Jesuchristo en el Evangelio: “Bienaventurados los que havrán misericordia al próximo, porque ellos la fallarán e ahun la recibirán de Dios”.
5. Sant Pablo dize: “La piedad e la misericordia es útil a recabar de Dios todos los bienes de este mundo e del otro”.
6. Ovidio dize: “Si las personas no pecassen, no sería necessaria la misericordia de Dios”.
7. Enxemplo. Puédese comparar la virtud de la misericordia a los fijos de una ave que llaman pola, que quando veen mucho envejecer su padre e su madre, tanto que ya son ciegos e no pueden volar, fázeles un nido, e páscelos, e críalos, e dales de comer, e quítales con el pico todas las plumas, mayormente las que tienen enderredor de los ojos, e quítan / gelas tan de rahíz, fasta que les tornen a salir de nuevo, e assí, por natura, se les renuevan e se les torna la vista.
8. E de aquesta virtud dize Platón que ninguna virtud en el mundo puede ser mayor que dar de comer al fambriento, e dar a bever al que ha set, e visitar los dolientes, e rescatar los presos, e vestir los desnudos, e aposentar los peregrinos e sepultar los muertos.
9. Longino dize: “Al que havrá de otro compassión, otro la havrá d'él”.
10. Alexandre dize: “La riqueza de las personas se multiplica en tres maneras: por ganar amigos, por haver compassión de otro e por perdonar a los enemigos, porque la vengança no puede estar sin daño”.
11. Salomón dize: “El que da al pobre no será mendigo e el que desecha los ruegos del pobre, verná en pobreza”. Otrosí dize: “El que se atapa los oídos al pedir del pobre, gritará e pedirá e no será oído”.
12. Cassiodoro dize: “No seas avaro de la misericordia, si la desseas”.
13. Juvenal dixo: “Faz que seas misericor[di]oso, empero que la misericordia sea escondida e sea botiga de la virtud”.
14. Pithágoras dize: “Si la mano offende al ojo, e el diente la lengua, no se faze ende vengança, quanto más quando hombre offende a sí mismo”. Por ende, perdona a otro si quieres que te perdonen.
15. Platón dize: “Gran ven [c ij] gança el que perdona a su enemigo podiéndose vengar”.
16. Ovidio dize: “Si cada vez que los hombres pecan, fiziesse Dios la vengança, en breve se desfaría el mundo”.
17. Séneca dize: “Piensa haver fecho vengança, si podiéndote vengar, perdonas la injuria”.
18. De la misericordia se lee en las Historias romanas que, siendo preso e levado un cossario delante del rey Alexandre, el rey le preguntó por qué robava assí en la mar, e el cossario le respuso: “Y tú, ¿por qué robas todo el mundo? Porque yo voy solo, me llaman ladrón, e a ti, porque vas con gran hueste e gente d'armas, te llaman señor. Empero, si tú fuesses tan solo como yo, assí te llamarían ladrón como a mí, e ahún peor. Tú me persigues e me desechas porque yo he havido menos que tú, empero yo, por la angustia e miserable necessidad mía e pobreza, me soy fecho ladrón; mas tú, que robas solamente por codicia, eres mucho peor que no yo, e quanto más la fortuna te va enxalçando, te tornas peor. E si a mí un poquito me favoreciesse la fortuna, yo me tornaría mejor e jamás robaría”. Oído esto el rey Alexandre, e viendo que aquél tenía tan gran coraçón e tanta gentileza, hovo compassión d'él viendo que no era ladrón sino por necessidad, e por la compas / sión que hovo d'él e de su miseria, le perdonó la muerte e fízolo gran señor, después d'él.