Descripción
Esta vez el autor habla a título personal, sin basarse en más fuente que lo que él mismo conoce acerca de este fraile del que se dice que vive en Viena, en un monasterio.
Antes de ingresar en la orden, este hombre fue nigromante, tuvo libros de demonios y practicó artes mágicas durante mucho tiempo, llevando una existencia disoluta y miserable. Por suerte, tenía una hermana, muy devota, de la Orden de los Penitentes y, gracias a sus oraciones, pudo abandonar dicha vida. Arrepentido, fue de monasterio en monasterios para ver si lo aceptaban, pero por su aspecto grande y feroz y porque se sabía que se había dedicado a los maleficios y engaños, no querían dejarlo ingresar en ninguna orden. Finalmente, pudo hacerse benedictino y, desde entonces, se tornó un religioso modelo y se hizo llamar Benedictus. Eso sí, tuvo que sufrir la ira del demonio, que cuando era novicio lo atacó en alguna ocasión, como una noche en la que le tiró la lámpara de las manos y le causó varias heridas, pero él pudo vencer esa tiranía.
Observaciones
Esta vez no se apela, como vemos, a ninguna autoridad. Esta historia la relata Nider porque la conoce, imaginamos que por su difusión oral, probablemente a partir de la predicación.