Francisco de Castro
Entremés de los gigantones
Entremés
1702 (en "Alegría cómica")
Zaragoza, s. i.
Hechicera (responde al nombre de Celestina)
Hechicera celestinesca
La hechicera de esta pieza entra en escena cuando uno de los hombres que presencia el antojo de una embarazada (de ver bailar a los gigantones) la avisa para que, con sus conjuros, haga comparecer a los gigantones. La buena mujer comparece con un cucurucho de cadelillas en la cabeza, el cual la define como hechicera a la vez que la ridiculiza. Otros elementos que se mencionan contribuyen a definirla como mujer mágica, tales como ungüentos o muelas de ahorcado, pero es sobre todo la invocación que pronunca (de carácter burlesco) la que termina de perfilarla. Los gigantones se personan y ella da por concluida su tarea, por la que, como no podría ser de otro modo, ha recibido su pago en efectivo.
A finales del siglo XVII y principios del XVIII la imagen de Celestina aparece muy deteriorada y despunta en gran medida en este género. Sirve como resorte humorístico.