Fechado en 1335 (circuló manuscrito).
Editado en 1575.
Fechado en 1335 (circuló manuscrito).
Editado en 1575.
Sevilla, Hernando Díaz
Se le denomina "golfín". No aparece con nombre propio.
Alquimista
En el Exemplo XI, “De lo que contesçió a un rey con un omne quel dixo quel faría alquimia”, hallamos a un falso alquimista. Por tanto, podemos ver a un estafador que finge poseer conocimientos alquímicos con el fin de burlar a otra persona y conseguir dinero fácil, tipología que abundará en la literatura renacentista. El “golfín” de este ejemplo utiliza limaduras de unas cuantas monedas de oro para conseguir unas pellas, de las cuales dirá que son un elemento imprescindible para la alquimia. Esto llegará a oídos del rey, que está muy interesado en esta ciencia. El monarca hará unas pruebas con las pellas del falsario y el resultado será positivo (pues realmente contenían limaduras de oro), así que el “golfín” se convertirá en su proveedor e irá desplumándolo poco a poco.
En otros ejemplos los magos que encontramos resultan poseer poderes factibles, pero en el caso del alquimista no sucede así. Se toma esta rama de la magia culta para presentar a un tipo de personaje que abundaba en la realidad y que iba a poblar también la literatura: el estafador de carácter mágico.