1651 (primera parte), 1653 (segunda parte) y 1657 (tercera parte).
Zaragoza, Juan Nogués (primera parte); Huesca, Juan Nogués (segunda parte); Madrid, Pablo de Val (tercera parte).
Falsirena
Hechicera mediterranea
Falsirena es una hechicera en la que destaca sobre todo el poder de crear falsas apariencias y de obnubilar los sentidos. De hecho, en una casa que no promete demasiado por su fachada ha creado un interior sorprendente, capaz de entorpecer los sentidos con su belleza y opulencia. Su jardín exuberante también invita al goce y el descanso. Engaña con mentiras a Andrenio y Critilo para que confíen en ella. El joven Andrenio termina, además, prendado de los encantos de esta hermosa dama. Critilo marcha unos días a arreglar unos asuntos y Falsirena aprovecha para metamorfosear (metafóricamente hablando) a Andrenio en bestia, robarle sus pertenencias y huir. De hecho, Critilo lo encuentra, gracias a la colaboración de Egenio, en una cueva oculta en la casa (la vivienda, en realidad, es un lugar viejo, destartalado y descuidado, todo han sido puras apariencias), junto a otros hombres, como hipnotizados. Ellos creen ser animales, pero no lo son. Finalmente, vuelven en sí y entienden el engaño que han sufrido.
Si habitualmente las hechiceras mediterráneas usan su poder mágico para servir al amor, en este caso Falsirena opta por el robo, degradando así la función de la hechicería.