Johann Wilhelm Meinhold
La bruja del ámbar / Maria Schweidler, die Bernsteinhexe : der interessanteste aller bis her bekannten Hexenprocesse, nach einer defekten Handschrift ihres Vaters, des Pfarrers Abraham Schweidler in Coserow auf Usedom.
Novela gótica, subgénero crónica
1839 (composición), 1843 (edición)
Berlín, Duncker und Humblot
Maria Schweidler y Lizzie
Bruja
Esta interesante novela gótica (un intento de crónica ficticia) narra la historia de pastor protestante y su hija, una devota joven que es acusada de brujería por no haber querido someterse a los deseos sexuales del Justicia Mayor del pueblo. Eso desencadena una serie de acontecimientos que llevan a la muchacha a ser apresada, acusada y juzgada por brujería. Se detalla todo el proceso, incluidos los interrogatorios y las torturas, mas finalmente la protagonista logra salvarse de la hoguera, porque un muchacho, su pretendiente, testifica a su favor, y resulta ser de ascendencia noble. Se descubre así toda una trama bien urdida de venganzas que se materializan en falsas acusaciones de brujería. No obstante, tratándose de una obra gótica, no podrían faltar los verdaderos elementos y personajes sobrenaturales, por lo que la vieja Lizzie, una anciana bizca que arremete constantemente contra el pastor y su hija, resulta ser una auténtica bruja, amante de Satán, compinche del Justicia Mayor, que también había vendido su alma al maligno, y por ello ambos eran capaces de hacer morir al ganado, de echar a perder las cosechas o de provocar tormentas a voluntad. Todos ellos reciben su merecido, y encuentran la muerte al final.
la razón de la inclusión de este texto en una base de datos que recoge casi única y exclusivamente obras hispánicas es que en ella se encuentra una de las más importantes claves para comprender la consolidación de la figura de la bruja como personaje de ficción, pues el género idóneo en el que este podía llegar a desarrollarse totalmente es, cómo no, la novela gótica. De ahí que hasta el siglo XIX apenas la hallemos en las letras de ficción. Por otra parte, dado que en la península los materiales estéticos de carácter brujeril son tan limitados, nos vemos obligados a abarcar la literatura europea para comprender la evolución de la bruja como personaje.