Cecilia Bohl de Faber (Fernán Caballero)
Cuentos, oraciones, adivinanzas y refranes
Cuentística (tradición oral)
1877
Madrid, T. Fortanet
Juan Cigarrón
Otros
Este personaje se califica en el relato JUAN CIGARRÓN como zahorí, aunque en realidad, como veremos, es un farsante. Este cuento narra la historia de Juan Cigarrón, un hombre que, por ganarse mejor la vida, se fragua fama de zahorí, de manera que todas las personas de su alrededor piensan que posee amplios conocimientos de todo lo oculto. Un buen día, desaparece cierta cantidad de plata del palacio real y el monarca, que sabe de la existencia de Juan, lo manda llamar para que resuelva el caso. Ordena que sea encerrado tres días en un calabozo y, si al cabo de ese tiempo no pueda determinar quién ha sido el autor del robo, será ahorcado. El pobre embustero piensa que ahí termina su vida, pero quiere la casualidad que en el ínterin de esos tres días sean precisamente los ladrones quienes le sirvan la comida (son tres pajes del rey) y, pensando que él los descubrirá, confiesan, facilitando a Juan la salida de tal trance. El falso zahorí no desea causar mal a los pajes, ya que, sin saberlo, le han ayudado a librarse de la horca, así que simplemente le dice al rey que encontrará la plata desaparecida en su calabozo (los pajes, aterrorizados por lo que podía pasarles si se descubría el caso, se habían ofrecido a devolver todo lo hurtado). El mandatario, sorprendido por las capacidades de Juan, lo nombra zahorí mayor, y pronto se verá este estafador en otro aprieto, puesto que el monarca, queriendo probar su poder, le muestra los puños cerrados para que adivine lo que hay dentro, mas Juan Cigarrón vuelve a superar la prueba, pues apela a su nombre, como imprecando, y resulta que es un cigarrón lo que el rey tiene en la mano. A consecuencia de su acierto, el gobernante le concede al supuesto zahorí el deseo que quiera, y él solo pide que no le vuelva a preguntar nada más y añade en voz baja "no sea que la tercera sea la vencida".
Observamos que este relato se centra en una figura que abunda en la literatura española de los siglos XVI y XVII, el mágico estafador, que finge sus capacidades para ganarse la vida y que, por ello, se verá inmerso en situaciones problemáticas. Vemos, por tanto, que este personaje subsiste y se perpetúa en la literatura popular.