Libros del "Cuentamiedos"
El libro de las brujas, en Brujas en el Pirineo fantástico
Descripción
Un hombre que tuvo que pasar una noche en una casa de Adons, vio en la cocina un puchero sospechoso, y queriendo indagar sobre ello, se hizo el dormido sobre el banco de la cocina. Al poco llegó la criada del cura del pueblo y , hablando con la señora de la casa, tras comprobar que el durmiente realmente era ajeno a lo que sucedía, propuso que se untaran antes de cenar. Sacaron de debajo de la losa otro pucherito, se untaron el ombligo y desaparecieron.
El hombre también se untó, pero antes derramó todo el contenido del pucherito en la olla más grande; acto seguido, desapareció y llegó al aquelarre. Allí, pensando que deseaba iniciarse, le presentaron un libro en el que debía inscribirse, escribiendo con tinta roja. Él, inexplicablemente, trazó una cruz, así que todo se desvaneció. El hombre regresó con el libro en las manos al pueblo y lo puso en custodia del cura del lugar. Eso permitió identificar a los brujos de la zona.
En cuanto a la señora de la casa de Adons y a la criada del cura, como al regresar a casa tomaron el guiso del puchero, en el que el hombre habría vertido el ungüento, y éste era venenoso, no fueron juzgadas porque perecieron antes entre terribles convulsiones.
Observaciones
Esta leyenda de Lleida coincide en su planteamiento con otras ya fichadas en esta base de datos. Si hemos decidido incluirla aparte, y no como variante, es por la presencia del libro, en el que se escribe con sangre, y porque la apropiación de dicho libro por parte del protagonista permite identificar a las brujas.