Mosén Pedro Morlá

 

 

 

 

Sátira de las comedias que escribió Mosén Pedro Morlá contra el sermón que predicó Don Luis Crespí

 

Valencia, c.1649

 

 

 

 

 

 

Introducción y edición

 

ABRAHAM MADROÑAL

 

 

 

 

 

 

 

 

Anexos de la Revista Lemir (2005)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN Y CRITERIOS DE EDICIÓN

 

El licenciado Pedro Jacinto Morlá era hijo natural de un personaje valenciano de prestigio, Pedro Agustín Morlá, jurisconsulto y caballero, relacionado con la Universidad de Valencia, que consigue en 1626 la legitimación de su hijo. Poco después nuestro poeta se haría clérigo, y obtendría un beneficio en la parroquia de San Martín de Valencia, cargo este del que vivió alternando los rezos con la composición de versos a las diferentes justas y academias y con la asistencia a las comedias. Desarrolló su actividad literaria entre 1628 y 1659, fecha esta última a partir de la cual ya no tenemos noticias y en la que es de suponer que muere.

             La Sátira en defensa de las comedias que editamos solo se nos conserva un testimonio, el manuscrito incluido en el tomo III de Varia de Tomás Güell, folios 67 a 84, que lleva la signatura Ms. 13 de la Biblioteca Universitaria de Valencia. Está  copiado con letra del siglo XVIII, pero probablemente reproduce un manuscrito cercano al original y de alguien próximo al autor, por cuanto en diversos momentos escribe el copista que Morlá era “muy afecto nuestro” (f. 66) o que “supo bien la verdad de lo que refiere” (f. 74)[1]. En su transcripción, he actualizado la grafía, puntuación, acentuación y uso de mayúsculas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

SÁTIRA EN DEFENSA DE LAS COMEDIAS QUE ESCRIBIÓ MOSÉN PEDRO MORLÁ CONTRA EL REFERIDO SERMÓN QUE PREDICÓ DON LUIS CRESPÍ.

 

   Mayoral del Oratorio,

Dios ponga tiento en tu caña,

pues que ya de tu dotrina

las cañas se vuelven lanzas.

   ¿Qué te han hecho las comedias,           5

los comediantes, las farsas,

los bailes, los entremeses,

los toros y las farsantas?

   Dilo, señor, por tu vida,

que un sermón diste a la estampa,            10

que si buen celo le viste

mucha imprudencia le calza.

   A tu intento presupones

y lo que quieres ensartas

con tantos yerros que creo                        15

que fue estampado en Vizcaya.

   Sin excepción, arrojado,

haces lupanar tu patria,

que es lenguaje que no frisa

con lo Crespí de Valdaura.                       20

   Los nobles, los caballeros,

los que tienen sangre hidalga,

como tú, sin letras gordas

valen a mujeres flacas.

   ¿Qué dirán los estranjeros                     25

cuando vean que así manchas

de una ciudad tan ilustre

tantas matronas gallardas?

   Este es caso obligatorio

de restitución de fama,                             30

que de no hacello se sigue

una consecuencia clara:

   si todas son meretrices,

luego lo son tus beatas.

Paso adelante, que hay mucho                 35

que limpiar en la colada.

   En página veinte y cinco

a los estados infamas

de que pueden pres[cribir].

De poco casto te engaña,                          40

   porque si a nadie reservas

proposición contra el Papa

y contra todas las mitras

y religiones sagradas.

   De Tomás un agebantur,                       45

que de pretérito habla

para los que no lo entienden

de presente lo arromanzas.

   Entre [b]obos anda el juego,

ya está entendida la maula,                      50

don Luis, aquesa flor

a la escuela de Pedrasa.

   Cuando el latín es tan claro

nos le das a la trocada;

eso es dar gato por liebre,                         55

que es de ventas y posadas.

   Ya veo que cierto punto

que en otra parte encajas

darás por satisfación,

que es de la impresión errata.                   60

   Yo sé que si tu sermón

viera Murcia de la Llana,

todas tus proposiciones

nos las diera por erratas.

   Si del gran Lope de Vega,                     65

que las naciones estrañas

de los poetas por fénix

le veneran y le aclaman,

   cuando por él solo goza

mayores timbres España,                          70

pues dio en sus obras realce

a la lengua castellana,

   nos dices que mil demonios

no han mesclado más cizaña

que sus obras mal discretas                       75

pues a rienda suelta infamas

   al que lauro mereció

por su pluma remontada

entre las plumas que han dado

rasgos de letras humanas.                         80

   En su mocedad dio al mundo

para deporte una Arcadia,

que entre amores pastoriles

altos conceptos enlaza;

   dionos La reina de Escocia,                  85

Jerusalén conquistada,

Los pastores de Belén

y un tomo de Rimas sacras,

   que quizás han convertido

más gente que tú por plazas                      90

con actos de contrición

y aquella «alma condenada»

   que en todos cuantos sermones

nos predicas nos la sacas.

