Francisco de Quevedo
El Parnaso español, Soneto 389 "Hechicera antigua que deja sus herramientas a otra reciente" (XXX)
Lírica
1648
Madrid, Diego Díaz de la Carrera
Hechicera
Hechicera celestinesca
En esta ocasión, Quevedo se hace eco de la creencia en que la hechicería posee algo de hereditario, al menos en el sentido de que, como los conocimientos hechiceriles femeninos se transmiten oralmente, de generación en generación, en el formato maestra-discípula, es muy importante el hecho de que la maestra deje su laboratorio y enseres a la aprendiz: Esta redoma rebosando babas, el cedazo que sabe hacer corvetas, éstas que se metieron a profetas, con poco miramiento, siendo habas; estas ollas, que fueron almadrabas del marisco de mozas y alcahuetas; estos lazos, que en vuelcos y maretas, a dos gaznates mizes fueron trabas: la cezina de sapos conjurada, el gato negro, que la dicha aruña, el licendiado imán, piedra barbada: cansada de ser carne y de ser uña, los ofrezco a mi nieta la Cascada, para cuando concierte, junte, y gruña.