Scena décima

 

(Sale Júpiter en su misma figura y divinidad, vestido todo de oro, con sus alas y su mundo y sceptro en las manos y corona en la cabeça)

 

/[fol. dvj v]/

Júpiter

Amphitrión, ten buen ánimo. No temas, que yo soy el Dios Júpiter que vengo en tu ayuda y para consolarte; y sabrás que yo he sido servido de tomar prestado el cuerpo de tu muger Alcumena.

Sosia

(¡Oh, reniego de tal empréstido!)

Júpiter

Y de aquel divino ajuntamiento la hize preñada de un hijo; y tú, cuando fuiste a la guerra, la dexaste preñada de otro.

Sosia

(¡Oh, doy al diablo tanta empreñadura! ¿Y por qué no buscavan otro tercero empreñador?)

Júpiter

Assí que agora de un parto ha parido entrambos niños, y el más pequeño es el tuyo y el mayor es el mío de inmortal gloria.

Sosia

Y entre tantos suyos, ¿no havría uno mío?

Amphitrión

¿Qué tienes tú que entender en esto, di?

Sosia

Digo, señor, que quisiera ser participante de los plazeres de tu casa como fui de los trabajos de tu guerra.

Júpiter

Quítate de ahí, necio. Mira que el mío mando que sea llamado Hércules; y mando también que a tu muger no la culpes de liviana, sino que torne en tu antigua gracia, que yo te seré siempre favorable.

Amphitrión

A muy buena suerte, ¡oh, alto Júpiter!, tengo que te hayas querido servir de mis cosas. En lo demás haré lo que tú mandas.

Sosia

¡Cata, cata, agora doy en el hito! Que por hazer tu empreñadura o empreñablan- /[fol. dvij r]/ -da te transformaste en Amphitrión.

Júpiter

Assí es la verdad.

Sosia

Luego, tú eres aquél a quien yo le di de cañazos creyendo dar a mi amo.

Júpiter

No lo niego.

Sosia

Luego, bien te podrán dezir el Dios acañeado por mano de Sosia.

Amphitrión

¿Que tú eres el que me echaste de mi casa?

Júpiter

Yo mismo; y de ahí puedes colegir la gran castidad de tu muger, pues que tuve necessidad de transformarme en tu figura para que tuviesse por bien de rescebirme en su cama.

Sosia

Dime, señor Júpiter, ¿quién fue aquel embaucador que se puso mi nombre y me molió a puñadas?

Júpiter

Mercurio, mi hijo.

Sosia

Mándale salir.

Júpiter

¡Ah, Mercurio! ¡Sal presto!

Mercurio

¿Qué manda tu magestad, señor padre?

Sosia

¡Oh, hideputa! ¡Qué cara de melcochero que tienes, Mercurio! ¿Paréscete bien las puñadas que me diste?

Mercurio

¿Quieres otras tantas?

Sosia

Tortas sí, mas no puñadas. No sé qué me diga de vosotros, Dioses, y de vuestras obras: el padre adúltero, el hijo homicida, y Sosia apuñeado, Alcumena afrentada y Amphitrión cornudo.

/[fol. dvij v]/

Tésala

Señor, ¿por qué no mandas que calle este vellaco suzio?

Amphitrión

¿Por qué no callas, enalbardado? ¿Con tanta libertad has de osar hablar de los Dioses?

Sosia

Dioses han sido para Alcumena, mas para ti y para mí, diablos; y por esso no callaré hasta que me atapen la boca con pan y arroz.

Júpiter

Déxalo, Amphitrión, qu'es loco.

Sosia

También dizen en mi tierra que l'infant y l'orat dihuen la veritat.

Mercurio

¿De qué tierra eres tú?

Sosia

De Valencia la grande.

Júpiter

Por esso eres tú tan amigo de arroz.

Tésala

¿Huelgas, señor, qu'este desvergonçado diga todo lo que se le antoja?

Amphitrión

Es tan grande la alegría que tengo en ver el próspero successo que han tenido mis cosas, queriendo los Dioses visitar mi casa, que no sé enojarme contra nadie, especialmente contra este simple; mas si quieres, dale de palos tú.

Sosia

Mejor harías, Tésala, de darme otra cosa más saludable para mí y que no te costará a ti nada.

Tésala

Veamos qué será, galán.

Sosia

Que me des un beso.

Tésala

¡Ay, amarga de mí! Digo que soy conten- /[fol. dviij r]/ -ta, mas no ha de ser en la boca, porque la tienes deshonestada y suzia.

Sosia

Pues ¿a dónde, señora?

Tésala

En las quixadas, o en el cuello, que lo tienes consagrado de las muchas puñadas que te dio el Dios Mercurio.

Sosia

Tal consagradura venga por tú y por tu saya, y por tu camisa, y por todo tu linage. Luego, si Mercurio durmiesse contigo como su padre con Alcumena, ¿también dirías que quedavas consagrada?

Tésala

Consagrada y reconsagrada quedaría.

Sosia

No, sino puta y reputa.

Júpiter

Gracioso Sosia tienes aquí, señor Amphitrión.

Sosia

No, sino desgraciado para mí, pues nunca se comiença a entender en la comida.

Júpiter

Vamos Amphitrión y verás a tu muger cuán contenta y agraciada está con sus dos graciosos niños.

Sosia

Más con sus dos maridos.

Amphitrión

Vamos, y por el regocijo d'este bienaventurado día entremos cantando.

Júpiter

Entremos, que después de mandar hazer algunas fiestas por el nascimiento de mi hijo Hércules, me subiré al cielo.

Sosia

Señor Júpiter, embíanos d'allá algunas diosas para nosotros en pago del empreñamiento de nuestrama.

/[fol. dviij v]/

Canción

- Al arma, pues batería
nos da el amor sin dislate.
Firmeza no tuerças vía,
que celos dan a porfía
gran combate, gran combate.

Los celos en l'amador
s'engendran de tres metales.
- ¿De cuáles? Dime el tenor
- De ira, miedo y amor,
que son tres tiros mortales.
- Pues, porqu'esta artillería
no disbare en darnos mate,
firmeza no tuerças vía,
que celos dan a porfía
gran combate, gran combate.