[/Aj v/]
La aparición que nuestro Señor Jesu Christo hizo a los dos discípulos
que yvan a Emaús. En Metro de Arte mayor.
Compuesta por Pedro Altamirando el moço, natural de Hontíveros.
[/Aij v/]
Representación de la Aparición que nuestro Señor Jesu Christo, después de
resucitado, hizo a los dos discípulos que yvan a Emaús, como lo cuenta san Lucas. Fecha en coplas a manera de
diálogo, en el qual se introduzen dos discípulos: el uno san Lucas, y el otro
Cleophás, y nuestro Señor en figura de Peregrino. Y primero haze un Ángel el
argumento, contando en breve lo que en el presente diálogo se contiene.
Devotos Christianos, tened atención, veréys muy devota representación que se tiene agora de representar. Cómo después de resucitar, Christo Jesús, Maestro divino, apareció según peregrino a dos discípulos suyos, no más: el uno san Lucas, y el otro Cleophás, que juntos entrambos camino llevavan para un castillo, que entonces llamavan por nombre Emaús. Y assí caminando, veréys cómo tristes se van altercando si su buen Maestro Jesús fue Messías. Veréys cómo escucha sus grandes porfías Christo, mostrándose ser peregrino, con ellos juntándose van su camino. Veréys cómo Christo les preguntará de qué van hablando. Reprehéndelos él porque tienen dubda ser Christo Messías. Veréys por figuras y por prophecías que Christo les quita la duda en que están. Veréys las questiones que le propornán [/Aiij r/] y a Christo soltallas con dulces razones. Alçad, pues, Christianos las
contemplaciones, pensad contemplando, por esto fingido, el summo Maestro, saber infinito, qué cosas tan altas entonces diría, con qué dulcedumbre les enseñaría Aquel que es el mesmo saber verdadero. Veréys los discípulos, topando un romero, con tanta prudencia estar espantados. Veréys que a Emaús, después de llegados, Christo se finge passar adelante. Veréys cómo ellos con lindo semblante le ruegan que quiera con ellos quedar. Veréis que sentados, después a cenar, el pan ya partido, le conocerán, y ellos, alegres, hablar le querrán, y desaparece Jesús adefora. Veréys cómo quieren tornar a la hora a Hierusalem para lo contar, y juntos, alegres, con gozo sin par, cantan un psalmo contentos y ufanos. Estad, pues, atentos, devotos Christianos que muy presto a Lucas veréys començar. Comiença la obra. Lucas: ¡O
gran desventura! Cleophás: ¡O mal desastrado! Lucas: ¿Qué
te parece, hermano Cleophás, qué
gran mal es éste? Cleophás: No
puede ser más, el
nuestro buen Padre ya crucificado. Lucas: Vees
nuestro gozo del todo acabado. Cleophás: En
humo se es yda la nuestra esperança. Lucas,
hermano, mi seso no alcança [/Aiij v/] qué puede ser
esto. Estoy agenad[o][1]. Un hombre tan
justo que nunca peccó, Propheta
muy santo. Lucas: Por
cierto, tal era, que
nunca palabra, sin ser verdadera, en
su santa boca jamás se halló. Cleophás: Y
dalle la muerte, según se le dio, en
contra de toda razón y justicia, por una imbidiosa,
perversa malicia, que nuestra Sinoga
con éste tomó. Lucas: ¿Y
d'él qué pensaras si ansí no muriera? Cleophás: Yo
siempre pensara haver de ser él el
santo Messías que espera Israel. Según
los milagros y vida hiziera por
Hijo de Dios le siempre tuviera. Agora
no siento que pueda creer ser
Hijo de Dios y ansí padecer muerte, entre muertes cruel, lastimera. Lucas: En
esto estoy yo, razón es muy clara, si
él fuera Hijo de Dios por ventura, viéndole
el Padre en tanta pressura, ¿quién piensa ni
cree que no le ayudara? Cleophás: Mas
bien lo mirando quien resucitara, siendo
puro hombre, a Lázaro muerto, en la sepultura
hediondo por cierto, allí poderío
divino mostrava. Lucas: Yo
estuve presente, y tú lo verías. Cleophás: Sí
estuve, y vi luego cómo le mandó: "sal
fuera, Lázaro" y resucitó oyendo
su voz. Lucas: ¿Pues
qué más querías?. Cleophás: Hermano,
¿no ves que el propheta Helías resucitó
muertos?, también Heliseo; por
esso no fueron tenidos, yo leo, por