Si las partes de comedias                          95

las das por cosas profanas,

   ahí está el Expurgatorio

que sin duda que mandara,

cuando en sus coplas hubiera

cosa indecente, quemallas.                       100

   Y para no perseguille

es cierto que le bastaba

el ser Lope sacerdote

y el haberle honrado Malta

   por su calidad y partes                           105

el pecho con la cruz blanca

y la Inquisición con otra

por ser de limpia prosapia.

   De que honras le hayan hecho

epitafios y epigramas,                               110

jeroglíficos, sonetos

te escandaliza y espanta,

   cuan ha sido el non plus ultra

de cuantos en la Castalia

para bordar los conceptos                         115

tomaron la tersa plata.

   Urbano Octavo lo dijo

en aquella honrosa carta

que escribió a Lope, que en ella

de muy ilustre le trata,                              120

   y le dice que sus obras

en lo escrito eran tan altas

que dudaba que en el mundo

ninguno las igualara;

   Que eran su alivio y recreo                    125

y que en ellas descansaba

el rato que daba treguas

el peso de la tiara.

   Pues ¿de qué sirve morderle

con tanto coraje y saña,                            130

cuando están todas sus obras

por el orbe laureadas?

   Mas solo alabarle puedes,

que del modo que le ultrajas

le ofendes y le aniquilas,                          135

que es de Lope tu alcaldada.

   En tu sermón dices que es

el representar infamia

y que son todos infames

y esto que es cosa asentada,                     140

   cuando son todos hidalgos,

que hay muchos, aunque lo callan,

sé que no pueden por deudas

está[r] presos porque basta

   que enseñen su ejecutoria                      145

que hay sen[ten]cias declaradas

por el Supremo y Valencia,

Valladolid y Granada;

   Además que ha habido muchos, 

a quien hoy el mundo alaba                      150

por buenos y virtuosos:

buen ejemplo es Santillana.

   ¡Qué de cosas de ellas dices,

oh, pobres de comediantas!

Que son mujeres rameras,                         155

que son estas viles y bajas...

   Cuando sabemos de alguna

(dígalo la Baltasara)

que por su mucha virtud

está tenida por santa,                                160

   que a su muerte en Cartagena

se tocaron las campanas.

(Doblemos aquí la hoja,

yo avisaré al desdoblalla).

   En la honestidad ¿quién puede             165

poner dolo, poner mancha

de aquel aliño garboso

de la gran Jusepa Vaca?

   Cuando al teatro salía

su pie no vieron las tablas,                        170

pues tuvo en sí tal recato

que aun de sí se recataba.

   Pues baja ni vil no fue,

pues su historia canta

el mejor cuarto que tuvo                           175

está grabado en tus armas.

   De los cómicos nos dices,

porque componen y trazan

las comedias, que son peste.

No sé de dónde lo sacas,                          180

   que eso es hablar de capricho

y es todo una patarata,

que a las musas del Parnaso

ninguno las vio empestadas.

   Lo que presumo, y es cierto                   185

según mi discurso alcanza,

que en el sermón te perdiste

y que es de materia falta.

   ¿Los poetas empestados?

Mira en la peste pasada,                           190

que ninguno dio tributo

de cuantos son a la parca.

   Asistiendo a la ciudad,

sin salir de sus murallas,

acción que las musas quedan                    195

con ella calificadas.

   Muchos de los que te siguen

y que contigo descansan,

temerosos de la muerte

y de su fatal guadaña                               200

   por no seguir la opinión

de fray Luïs de Granada

dejaron la caridad

y buscaron la esperanza,

   que aunque tienen mucha fe                  205

caridad bien ordenada

cuando por ellos empieza

también por ellos acaba.

   En otro lugar propones

que era mejor desterrallas                         210

y nos das por ejemplares

a <los> príncipes y monarcas

   que a farsantes desterraron.

Si la consecuencia sacas,

que por eso la comedia                             215

es en sí perversa y mala

   y que debe desterrarse,

es la consecuencia falsa.

Probarelo con decirte

que en Malta, Venecia y Francia              220

   desterraron religiones

y no por eso son malas

y es argumento evidente

que de pies y manos ata.

   Si porque tú no las ves                           225

quieres al pueblo vedallas,

El perro del hortelano

vienes a ser y es gran falta.

   Afirmas también que has visto

que se besan y se abrazan,                        230

que en lo lascivo es torpeza

que debe ser castigada;

   y que al teatro salieron,

metidos dentro una cama,

hombre y mujer, desvergüenza                 235

de las mayores de marca.

   A lo primero respondo

que un testimonio levantas,

porque habré visto dos mil

entre las que eran de chanza,                    240

   de tramoyas y de santos,

historias de espada y capa,

y no he visto lo que dices,

que fuera pasar de raya,

   porque no se consintiera                        245   

a vista de tantas damas

y era descrédito suyo,

cuando son tan veneradas.

   A lo segundo respondo

que en la comedia afamada                      250

que por título tenía

De un castigo dos venganzas

   es verdad que todos vieron

en la cama ensangrentada

una mujer y un hombre,                            255

que entrambos a puñaladas

   más que torpezas lascivas

era horror lo que pasaba.

Si esto mueve, si esto incita,

si esto al apetito inflama                           260

   hombres de tal complexión

a la comedia no vayan,

que en gente de tal jaez

no está segura una marta.     

