Embajada a Samarcanda
Barcelona, Belacqua, 2003
Fernando Martínez Laínez nació en Barcelona en el año 1941. Trabajó en el Servicio Internacional de la Agencia EFE, donde fue delegado en Cuba, Argentina y la extinta URSS. Es presidente de la Asociación Española de Escritores Policíacos, y ha publicado novelas y relatos negros, libros de viaje, obras juveniles y ensayos
Carne de trueque (1979) Destruyan a Anderson (1983) Tampoco llegarás a Samarkanda (1986) Se va el caimán (1988) Bala perdida (1990) Candelas. Crónica de un bandido (1991) Andante mortal (1992) El clan de los reporteros (1994) Los monstruos de la niebla (1994) Vía muerta (1994) Tajo (1998) Viena; Praga; Budapest: el imperio encerrado (1999) Los espías que estremecieron al siglo (2000) Tras los pasos de Drácula (2001) Premio Grandes Viajeros Es posible la muerte (2002) Recordada sombra (2002) Crímenes sin castigo (2002) Embajada a Samarcanda (2003) Escritores espías (2004) El tapiz de Bayeux (2005) El enigma Gioconda (2005) El rey del Maestrazgo: Luces y sombras del caudillo carlista Ramón Cabrera (2005) Tercios de España (2006) Una pica en Flandes (2007)
Durante un viaje a Estambul, Laura adquiere a precio de ganga un viejo manuscrito que contiene las memorias de Ruy González de Clavijo. Cansado y presintiendo que la muerte no tardará en llegar, el que fue camarero de Enrique III se dispone a narrar sus vivencias durante el reinado del rey Doliente y las peripecias que lo habrían de llevar hasta Samarcanda, justificándose así ante los envidiosos que lo acusan de haber inventado sus historias. Durante primeros compases del siglo XV y tras una embajada inicial para establecer contactos, Enrique III, mandó una expedición al Gran Jan, de la que Clavijo formó parte, para establecer una alianza contra los infieles. Así es como empezó un viaje de penurias en el que, tras años de viaje, Clavijo logró entrevistarse con el Khan Timur. Pero el Gran Jan, presumiblemente engañado por su secretario, ninguneó la propuesta castellana y entendió la embajada como un signo de vasallaje. Por ello, Clavijo tuvo que regresar con las manos vacías y sin pruebas de su estancia en el imperio mongol, motivo por el cual sus enemigos empezaron a murmurar. Instado a defenderse por el propio rey, Clavijo le entregó como suyo el diario de su compañero de viaje, Fernández de Mesa, y aunque finalmente pudo contar la verdad, el rey lo castigó por engañarle con la autoría del manuscrito, e instó a Clavijo para que se deshiciera de cualquier otra narración del viaje. Por ello, Ruy González le remitirá sus memorias a Constanza, su amada, y ese es el texto que Laura encontrará. Lamentablemente alguien lo robó y la voz de Clavijo fue callada para siempre.
Novela histórica.Memorias
Embajada a Samarcanda durante el reinado de Enrique III Imperio mongol-Tártaros Preste Juan Agüeros-Pronósticos-Milagros Condición de vida del pueblo hebreo Barraganería-Derecho de pernada Villa de Madrid Reinados de Juan I y Enrique III El libro medieval (composición, materiales, etc.)
Manuscrito encontrado Inclusión de composiciones líricas (Estrofas del Rimado de Palacio entre ellas) Idea de Historia inservible para el aprendizaje (pág. 12) Se adjunta un mapa con el itinerario de Ruy González de Clavijo Epílogo contextual y explicativo (se comentan los motivos del lenguaje empleado) Memoria frente a Historia (pág. 189)
http://cultura.hispavista.es/cultura/20030328145600/Fernando-Martinez-Lainez-reconstruye-el-viaje-de-Ruy-Gonzalez-de-Clavijo-a-la-Tamerlan-en--Embajada-a-Samarcanda-/ http://www.elmundo.es/elmundolibro/2003/06/19/criticon/1056023502.html
Profesora universitaria de Historia medieval que, tras una ruptura amorosa, decide marchar a Estambul en compañía de unos amigos. Laura, cuyo estado anímico mejora notablemente durante el viaje, se encuentra con las memorias de Clavijo y, consciente de la importancia del descubrimiento, se imagina un futuro brillante en el que se codeará con los grandes investigadores de la Historia y la Literatura.
