Eugenio de Salazar
Cartas inéditas
Epistolar
1570 (composición) / 1902 (edición por parte de Paz y Meliá)
Madrid, Escritores Castellanos
doña Ana Toledano
Hechicera étnica
La dedicatoria de la carta ya nos introduce en un universo paródico y burlesco que tiene como objeto central a "doña Ana Toledano, amiga de la noche y enemiga de la mañana". La epístola es (paródicamente) amorosa, el emisor confiesa su amor a la mulata a quien se dirige y acompaña dicha declaración con datos muy ilustrativos acerca de los menesteres a que se dedica esta mujer: es una hechicera, de estilo celestinesco, capaz de causar amor con diferentes hechizos y emparentada con el diablo, y con los conocimientos suficientes como para mudar su forma física, aunque en botija de viento o bota de vino. Doña Ana está casada y el emisor la acusa de dominar a su marido con, por ejemplo, sesos de asno; eso no impide que haya trabado 'amistad' con quien escribe, pues se presupone una relación entre ambos, y el autor de la carta pide que no haga partícipe de tal información a terceros, pues él también está casado y podría caer el peso de la justicia sobre él. Con esta epístola jocosa no solo se parodian las misivas amorosas, sino que también se critica la hechicería femenina y, de alguna manera, se admite la imposibilidad de una relación amorosa 'real' entre una hechicera y un hombre.
Las hechiceras étnicas son, sin duda, las que peor paradas salen en las letras hispánicas áureas, más incluso que las propias brujas, sobre todo si habitan en tierras españolas (cristianas) y conservan sus "malos hábitos" religiosos o culturales. Las prácticas hechiceriles son una de esas actividades malsanas.