   En lo que toca a las sillas                       265

que dan mayores ganancias,

las de la primera hilera,

porque más por ellas pagan,

   a tu modo de entender

te piensas que cuando bailan                    270

desde allí se ven los pies

y el calzado de más gala;

   pues al revés imagina

que para ver las mudanzas

de los pies vemos que todos                     275

de puntillas se levantan.

   En la paga de las sillas

con ser la de más ventaja

están, aunque sirven más,

perdidas por mala paga.                            280

   Las comedias por peores

que las que representaban

en su tiempo los antiguos

no[s] las das y no reparas

   que, a ser como las antiguas,                 285

que eran de tan mala data

que a vista de todo el pueblo

a las mujeres gozaban,

   ¿de qué nos las permitieran

los que gobiernan y mandan?                   290

Es reprehender la Justicia

Cuando es tan recta y sabia,

   además que casi todas

cuantas hay representadas

en el Palacio del Rey,                               295

en donde vemos se guarda

   el recato en las acciones,

el respeto en las palabras,

en los bailes la modestia

(y esto con tanta observancia                   300

   que se tiene por delito

si de lo lícito pasa)

vemos que las representan

y las permiten y amparan

   los Consejos más supremos                   305

de togas y de garnachas,

y a ser como lo refieres

¿quién duda que las vedaran?

   ¿No las ven personas doctas?,

¿que en Huesca y en Salamanca,              310   

en Alcalá y en Coímbra

no hay teólogos con alma?

   Decirnos que las comedias

obligan a las casadas

con tantas profanidades                           315

a que en adulterio caigan

   es un yerro manifiesto,

que, antes bien, algunas tratan

la obligación que les corre,

cómo han de portarse honradas.               320

   En la Comedia famosa

del Comendador de Ocaña,

con otra que se intitula

de la perfecta casada

   puedes ver, pues no lo ignoras,              325

lo que de las farsas sacan

cuando la del veinte y cuatro

con el castigo amenaza.

   Para el pueblo ha habido algunas

que son de mucha importancia:                330   

La devoción de la misa

y otra de Solo Dios basta.

   Para que los hijos dejen

altiveces y arrogancias

y obedezcan, como es justo,                     335

La obediencia laureada;

   para que los nobles sepan

lo que les sube y ensalza

del perfecto caballero

lean las coplas bizarras.                             340

   ¿El que está contento es rey,

el que es sabio no la engasta

en el oro del contento

y en su corazón la graba?

   Las lágrimas de David                                   345    

a los pecadores llaman

para que lloren sus culpas

y del pecado [se] salgan.

   ¿Obrar bien, que Dios es Dios

no les dice y les declara                            350

que tendrán gloria segura

los que sus preceptos guardan?

   ¿Y la de La vida es sueño

no es farsa que desengaña

al que valimiento busca                            355

cuando a media luz se apaga?

   ¿La del príncipe constante

qué corazón no quebranta?

Si cualquiera anacoreta

que la viera le admirara.                            360

   ¿Y la del mejor esp[os]o

en las doncellas no labra

efectos de castidad

para conservarse castas?

   La justicia y la piedad                            365

le está exhortando al que manda,

que lo recto y lo piadoso

vaya igual en sus balanzas.

   En Don Álvaro de Luna

se ve lo que es la privanza                        370

y El premio del bien hablar

al mordaz pone mordaza.

   ¿El saber criar los hijos

qué padre no la traslada?

Para Dios no hay imposible,                           375    

todo su poder lo abraza.

    Siempre vence la razón

destruye toda ignorancia;

¿Liciones de un buen rey

qué príncipe no la ensaya?                        380

   Para los desvanecidos

la de Don Gil de la Mancha;

Quien trata verdad es noble

y quien la imita la alcanza.

   Y la del gran Carlos Quinto,                 385

que ha sido tan celebrada,

pues vemos que el morir bien

fue en él la mayor hazaña,

   Y otras mil que no refiero,

que fuera cosa cansada,                            390

cuando los de aqueste siglo

los ingenios las alaban.

   Voy al consejo que das:

que fuera cosa acertada

que en lugar de las mujeres                       395

muchachos representaran,

   siendo cosa que se usa

en muchas partes de Italia.

Eso sería introducir

alguna peste nefanda                                400   

   y que ya que alguno peque

y en esa desdicha caiga,

que aborresca la traición

pues es menos cara a cara.

   Que las comedias vinieron                     405

del infierno y que las casas

son palacios del demonio

yo lo tengo por patraña,

   que de eso se seguiría

que aquellos que ven la farsa                    410

están dentro del infierno

y no es posible que salgan,

   que lo que dicen de Orfeo,

que entró con una guitarra

en el infierno y sacó                                  415

su mujer de entre las llamas  

   es historia fabulosa;

pero valga lo que valga,

yo te he visto en el infierno,

pavordre de mis entrañas,                         420

   y a muchos de tus secuaces

y al arcediano Amaya.

¿Pues cómo sin ser orfeos

habéis tenido tal maña?,

   que donde nulla est redemptio              425

es imposible que salga

ni el bonete más perfecto

ni la capilla más casta.

