Ars Magica
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Libros del "Cuentamiedos"
Te comeré de un bocado, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos
Personaje Mágico
Vieja marginal
Tipología
Bruja
Descripción
En la zona de Bearne, vivía una anciana, apartada de la aldea, que tenía fama de bruja. En una ocasión, tres jóvenes del pueblo decidieron acercarse a su casa para burlarse de ella. Lo que no sospechaban es que la historia no terminaría como ellos esperaban. Se acercaron a la vivienda justo en el momento en que la mujer tenía la costumbre de danzar tres veces alrededor del fuego, entonando una canción que iba inventando sobre la marcha. Lo primero que oyeron, al llegar a su destino el primer mozo fue: "!Ya tengo al primero!", por lo que se pensó descubierto y se asustó mucho. Lo mismo le sucedió al siguiente, que al arribar al muro oyó: "!Ya tengo al segundo!". Y al último, que escuchó: "!Ya tengo al tercero!". Pero éste era al más orgulloso de los tres y no quiso irse sin defecar en la puerta de la cabaña. Cuando estaba aplicado a ello, la anciana, que vio que la manzana que estaba asando soltaba todo su jugo en la chapa del fuego, exclamó: "!Ah, pues si ya te has cagado te comeré de un bocado!". Así que creyéndola de verdad una bruja, salieron corriendo y jamás osaron volver a burlarse.
Observaciones
En realidad se trata de una supuesta bruja, porque cumple con algunas de las características del estereotipo: anciana, que vive aislada junto al bosque, carácter taciturno, marginal... Nos hallamos ante una leyenda presentada a modo de cuento jocoso. Se conoce alguna variante consistente en que el tercer joven no defeca ante la puerta de la vieja, sino que orina, justo en el momento en que la presunta bruja coge la longaniza que está asando, para que sus dos gatos no se la coman y exclama: "!Apartaos, apartaos, bichejos, que me la comeré cruda y no os daré ni el pellejo!". De este modo, el muchacho piensa que es su miembro el que peligra y huye despavorido. La esencia de este relato es jugar con el equívoco.
©Eva Lara Alberola (2012-2024)
Proyecto 2017