Capítulo VII

De una tierra donde comen las sierpes.

 

Passada esta isla va hombre por muchas islas hasta una isla llamada Tacorde en la qual ay gentes vestidas como hombres razonables; y están en unas cuevas que ellos hazen en tierra porque no tienen de qué hazer casas, y comen carne de /fo. XXXXI v./ culebras y sierpes, y por quanto ellos comen tales viandas no hablan nada, mas silvan unos empós de otros como sierpes. Y no tienen cura de ningún oro sino tan solamente de una piedra preciosa que tiene quarenta colores que por el nombre de la isla ella tiene nombre "tacorice"; aquesta piedra aman ellos mucho y no saben qué virtud tiene, mas ellos la conocen por su hermosura tan solamente.

 

Capítulo VIII