hijos de Dios, ni menos Mesías. [/Aiiij r/] Lucas: ¿También
tú no sabes que al Padre rogó la noche del
Jueves, cuando fue preso, que él no
muriesse? Cleophás: Verdad
es en esso; muy claramente ser
hombre mostró. Mas, ¿sabéys,
hermano, lo que pienso yo? Si él no quiesiera
ansí padecer, pudiera queriendo
desaparecer, según que otras
vezes desapareció. Lucas: Desapareció
y súbitamente quando
con piedras matalle quisieron dentro en el
templo, que más no le vieron. Cleophás: Y
ansí lo pudiera hazer al presente, por donde parece
voluntariamente aver él querido su
muerte y passión. Lucas: Hermano
Cleophás, muy buena razón es essa que dezís
verdaderamente. Que todas las
cosas, según han passado, él se las dixo
primero muy bien: "Catad que
subimos a Hierusalem do el Hijo del
Hombre será condenado. Allí será preso y
crucificado". Si él, pues, sabía
su muerte a la clara primero que fuesse,
muy bien la escusara, si él no quisiera
tomalla de grado. Cleophás: Muy
bien me parece, mas ya que pongamos él
no ser hijo de Dios, yo no sé porqué
no diremos que éste tal fue el
santo Messías, y Rey que esperamos. El
tiempo es cumplido, si bien lo contamos, la
vida y milagros que las prophecías escriven y ponen
del santo Mesías, en nuestro maestro
Jesús las hallamos. Lucas: También
ay en esso porqué replicar. [/Aiiij v/] ¿Cómo
diremos Mesías ser él? que
el Rey Mesías que espera Israel de
gran captiverio nos ha[2]
de sacar. Vemosle
muerto. Nosotros quedar siempre sugetos al
pueblo Romano. Ay tantas cosas
contrarias, hermano, no siento ni
alcanço qué determinar. Atónito estoy y
muy agenado, no sé qué me pueda
dezir en verdad, por una parte la
su santidad, por otra su muerte
me tiene turbado. Estoy con su
muerte muy lastimado, las lágrimas mías
no pueden cessar. Cleophás: ¡Ay
Lucas, hermano!, bien ay que llorar perdiendo
maestro de nos tan amado. ¿Yo sabes en esto
lo que determino?, que nuestro
maestro fue santo varón, propheta muy
grande por conversación, dulce, suave,
humilde y benigno. Lucas: Tal
le hallamos nosotros contino; y
el mesmo Pilato que le examinó peccado
ninguno jamás le halló. ¿Quién
es el que viene por esse camino? Christo aparece. Peregrino: Amigos,
Dios os salve. Lucas: Y vos bien vengáys. Peregrino: ¿A
dó bueno vays? Lucas: Nosotros
llegamos hasta
Emaús. Peregrino: Pues
juntos nos vamos por
esse camino, yo voy donde vays. Lucas: Pues
vamos. Peregrino: Dezidme,
¿de qué platicáys? Que
todo el camino venís razona[n]do[3] entre
vosotros, también altercando, de
no sé qué cosas, y tristes estáys. Cleophás: ¡Y
cómo!, ¿tú solo eres peregrino [/Av r/] en
Hierusalem, que nunca supiste las
cosas que en ella, por caso muy triste, en
aquestos días an acaecido? Peregrino: Dezidme
qué cosas, de gracia vos pido. Cleophás: Las
cosas de aquel Jesús Nazareno, que
fue varón justo, muy santo y muy bueno, en
todas sus cosas muy esclarecido. Aquel
gran propheta, por predicación, doctrina
y milagros el más excelente para
con Dios y toda la gente de
quantos ya fueron, serán y son. De
cómo fue preso por intercessión de
los Sacerdotes, que lo procuraron, los
príncipes nuestros le crucificaron y
le condenaron a muerte y passión. Nosotros
tuvimos d'él, mientra vivió, muy
firme esperança de haver de ser él el
gran Redemptor del pueblo Israel, hasta
que vimos cómo padeció. Que
visto que muerte tan cruda murió, con
tantos tormentos y tan abatido, ya
nuestro gozo del todo es perdido, ya
nuestra esperança del todo faltó. Peregrino: ¿Y
quién soys vosotros? Parece que tristes estáys
de su muerte. Lucas: Por
cierto, sí estamos y harto. Peregrino: Pues luego vosotros, entrambos, discípulos
suyos parece que fuystes. Lucas: Sí
fuymos, sin duda. Peregrino: Dezidme
¿y oýstes sus
predicaciones? Lucas: Por
cierto, sí oýmos. Su
buena doctrina también aprendimos. Peregrino: Amigos,
pues luego muy mal entendistes. ¡O
ciegos, de ingenio grossero y botado, y
no codiciosos en bien entender, [/Av v/] o
