|
|
|
|
/[fol. dvj v]/ |
|
Júpiter |
Amphitrión, ten buen ánimo. No temas, que yo soy el Dios Júpiter que vengo en tu ayuda y para consolarte; y sabrás que yo he sido servido de tomar prestado el cuerpo de tu muger Alcumena. |
Sosia |
(¡Oh, reniego de tal empréstido!) |
Júpiter |
Y de aquel divino ajuntamiento la hize preñada de un hijo; y tú, cuando fuiste a la guerra, la dexaste preñada de otro. |
Sosia |
(¡Oh, doy al diablo tanta empreñadura! ¿Y por qué no buscavan otro tercero empreñador?) |
Júpiter |
Assí que agora de un parto ha parido entrambos niños, y el más pequeño es el tuyo y el mayor es el mío de inmortal gloria. |
Sosia |
Y entre tantos suyos, ¿no havría uno mío? |
Amphitrión |
¿Qué tienes tú que entender en esto, di? |
Sosia |
Digo, señor, que quisiera ser participante de los plazeres de tu casa como fui de los trabajos de tu guerra. |
Júpiter |
Quítate de ahí, necio. Mira que el mío mando que sea llamado Hércules; y mando también que a tu muger no la culpes de liviana, sino que torne en tu antigua gracia, que yo te seré siempre favorable. |
Amphitrión |
A muy buena suerte, ¡oh, alto Júpiter!, tengo que te hayas querido servir de mis cosas. En lo demás haré lo que tú mandas. |
Sosia |
¡Cata, cata, agora doy en el hito! Que por hazer tu empreñadura o empreñablan- /[fol. dvij r]/ -da te transformaste en Amphitrión. |
Júpiter |
Assí es la verdad. |
Sosia |
Luego, tú eres aquél a quien yo le di de cañazos creyendo dar a mi amo. |
Júpiter |
No lo niego. |
Sosia |
Luego, bien te podrán dezir el Dios acañeado por mano de Sosia. |
Amphitrión |
¿Que tú eres el que me echaste de mi casa? |
Júpiter |
Yo mismo; y de ahí puedes colegir la gran castidad de tu muger, pues que tuve necessidad de transformarme en tu figura para que tuviesse por bien de rescebirme en su cama. |
Sosia |
Dime, señor Júpiter, ¿quién fue aquel embaucador que se puso mi nombre y me molió a puñadas? |
Júpiter |
Mercurio, mi hijo. |
Sosia |
Mándale salir. |
Júpiter |
¡Ah, Mercurio! ¡Sal presto! |
Mercurio |
¿Qué manda tu magestad, señor padre? |
Sosia |
¡Oh, hideputa! ¡Qué cara de melcochero que tienes, Mercurio! ¿Paréscete bien las puñadas que me diste? |
Mercurio |
¿Quieres otras tantas? |
Sosia |
Tortas sí, mas no puñadas. No sé qué me diga de vosotros, Dioses, y de vuestras obras: el padre adúltero, el hijo homicida, y Sosia apuñeado, Alcumena afrentada y Amphitrión cornudo. |
/[fol. dvij v]/ |
|
Tésala |
Señor, ¿por qué no mandas que calle este vellaco suzio? |
Amphitrión |
¿Por qué no callas, enalbardado? ¿Con tanta libertad has de osar hablar de los Dioses? |
Sosia |
Dioses han sido para Alcumena, mas para ti y para mí, diablos; y por esso no callaré hasta que me atapen la boca con pan y arroz. |
Júpiter |
Déxalo, Amphitrión, qu'es loco. |
Sosia |
También dizen en mi tierra que l'infant y l'orat dihuen la veritat. |
Mercurio |
¿De qué tierra eres tú? |
Sosia |
De Valencia la grande. |
Júpiter |
Por esso eres tú tan amigo de arroz. |
Tésala |
¿Huelgas, señor, qu'este desvergonçado diga todo lo que se le antoja? |
Amphitrión |
Es tan grande la alegría que tengo en ver el próspero successo que han tenido mis cosas, queriendo los Dioses visitar mi casa, que no sé enojarme contra nadie, especialmente contra este simple; mas si quieres, dale de palos tú. |
Sosia |
Mejor harías, Tésala, de darme otra cosa más saludable para mí y que no te costará a ti nada. |
Tésala |
Veamos qué será, galán. |
Sosia |
Que me des un beso. |
Tésala |
¡Ay, amarga de mí! Digo que soy conten- /[fol. dviij r]/ -ta, mas no ha de ser en la boca, porque la tienes deshonestada y suzia. |
Sosia |
Pues ¿a dónde, señora? |
Tésala |
En las quixadas, o en el cuello, que lo tienes consagrado de las muchas puñadas que te dio el Dios Mercurio. |
Sosia |
Tal consagradura venga por tú y por tu saya, y por tu camisa, y por todo tu linage. Luego, si Mercurio durmiesse contigo como su padre con Alcumena, ¿también dirías que quedavas consagrada? |
Tésala |
Consagrada y reconsagrada quedaría. |
Sosia |
No, sino puta y reputa. |
Júpiter |
Gracioso Sosia tienes aquí, señor Amphitrión. |
Sosia |
No, sino desgraciado para mí, pues nunca se comiença a entender en la comida. |
Júpiter |
Vamos Amphitrión y verás a tu muger cuán contenta y agraciada está con sus dos graciosos niños. |
Sosia |
Más con sus dos maridos. |
Amphitrión |
Vamos, y por el regocijo d'este bienaventurado día entremos cantando. |
Júpiter |
Entremos, que después de mandar hazer algunas fiestas por el nascimiento de mi hijo Hércules, me subiré al cielo. |
Sosia |
Señor Júpiter, embíanos d'allá algunas diosas para nosotros en pago del empreñamiento de nuestrama. |
/[fol. dviij v]/ |
Canción |
- Al arma, pues batería |
|