Justina no se dibuja en ningún momento de manera clara con hechicera, pero sí alterna con doña Lucía durante un periodo de tiempo lo suficientemente significativo como para que los escrúpulos que muestra ante la ocupación de la vieja se puedan considerar falsos.
No olvidemos, además, que hereda los bienes de Lucía y la hechicería se transmite de mujer a mujer, siempre que la discípula acepte. Justina acepta implícitamente.
Por otro lado, le viene de casta, pues es hija de mesoneros y se considera "hija de Celestina". Todos estos hechos permiten al menos plantearse que Justina puede poseer un cariz hechiceril, acorde con su condición de pícara.