duros y tardos en querer creer lo
que los prophetas han prophetizado! ¿Y
cómo no veys que a Christo fue dado que
fuesse abatido por muerte y passión, y
ansí padeciendo por resurrección subiesse
en su gloria después ensalçado? ¿Cómo
vosotros quiçá no supistes, subiendo
Jesús a Hierusalem, que
dixo su muerte por orden también y
todas las cosas según que las vistes? Lucas: Sí
dixo . Peregrino: ¿Pues cómo tan presto perdistes la
fee y esperança que entonces os diera, que
andáys vazilando por esta manera, incrédulos,
ciegos, dudosos y tristes? Cleophás: Según
tus palabras, tú bien entendías la
ley y prophetas. Peregrino: Un
poco sé, cierto. Cleophás: Pues
di, ¿dónde pone aver de ser muerto duríssima
muerte de Cruz el Messías? Los Sátrapas
nuestros, por las prophecías, assignan que
Christo será prosperado, su reyno, su
nombre, de Dios ensalçado, según a la letra
lo pone Esaýas. Lucas: Y
más; qu'el Mesías y rey que esperamos, los prophetas
dizen que nos salvará, y a todos nosotros
nos redemirá, que más captiverio
después no tengamos. Por estas razones
dudosos estamos, que vemos la
muerte cruel que murió y vemos nosotros
que no nos salvó, antes sugetos a
Roma quedamos. Peregrino: ¡O
simples y ciegos por ciegos regidos! Que
ciegos son todos los vuestros Rabbís, y
ciegos vosotros y quantos seguís [/Avi r/] sus
exposiciones y falsos sentidos. ¿No
se os acuerda, o desconocidos, que
vuestro Maestro Jesú muy jocundo nunca
hablava del reyno del mundo ni
de los bienes en él contenidos? Ni
los prophetas tampoco entendían aver
de librarlos con su poderío Christo de Roma ni
su señorío, según que los
vuestros Rabbís os dezían. Mas que por muerte
de Christo serían libres las gentes
del mal Luzifer, de su captiverio,
de más decender a los infiernos a
do decendían. Ansí con su
muerte, el manso cordero Jesús el humano
linage salvó, por quanto sin
culpa la culpa pagó al mismo su Padre
del padre primero. Lucas: ¿Qué
te parece maguera romero, qué
sabias razones? Cleophás: Algún
sabidor deves
ser, cierto. Holgamos, señor, avernos
hallado tan buen compañero. Peregrino: También
yo me huelgo con tal compañía, por
ser como fuystes de Christo Jesú discípulos. Cleophás: Dinos, ¿habléstele tú a
Nuestro Señor algún día? Peregrino: Hablé
muchas vezes, por esso dezía d'él
lo que digo. Lucas: ¿Pues dizes ser él el santo Messías
que espera Israel? Peregrino: Amigos
yo, cierto, por tal le tenía. Cleophás: M[u]riendo[4]
tal muerte gran cosa dezías. Peregrino: ¿No
veys vosotros que fue necessario qu'el
mundo librase del mal adversario, muriendo
la muerte de cruz el Messías? [/Avi v/] ¿Queréys
que os lo muestre? Cleophás: Merced
nos harías. Peregrino: Primero
os quiero de las escripturas del
santo Moysén traeros figuras, después entraremos
en las prophecías. Aquesto primero
nos da figurado el libro primero
del santo Moysén, diziendo del
árbol, que en medio se tien, aquel paraýso
terreno nombrado. Era aquel árbol de
Dios ordenado que quien d'él
comiesse no envegecería, antes eterna la
vida ternía por esso fue árbol
de vida llamado. La Cruz, a do
nuestro Maestro murió, por árbol de vida
se bien figurava, que "in medio
terre salutem" obrava según en sus
Psalmos David lo cantó. Que en medio del
mundo la Cruz se hincó de Christo Jesús,
a donde la vida, la vida perfecta,
la gloria cumplida, al género humano
muriendo causó. Lucas: ¡O
cosa admirable!, muy gran razón lleva aquesso
que dizes. Procede, Rabbí. Peregrino: Estando
durmiendo Adam, dize allí, que
de su costado sacó Dios a Eva. Lucas: Sí dize. Peregrino: Pues esto figura y prueva que Christo por muerte
de Cruz dormiría, y de su costado
también saliría su esposa, la Yglesia,
del todo ya nueva, que sus sacramentos
allí pullularon por el agugero del
santo costado. ¿Oýstes o vistes manar
de su lado la sangre y el agua
que cierto manaron? Cleophás: Sabemos lo cierto. Peregrino: Pues
representaron [/Avij r/] el agua, el Baptismo.