   (Ocasión tengo y materia

y mucha ropa cortada                               430   

en la tienda del discurso

para toda la capacha,

   pero quiero aquesta vez

que me deba -pues no paga,

que en su opinión es virtud                       435

quedarse con la substancia-

   una fineza de amigo.

Yo iré con la mano blanda

y apuntaré las heridas

como el más diestro en las armas).           440

   Y los administradores

pueden, en consciencia sana,

conducir las compañías.

En tu sermón nos declaras

   que pecan en conducirlas                       445

y es opinión encontrada

con el padre de las sciencias,

con el que le rinden parias

   del un polo al otro polo

cuantas merecieron palmas                       450

entre las agudas plumas

que escribieron cosas varias.

   Porque Tomás el Angélico,

que así la Iglesia le llama,

como el sol, él solo puede                         455

en tu doctrina ofuscada

   darte luz para que veas

que va tu doctrina errada;

si ella es acto indiferente

sin que tenga repugnancia.                       460

   entre clásicos dotores

y el santo nos desengaña,

que si es acto indiferente

no es pecado, antes bien trata

   que es acto de tropelía                           465

y si a luz se mira clara

de que puede ser virtud

¿pues cómo así te abalanzas

   a decirnos que es pecado,

siendo cosas encontradas                         470

lo pecable y virtuoso

porque jamás juntos andan?

   Si el pecado nunca puede

ser virtud, es cosa llana

que los que farsas conducen                     475

tienen la consciencia salva,

   y cuando aquesta doctrina

no fuera calificada

por Cristo, como te consta,

sin que en ella dudas haya,                       480

   ¿no basta ser opinión

de la religión guzmana,

que a la fe tiene por timbre

en el escudo que embraza?

   ¿no te convenció la Junta,                     485

en donde vi que se hallaba

en veinte y siete sujetos

en lo hablado la elegancia,

   en lo docto la elocuencia

y esto con tanta ventaja                            490

que columnas pueden ser

de la religión cristiana?

   ¿Allí no se decidió,

para que nadie dudara

de que no es pecado el verlas                   495

conducirlas ni pagarlas?

   Veinte y cinco votos hubo

favoreciendo esta causa

y uno tan solo entre todos

fue el que siguió tus pisadas,                    500

   que a lo retórico quiso

enseñar con muchas mañas

lo sutil de su ingenïo,

<y> lo verboso de su labia,

   negándole al Ordinario                          505                      

el poder de examinarlas,

cuando por derecho lo tiene,

que a fe que no lo negara

   ningún hermanito suyo

de los que a Espioca guardan.                  510   

(Por esto los congregantes

me han de levantar mil rabias).

   Sencillamente lo digo,

no tengo intención dañada,

que de Espioca venero                              515

de tales padres las plantas.

   Parte de tus argumentos

con Valero los fundabas

y con el Valero mismo

un dominico te ataja.                                           520

   Echaste en el suelo el libro

u de cólera u de rabia

y aunque algunos te disculpan

que aquello fue llamarada,

   por lo menos los más sienten                 525

que en junta tan ilustrada

los buenos se mortifican

y, aunque los enojen, callan.

   Porque echar libro y bonete

ni es santidad ni crianza                           530

y en personas de tus partes

la tal acción es vitanda.

   Cara a cara te lo digo

porque no tengo dos caras

como algunos que te adulan                     535

porque está quemando el hacha.

   Más hay de dos que te aplauden

y murmuran a tu espalda,

que por ellos se compuso

la copla que es tan usada:                         540

   «A las espaldas de un monte

murmura una fuente clara,

que por ser tan poderosa

le murmura a las espaldas».

   Yo de algunas capillas                           545   

que al son de tus danzas danzan.

(¡Válgame Dios lo que puede

una mitra imaginada!)

   Diose fin a la gran junta,

tratose de que firmaran                             550

todas las proposiciones,

que son las que impresas andan.

   Al otro día siguiente

fueron para que firmaras,

pero tú, algo remiso,                                 555

que entre dos aires estabas,

   a lo de voy u de vengo,

respondiste que importaba

para cierta duda tuya

ver de tu hermano la cara.                        560

   Fuiste a su celda y allí,

después de las circunstancias

de quitar y añadir letras

que son de contar muy largas

   de tu mano lo firmaste                           565   

sin que nadie te obligara,

quedándote con traslado

sin que una letra dejaras.

   Dícenme que aquella noche

fueron notables tus ansias                         570

de ver que los capachicos

a grandes voces gritaban:

    «Padre nuestro, ¿qué has firmado?,

que te han cogido en la trampa

porque estas proposiciones                       575

van en malicia fundadas,

   que son contra tu sermón

y nos han de dar matraca

cuando en aqueste oratorio

no[s] te[ne]mos tal alhaja.                         580

   Remédialo, por tu vida,

busca modos, busca trazas,

que todos te ayudaremos

aunque nos hagamos rajas,

   porque, si no, te advertimos                  585

que si en el remedio tardas,

las hijas de confesión

han de quedar arrojadas,

   porque las que ahora empiezan

y de servir a Dios tratan                           590

si ven que las farsas vuelven

podrá el demonio tentallas,

   y ellas con pocas cosquillas

puede ser que se nos vayan,

que son como las tramoyas,                      595

que unas suben y otras bajan.

