Las brujas y la sal (Castilla-La Mancha) (en "Libro de brujas españolas")
Cuento maravilloso
2009
Madrid: Siruela
Brujas de Armaíla
Bruja
En la población de Armaíla, en las montañas, había unas mujeres que pasaron cantando ante la puerta de la bisabuela de la informante. Como pensó que eran brujas, recitó una fórmula que la sacaría de la duda, invitando a las brujas a ir a su vivienda a por sal. Y así lo hicieron esas mujeres a la mañana siguiente.
Entonces, esta señora colocó la escoba con las cerdas hacia arriba, de manera que cuando estas féminas tuvieron la sal que anhelaban, no pudieron salir de la casa y volver a sus haciendas, hasta que se volvió a poner la escoba hacia abajo.
Una vez en el exterior, llegaron al borde de un precipicio y se fueron volando, ante la mirada de los niños curiosos que las perseguían. Una de ellas, no obstante, mencionó en nombre de Dios mientras surcaba los cielos y se cayó al río.
Se explota nuevamente aquí el motivo del tabú con respecto a los nombres sagrados, lo cual es muy habitual en estas narraciones orales.