NOTAS

1.- Cervantes, creador de la novela corta, Valencia, CSIC, 1956-58. t. I, p. 445.

2.- Las de Sevilla, 1496; Toledo, 1524; Valladolid, 1539; Medina, 1543 y Valladolid, 1550/ Vid. M. Menéndez Pelayo, Orígenes de la novela, Madrid, CSIC, 1962, II, pp. 12-3.

La traducción de las novelas italianas se convierte en múltiples ganancias, ya que tenían gran número de adictos. Tanta era la apetencia que el común de las gentes y las menos letradas sentían por esta clase de libros de pasatiempo que, adivinando la brava y rica mina que las novelas italianas contenían y las ganancias que brindaban a quienes las tradujesen en castellano, algunos editores y libreros se decidieron a hacerlo, aunque con cautela. Vid. A. González de Amezúa, Cervantes, creador de la novela corta española, ed. cit.

3.- "Fino al 1600 gli spagnuoli non leggono altri novellieri che gli italiani, o tradotti in castigliano, o più ancora, direttamente sugli originali; perchè la maggior parte di essi, data la facilità d'intendere la nostra lingua, disdegnava giustamente, come poco corrette, le traduzioni. Onde, se da una parte possedevano già, voltati in Castiglia no, Boccaccio, Doni, Bandello, Giraldi, Cinzio, Straparola, Castiglione, Guicciardini e qualche altro scrittore di minor conto; dall'altra, tutti i nostri libri di amena letteratura si diffondevano facilmente nel testo originario, da un capo all'altro della peninsola Iberica, formavano il gusto di quella popolazione ed esercitavano un influsso tanto profondo sui pochi novellatori anteriori a Cervantes, che questo scrittore, publicando nel 1613 le sue Novelas ejemplares, poteva vantarse giustamente d'essere il primo spagnuolo che avesse novellato in lingua castigliana: perocché egli sogiunge, las muchas novelas que en ella andan impresas, todas son traducidas de lenguas extranjeras; vale a dire, unicamente dall'italiana". Letterio di Francia, "Gli epigoni del Boccaccio", cap. III de Novellistica, Milano, ed. Dottor Francesco Ballardi, 1924. Vid. Cap. I, pp. 174 -300, y los siguientes IV, V y VI.

4.- Otros novelistas italianos que sirvieron de fuentes a la novela corta fueron: Sachetti con sus Trecento novelle originales, sobrias y humorísticas, Massuccio Salernitano y su celebrado Novellino, Agnolo Firenzuola en Le Novelle. Parabosco y sus I deporti, Ortensio Lando y sus Alcune novelle, hasta llegar a las de Matteo Bandello. Las de el Lasca, Forteguerri y Fortini, quedaron inéditas hasta el siglo XVIII. Dos causas impidieron que muchas de estas excelentes novelas no lograran entrar en España y, traducidas, servir de lectura grata y amena a cuantos ignoraban el idioma de Dante: una, su carácter libertino, licencioso y hasta obsceno, y otra, la libertad con que sacaban en sus relatos a frailes y personas religiosas, o la forma en que hablaban de Roma y de su Curia. Pocas son, en efecto, las novelas italianas escritas con anterioridad al Concilio de Trento que se salven de una o de otra tacha. A. González de Amezúa, Cervantes, creador de la novela..., ed. cit., pp. 445-446.

5.- Los conflictos amorosos trágicos de la novela española los debemos a la novelística italiana. Habremos de pensar sobre todo en modelos italianos cuando los poetas se complacen en ejemplos de conflictos amorosos extremadamente trágicos o en crueles venganzas de amor, y donde la manera de tratar asuntos sexuales degenera en lascivia y obscenidad, lo cual ocurre en muy contados casos. L. Pfandl, "La novela corta", en Historia de la literatura nacional española en la Edad de Oro, trad. castellana de J. Rubió Balaguer, Barcelona, Gili, 1933, p. 375.

6.- Así lo reconoció audazmente, hace más de cien años. Vid. L. Pfandl, op. cit., p. 375, n. 1.

7.- "... Not all types of the Italian novella were equally popular in Spain; those imitated or borrewed are, as a rule, of a romantic or adventurous cast. Few imitations are found of those which recount the piacevoli beffe so often and so successfully played by women upon their husbands, or those hinges upon a witty answer. Stories showing the clergy in a unfavorable light were naturally not reproduced in Spain at a time when the license to print was granted only upon recommendation of the most grossly licentious; and even in the immoral stories borrowed the scabrous details were usually toned down or omitted..."

"... the appropriation by Spanish authors of Italian arguments in their entirety is by no means unknown. In such events the original story may either be taken over without changen even in place of action, or, localized in Spain, treated in the Spanish manner and invested with characteristically Spanish details, it may take on a thoroughly national tone. In both cases the Spanish than the original, for even when no new episodes are introduced the greater discursiveness of the Spanish novelistas, their habit of developing or illustrating an idea stated simply in the Italian, generally adds not a little to the length of the story. "

"... Far more significant than such merely external imitation is that revealed in the body of the stories. In general tenor as well as in the use of specific episodes of frequent occurrence in the Italian novelle, the romantic short Spanish story of the seventeenth century repeatedly makes plain ist Italian ancestry: it moves among the same classes of society and rehearses the same types of incidents. Young love thwarted by parental tyranny, the hostilities of rival families, shipwrecks, capture by pirates, the reuniting of long separated parents and children, the recognition and restoration to power of hapless princes, these and other themes common in the old Italian short stories are repeated in the Spanish novela..."