   Porque la fragilidad

en su sexo tiene entrada

y con poco jaboncillo

la que es más fuerte resbala.                     600

   Al instante, como dicen,

en cinta pusisteis faldas,

procurando que tu firma

la administración borrara.

   Hubo junta aquella tarde,                      605

fue don Juan en la embajada;

negáronle la petición,

díjoles que le escucharan.

   Entró en la junta y propuso

que solo se contentaba                              610

en que quitasen el deben

que en cierta propuesta estaba.

   Que él se obligaba en tu nombre

y que les daba palabra

que en materia de comedias,                    615

aunque tú las condenabas,

   que en los sermones pondrías

silencio, que no dudaba

de personas tan prudentes

alcanzar aquella gracia.                             620

   Unánimes y conformes

concedieron la demanda,

borrose el deben con ser

lo que en todos más se halla.

   Contentísimos quedaron,                       625

pero ¿quién imaginara

que con se tan caballero,

a la palabra faltaras?

   Pues vi más el otro día,

que apenas el sol rayaba                           630

los más altos chapiteles,

las torres más encumbradas,

   representastes al vivo

dos comedias afamadas:

la de Engañarse engañando                     635   

y Peor está que estaba.

   De todo cuanto firmaste

en un auto te retratas

diciendo en él que te pesa

de una firma tan pesada.                          640

   La culpa del primer hombre

hiciste y fue cosa rara

ser tu engaño la serpiente

y tu firma la manzana,

   y la del bobo de Coria                           645   

representó el padre Urraca,

que después de haber firmado

te preguntó si pecaba.

   Y aunque Vilar no firmó,

más bien sé yo que firmara                       650

pero la junta no quiso

y anduvo en esto acordada.

      Hizo Con quien vengo vengo

y aunque es fuerza celebrada,

como se turbó fue fuerza                          655

que todos se la silbaran.

   La gata de Marirramos

quiso hacer y no lo errara,

que para la sutileza

tiene gracia gratis data.                            660

   Pero volvamos al punto,

aunque tú nos persuadas

que solo el celo te mueve

de querer salvar las almas,

   ¿quién duda que el celo es bueno?        665   

pero con tanta eficacia

querer que todos te sigan,

querer tenerlos a raya

   y en el mar de tus sermones

en donde tantos se embarcan                   670

anunciarles con escrúpulos

tempestades y borrascas

   y para más afligilles

con gritos los amenazas...

ello es más tema que celo                         675

y, más que tema, venganza.

   ¿Que los otros que predican

Son personas desalmadas

Que no saben teología

Y en las letras no te igualan?                    680

   ¿La tuya ha de ser por fuerza?

¿Cómo aquellos no derraman

para librarnos de culpas

la verdadera triaca?

   La prudencia importa mucho                 685

Para la buena enseñanza,

Con dulzura más se aprehende

Que no con gritos que espantan.

   No ha de ser todo aflixiones

Ni tantos gritos, que amargan.                  690   

Vaya a los hombres lo dulce

Y a los montes la retama.

   ¿No fuera mejor cien veces

que ahora disimularas

y que pasaras sin topes                             695

por donde los otros pasan?

   Y seguir las dos comedias

que aquí te vienen pintadas:

la de Peor es [hur]gallo

y Peor está que estaba.                             700

   Y no apretar tanto el punto

ni con tan vivas instancias

querer que sea pecado

lo que «indiferente» llaman

   los que en las cátedras rigen,                 705

los que en lo moral trabajan

para que sepa la plebe

guardarse de lo que daña?

   Bien sé yo que presumiste

que a tu hermano le obligara                     710

representar la comedia

que en tu mente imaginabas

   de La fuerza de la sangre,

mas aunque te estima y ama,

es tan cabal, tan entero                             715

que a su obligación no falta.

   Votar contra su dictamen

no fuera en él alabanza,

que en la del hombre de bien

tiene la opinión ganada.                            720

   Obligar contra su sangre

supo hacer en las jornadas,

que la ilustre junta tuvo

quedando de él tan pagada

   cuando vio que la hermandad               725

(porque hay hermandades santas)

persiguió los enemigos

de la verdad apurada.

   No hay amigo para amigo

Olginal representaba.                                730

¿Quién, don Luis, lo creyera

ni tal acción dél pensara?

   Lo que son juicios del cielo

viste en aquesta jornada

y El campo de la verdad                           735

del todo te desengaña.

   Aquí te viene de molde

aquella farsa afamada

que pongas de aquí adelante

Solo en Dios la confianza.                        740

   El Hospital está enfermo,

lleno de lepras y llagas,

La paciencia de Job hizo,

que tiene bien ensayada.

   De lo que puede ser viste                      745   

que el que dinero le falta

es fuerza que represente

Hombre pobre todo es trazas.

   La administración procura

de valelle y aun se encarga                       750

del remedio en breve tiempo

Alcanzar sin esperanza.

