• Criterios de edición

  • La antología de la Crónica abreviada de don Juan Manuel procede de la edición de sus Obras completas realizada por Carlos Alvar (Universidad de Ginebra) y Sarah Finci (Universidad de Ginebra) para Aul@Medieval.

    Para facilitar la lectura de los textos en castellano medieval, se ha considerado oportuno unificar los criterios de edición, de acuerdo con las siguientes normas:

    •Regularización de la unión y separación de palabras, siguiendo los criterios actuales (a excepción de por que con valor diferente del causal y todavía con el sentido de ‘en todo momento’; asimismo se conservan las palabras formadas con vocales protéticas del tipo atal, atanto).

    •Regularización del uso de mayúsculas y minúsculas, así como de los signos de puntuación, de acuerdo con la normativa actual.

    •Acentuación siguiendo la norma vigente. Se acentúa ý cuando es adverbio, ál con sentido de ‘otra cosa’, nós y vós como pronombres tónicos y las formas verbales monosilábicas á, é, y para evitar la confusión con preposición, resolución del signo tironiano o formas adverbiales.

    •Las abreviaturas se resuelven sin indicación alguna.

    •Regularización de u, i, con valor vocálico, frente a v, j. De la misma manera que la utilización de y.

    •El signo tironiano se resuelve por y; también se utiliza y como conjunción copulativa.

    •Transcripción de r, vibrante múltiple, en posición inicial o tras nasal.

    •Simplificación de consonantes dobles sin valor fonológico distintivo: ff, ll, cc.

    •Para facilitar la lectura, transcripción como cu del grupo qu.

    •La aglutinación de palabras se resuelve mediante apóstrofo: qu’él, d’estos.

    •La ç se usa ante a, o, u.



  • [Don Juan Manuel define los principios de su condición nobiliaria. Se vincula a la función de autoría de Alfonso X y se presenta como continuador de la importante labor historiográfica alfonsina].

    Segunt que dize Joán Damasceno [en] el libro De las propiedades de las cosas, porque los omnes son embueltos en estacarnalidat espessa, non pueden entender las cosas muy sotiles, que son para mostrar las cosas que son fechas, si non por algunas maneras corporales, así como por ingenios o por semejanças.

    Y pues esto fizo Joán Damasceno en todos los omnes, mucho más deve entender en los que non son letrados. Y por esta razón, los que fazen o mandan fazer algunos libros, mayormente en romance, que es señal que se fazen para los legos que non son muy letrados, non los deven fazer de razones nin por palabras tan sotiles que los que las oyeren non las entiendan o por que tomen dubda en lo que oyen. Y por ende, en el prólogo d’este libro que don Joán, fijo del muy noble infante don Manuel, tutor del muy alto y muy noble señor rey don Alfonso, su sobrino, y guarda de los sus regnos y fue adelantado mayor del regno de Murcia, mandó fazer, non quiso poner ý palabras nin razones muy sotiles; pero quiso que lo fuesen yacuanto porque, segunt dizen los sabios, cuanto omne más trabaja por aver la cosa, más la terná después que la ha. Y otrosí porque dizen qu’el saber deve ser cercado de tales muros que non puedan entrar allá los necios.

    Y por ende ha en este prólogo algunas razones yacuanto sotiles segunt parecerá adelante; pero son tales que todo omne que aya buen entendimiento, aunque non sea letrado, las entenderá. Y el que lo oviere tal que las non pueda entender, es bien que las non entienda, pues non puede pasar tan flaco muro como el de aquellos son cercados.

    Todas las cosas que han cuerpo y  son fechas y compuestas an en sí cuatro cosas: comienço y medio y estado y fin. Y d’esto pornemos algunas por que se entiendan las otras. Los cielos, [que] son la más alta criatura de las cossas corporales, han estas cosas; ca ovieron comienço cuando Dios los crio, y el medio cuando tanto ovieron durado como les finca para se acabar, y el estado mientra duran, y es la fin cuando se pasaren. Y eso mismo dezimos de las cosas corporales que son [en] ellos. Y el omne otrossí, que es la más noble criatura, ha estas cosas; ca es comienço cuando nace y el medio en la media su edat y el estado mientras bive, y la fin del cuerpo cuando se parte el alma d’él. Y esso mismo dezimos de las otras animalias. Y otrossí en las enfermedades, ca es el comienço cuando omne enferma, y el medio cuando está tanto del comienço como del término, y el estado está en la enfermedat, y la fin cuando guarece o muere. Y otrosí en las obras que fazen los omnes á estas cosas que se entienden como dicho es. Y por estas dichas se pueden entender las que aquí non se dizen.

    Mas nuestro señor Dios non ha en sí d’estas cuatro cosas más de la una, que es el estado, y ménguanle las tres, que son comienço y el medio y la fin. Y esta palabra que dize «ménguanle las tres», el que lo mal entendiere dirá: «¿Cómo puede seer que aDios mengüe ninguna cosa?». Y bien crean los que esto oyeren que el que esto dixere o lo entendiere ansí, que nunca pasaran los muros de que el saber es cercado por baxos que sean; ca estas menguas en Dios son complimiento. Ca si Dios oviese comienço, conviene que oviese medio, y si comienço y medio, conviene que oviese fin; y si Dios oviese fin, avría en sí mengua, lo que non puede seer en Dios. Mas de las cuatro cosas ha el estado, como dicho es; ca siempre fue y agora es y siempre será. Y porque siempre fue, fizo todas las cosas y obró en ellas cuando quiso y como quiso y ninguna non fizo nin obró en Él. Y porque agora es, obra como dicho es; y porque siempre será, fará y obrará para siempre sin fin.

