Alonso de Ercilla
Segunda parte de la Araucana.
Poema épico.
1578
Madrid, Casa de Pierres Cosin Impresor.
Fitón
Nigromante
Entre los cantos XXIV y XXVI, sobre todo, de esta segunda parte de la Araucana, comparece el mago Fitón, hasta el cual Guaticolo conduce al protagonista, quien buscaba muy interesadamente a este mágico, para realizarle una consulta de carácter adivinatorio. El mago habita en una peña, en el interior de una inhóspita selva. Por la descripción que el propio Guaticolo ejecuta, sabemos que Fitón es un hombre que, cómo no, tiene poder sobre las piedras, plantas, animales... Toda la naturaleza le obedece, y no solo los elementos mundanos, sino también el "oscuro reino del espanto", pues sus conjuros apremian a los demonios, los cuales le revelan lo que fue, lo que es y lo que será. Estamos, por tanto, ante un nigromante, Fitón conoce las propiedades de las plantas y hierbas, pero logra todo lo que quiere gracias, sobre todo, a la palabra. Una vez en su morada, el narrador tiene la oportunidad de observar, directamente, el modo de vida de este famoso mágico. En su hogar no podía faltar la botica, y por doquier se encuentran redomas con ungüentos, hierbas, aguas... De hecho, se describen los principales materiales que integran el laboratorio, y se proporcionan detalles sobre cada uno de los ingredientes. Cuando aparece Fitón, se nos presenta como un "anciano consumido que sobre un corvo junco se arrimaba", y se describe también como áspero y severo, aunque con nuestro visitante se muestra "doméstico y tratable". El protagonista solicita al mago que le descubra algún suceso que afecte directamente a los españoles y del que no tienen noticia. Fitón acepta complacerle. Pasan a una segunda estancia, repleta de hazañas figuradas en las columnas, techo, muros... y en el centro se encuentra una bola de cristal. El mago ha necesitado cuarenta años de estudio para saber usarla. En su interior verá el narrador cómo se desarrolla la batalla de Lepanto, una vez Fitón ha pronunciado el conjuro.
El conjuro que pronuncia este mago es muy similar al de "Laberinto de Fortuna" y, por tanto, "La Celestina". Del mismo modo, la presentación promenorizada del laboratorio remite a la tradición celestinesca, aunque estamos, sin duda alguna, ante un nigromante cuya fama se ha extendido por todas las Indias. Él mismo se refiere a su constante aplicación al estudio, por lo que sabemos que se trata de una especie de ermitaño, que se dedica a sus artes mágicas por entero, y que domina completamente el arte de la adivinación, ayudado, eso sí, de las fuerzas infernales.