Capítulo IIII

De una aprovación de la Encarnación de Nuestro Señor Jesuchristo, y de la ley de los griegos, y de la nobleza del palacio del emperador de Grecia.

 

En Constantinopla está el palacio del emperador muy hermoso y noble y bien ornado, dentro del qual ay una bella plaça para justar y pa otros exercicios. Alderredor es llena de assentamientos grandes en manera que cada uno puede mirar sin hazer empacho a otro. Debaxo d´estos assentamientos y estancias están los establos de los cavallos del emperador, y todos los pilares y ventanas son de mármol.

Item, como el emperador quisiesse que fuesse enterrado un pariente suyo dentro de la yglesia de Santa Sofía, cavando la sepultura hallaron un otro cuerpo dentro en la tierra, sobre el qual estava una chapa de oro fino en la qual avía unas letras de oro en ebrayco, griego y latín que contenía lo siguiente: "Jesuchristo nacido de la Virgen Santa María, yo creo en ti", y la fecha mostra-/ fo. V r./-va que fue enterrado aquel muerto dos años ante que Jesuchristo fuesse nacido. Y oy en este día aquella chapa está guardada en la tesorería de la iglesia de Santa Sofía. Y aqueste dizen que fue Hermes el sabio philósopho.

Y puesto que los griegos sean christianos, todavía varían y diversifican en la fe y creencia porque ellos dizen que el Spíritu Santo no procede del Hijo sino del Padre solamente, y en esto no obedecen a la yglesia de Roma ni al Papa, y dizen que otro tanto poder tiene su patriarca como el Papa de Roma en la parte de acá. Y por tanto el papa Juan xxii les escrivió letras cómo la christiandad devía ser toda una y que ellos devían obedescer a un papa el qual era de Roma y lugartiniente de Dios, porque a éste dio Dios poder para ligar y absolver. Los griegos le enviaron una respuesta muy agra, en que, entre otras muchas cosas, le embiaron a dezir assí: "La tu potencia usa firmemente acerca de tus súbditos; nosotros no podemos sufrir la tu soberana soberbia, ni entendemos de hartar la tu avaricia; por ende, la paz sea contigo, y nuestro señor con nosotros". Ninguna otra respuesta pudo haver d´ellos.

Item, ellos hazen el sacramento del altar con pan de levadura y dizen que nosotros no lo devemos hazer sin pan con levadura porque Nuestro Señor lo hizo de pan leudado el Jueves de la cena. Lo qual mandó hazer en su remembrança en la Tierra. Ellos lo secan al sol y lo parten entre todos y lo dan a los enfermos en lugar del Cuerpo de Nuestro Señor Jesuchristo. No hazen sino una unción (conviene, a saber, en bautismo), que la estremaunción no la dan a los enfermos.

Y dizen que no cumple hazer plegarias ni oraciones por los defuntos porque las ánimas de los finados no tienen gloria ni pena hasta que venga el día del Juyzio. Item, dizen que la fornicación no es pecado mortal: antes es cosa natural. Y también dizen ellos que los hombres ni las mugeres no se deven casar más de una vez, ca si otra vez ellos se casan, los hijos que nascen de tal casamiento segundo serían bastardos y engendrados en pecado; y, assí, muchas vezes se apartan marido y muger por pequeña ocasión. Y más que sus capellanes todos tienen mugeres.

Qualquier que quiere yr al braço de sant Jorge o a sant Nicolás o en otros lugares de santos a de yr primero por una grandíssima cava y por la mar. Item más, afirman ellos que la usura no es peccado mortal, y que en los beneficios de la Sancta Madre Iglesia, como se hazen acá, ay gran escándalo, porque al día de oy los más d´ellos se dan con simonía. Item más, dizen los griegos que en la Quaresma no deve ningún hombre de cualquier estado que sea cantar missa sino el sábado y en un tiempo del año, assí como es en la vigilia de Navidad o en la vigilia de Pasqua. Y assí mismo si ellos cantan la missa ellos lavan los altares con olio bendito. Y dizen assí mismo que ningún hombre no deve cantar missa en un altar sino una vez en un día. Item más, dizen que Nuestro Señor Jesuchristo jamás no comió, mas que hacía semejança de comer. Afirman más, también, que nosotros peccamos mortalmente porque los más nos hazemos raer las barvas, por quanto la barva es señal del hombre, y que lo hazemos por glorificarnos, porque aquellos hombres que se hazen raer la barva lo hazen por complazer este miserable mundo y hazerse semejantes a mugeres. Item más, dizen ellos que nosotros peccamos mortalmente en comer de aquellas bestias que nos fueron vedadas y defendidas en el Testamento Viejo, assí como del puerco y de muchas otras y diversas bestias que no rumian aquello que comen.

Y de aquestas maneras ellos tienen tanta diversidad de errores que serían muy largos de contar; y por ningunas razones que les digáys no los apar-/ fo. V v./-taréys de su intinción porque dizen que nosotros peccamos en grande manera porque los más de nosotros comemos carne en los miércoles sin conciencia, y huevos y queso y muchas otras cosas en viernes.

Y ellos descomulgan a quantos hazen abstinencia de carne en sábado. Item, el emperador de Constantinolpla haze y cría el patriarca y los arçobispos y obispos, y da las dignidades y beneficios; y aquéllos les son quitados si quebrantan alguna cosa de su ley, de manera que el emperador es señor espiritual y temporal en su tierra.

Como quiera que aquellas cosas no tocan a esto que hos havía prometido de declarar algunas costumbres y maneras y deversidades de tierras, y porque éstas varían y discordan en algunos hechos y letras de nuestra ley, por tanto hos he contado esto a fin que sepáys la diversidad de la crehencia nuestra y suya. Porque muchos toman plazer (como es razón) de oyr hablar cosas que son muy agenas al uso de su tierra, pues que sean verdaderas.

Capítulo V