   Repartió allí los papeles

sin género de tardanza,

De gran daño, gran remedio                    755   

para que luego se obrara;

   el Clavario representa

como el que las cuentas pasa

La prudencia en pocos años

y tan bien representada                             760

   que hace primeros galanes

y, aunque el estudio lo alcanza,

Nunca mucho costó poco

cuando es tanta la ganancia.

   Que aunque algunos aseguran               765

que el día que esté quitada

la comedia el Hospital

tendrá más medras y mandas,

   son «cuentos de Calaínos»,

que dejar fuera bobada                             770

Lo cierto por lo dudoso,

Callen barbas y hablen cartas.

   Pues en tres años y más

que sin comedias se halla

de vuestras mandas no tiene                     775

tan solamente una blanca.

   Discurre en esta materia,

de aqueste tema te aparta,

«la ocasión de los cabellos»

quieres tomar, siendo calva.                     780

   Santos hay representantes,

solo San Ginés bastaba

para hacer que en tu sermón

sin fundamento quedara.

   En la vida de los padres                        785

que en los yermos habitaban

se dice que San Panuncio

pidió a Dios le revelara

   que cuánta gloria tendría,

y uno de la escuadra alada                       790

le dijo: «Por compañero,

uno que en las farsas anda

   tendrás. Iguales en gloria

seréis entrambos, descansa

y está seguro que Dios                              795

que te lo diga me manda».

   Y aunque dices que a la puerta

en donde se cobra y paga

muchos ángeles custodios

se quedan y nos aguardan                        800

   hasta acabar la comedia,

contra la Escritura sacra

tu propuesta viene a ser

porque el ángel que nos guarda      

   aun pecando no nos deja                       805

ni de nosotros se aparta,

que porque a Dios conoscamos

en todo nos acompaña.

   (Aviso que aquí desdoblo

aquella hoja doblada,                                810

que la memoria es muy frágil

y cierto se me olvidaba).

   Por la Baltasara dije

que aunque fue representanta,

en su muerte tan dichosa                          815

se tocaron las campanas.

   Allá por una mujer,

que tú nos la das por mala

un prodigio sucedió

y otro prodigio en tu casa                         820

   sucede todos los días,

porque ahí el prefecto manda

que antes que entre en vuestros cuerpos

la porción de la pitanza

   ni que a la mesa se ponga                      825

el plato de la vianda

ni la regalada fruta

por nieve el criado vaya

   (para lo cual se le avisa

con tocarle la campana),                           830

por temporal y por fuego

y porque alguno en campaña

   en la tenebrosa noche

no le suceda desgracia

ni se pierda en el camino                          835

es ya cosa muy usada

   que las campanas se toquen,

mas porque nieve se traiga

os valéis de campanilla

¡vive Dios que es campanada!                  840

   Mira, pues, la diferencia

y es grande la distancia,

que allá por lo penitente

de una mujer que bailaba

   en las casas de comedias                       845

las campanas se tocaban

y en vuestras casas se tocan

para refrescar las panzas.                

   Y así, señor, por quien eres

y por tu vida levanta                                 850

la mano de perseguir

las comedias. Di ¿qué sacas

   cuando siente todo el pueblo

que tu opinión menoscabas?

Si el crédito perder quieres,                      855

mira que te descap[ac]has.

   Que sea rencor o celo

de la memoria lo aparta,

la venganza contra sí

no cabe en personas sabias;                      860

   mas si te obliga y te oprime

en los conceptos que enlazas

La fuerza de la costumbre

cuando predicas, descarta

   a una parte las comedias                        865

y de tu memoria salgan,

que no ha de ser siempre un tema

que al más compungido cansa.

   Y si ya ves y conoces

que está tu opinión frustrada,                   870

A lo hecho no hay remedio,

con la paciencia te adarga.

   Mañana será otro día

que el tiempo todo lo acaba;

el sol tiene mil eclipses,                            875

la luna tiene mudanzas,

   Quien se muda Dios le ayuda,

quien sigue buen rumbo, campa,

Cada loco con su tema

el Hospital los enjaula.                              880

   No ha de ser lo que tú quieres,

válete de la templanza

y aunque indeciso estuviera

¿este caso me bastaba

   ser a favor de los pobres                        885

cuando tal miseria pasan?

Mira bien el Hospital,

registra todas las cuadras

   y a tus próximos verás

entre sábanas y mantas                             890

representar sus desdichas,

que, si no parecen tantas,

   no es todo lo que se ve

ni todo lo que se habla;

que aunque hay muchos que imaginan     895

que no falta quien regal[a]

   porque ven que a los enfermos

se acude con abundancia,

cuando el dinero no allega

al diezmo de lo que gasta                         900

   es porque allí representan

Cómo los ojos se engañan.

No es oro lo que se ve

ni aquello que brilla es plata,

   que los diez que lo administran             905

de lo forzoso se encargan,

Cada cual lo que le toca

hace con gran vigilancia.

   El valor hace a los hombres,

que no es gente afeminada                       910

porque el ánimo les sobra

y de sus haciendas gastan.

