Los príncipes convertidos en pájaros (en "Libro de brujas españolas")
Cuento maravilloso
2009
Madrid: Siruela
Reina-madrastra-bruja
Bruja
Un rey tenía siete hijos y una hija, y su esposa murió. El monarca se casó entonces en segundas nupcias con una bruja que quería muy mal a sus vástagos, por lo que con ayuda de su magia convirtió en cuervos a los niños. El padre, engatusado como estaba con esta mujer, ni siquiera lo notó, pero sí lo hizo la pequeña princesa, que no podía parar de llorar. En esto, una paloma paso volando y le quitó una cestita de flores que tenía entre las manos. De esta manera, consiguió que la niña la siguiera hasta una cueva, en la que se hallaban los cuervos, que le confesaron quiénes eran y el modo de devolverles su forma original. La princesita tenía que coser una camisa para cada uno de ellos y durante ese tiempo no podía hablar ni una sola vez; debía permanecer en silencio. Así lo hizo la niña, que se instaló en una casita que su padre tenía en el bosque.
Durante ese tiempo, un rey pasó por allí y se interesó por ella, y la visitaba a menudo, creyendo que era muda. Al terminar su labor, los siete príncipes recuperaron su forma humana y la muchacha por fin fue libre para hablar, contó al rey todo lo sucedido y la bruja fue descubierta y su padre desencantado.
Encontramos aquí a una bruja que aparece en muchos cuentos populares y que aúna el rol de madrastra con el de bruja, que poseen muchos puntos en común. En este caso se explica la inactividad del rey por un hechizo de su esposa y asistimos al encantamiento de los príncipes, que solo serán liberados por la pequeña princesa. La motivación de la bruja es el odio hacia los hijos de su marido, a quienes no duda en dañar con sus artes mágicas.