La sangre se da a un sacramento, do
siempre estará la sangre de Christo
que crucificaron. Cleophás: ¡O sabio Maestro, Rabí singular! Muy grandes consuelos
nos dan tus razones, tus buenas doctrina, tus
exposiciones. Por Dios que no cesses de tú
platicar. Peregrino: Lo
mesmo figura también sin dudar la arca que hizo Noé de
madera, la qual en el lado la puerta
tuviera que nadie sin ella se puede
salvar. Que desta manera la mandó
hazer Dios, figurando la Cruz y
madero, adonde el Messías y Dios
verdadero tomasse la muerte sin la
merecer, que nadie remedio pudiesse
tener, ni menos salvarse sin la arca
de Cruz, la qual, en el lado de Christo
Jesús, tuviesse la puerta para
guarecer. También Abraham, si Dios le
pedía que su único hijo le
sacrificasse, y quiso después que Isaac se
salvasse muriendo el carnero que cerca
veýa, fue porque en Christo no
padecería la divinidad, que Isaac
demostrava, mas la humanidad, que
significava por este carnero que entonces
moría. Jacob, patriarcha, haziendo
mención y prophetizando la cruz de
Jesús, puso las manos en forma de
Cruz, dando a los nietos la su
bendición. El santo Moysén, por esta
razón, alçó de madero la cruz y señal [/Avij v/] con una serpiente, que fue de
metal, con que de serpientes salve su
nación. Lo qual figurava que nuestro
Messías, de las infernales serpientes,
de grado salva las gentes en cruz
levantado, según que le vistes morir
estos días. Lucas: ¡O
sabio Maestro!, según exponías la
Torá y sus textos, y pones las glosas, te
digo, por cierto, que en muy muchas cosas a
nuestro Maestro Jesús parecías. Él declarava los
textos anfí. Peregrino: Yo
siempre seguía sus predicaciones; noté sus milagros,
noté sus razones, maguer que
discípulo suyo no fuy. Y creo sin duda, y
siempre creý, ser él el Messías,
porque las señales que escriven de
Christo, las mesmas y tales, yo con mis ojos en
éste las vi. Los coxos andavan,
los sordos oýan. Vi muchos ciegos
por él alumbrados. Por él eran sanos
los endemoniados y limpios los
gafos[5];
los muertos vivían. Cleophás: Aquessos
milagros también los hazían muy
muchos prophetas. Peregrino: Aunque los hizieron, todos de Christo Jesús
escrivieron, por quanto ser hijo de Dios ya
sabían. También los Prophetas, yo digo
y consiento que Dios, por sus ruegos,
milagros mostrava. Jesús por su propia virtud los
obrava con sola fuerça de su
mandamiento. Sanava enfermos, muy muchos
sin cuento, con sola virtud que d'él
procedía. Mirad lo que dixo después que
veýa [/Aviij r/] aquel
que era ciego de su nacimiento. Cleophás: Verdad
es que muchos, señor, confessavan, viendo
sus obras divinas perfectas, Jesús
ser propheta mayor de prophetas, empero
ser Dios los más lo dudavan. Peregrino: ¿No
vistes que hijo de Dios le llamavan los
mismos espíritus malignos por nombre? Cleophás: Verdad
es, mas ¿cómo Dios puede ser hombre? Los
entendimientos, señor, no bastavan. Peregrino: Tan
alto mysterio que no le entendáys no
es mucho, creedlo por fe, y assí quiera supla
en vosotros la fe verdadera lo
que entiendo dezís que faltáys. No seáys incrédulos, si os
acordáys, que el vuestro Maestro Jesús
predicava, un grano de mijo[6]
teniendo de fe, podéys a los montes mudar do
queréys[7]. La Santa Escriptura, que es
ley verdadera, contiene a la hora haver de
ser Christo también Dios y hombre. Cleophás: Pues nunca yo he visto propheta ni texto que tal cosa
quiera. Peregrino: Por
cierto, propheta lo escrive. Cleophás: ¿Quién
era? Peregrino: Esaýas
dize ser Dios poderoso y
su nombre fuerte y maravilloso, príncipe
grande, paz muy entera. Y
