El nigromante de esta comedia es Maestre Pasquín, uno de los más representativos del teatro del siglo XVI, encuadrable en la categoría de los estafadores.
Él se presenta como un gran mago, además de doctor, que tiene a su disposición un demonio familiar, y se halla involucrado en varios casos de importancia.
Otros personajes son los que contribuyen a su presentación burlesca y dejan entrever que conocen su carácter falsario.
En un momento determinado de la trama, el nigromante se descubre ante el espectador / lector y demanda a uno de sus principales clientes, Lupercio, noventa reales para comprar algalía, pues su demonio familiar requiere el dinero en efectivo y él se encarga de conseguir tal ingrediente.
Pasquín finge estupendamente su papel y cuando recibe visita se dedica a pedir al mozo ciertos materiales hechiceriles, o que suelte a los familiares de la redoma. Y se hace escuchar fingiendo que le ha sido revelada sobrenaturalmente información que realmente ha recibido por vías naturales.
Este nigromante es un perfecto actor, vive de la interpretación de un papel, como podía hacer la Aldonza de "La lozana andaluza", pero de ninguna manera es comparable a la madre Celestina, que sí creía en sus propias prácticas.