Los dos gibosos (Baja Navarra), en Leyendas de brujas de la Euskal Herria fantástica
Leyendas de tradición oral
2010
Libros del "Cuentamiedos"
Joven bruja novia de un giboso
Bruja
En San Juan de Pie de Puerto, capital de la Baja Navarra, un joven giboso había comenzado una relación amorosa con una bella muchacha. Como ella no quería verlo ningún sábado por la noche, él se sintió un tanto contrariado y quiso averiguar dónde iba ella ese día. Finalmente, la doncella le confesó que era bruja e iba al aquelarre, y tanto engrandeció las bondades de la secta, que lo convenció para iniciarse y acudir con ella al conventículo. Así lo hicieron y él hubo de comparecer ante el brujo sacerdote, a quien, como parte de la iniciación, había de enumerar los días de la semana, omitiendo el domingo. Aunque esta avisado, los nervios hicieron que nombrara el domingo, pero como el brujo se encontraba de buen humor, no lo castigó, sino que ordenó que le quitaran la joroba y la colocaran en lo alto de una espada.
Feliz, regresó a su pueblo, ahora como un apuesto mancebo. Los demás gibosos quisieron saber su secreto y tanto insistió un de ellos, que tuvo de llevarlo al aquelarre para que repitiera lo que él había ejecutado antes. Así sucedió, pero el brujo no estaba de muy buen talante, y al escuchar "domingo", ordeno que le colocaran en el pecho la joroba que permanecía en la espada, así que ahora este segundo pobre giboso tenía no una, sino dos chepas.
Hallamos aquí una de las numerosas variantes de este relato, ya tradicional, sobre los gibosos y las brujas, siempre con un tono jocoso. También lo recoge José Dueso en "Leyendas navarras de brujas".