Descripción
Algo muy similar a lo confesado por Estevanía de Telechea exponen María Presona y María Ioanto, hermanas, las cuales aseguran que el demonio les dijo que hacía ya mucho tiempo que no practicaba el mal, por ello concertaron matar a uno de sus propios hijos cada una, y lo hicieron por envenenamiento, echando unos polvos a las escudillas de caldo; a los ocho días fallecieron.