Descripción
En la Parte I: sección pastoril, hallamos el pastor Coridón, que al viajar en busca de su amada Silvia topa con una dificultad, llega a un lugar en el que unas peligrosas fieras se atacan cruelmente y se despedazan entre sí. Por ello, necesitando atravesar tal zona, se ve obligado, además de a encomendarse a Dios, a realizar un conjuro mágico.
Posee un libro que le entregó el Ermitaño de Salamanca, junto al cual aprendió esta ciencia, y hace uso de él, traza un círculo en el suelo, escribe unas letras y nombres extraños, realiza un conjuro y así amansa a las fieras, que dejan de atacarse unas a otras. Del mismo modo, cuando él camina y pasa junto a las bestias, estas se muestran dóciles y agachan la cabeza ante él.
Observaciones
En ningún momento se tilda de mago o de nigromante al pastor, aunque sí se indica que aprendió su ciencia del Ermitaño de Salamanca y se puede clasificar como mago en tanto posee un libro que contiene multitud de secretos, traza un círculo en el suelo, realiza un conjuro y consigue amansar a las fieras. No pasa a ser nigromante a causa de que no se observa ninguna invocación de demonios.
Por otra parte, según el texto hace patente, el pastor no se dedica a estas prácticas habitualmente. Se trataría de una actuación casual, fruto de la necesidad.
De todo esto es testigo Julio, el narrador, que viaja con él.