La herbolera
Donostia, Ttarttalo, 2000
Toti Martínez de Lezea nació en Vitoria en el año 1949. Es traductora titulada de inglés y francés. Entre 1983 y 1992 fundó dos grupos de teatro y se dedicó a la producción audiovisual escribiendo, dirigiendo y realizando programas para el Departamento de Educación del Gobierno Vasco. Trabajó como traductora, guionista de televisión y escritora teatral antes de dedicarse exclusivamente a la literatura.
La calle de la judería (1998) Las torres de Sancho (1999) La herbolera (2000) Señor de la guerra (2001) La abadesa (2002) Los hijos de Ogaiz (2002) Leyendas de Euskal Herria (2002) La voz de Lug (2003) La comunera (2003) La abadesa (2003) El verdugo de Dios (2004) A la sombra del templo (2005) La cadena rota (2005) La brecha (2006) El jardín de la oca (2007)
Las mujeres del caserío de Goiena siempre han sabido hacer uso de las plantas para curar todo tipo de enfermedades, pero Catalina, además, tiene un don privilegiado: como su bisabuela, ella es capaz de prever la muerte o la curación de los enfermos; capacidad que, según las antiguas creencias, proviene de la diosa Mari. Es por ello que Domeja insistirá en llevarla a Tabira, donde, con la ayuda de don Diego, aprenderá medicina para explotar su don. Son, sin embargo, malos tiempos en Durango: como ya había ocurrido años antes, los lugareños asisten temerosos a una nueva llegada de los oficiales de la Inquisición, dispuestos a implantar la ortodoxia cristiana frente a las viejas creencias y acallar las voces levantiscas frente autoridad eclesiástica y real. Junto a don Diego y Josefa, Catalina decidirá especializarse en prestar su ayuda a las mujeres y aprenderá el oficio de partera, pero pronto será requerida por su abuela: Catalina, como representante de la Mari, debe acudir a los antiguos ritos que se celebran en Jentilkoba, donde, entre alucinaciones, fijará su mirada en unos ojos azules que la harán suspirar de amor. A su regreso a Tabira, deberá enfrentarse a unas condiciones poco halagüeñas: don Diego ha muerto, y sus remedios y consejos no son del todo bien recibidos en una sociedad gremial en la que son requeridos títulos universitarios y en la que el miedo a los castigos anima a la delación. Pero la soledad de Catalina la compensará Juan Ortiz, el escribano a quien corresponden los ojos que contempló en Jentilkoba, con quien iniciará una relación amorosa que desatará también una relación de odio: Martínez de Unda, atraído por Catalina, descubrirá los amores de los jóvenes y, humillado, no cesará hasta conseguir que Catalina sea acusada de brujería, torturada y sentenciada. Lo que De Unda ignoraba es que Catalina estaba embarazada y tenía importantes parientes que no dudarán en asesinar para liberarla y esconderla en el Anboto para que dé a luz a su pequeña. Catalina morirá en el parto, su hija Mari Katilin, devolverá la esperanza al caserío de Goiena. La esperanza y el don de la Mari.
Novela histórica
Santa Inquisición
Herboleria-medicina
Antiguos ritos-creencias paganos
Brujería-Magia
Libro medieval (Malleus maleficarum)
Fraticelli
Condición femenina-misoginia religiosa
Mapa (Norte de la península donde se desarrolla la novela) Cronología de la persecución de brujas en tierras vascas Dramatis personae Apéndice (explicación de los hechos y creencias, de la brujería hasta el siglo XVII, los restos en tierras vascas y el hecho de que nadie aún haya pedido perdón por las atrocidades cometidas)
http://revista.consumer.es/web/es/20070501/entrevista/71514.php
http://www.euskonews.com/0181zbk/elkar18101es.html
http://www.diariodenoticias.com/ediciones/2006/08/12/mirarte/cultura/d12cul73.664504.php
Muchacha criada en el caserío del que deriva su nombre y que posee el don de conocer si la gente a la que ve está cercana a la muerte. Catalina, seguidora de las viejas creencias en las que fue educada, se mostrará valerosa y tenaz para reivindicar su trabajo como partera y el sufrimiento de las mujeres. A pesar de que su propia vida corre peligro, nunca dejará de atender a los enfermos que acuden a ella.
Abuela de Catalina. Domenja es una mujer de carácter fuerte y enérgico que la convierte en la verdadera señora del caserío de Goiena. Ella y Graciana le enseñarán a Catalina las propiedades de las plantas, pero cuando Catalina sepa todo lo que tiene que saber, Domenja querrá que su nieta aprenda medicina en Tabira, explote el don concedido por Mari, y participe en las reuniones en las que se venera a la Diosa.
