Mariquita y su hermanita (en "Libro de brujas españolas")
Cuento maravilloso
2009
Madrid: Siruela
Tres damas
Otros
Este cuento tiene un comienzo muy similar al de "La gata Cenicienta" de Giambattista Basile, puesto que encontramos a una niña huérfana de madre que intenta convencer a su padre para que se case con su maestra, que se porta muy bien con ella. El padre accede finalmente a la petición, aunque hubiera preferido no dar madrastra a su hija, por la mala fama de este arquetipo. Tras la boda, la madrastra aporta al matrimonio una hija, de modo que poco a poco la protagonista, Mariquita, va siendo degradada de rango en la casa, y termina por encargarse de las tareas del hogar.
Un día Mariquita es enviada a lavar en el río las tripas de cerdo y escucha el llanto de un niño. Se acerca a la casa de la que salen los quejidos del bebé, y lo encuentra solo y con el pañal sucio, así que lo lava y lo asea. Al salir, halla a tres mujeres y, en vista de lo bien que ha actuado con el pequeño, recibe un don de cada una de ellas: echará monedas cada vez que abra las manos, tendrá el brillo de los rayos de sol en la cara, y las tripas de cerdo se lavarán sin que tenga que tocarlas.
Al regresar a casa, su hermanastra muestra curiosidad por sus nuevos dones, mas Mariquita la engaña, y la joven no se porta como es debido con el bebé al que oye llorar desde el río. De esa manera, las tres mujeres la castigan: les saldrá un rabo en la frente, heces de las manos y las tripas del cerdo que tenía que lavar se pondrán negras.
A continuación, volvemos al argumento conocido de "La Cenicienta": se convoca a las doncellas casaderas a un baile, Mariquita cose los vestidos de su madrastra y su hermanastra, pero ella no puede ir, aparición de una dama (no se dice que sea un hada), muchacha perfectamente ataviada para ir al baile, enamoramiento en el baile entre Mariquita y el príncipe, pérdida del zapato y el momento crucial de probarse el mismo. A partir de aquí, vemos que se integra el final de la versión de los hermanos Grimm, pues la madrastra pide a la hermanastra que se corte los dedos para que le quepa el pie en el zapato, pero será finalmente Mariquita quien pueda calzárselo.
Tras la consabida boda, la madrastra y la hermanastra pasarán a fregar y coser, como justo pago a su comportamiento.
A medio camino entre las hadas y las magas, estas tres mujeres podrían representar a las figuras femeninas dadoras en unos momentos y castigadoras en otros. Muchos de estos seres están registrados en las mitologías del norte de España. La dama que se persona ante Mariquita con el fin de atender su petición y vestirla adecuadamente para el baile tampoco se cataloga como hada, y estaría en la misma línea de las tres mujeres que le otorgan sus dones, o incluso podría ser una de ellas.