Luis de Castresana
Retrato de una bruja
Novela histórica
1970
Barcelona, Planeta.
Ceferina
Hechicera híbrida
Ceferina es la vieja aya de doña Ana, la hija del señor de la Torre. Ha pasado toda su vida cuidando de la joven y sirviendo a su familia. Por ello, cuando ve que el sufrimiento que padece su señora amenaza con atentar contra su salud y su vida, le habla de algunos posibles remedios a los que Ana no otorga ningún crédito. Sin embargo, la desesperación la lleva a aceptar el ofrecimiento de Ceferina. Los rituales que ponen ambas en práctica son sencillos, pertenecientes al caudal de sabiduría popular por una parte, y al acerbo de la hechicería más vulgar (sobre todo femenina) por otra. Ceferina no es una hechicera, solo una fémina que ha aprendido de otras estas soluciones poco ortodoxas, aunque no se ven peligrosas por su alejamiento con respecto a lo que estipula la norma religiosa. Se asimilan como una parte más de la cultura rural. Eso sí, es la propia Ceferina quien le habla a Ana de Hilaria, una hechicera reconocida que sí ejerce un oficio en su casa de las afueras. Además, de ella se dice que es bruja. Por ello, Ceferina es la responsable de que Ana entre en contacto con el oscuro mundo de Hilaria, pues dicho contacto propiciará el desenlace de los acontecimientos tal y como los vemos en la obra. De otro lado, Ceferina, un poco en la línea de Celestina, no aconseja adecuadamente a Ana, pues la mejor opción para la muchacha habría sido aceptar el casamiento con su primo, y no, como sucede en el texto, iniciarse en la secta de las brujas. Finalmente, sabemos que, a pesar de todo, Ceferina, personaje casi tan complejo como la propia Ana, se salva del engaño brujeril de Hilaria, y en todo momento es consciente de que el vuelo es falso y todo se debe a los ungüentos, pero no se atreve a decírselo a su ama. Solo lo hace cuando la joven está a punto de expirar.
Ceferina ha sido catalogada como hechicera híbrida porque aúna mucha de las características presentes en la hechicera celestinesca, pero no ejerce un oficio; por otra parte, en un momento dado también parece iniciarse en la secta de las brujas. Al final sabemos que esto no se ha dado realmente, así que quizás tendríamos que considerar a Ceferina una mujer simplemente supersticiosa, conocedora de muchos remedios hechiceriles, conjuros, oraciones, etc. Eso sí, parece ser que solo los usa porque Ana los necesita, pero no es una mujer que destaque por su dedicación a las artes mágicas.
Ana