El rey durmiente y la bruja de la nariz ganchuda (en "Libro de brujas españolas")
Cuento maravilloso
2009
Madrid: Siruela
Bruja jorobada de nariz ganchuda
Bruja
Se nos presenta en este relato a una bruja de aspecto muy desagradable: vieja, jorobada, con la nariz ganchuda y la barbilla prominente, cortada y dos y torcida; de forma que la nariz y el mentón se tocaban. Esta anciana deseaba casarse con un rey y como no podía hacerlo por vía natural, secuestró al rey Macip y le echó un encantamiento. El monarca permanecería siete años dormido y despertaría siempre la noche de San Juan, si junto a él había alguna mujer esperando que despertara, podría casarse con ella; si no, al pasar los siete años, el mandatario debería desposarse con la bruja.
Esta historia la contaba una gallina a sus pollitos, los cuales crecieron y se dedicaban a cantarla, hasta que una princesa la escuchó y se interesó. Un gallo se la contó con todo lujo de detalles y ella emprendió la búsqueda del rey Macip, para lo que que tuvo que enfrentarse a varios peligros, tales como pasar la noche en la casa del Mar, del Sol y de las Estrellas, todos ellos personajes humanizados y consumidores de carne humana. No obstante, la muchacha consigue de todos ellos la información necesaria para hallar el castillo, y consigue encontrar al rey Macip, un apuesto joven que duerme, junto al cual hay una silla para que ella pueda aguardar que abra los ojos. Para ello todavía falta casi un año, mas ella espera pacientemente. La bruja, que ve peligrar su plan, interfiere para distraerla y justo cuando la princesa está escuchando una música encantadora desde la ventana, el rey despierta y a la que ve junto a él es a la bruja.
La vieja lo engaña diciendo que es ella quien lo ha velado durante mucho tiempo, y él se ve obligado a preparar la boda; mas en el momento en que ve a la princesa caminando por palacio, triste por no haber podido contraer matrimonio con su amado, se enamora de ella, y pronto descubre los ardides de la bruja. Así que, finalmente, se casa con su joven enamorada y encarcela a la bruja, por mentirosa.
La bruja presenta aquí todas las características físicas propias del arquetipo, al igual que el papel que habitualmente se asigna a este personaje, de obstáculo para el o la heroína, es decir, de antagonista. No se vincula a la anciana con el diablo ni se mencionan los aquelarres, pero no es necesario, ya que en el cuento popular es muy fácil identificar a este actante como negativo y diabólico.