   Sólo se sabe de uno

de los que van en tu escuadra

que una gran limosna hizo                        915

y es digna de ser contada.

   Y fue que cuando de Rosas,

de aquella marcial batalla

aportó llena de heridas

tanta gente derrotada                               920

   la piedad del Hospital

fue fuerza que la amparara

porque a los necesitados

no tiene puerta cerrada.

   Trajo en lugar de regalos                       925

llenas algunas canastas,

no de dulces, de abanicos,

aunque eran ellos de paja.

   A cada enfermo dio el suyo

y luego le suplicaba:                                 930

«Hermano, ruegue por mí,

si de Dios la gloria alcanza”.

   Obra pía como aquesta,

si no es quien contigo anda

en toda aquesta ciudad                             935

no hay ninguno que la haga,

   porque fue allí a dos días

el dueño de la pajada

y al señor del Hospital

pidió que se la pagara.                              940

   El Clavario la pagó,

quedó la paja pagada

y la opinión de tu amigo

gastada, estando entre pajas.

   ¿Este cuento a quién no aturde?,           945

¿cómo de estas cosas pasan

en algunos que conoces

y que contigo descansan?

   Dejo lo satirizante

y reprimo toda vaya,                                 950

que harto cartuja mi lengua

ha sido, pues no relata

   mil engaños y embelecos,

que a todos dice tinaja,

porque esta boca no es mía                       955

y no quiero ser chicharra.               

   Paréntesis y claudatur,

paso adelante mi gaita

y perdone, si topare

al tañer de la pavana.                                960

   Aunque conosco otros muchos

de los que a ti te acompañan

que por ser tan virtuosos

el alma de ellos fiara,

   que es gente sin ceremonia,                   965

vanidad no los contrasta

ni pretenciones adquieren

ni el mundo las embaraza;

   las dobleces aborrecen,

del interés se descartan,                            970

que esta es la piedra de toque

que sus quilates señala.

   Estos sí que son los buenos,

que su patrimonio gastan

y en dar refugio a los pobres                    975

son los que más se adelantan,

   aunque hay otros (Dios nos libre

de su codicia) que es tanta

que lo más dificultoso

en provecho suyo allanan.                        980

   Cuando a sus casas algunos

van a cobrar, la criada

que están en oración mental

les dice porque se vayan;

   mas si les llevan dinero,                         985

la oración mental dilatan,

que a las almas que ellos tienen

no distrae la cobranza.

   Bien sé yo que en tu dotrina,

aunque van de buena gana,                      990

No son todo ruiseñores

los que entre las cañas cantan.

   Con tonecillo nos dicen

que el mundo no vale nada.

¿Pues cómo piden prestado                      995

Y no vuelven lo que sacan?

   Ellos comen, ellos beben,

ellos visten, ellos calzan,

ellos duermen con sosiego

y lo que deben no pagan;                          1000

   Con chismes y con embustes,

con salemas y marañas,

sin guardar palabra alguna

vemos que triunfan y campan;

   buscan la comodidad,                            1005

que como en ella descansan

dejan el mundo perdido

con lo que vemos que ganan.

   De aquestos engañamundo

quisiera que predicaras,                            1010

levanta la voz con ellos

pues en todo se levantan.

   Enseña tu gran valor

y echen de ver que los cardas

y sepan que conocemos                            1015

que son hombres de la carda.

   Y no con tan gran esfuerzo

y tan a carga cerrada:

«Que se peca si hay comedia,

que se peca si se baila,                              1020

   que se peca si en las calles

se consiente la dulzaina,

que se peca cuando hay toros,

que se peca en luminarias,

   que se peca en los purrates,                   1025

que se peca si se danza,

que se peca si se juega,

que se peca si se disfraza.

   ¿Y no pecó la ciudad

estando tan empeñada                              1030

cuando en la muerte del Príncipe

te libró para una farda?

   Desiste desas quimeras

y es bien que consideraras

que está muy puesto en razón                   1035

que a su tiempo fiestas haya.

   ¿No las consiente un Virrey,

a quien lauros le consagran

aquesta ciudad y reino

cuando ven que los restaura?                    1040

   ¿No le aplaude la nobleza

y la plebe no le aclama

por único en el gobierno

cuando no tuerce la vara

   al ruego de los señores                           1045

ni de la gente ordinaria,

al llanto más compasivo

trofa que tu escudo esmalta?

   ¿Cómo? ¿No es cristiano el Conde?

Y tanto que no dejara                               1050

el escrúpulo más leve

y la menor circunstancia

   con asomos de pecado,

que tuviera puerta franca

porque tiene la consciencia                       1055

muy recoleta y descalza.

   Pues ¿cómo, si esto es verdad,

predica tu camarada

que están las puertas del cielo,

porque hay comedia, cerradas?                1060

   ¿Dónde cursó teología?,

¿quién le enseñó tal barbaria?

Pues de tal proposición

¿a quién no tiembla la barba?

   Bueno fuera ser prudente                      1065

y tanto más si estudiara

que no se aprehenden las letras

con encajarse una albarda.