en otra parte, el mesmo Esaýas, Emanuel
le puso por nombre, quasi
diziendo ser Dios y hombre el
rey prometido por las prophecías. Y
fue conveniente que fuesse el Messías Dios,
porque al hombre remedio truxesse, y
hombre también para que pudiesse por
culpa del hombre morir estos días. [/Aviij v/] ¿No
vistes que quando Jesús espiró los
cielos y suelo su luz denegaron, la tierra tremía,
las piedras quebraron, el velo del templo
también se partió? Lucas: Sí
vimos. Peregrino: Pues ende, ser Dios demostró, por
quanto los cielos y tierra hizieron aquel
sentimiento, que se condolieron sintiendo
la muerte de quien los crió. Lucas: Pues
yo te suplico me quiera sacar de
una gran duda. Pues Christo Dios era, ¿por
qué pues quería morir? ¿No pudiera al
género humano su muerte salvar? Peregrino: Possible
le fuera a Dios sin dudar, que
todo es posible a su omni potencia, mas
fue conveniente cumplir su presencia y
siendo justicia la quiso guardar. Y como ordenado de
Dios estuviesse, según en su ley lo
hizo escrevir, el gran Redemptor
havía de morir, fue necessario que
assí se cumpliesse. Y quiso justicia
también que muriesse, que pues él quería
salvar de la muerte al hombre, pagasse
por él de tal suerte que muerte con
muerte le satisfaziesse. Ansí hasta el día
que Christo murió y del enemigo
cobró la victoria,, almas ningunas
entravan en gloria, Jesús con su
muerte los cielos abrió. Dios a Moysén por
esto mandó que hombre
homicida entrar no pudiesse en Hierusalem,
hasta que muriesse, el gran sacerdote,
que agora murió. Que a Christo Jesú
el santo varón [/Aviiij r/] David
sacerdote le llama y eterno. Cleophás: Pues
los patriarcas, señor, al infierno también decendían
por esta razón. Peregrino: Sí
decendieron. Lucas: Es
admiración aquesso
que dizes. Peregrino: Pues
no os espantéys, ¿del
gran patriarcha Jacob no leéys que
hizo a la letra de aquesso mención? Lucas: Yo
no lo leý, ¿tú por ventura? Cleophás: Yo
menos. Peregrino: ¿Leýstes
de cómo le dieron los
hijos al padre, de aquel que vendieron, de
sangre teñida su vestidura? Cleophás: Leýmos. Peregrino: Pues
ende, la Santa Escritura pone
que dixo "decendiré yo a los infiernos, o
do decendió mi hijo, llorando
con mucha t[r]istura[8]". Lucas: ¡O
padre de sciencia, Maestro divino, espíritu
de vida nos dan tus razones, y
tus verdaderas interpretaciones nos
hazen que vamos cobrando ya tino! Después que aquél, nuestro Maestro
benigno, a
hombre no oýmos doctrina tan alta; la
ley y prophetas declara sin falta, Dios
te nos traxo por este camino. Y
pues que tú eres tan bien entendido ya
porque duda ninguna dexemos tú nos declara por dónde veremos ser éste su tiempo del rey prometido. Peregrino: Daniel,
fiel propheta, si es bien entendido, dize quitando de aquesse debate: "septuaginta hebdomade sunt abreviate” entonces el mundo será redimido. Empero guardaos que el mal exponer, la ley y prophetas de vuestro doctores [/Aviiij v/] les
hizo que, ciegos, cargados de errores, hiziessen a Christo Jesús padecer. Mas siendo contadas, según deven ser, aquestas semanas, sin duda mataron a Christo Jesús quando se acabaron aquestas semanas
del buen Daniel. Cleophás: Pues
tú nos declara, Rabí singular, a
estas semanas qué cuenta les pones, que
están muy discordes las exposiciones que
en ellas los nuestro rabís suelen dar. Peregrino: Pues
ende veréys por su discordar sus
falsos errores y claros engaños, que
aquessas semanas setenas son de años, del
rey Sedechías se han de contar. Cleophás: ¿Del
rey Sedechías?, ¿por qué desde aquél? Peregrino: Porque
el quinto año de aqueste reyno dice