"... all the seventeenth-century novelistas, modeled the arrangement of their collections upon the Decameron, that is, the novelas, plays, discussions or other diversions which constitute the book, are divided into a number of entertainments, provided in turn by a group of friends whom some particular occasion has brought together..." C. B. Bourland, The short story in Spain in the Seventeenth century with a Bibliography of the Novel from 1576 to 1700, Northampton, Smith College, Foulché-Delbosc, 1936, p. 12-20.

8.- La antología Novelas amorosas de diversos ingenios, en ed. de E. Rodríguez Cuadros, viene parcialmente a cubrir el vacío editorial que presenta la novelística del siglo XVII en nuestros días. La colección de Cotarelo y las ediciones, ya clásicas, de Pérez Montalbán y María de Zayas llevadas a cabo por A. González de Amezúa, junto con algunas recientes de Castillo Solórzano, Antonio de Eslava o Lope de Vega, son otras excepciones dentro del desolado panorama que ofrece al aficionado y al estudioso de hoy la prosa novelística de nuestros siglos dorados. En esta edición de E. Rodríguez se encuentran antologadas por vez primera algunas de las novelas cortas de tema amoroso más significativas del XVII. Se han elegido ocho novelitas: dos de Camerino, El pícaro amante y Los efectos de la fuerza, La mayor confusión, tremenda historia de Pérez de Montalbán, La fantasma de Valencia, una dificultosa novela de Alcalá y Herrera, Los dos soles de Toledo; La industria vence desdenes, de María Carvajal, y otra menos divulgada, como Ardid de la pobreza y astucias de Vireno, de Andrés de Prado, y Los hermanos amantes, de Luis de Guevara. En el estudio preliminar que encabeza la edición se ofrecen interesantes ideas. Se repasa el término novella, intentando una definición; se incluye la novela corta dentro de la tradición de los exempla medievales y de la imitación de los modelos italianos desde Boccaccio a Bandello y Cinthio, y se destaca la importancia del público. De un público que, en palabras de la antóloga, "convierte la novela en alternativa del teatro, como expresión de la ideología dominante", la transforma en literatura del vulgo y de ahí en literatura para el consumo. E. Rodríguez, Novelas amorosas de diversos ingenios, Madrid, Castalia, 1986. Vid., J. Barella "Un ramillete de novelas cortas del siglo XVII", Ínsula, núm. 488-489, (1987), p. 9.

9.- Novelas a Marcia Leonarda, ed. de Fr. Rico, p. 28.

10.- Vireno es un personaje del Orlando furioso, de Ariosto, que abandona a su amada, Olimpi. Por otra parte, las quejas de Silvia recuerdan las de Dido abandonada por Eneas, según las traen Virgilio y Eneida y Ovidio en las Heroidas.

11.- La desdicha por la honra, ed. cit., p. 135.

12.- Vid. W. Pabst, La novela corta en la teoría y en la creación literaria. Notas para la historia de su antinomia en las literaturas románica, Madrid, Gredos, 1972, p. 284.

13.- Según Lope los orígenes de la novelística no deberán buscarse en los ejemplos de Dante, ni en el Decamerón, ni en la herencia del Renacimiento italiano, factores todos estos a los que tan sólo dedica una alusión de pasada referente a las traducciones e intentos de imitación llevados a cabo en España: "y aunque en España también se intenta, por no dejar de intentarlo todo, también hay libros de novelas, dellas traducidas de italianos, y dellas propias"; sino en esa forma narrativa presuntamente no escrita, situada en los límites de la farsa, el cuento y la fábula, en aquellas historias de caballeros andantes llenas de aventuras increíbles, en aquella imaginación y fantasía inventiva cuya tradición cuaja en las Novelas ejemplares. W. Pabst, op. cit., p. 260.

14.- Muy discutida por los críticos ha sido la posible influencia de Boccaccio sobre Cervantes. M. Pelayo, que en un principio la negó "Cervantes nunca imita a Boccaccio directamente; pero recibió de él una influencia formal y estilística muy honda, y fue apellidado por Tirso 'el Boccaccio español’ ", (Orígenes de la novela, ed. cit., t. II, pp. 17 y ss.) reconociólo posteriormente, aunque "puramente formal" y limitada tan sólo al estilo, cuyos defectos en La Galatea, en el Persiles y en algunos razonamientos intercalados en el Quijote son puntualmente los mismos del novelista de Florencia, no tanto en el Decameron como en el Ameto, la Fiammeta y en las demás prosas suyas. Para Schevill la boccacciana y la cervantina, no sólo son dos tipos distintos de novela, sino que el alcalaíno supera al certaldense en la pintura de los caracteres, en la individualización de los personajes, en la superación del medio y del ambiente, con otras ventajas y excelencias novelísticas del primero.

15.- Algunas de las Novelas ejemplares de Cervantes pueden ser calificadas de italianizantes: Las dos doncellas, El amante liberal, La señora Cornelia, La española inglesa, La fuerza de la sangre.

16.- "El coloquio .... obtiene su verdadera significación como reanudación de los temas y motivos de las novelas.... sobre el duro suelo de la realidad ...." W. Pabst, op. cit., p. 240.