    Comoquier que entre Dios y los omnes á muy pequeña comparación, como puede seer entre criador y criatura, pero porque tovo nuestro señor Dios por bien qu’el omne fuese fecho a su semejança, y esta semejanza es la razón y el saber y el libre albedrío que Dios puso en el ombre, y porque los omnes son cosa fallecedera muy aína, tan bien en la vida como en el saber, que fue una de las señaladas cosas para que Dios nuestro señor lo crio, tovieron por bien los sabios antiguos de fazer libros en que posieron los saberes y las remembranças de las cosas que pasaron, tan bien de las leyes que an los omnes para salvar las ánimas (a que llaman Testamento Viejo y Testamento Nuevo), como de los  ordenamientos y posturas que fizieron los papas, y los emperadores y reyes (a que llaman decreto y decretales y leyes y fueros), como de los saberes (a que llaman 'ciencias' y 'artes'), como de los grandes fechos y cosas que pasaron (a que llaman 'crónicas').

    Y por ende el muy noble rey don Alfonso, fijo del muy bienaventurado y con [razón] que podemos dezir por él, segunt las sus obras, el santo rey don Ferrando y de la reina doña Beatriz, por que los grandes fechos que pasaron, señaladamente lo que pertenece a la estoria d’España, fuesen sabidos y non cayesen en olvido, fizo ayuntar los que falló que cumplían para los contar.

    Y tan complidamente y tan bien los pone en el prólogo que fizo de la dicha Crónica donde le sopo, que ninguno non podría ý más dezir nin aun tanto nin tan bien como él. Y esto por muchas razones: lo uno, por el muy grant entendimiento que Dios le dio; lo ál, por el grant talante que avié de fazer nobles cosas y aprovechosas; lo ál, que avía en su corte muchos maestros de las ciencias y de los saberes a los cuales él fazía mucho bien, y por levar adelante el saber y por noblecer sus regnos. Ca fallamos que en todas las ciencias fizo muchos libros y todos muy buenos. Y lo ál, porque avía muy grant espacio para estudiar en las materias de que quería componer algunos libros. Ca morava en algunos logares un año y dos y más, y aun, segunt dizen los que vivían a la su merced, que fablavan con él los que querían y cuando él quería, y ansí avía espacio de estudiar en lo qu’él quería fazer para sí mismo, y aun para veer y esterminar las cosas de los saberes  qu’él mandava ordenar a los maestros y a los sabios que traía para esto en su corte.

    Y este muy noble rey don Alfonso, entre muchas nobles cosas que fizo, ordenó muy complidamente la Crónica d’España, y púsolo todo complido y por muy apuestas razones y en las menos palabras que se podía  poner, en tal manera que todo omne que la lea puede entender en esta obra, y en las crónicas que él compuso y mandó componer, que avía muy grant entendimiento y avía muy grant talante de acrecentar el saber, y cobdiciava mucho la onra de sus regnos y que era alumbrado de la gracia de Dios para entender y fazer mucho bien. Mas por los pecados de España y por la su ocasión y señaladamiente de los que estonce eran, y aun agora son, del su linage, ovo tal postrimería que es quebranto de lo dezir y de lo contar. Y siguiosse ende tal daño que dura agora y durara cuanto fuere voluntat de Dios. Bendito sea Él por todo lo que faze, ca derechos y maravillosos y escondidos son los sus juizios. Y ansí como agora y en otras muchas vezes embió tribulaciones en España, después la libró, ansí como lo puede fazer y que lo fará cuando fuere la su merced. Y creo que si más amansassemos las muy malas nuestras obras, que amansaria Él la su saña que á contra nós; y todo esto se fará como la su merced fuere.

    Y d’esta razón non cumple de fablar ý más, ca non se podrán acabar aun en muchas razones, mas fablaremos en la razón que avemos començado.

    Porque don Joán, su sobrino, se pagó mucho d’esta su obra y por la saber mejor, porque [por] muchas razones non podría fazer tal obra como el rey fizo, ni el su entendimiento non abondava a retener todas las estorias que son en las dichas Crónicas, por ende fizo poner en este libro en pocas razones todos los grandes fechos que se ý contienen. Y esto fizo él porque non tovo por aguisado de començar tal obra y tan complida como la del rey, su tío; antes sacó de la su obra complida una obra menor, y non la fizo sinon para sí en que leyese, y cuando alguna razón y palabra ý fallare que non sea tan apuesta nin tan complida como era menester, non ha por qué poner la culpa a otri  sinon a sí mismo. Y si oviere alguna bien dicha, que se aprovechen ende. Pero si alguno otro leyere en este libro y non lo fallare por tan complido, cate el logar onde fue sacado en la Crónica, en el capítulo de que fará mención en este libro, y non tenga por maravilla de lo non poder fazer tan complidamente como  conviene para este fecho. Y si fallare ý alguna bona razón, gradéscalo a Dios y aprovéchese d’ella.

    Y pues el prólogo es acabado ansí como lo sopo fazer omne que non á mayor parte en el saber de cuanto por él parece, de aquí adelante començaremos a contar de lo que a la estoria pertenece, como dicho es.