Hieremías que Dios le mandó[9] que
su prophecía dixesse a Israel. Contad
pues el tiempo, veréys que desde él ciento
y doze años passaron del mundo, hasta
acabarse el templo segundo que
fue començado por Zorobabel. Y desque ya el
templo en su perfección estuvo
hasta agora, passaron por cuenta casi
trezientos y ocho y setenta años
por curso de revelación. Sumadlos,
que todos veréys cómo son setenta
semanas, y, en esta postrera, el
santo Messías Jesús padeciera, según
que le vistes su muerte y passión. Cleophás: Por
cierto, maestro, yo nunca pensara que
hombre en el mundo pudiera ya ser, que
sciencia y doctrina, saber y entender, [/Ax r/] con
nuestro maestro Jesús ygualara. Que
fue su doctrina muy alta y muy clara, y
cierto la tuya, señor, es ansí. Peregrino: No
es maravilla, que yo le seguía[10] por
todas las partes a do predicara. Lucas: Señor
reverendo, ya tengo entendido que
fue necessario que Christo muriesse, mas
no sé la causa por donde quisiesse morir
una muerte de cruz abatido. Peregrino: Fue
conveniente al mal enemigo, que
fue vencedor al hombre primero, vencelle
en la cruz, porque el que en madero venció, que en
madero quedasse vencido. Cleophás: Pues
di; ¿no bastava con solo morir hazer
en el mundo la gran redempción? Peregrino: El
su más pequeño dolor y passión bastava
a mil mundos muy bien redemir. Cleophás: Pues
dime, maestro: ¿por qué pues sufrir quiso
blasphemias, escarnios y males, tormentos,
dolores y penas, las quales de
grande manzilla no puedo dezir? Peregrino: Todas
las penas que veys que le dieron a
Christo Jesús, primero ordenadas fueron de Dios, y
d'él reveladas a los prophetas
que las escrivieron. Y que los santos
prophetas dixeron y prophetizaron
haver de passallas el mesmo Cordero
no quiso escusallas, mas que se
cumpliessen y assí se cumplieron. El buen Zacharías
nos prophetizó que el santo
Mesías sería vendido por treynta
dineros. Y ansí fue cumplido que vistes que
Judas traydor le vendió. [/Ax v/] El
gran Rey propheta David figuró que
havía de estar descalço y rezando "in
monte Oliveti"., cumplióse ya quando Jesús en la noche
del Jueves oró. También Hieremías,
en lamentación, dize en sus Trenos[11]
que Christo será preso por nuestros
peccados; y ya vistes el Jueves
su triste prisión. De ser açotado vos
hizo mención David, que en
persona de Christo dezía en los sus
Psalmos: "Oy todo el día me han açotado sin
aver compassión". Aquella Sibilla
Cumana declara: "Darán
bofetadas a Dios, su Mesías, y sucios
esqupos". Y dize Esaýas que nunca por esso
volvió la su cara. Si vistes qué
burla y escarnio sacara Herodes de
Christo, cumplió prophecía, “factus sum ut vir
ebrius", dezía el buen Hieremías,
que lo prophetara. Lucas: ¡O
sabio maestro!, y quán consolados estamos
agora con ésta que oýmos, que
desde que el nuestro Maestro perdimos andamos llorosos,
dudosos, turbados. No solo nosostros,
más los señalados apóstoles suyos,
que más le siguieron, desde la hora que
preso le vieron, atónitos andan y
muy derramados. Andan perdidos,
señor, estos días. Peregrino: Fue
necessario que ansí lo anduviessen. Lucas: ¿Por
qué?, di, maestro. Peregrino: Porque se cumpliessen todos
los textos de las prophecías. Cleophas: Hay
d'ello texto. Peregrino: El buen Zacharías [/Axj r/] dixo
que al gran pastor herirían y
que sus ovejas se derramarían. Do
dixo por este pastor, el Mesías. Tambien,
si le vistes, que acuestas llevava la cruz, de Esaýas
fue prophetizado, sobre los ombros
el su principado dize de Christo
que entonces hablava. Isaac la figura de
aquesto nos daba, que acuestas la
leña llevava también, ser crucificado
