Descripción
Ioanes de Goyburu refiere que muchos noches que no eran de aquelarre ciertas personas se solían juntar en su propia casa y se iban a desenterrar muchachos que habían muerto, se los llevaban y hacían banquetes, comiéndolos asados. Incluso cuenta que se comieron a su propio hijo, acompañando él las viandas con pan y vino de su casa. Luego repartían el gasto entre todos y pagaban a escote.
Observaciones
Este es el otro gran motivo terrorífico por antonomasia en las narraciones brujeriles, la antropofagia, acompañada o precedida por la profanación de tumbas y cadáveres.