   El grande predicador

en los sermones que traza                         1070

en lo que debe callar

es en [lo] que más trabaja,

   aunque no falta quien dice

que es pecado cualquier farsa

y es un Palacio confuso                            1075

del modo que lo enmaraña.

   Y un otro, allá lo verán

cuando de este mundo partan,

y es Poder de su opinión

porque los más se desmayan.                    1080

   Don Luis, yo te suplico

que en tus sermones te vayas

con el acuerdo que saben

tener los hombres de canas.

   Y no meterte si el Rey                           1085

trata paces con Holanda,

si el embajador del Turco

desembarcó en nuestra playa,

   que se quite la Alameda,

(y antes que ella se plantara                      1090

al Duque de Arcos dijiste

que era una cosa acertada).

   Predica contra acecinos,

contra usuras y mohatras,

contra homicidios y robos,                       1095

contra haciendas mal ganadas;

   desa Plaza de la Seo;

los enredos y las trampas

contra pobres litigantes

es bien que saques a plaza.                         1100 

   Contra los amancebados

vaya el rigor de tu espada,

no te olvides las terceras,

que estas son las que contrastan

   la fortaleza más firme,                           1105

que sus palabras son balas

que pasan por los oídos

y con solo el aire matan,

   pues por las casas se meten

con capas de santularias                           1110

y con equívocos dicen:

«Hijas mías, muy amadas,

   hoy me ha dicho don Fulano

que de su parte os hablara.

Carísimas, tened firme»,                           1115

que es decir «vendeos caras».

   Para estas que inficionan

esta ciudad y la abrasan,

para estas sí que es bien

que la galera fundaras                               1120

   y no para mujercillas

tan pobres y tan cuitadas

que en breve tiempo el pecado

por reparar tanto las rapa.

   Contra narcisos predica,                        1125

que con guedejas peinadas

en las iglesias festejan

sabiendo que a Dios agravian,

   que cometen sacrilegios

en los conciertos que aplazan.                  1130 

En esto solo quisiera

que tu gran celo enseñaras,

   que sacaras el azote,

que parece que idolatran,

pues a la cara de Dios                               1135

adoran cosas humanas,

   y no contra las comedias,

que si es que a ti no te agradan

a otros sirven de sola[z]

y de mil vicios se apartan.                        1140

   No ha de ser todo apreturas,

que a cuerdas muy estiradas

si es que acaso no se rompen

por lo menos se adelgazan.

   No ha de ser todo abstinencias,             1145

ayunos a pan y agua,

disciplinas y cilicios,

que en todo ha de haber templanza.

   El azotarse es muy bueno

porque queda castigada                            1150

la carne que nos ofende,

que es enemiga de casa.

   Traer silicio es descanso

para gente retirada

y es apretura muy grande                         1155

para la que es holgazana.

   Abstenerse en la comida

lo puede hacer la beata,

que solo por arrobarse

hila poco y menos labra.                           1160

   El ayunar es virtud,

pero toda la semana

viene a ser cosa terrible

en la gente que trabaja.

   Levantarse un hombre suele                  1165

lunes con cara de Pascua

y cuando llega el domingo

queda con cara de flauta.

   En todo ha de haber un medio,

descanso pide la carga,                             1170

pues desahogos permiten

religiones apretadas.

   Que si todos como tú

a tu espíritu aspiraran,

con tantos espiritados                               1175

fuera ciudad de fantasmas.

   Estar siempre en oración

todo el pueblo es cosa santa,

mas ¿quién haría pasteles

si todos siempre rezaran?                          1180

   Guardemos los mandamientos,

que es lo que Dios nos encarga,

y roguémosle humilmente

que nos dé perseverancia.

   Que hagamos lo que nos toca,               1185

que es cosa justificada

y paguen los que debieren.

(aquí mi pluma embargara

   en aquesto del pagar,

y a fe que la destemplara,                         1190

pero quiero andar galante

con los que contigo andan).

   Perdona aquestos borrones,

sufre aquestas ignorancias,   

no te acuerdes de mis yerros,                   1195

pon en olvido mi audacia,

reprime las altiveces,

las promptitudes embarga,

lo escrupuloso reserva

y lo temerario envaina,                             1200

   tus pensamientos corrige,

tu fogosidad amaina,

lo colérico refrena,

lo discursivo relaja,

   encarcela lo iracundo,                            1205

las hojas del duelo rasga,

aborrece tu modestia

y del odio te descarna,

   mis torpezas disimula

y tus rencores amaga,                               1210

disculpa mi atrevimiento,

aunque en nada se retracta.

   Al sufrimiento te acoge,

que el que a Dios de veras ama

cuando más sufre le quiere,                      1215

Quien más quiere más alcanza.

   Que si aquestos mis escritos

es que por alto los pasas,

Sufrir más por querer más

es la farsa que te cuadra.                          1220

 

 

Fin de las 304 cuartillas de la referida Sátira [Varia, tomo III, de Tomás Güell, Ms. 13 Biblioteca Universitaria de Valencia, letra del s. XVIII, ff. 67-84].

 



[1] La versión ampliada de este trabajo, con su introducción y notas, podrá leerse en el Anuario Prolope, IX (2003), en prensa en estos momentos.