figura Moysén con la serpiente
que en cruz levantava. Entre ladrones,
según le pusieron, dixo Esaýas que
havía de estar; y dixo también que
havía de rogar por todos aquellos
que muerte le dieron. Y de los escarnios
que allí se hizieron estando en la
cruz, lo prophetizó David en sus
Psalmos, y cómo gustó la hiel y vinagre
que allí le truxeron. De guisa que
estava ya prophetizado haver de passar el
santo Mesías todas las cosas,
según estos días el manso Cordero,
Jesús, a passado. Y dize Esaýas que,
ansí señalado con gracias
divinas, se demostraría entre los hombres
qué tanto sería, con feos
tormentos, después deshonrado. Cleophás: Yo
creo, sin duda, que tú deves ser varón alumbrado de
Dios ciertamente, según los
prophetas y ley claramente calculas y
entiendes y das a entender. Nunca supimos tan
claro, a mi ver, de nuestro muy
santo Maestro Jesú [/Axj v/] aquestos
secretos, según ora tú en
este camino nos hazes saber. Peregrino: Pues
esto que digo d'él lo aprendí Lucas: ¿Y
cómo te llaman? Peregrino: A
mí, Emanuel. Lucas: Pues
nunca nosotros te vimos con él. Cleophás: Yo
juraría que nunca te vi. Peregrino: Quiçá
no pusistes las mientes en mí; andavan
contino con él muchas gentes, de
estrañas naciones y muy differentes, y
yo, más que todos, devoto le fuy. Y
muy más agor,a después que murió, que
se cumplía su muerte y passión, será prosperado
por resurrección, y gloria muy
grande que allí mereció. Cleophás: El
día tercero oy se cumplió que
muerte le dieron tan cruda y estraña, mas
unas mugeres de nuestra compaña nos
han dicho cosa que nos espantó. Peregrino: ¿Qué
dizen? Cleophás: Que fueron hoy antes del día a
la sepultura y el cuerpo no hallaron, mas
ángeles vieron que les denunciaron diziendo
que nuestro maestro vivía. Y
ciertos varones de la compañía luego
al sepulcro corrieron por cierto, y
nunca hallaron el cuerpo del muerto, alguno
pensamos que lo llevaría. Peregrino: ¡Incrédulos
ciegos! ¿Y cómo, creéys que
el cuerpo de Christo Jesús es hurtado? ¿Y
al tercero día resucitado, según
él os dixo, creer no queréys? Leed
al propheta Osé y hallaréys la
resurrección de vuestro Messías. Jonás
lo figura que estuvo tres días [/Axij r/] en
la vallena, según hallaréys. Lucas: Rabí,
no nos culpes de nuestro dudar, que
nuestra flaqueza más ya no alcança; del
todo perdimos la fe y esperança, después
que lo vimos en cruz espirar. Tú
nos la hazes, señor, recobrar, que
cierto creemos ser Christo Jesús. Peregrino: ¿Veys
el castillo aquí de Emaús?, yo
más adelante me quiero passar. Cleophás: En
todas tus cosas tomamos ya tino, que
eres de sabios la sciencia y la cumbre; tú
lo razonas con tal dulcedumbre que
nunca sentimos, señor, el camino. Súplicote
quieras, maestro divino, quedar
con nosotros que'l sol ya declina. ¿No miras que es
ya tarde? Lucas: ¡Quién de tu doctrina, maestro,
pudiesse gozar de contino! Cleophás: Por
Dios, que te quedes. Peregrino: Que yo soy contento. Cleophás: Recibe,
maestro señor, esta cena, maguer
que no sea tan rica y tan buena según
lo requiere tu merecimiento. Lucas: Assiéntate,
padre. Peregrino: Ya me assiento Cleophás: Bendícite. Peregrino: "Dominus Oculi", en ti do
todos los hombre esperan y ansí gran
Dios les embías tu mantenimiento. Lucas: Hasta
en la forma de la bendición, señor,
tú pareces al santo Jesú. Cleophás: Algún
señalado varón eres tú que
tanto le imitas en conversación. Lucas: La
gran soledad, la pena y passión que
por él tenemos, en solo mirarte parece
que amansa. Rabbí, tú nos parte el
pan con tus manos de consolación. [/Axij v/] Peregrino: Tomad. Lucas: ¿Tú no miras quán bien parecía el
