Es esta una versión de "Hansel y Gretel", pues el relato nos presenta a una familia pobre que tiene muchos hijos, por lo que el padre y la madre deciden abandonarlos en el bosque. La primera vez los niños consiguen volver, pero no ya la segunda, que quedan perdidos en el monte y sumidos en la oscuridad de la noche. Vagando encuentran una luz que los conduce a una casa aislada, conde vive una vieja ciega que los invita a pasar, les da de cenar y los acuesta en mullidos colchones, aunque cuando amanece están encerrados en una jaula, y ahí los va cebando la anciana para poder comérselos. Cuando ya han engordado bastante los mando a coger leña para encender el horno, pero hallan a otra viejecita que los advierte de las intenciones de la anciana y les dice cómo librarse de ella. Siguiendo sus consejos, los niños echan a la bruja en el horno y allí, abrasada, termina sus días.

Esta clase de brujas de los cuentos populares suelen caracterizarse, no por pertenecer a ningún grupo o secta de mujeres que pactan con el diablo y acuden al aquelarre, sino por habitar en soledad, en lugares aislados, en la montaña o el bosque, y por practicar el infanticidio y la antropofagia.