Popular (de Ana Cristina Herreros)
La bruja burra (Canarias) (en "Libro de brujas españolas")
Cuento maravilloso
2009
Madrid: Siruela
Joven enamorada
Bruja
Había un joven que tenía una novia de otro pueblo, pero aun así era amado por una muchacha de su misma población. La doncella, aunque rechazada, no cejaba en su empeño de acercarse al mancebo. Y lo hacía en forma de burra, cuando anochecía y él regresaba de la aldea vecina, de ver a su novia. Se le aparecía en tal forma y le hacía señales para que montara, después lo llevaba a su casa. Y así sucedía todas las noches. El muchacho contó estos hechos a algunos amigos, que le señalaron que podría tratarse de una bruja y le dieron el remedio para averiguarlo, que consistía en hacer una cruz en el suelo con unas tijeras y enterrarlas, así la burra no podría moverse. Así ocurrió, una vez hecha la cruz en el suelo y enterradas las tijeras, en animal no pudo marcharse y al cabo de muy poco tiempo se convirtió en una mujer desnuda, que resultó no ser otra que su enamorada y rechazada vecina del pueblo.
Llama la atención en este cuento el hecho de que la bruja no opte por la venganza cuando es rechazada, teniendo además en cuenta que el joven tiene ya pareja contra la cual se podría dirigir la furia de la bruja. Opta, en cambio, por acercarse de un modo encubierto a su amado y hacerle más fácil el camino de vuelta. Sí se presenta el motivo de la bruja metamorfoseada en bestia.