Aldonza, la madre de Pablos, es una hechicera celestinesca de tomo y lomo, de aquellas que remiendan virgos como nadie y conciertan voluntades. Al mismo tiempo, debe desmentir los rumores que circulan acerca de su limpieza de sangre, por lo que entronca con la hechicera étnica. Además, tenemos que añadir su condición de bruja, pues ella misma reconoce que pertenece a tal secta, la cual se caracteriza por la asistencia al aquelarre volando por los aires. De ahí que ella pueda salir de casa por la chimenea a incluso empequeñecerse y colarse por cualquier rendija.
En un momento dado, será apresada por la Inquisición.
Con una madre semejante, es difícil que Pablos pueda sustraerse a la influencia de la familia y el entorno, por lo que no resulta extraño que termine siendo un pícaro.