pan en su corte que está revanado? Cleophás: Verdad
es, por cierto, y ansí está quebrado según
que el nuestro maestro partía. Lucas: ¡Él
es! Cleophás: ¡Buen
Jesús! Lucas: ¡Mi
bien! Cleophás: ¡Alegría! Lucas: ¡Maestro! Cleophás: ¡Buen Padre! Lucas: ¡Muy dulce Señor! Cleophás: ¡Mi
Dios y mi gloria! Lucas: ¡Mi
buen Redemptor! Cleophás: ¡Mi
firme remedio! Lucas: ¡Esperança
mía! Cleophás: ¡O
dulce consuelo de desconsolados! Lucas: ¡O
gozo gozoso de nos, affl[i]gidos[12]! Cleophás: ¡O
firme remedio de nos, ya perdidos! Lucas: ¡Amparo
suave de desamparados! Cleophás: Pedímoste,
Padre, por tierra prostrados, la
tu bendición. [13] Lucas: Pues, ¿que ya te vas? Cleophás: Señor,
¿ya nos dexas? Lucas: ¿Qué es
esto, Cleophás? Cleophás: ¡Qué
gozos excelsos! Lucas: ¡Y
quán señalados! ¿Por
qué nos has, Padre, tan presto
dexado? Cleophás: ¡O,
gloria!, ¿tan presto desapareciste? Lucas: ¿Por
qué los tus rayos tan presto escondiste dó quedasse tu
cuerpo tan glorificado? Cleophás: Agora
te digo que certificado está
nuestro bien con mucha firmeza. Lucas: ¡O,
Padre, perdona la nuestra dureza que
tanto dudamos ser resucitado! Cleophás: ¡O
alto misterio! Lucas: ¡O dulce visión! Cleophás: ¡O
ciegos nosotros de turbios sentidos! ¡Y
no conocelle! Lucas: ¡O endurecidos, que
nunca creýmos su resurrección! Cleophás: Deviéramosle
sacar por razón. ¿Qué
hombre pudiera tener en el mundo tal
voz, tal presencia, tal rostro jocundo, tan
altas palabras de contemplación? Lucas: ¡O
santo Maestro Jesús, que te vimos! [/Axiij r/] Hermano Cleophás,
verdad nos dezían las santas mugeres
que visto le havían, mager que nosotros
las nunca creýmos. Cleophás: Mas
como en oýrle nos embovecimos por
el camino quando nos hablava, y
las escripturas ansí declarava que
todo aquel tiempo no le conocimos. Lucas: Agora
podemos dezir que tenemos cierto
el remedio, la gloria y el bien. Cleophás: Razón
es que vamos a Hierusalem, y
a nuestros hermanos aquesto contemos. Lucas: Vamos
y, yendo, cantando alabemos al
resucitado. Ya cessen los llantos, publíquese
el gozo con psalmos y cantos, por
Dios vedadero ya le confessemos. |
Deo gratias.
Impreso con licencia en Burgos,
en casa de Juan Bautista Varesio. Año MDCiij
[1] En el texto “agenad”, añado la ‘o’ para facilitar la rima.
[2] En el texto "has". Yo lo corrijo por "ha" para respetar la concordancia.
[3] En el texto “razonado”. Lo corrijo por ‘razonando’ para facilitar la rima.
[4] En el texto “mariendo”; evidente errata que corrijo por ‘muriendo’.
[5] Que tiene encorvados los dedos de las manos y de los pies. U.t.c.s. Que padece la lepra llamada gafedad (DRAE)
[6] Quizá una licencia del autor, pues los evangelios no hablan del mijo, sino del grano de mostaza; que se distingue por la pequeñez de su semilla en contraste con el gigantesco árbol que se forma. Ref: Mt 17,20.
[7] No se da la rima que era de esperar, pues sí riman el resto de octavas de la obra.
[8] En el texto “tiistura”. Corrijo por ‘tristura.
[9] No se da la rima que era de esperar, pues sí riman el resto de octavas de la obra.
[10] No se da la rima que era de esperar, pues sí riman el resto de octavas de la obra. Quizás se pronuncia “seguí[a]”
[11] Canto fúnebre o lamentación por alguna calamidad o desgracia. Por antonom., cada una de las lamentaciones del profeta Jeremías.
[12] En el texto “afflgidos”. Corrijo por ‘affligidos’
[13] Después de la acción de gracias con el Pan y el Vino, Jesucristo desaparece. Aquí no lo muestra ninguna acotación como si lo mostraba en la aparición del peregrino.