Capí[tulo] V: del amor natural /
1. El quinto es el amor natural, el qual no está en la mano del hombre, e éste inclina el ánimo de cada uno a naturalmente amar su semejante. E Santo Thomás e otros philósophos pruevan que qualquier hombre del mundo se mueve a amar su semblante o por forma corporal, o por natura, o por uso, o por costumbre, ahunque no dessee ni quiera algún deleite carnal, e se contenta sólo del deleite del entender e natural.
2. La experiencia de aquesto se vee en las aves e en las otras bestias que no tienen entendimiento, e por fuer[ç]a, e por virtud de aqueste amor natural, todos se acompañan, e viven, e pratican el uno con el otro, e se delectan de estar con su semblante sin pensamiento de algún appetito carnal, porque no hay cosa en el mundo que no tome plazer de estar con su semblante.
3. E por esso dize Salomón que qualquier cosa dessea su semblante. El poeta dize que el semblante con el semblante fácilmente concuerdan.
4. Dize Aristótiles que todas las personas son nacidas so cierta costellación, e los que son engendrados so una costellación, naturalmente son de una conplexión e de una voluntad, e siempre se aman, e toman plazer más con sus semejantes que con los que son de diversas costellaciones.
5. E por ende, parece bien a cada uno guardar e amar todas las cosas semejantes, salvo si la tal semejança le procurasse algún daño, ca puesto que na / turalmente los que son de una misma arte se amen por la semejança del officio, empero, comúnmente el uno tiene invidia al otro, e por esta razón un sobervioso abhorrece a otro sobervioso; e assí es generalmente en todas las otras cosas quando la semejança puede procurar danyo. E la razón natural de aquesto es porque todos los hombres del mundo naturalmente aman primero su provecho que el ajeno, assí que los que dizen que ningún hombre ama las mujeres sino por el deleite carnal, ciertamente se engañan, según se puede entender por las razones susodichas.
6. Tulio dize que el amor perfecto no es ál, salvo amar a otro, no por fuerça, ni por miedo, ni por interesse que espere haver d'él, ca sufficiente provecho es que se contente del deleite intellectual de amar.
7. Dize Platón: “¿Quieres conoscer quál es semejante a ti? Mira quién te ama o a quién tú amas sin interesse”.