Madre de Catalina. Graciana recuerda el temor que la gente tenía a su abuela y se preocupa por el futuro de su hija, pues es consciente del dolor que puede acarrear el don que posee, y desearía que su hija no tuviera que usarlo. En su vejez, cuidará de la hija de Catalina, consciente de que su nieta crecerá y también querrá utilizar el don. Mientras, Graciana volverá a sentir le juventud y la alegría en el caserío de Goiena.
Sobrenombre de Miguel de Ausona. Bajo su aspecto de hombre callado y taciturno, siempre fiel a la familia, Ixile es el abuelo de Catalina. Se fugó con Domenja mucho tiempo antes porque sus padres se negaban a casarles, y desde entonces veló por la seguridad y protección de las hembras del señorío de Goiena. Será él quien rescate a Catalina y la esconda en el Anboto para que la justicia no pueda encontrarla.
Tío de Catalina. Iñigo es un guerrero bravo y solitario, dedicado a los placeres del alcohol y a tramar venganzas contra los partidarios de Butrón. La primera vez que vio a Catalina quiso casarse con ella e incluso, humillado por la negativa de la joven, forzarla, pero luego ayudará a Ixile a liberar a su sobrina. No permitirá que manos extranjeras se inmiscuyan en asuntos de los suyos.
Párroco de Tabira. Tomás tiene atemorizados a los ciudadanos con sus ataques a su modo de vida y a sus creencias, y será un firme apoyo para la investigación inquisitorial. Sin embargo, cuando descubra que su presunto tío, antiguo párroco, es su verdadero padre, y que él ha torturado a su propia madre, se convertirá en un hombre taciturno y valedor de los aldeanos, pero las autoridades le amenazarán.
Viejo físico de Tabira. Diego fue amigo de la bisabuela de Catalina, y será él quien instruya a Catalina en la medicina. El buen médico quedará agradecido de la juventud y vitalidad con las que la joven llena su vejez y su soledad, y cuando muera le dejará todas sus posesiones en herencia. Diego, como Graciana, temerá que el don de Catalina le granjee enemistades y peligros.
Visitador de la Inquisición comisionado para desterrar la herejía en Tabira, pero también de servir como informador real, pues el monarca está preocupado por el carácter levantisco de las gentes del norte. Ante el mal recibimiento de los lugareños, De Guinea querrá regresar en todo momento a Calahorra, pero sin éxito: su caravana será asaltada por Íñigo de Muntsaratz, y él y los suyos asesinados.
Escribano de Tabira al que, desde la infancia, sus relaciones con las mujeres lo han llevado a un extraño sentimiento de atracción-repulsión por el sexo femenino. Será uno de los valedores de los juicios inquisitoriales y la lucha contra la herejía. Se enamorará de Catalina, pero tras ser rechazado forzará la boda de De Gesala con su hija y el ajusticiamiento de la partera. Tras el encarcelamiento de Catalina, sufrirá el ataque del perro lobo de la muchacha y perderá el habla.
Escribano ayudante de Martínez de Unda. Juan es un joven ambicioso que, tras renegar de su pasado, buscará medrar socialmente a toda costa. Conocerá a Catalina en una de las reuniones del Anboto y vivirá con ella una intensa relación amorosa, de la que Catalina quedará encinta. Sin embargo, su frialdad y las ganas de ascender socialmente provocarán que Catalina lo rechace. Cuando Juan parta en su búsqueda y se dé cuenta de lo que en realidad la amaba, ya será tarde para ambos.
Partera de Tabira. Josefa, a quien unen buenas relaciones con Diego de Olea, será quien enseñe a Catalina el oficio de partera. Entre ella y Catalina se forjará una hermosa amistad, y ambas intentarán oponerse a las decisiones de las autoridades de limitar su libertad laboral. Tras las ejecuciones de Durango, Josefa se negará a continuar con su trabajo, visto los riesgos que conlleva.
Partera de Tabira. Maritxiki es amiga de Josefa y de Catalina, pero también seguidora de las enseñanzas de los fraticelli que años antes conmocionaron la vida de Durango. Será acusada de brujería y utilizada por Martínez de Unda para lograr una acusación contra Catalina. Maritxiki, sometida a la ordalía del agua, acabará delatando a su amiga para dejar de sufrir, y poco después será quemada en la hoguera inquisitorial.