El expedicionario se muestra en su vejez como un hombre reflexivo y preocupado por contar la verdad. Él, que nunca fue amigo de las intrigas palaciegas, se ve acosado por aquellos que, aprovechando su fama de lenguaraz y su facilidad de invención, quieren precipitar su caída y enemistarlo con el rey, aunque siempre intentó ser fiel al monarca y al prestigio de la corona. A pesar de las distancias, sus memorias será un regalo último para Constanza, hermana de León V.
El rey Doliente es presentado como un hombre diligente y práctico, pero excesivamente ilusionado con la posibilidad de establecer un pacto con el imperio mongol, y también con los pronósticos y adivinaciones. Sus fantasías, aunque frustradas por lo poco productivo de la embajada de Clavijo, le llevarán a escuchar el relato del camarero con fruición, pero llegará a dudar de sus palabras.
Caballero tártaro que llegó a la península junto con la primera embajada enviada por el rey. Se trata de un hombre audaz e inteligente que se mostrará encantado de volver a su tierra junto con Clavijo. Hombre mujeriego y hedonista, será encargado de introducir a Ruy González en las costumbres de los mongoles, que al castellano le resultan bárbaras. Acabará cediéndole a Alonso la libertad de Berenice.
Señor de Lantaño y uno de los mejores caballeros del rey. Formó parte de la primera embajada enviada al Gran Jan, pero cayó en desgracia cuando se rumoreó que abusó de María de Hungría, pariente del rey Segismundo de Hungría y regalo del Gran Jan. Payo compartirá sus conocimientos con Clavijo, y en su desgracia se muestra como un hombre meditabundo que teme el poder otomano frente a Bizancio.
El Gran Jan, según la descripción de Clavijo, es un hombre que realiza sus apariciones siempre refugiado en la penumbra y que se considera dueño de todo lo que su brazo puede tomar. Temido por sus vasallos y súbditos, el Khan Timur es conocido por sus decisiones crueles y arbitrarias, y ante la embajada castellana se mantendrá silencioso, comunicándose sólo mediante parcos gestos.
Presentado como un hombre cuya fama de nigromante hace temer al vulgo, y que, aunque avezado a las intrigas cortesanas, nunca deja de lado sus libros. Se narra su ascenso a maestre de Calatrava y su separación de María de Albornoz, de quien también se insinúa su posible relación con el rey Enrique III.
Clavijo lo recuerda como un buen amigo que, enfrascado en la redacción de sus crónicas, cada vez se deja ver menos en la corte. Ayala, que cuenta con la simpatía del rey Doliente, es un hombre erudito y sincero cansado de intrigas de palacio. Clavijo lo envidiará porque ve en él al hombre que, a pesar de sus errores, supo, con la compañía de la Fortuna y la honestidad, dirigir una vida llena de éxitos.
El conde de Buelna es descrito por Clavijo como un hombretón avezado en todo tipo de combate que desea ser puesto al mando de las galeras reales para servir a la corona en el mar. La voz de Clavijo se hace ecos de profecías según las cuales Pero Niño sería el hombre más glorioso de su estirpe.
En las memorias de Clavijo es presentado como un monarca atolondrado y temido por sus ataques de cólera, que se muestra largo en donaciones pero poco fiable y que es un aficionado de los libros de caballerías y al vino. Perseguido por el gran desastre de Aljubarrota y los rumores que señalan su ineptitud durante la contienda, se mostrará melancólico y ocupado en rastrear los buenos tiempos de sus años mozos.
Escudero y poeta que acompañará a Clavijo en la expedición, y cuyo diario durante la misma será el que pasará a la Historia como obra de Clavijo. Versado en amores platónicos y mercenarios, Alonso es un hombre castigado por la vida y las infidelidades que ha vendido en muchas ocasiones su pluma. Eliminará su participación en la embajada y emprenderá un nuevo futuro con Berenice.
Esclava entregada por el señor de Arzinga como presente para el Gran Jan. La muchacha, virgen, compartirá parte del camino con los expedicionarios castellanos para disgusto de Clavijo, consciente de los disturbios que su belleza puede provocar en los miembros de la embajada. En Samarcanda, Berenice será regalada a Alcaxí, que la entregará a Alonso tras haber gozado de ella. Ambos marcharán juntos.
Consejero chino a las órdenes del Gran Jan. Liu se hará cargo de la presentación y de las peticiones de la embajada castellana ante su señor, y su comportamiento poco fiable moverá a las sospechas de que pudo favorecer el desentendimiento entre ambas civilizaciones. Además, por la repentina muerte del Khan Timur, se podría pensar que Liu lo envenenó para evitar que los mongoles eliminaran al pueblo chino.