Notas

Capí[tulo] III: del amistad

1. El tercero amor, que se dize amistad, es querer uno de otro cosas lícitas e honestas, según dize Tulio en el libro De amicitia. E fúndase la tal amistad sobre un ayunta / miento bueno e caritativo de vida, que delecta e plaze a las personas de conversar e praticar el uno con el otro.

2. E el effecto de aqueste amor desciende e procede de tres causas. La primera es solamente por el bien que el un amigo espera del otro, e la tal amistad es amor mintroso e falso, e no se puede verdaderamente llamar amistad, mas mercaduría de proprio interesse, según dize Tulio. La segunda es que el hombre quiera el bien e el provecho de su amigo, no curando del suyo, e éste es perfecto amor. La tercera es quando el uno quiere participar el provecho con el otro, e ésta es buena amistad.

3. E la experiencia de aqueste verdadero e buen amor consiste en tres cosas principales: la primera es amar su amigo con buena voluntad e fazer lo que él crea que le plaze; la segunda es guardarse de fazer cosa que le desplega o que le torne en danyo, ca el amigo se gana e se conserva en tres maneras: la primera es honrándolo en presencia, la segunda loándolo en absencia, la tercera sirviéndolo en sus necessidades.

4. E a este propósito dixo Salomón: “Ninguna cosa se puede comparar con el amigo fiel”.

5. E dize Ovidio: “En el tiempo de la prosperidad tú fallarás muchos amigos, empero en las adversidades te fallarás a solas. Quatro cosas hay que son mejores viejas que nuevas: la primera es el vino, la segunda es el pescado, / la tercera es el azeite, la quarta es el amigo”.

6. Dize Aristóteles que quanto mayor es el árbol, tanto ha menester mayor puntal para le sostener; e assí, quanto la persona es mayor, tanto ha más menester los amigos, porque no puede ser bien alguno a solas.

7. Empero, la bienaventurança de los hombres no es ál salvo el amor e buena voluntad de las personas, según la opinión de algunos philósophos morales. E esto es verdad fablando de las bienaventuranças morales de aquesta vida, e no entendiendo de la bienaventurança eterna, que es sólo Dios. E esto quería dezir Tulio en su libro De amicicia, rezando la sentencia e opinión de aquel gran maestro Archita que dezía: “Si uno subiesse al cielo e viesse la fermosura del sol, e de la luna, e de las strellas, e todas las bellezas del cielo e de la tierra, e de todo el mundo, e después bolviesse a la tierra e no lo osasse dezir a algún amigo con quien pudiesse communicar todas sus cosas a la llana, no le aprovecharía ni se contentaría cosa del mundo de esta alegría, ante le sería un amargo dolor”.

8. Platón e Séneca dizen: “Ante que tú ames a otro, pruévalo, e quando lo huvieres provado, ámalo de buen coraçón”.

9. Nota ahún que el bueno se gasta e se pierde por la prática de la vil companya, e el malo viene a ser bueno por la prática e conversación del bueno, e apártase de infa / mias por acompanyarse con mejor e con más honesto hombre que él.