La bruja de Supelegor (Vizcaya), en Leyendas de brujas de la Euskal Herria fantástica
Leyendas de tradición oral
2010
Libros del "Cuentamiedos"
Sorgiña de Anboto
Bruja
Un pastor de Orozko, a pesar de ser consciente de que en la cueva de Supelegor se decía que habitaba la diosa Mari y que a ésta no le gustaban los humanos, construyó una choza muy cerca de aquel emplazamiento. Eso sí, antes colocó multitud de cruces y cera bendecida en la entrada de la gruta.
Una noche, el pastor fue despertado por un sonido de aleteos y pronto descubrió que se trata de una misteriosa bandada de buitres, que amenazó al hombre con destruir su choza y perseguirlo si no eliminaba de la entrada de la cueva todos los objetos benditos. Así lo hizo y las aves se marcharon por fin.
Posteriormente, el pastor habló con el sacerdote de la aldea, quien se personó en el lugar para echar de allí con santas palabras a Mari, pero al poco lo vio el rústico huyendo con la sotana envuelta en llamas. Y a los pocos días, el cura murió a consecuencia del susto.
Sin duda alguna, la diosa Mari se presenta aquí como la reina de las brujas y los buitres son estas últimas metamorfoseadas. El hecho de que se personen ante el pastor con figura de aves amenazadoras remite a la striga, criatura mítica en la cual se cifra (entre otras) el origen de la bruja.