Notas
0. Assí he fecho yo, como el que está en un gran prado de flores e rosas, que coge las más fermosas para fazer una guirlanda. Assí yo he puesto nombre a esta mi obra: Flor de virtudes. En la qual, si se fallare quiçá algún yerro o vicio, supplico humilmente a los que la leerán, quieran aquél emendar e perdonarme. E si fallaren cosa que les parezca bien, agradézcanlo a la Sancta Scriptura e a los auctores de aquélla.
[Capítulo I]: de amor1. Amor, buena voluntad e deleite, son casi una misma cosa según prueva Sancto Thomás de Aquino en su Suma de Theología.
2. Por ende nota que, generalmente, según dize Augustino, el primer movimiento de qualquier amor es el conocimiento de la cosa, ca ninguno no puede amar cosa alguna si primero no hoviere conocimiento d'ella.
3. Este conocimiento o vía de conoscer procede de los cinco sentidos corporales, como del ver, que es de los ojos; e del oír, que es de los oídos; e del oler, que es de las narizes; e del gustar, que es de la boca; e del palpar, que es de las manos. E ahún este conocimiento es en otra [a ij] parte del cuerpo, conviene saber, en el seso intellectual, que es la imaginatión. E el tal conocimiento es el primer principio de amor.
4. El qual por la mayor parte desciende e procede de los ojos, según el philósopho, ca primeramente se inclina e mueve la voluntad de los hombres por este conocimiento, e después la memoria; e imaginando se convierte en plazer, por el qual plazer e deleite se mueve un desseo de coraçón a amar la cosa que le plugo; e este desseo después se confirma por una sperança que viene de poder alcançar lo que le plugo. E dende nasce la sobirana virtud de amor, la qual es raíz e fundamiento, siquier cimiento de todas las virtudes según dize el philósopho. E Sancto Thomás de Aquino lo prueva diziendo que no puede cosa alguna ser virtuosa sin amor e todas las cosas se forman en el conocimiento por él. Por ende, qualquier que quiere conoscer la virtud del vicio, pare mientes lo que quiere fazer, si procede de la virtud de amor o no; e en esta manera podrá conoscer la virtud e la verdad. Esto puede ver cada uno manifiestamente mirando la propiedad de los vicios e de las virtudes.
5. E assí la virtud de amor se puede comparar a una ave llamada caladrius, que tiene tal propiedad que, si la trahen delante a un doliente, si ha de morir, jamás aquella ave le buelve la cabeça ni lo quiere mirar, ante está muy triste; e por la contra, / si ha de escapar, ella lo mira de fito e le quita el mal. Assí faze la virtud de amor, la qual no mira jamás a vicio alguno, ante esquiva toda vileza e mora siempre en cosas honestas e virtuosas. Ca todo coraçón gentil en el qual se conservan las virtudes faze assí como las aves, que naturalmente andan en las verduras, e assí como faze la lumbre, que es puesta en lugar escuro, que alumbra más que en el claro, assí el virtuoso muestra más su virtud en las adversidades que en la prosperidad, assí la virtud del amor perfecto se conosce mejor por su contrario.
6. Empero, según dize Santo Thomás, orden hay en el amor, ca primeramente deve el hombre amar a Dios sobre todas las cosas creadas, después deve el hombre amar a sí mismo, e luego después a su padre e madre, e después la patria, e después a qualquier hombre según su grado e condición. Ca primero deve el hombre amar a los buenos que a los malos, e puesto que el hombre ame los malos, no deve amar sus vitios, según dize Sant Agustín. Por ende, primero quiero tractar del amor de Dios, porque es sobre todos, e después diré del amor de los parientes, después fablaré del amor de los amigos e postreramente del amor de las mujeres.