La cuadratura del círculo
Barcelona, Anagrama, 1999
Álvaro Pombo nació en 1939 en Santander. Es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid y Bachelor of Arts en Filosofía por el Birkbeck College de Londres, donde vivió desde 1966 a 1977. Ingresó en la Real Academia Española el 20 de Junio de 2004, propuesta su candidatura por Luis María Ansón, Luis Mateo Díez y Francisco Rico, ocupando el sillón j que dejó a su muerte Pedro Laín Entralgo. Su discurso de ingreso en la Academia se tituló Verosimilitud y Verdad.
Protocolos (1973) Variaciones (1977) Premio El Bardo Relatos sobre la falta de substancia (1977) Hacia una constitución poética del año en curso (1980) El héroe de las mansardas de Mansard (1983) Premio Herralde El hijo adoptivo (1986) Los delitos insignificantes (1986) El parecido (1988) El metro de platino iridiado (1990) Premio Nacional de la Crítica 1991 Protocolos para la rehabilitación del firmamento (1992) Aparición del eterno femenino contada por S. M. el Rey (1993) Telepena de Celia Cecilia Villalobo (1995) Vida de San Francisco de Asís (1996) Donde las mujeres (1996) Premio Nacional de Narrativa, Premio Ciudad de Barcelona, finalista Premio Europeo de Literatura Aristeion Cuentos reciclados (1997) La cuadratura del círculo (1999) Premio Fastenrath de la Real Academia de la Lengua Española El cielo raso (2001) I Premio de Novela José Manuel Lara Hernández Una ventana al norte (2004) Protocolos, 1973-2003 (2004) Contra natura (2005) La Fortuna de Matilda Turpin (2006) Premio Planeta
La novela desarrolla a partir de 1120 a 1150 la vida de Acardo, descendiente de un caballero aquitano y de una ambiciosa dama. Con el padre ausente en perpetuo servicio de su señor y marginado familiarmente por su diferencia, el protagonista se cría con los sirvientes hasta que su padre decide encomendar su formación de armas a tu tío, con el que entablará una relación especial. A la muerte del tío, Acardo hereda sus títulos y, convertido en señor, decide marchar a la corte de de Guillermo IX para desenmascarar la desaparición de su padre en lucha contra los moros de Calatayud.. Allí, se sentirá atraído por la excéntrica personalidad del duque y será absorbido por los encantos de la vida cortesana, ya sombría y en declive. Sin lograr sus propósitos y tras dar muerte a su primo, decide volver a sus propiedades, pero encuentra que su madre, en su ausencia, se ha enseñoreado de ellas. En lucha por recuperarlas, conoce a Bernardo de Claraval, a quien sigue guiado por la promesa de lograr vencer todos los miedos. En su estancia con los monjes del Císter, Acardo de abandona a la locuacidad y al estilo de vida del santo, hasta que este disponga que marche con los templarios a Jerusalén. Allí, entre dudas por su condición extraña de monje guerrero, conocerá a la joven Oriana, pero se negará a secundar las proposiciones amorosas de la dama. La derrota de los cristianos en Damasco durante la II Cruzada, cuando Acardo empezaba a respetar y amar elementos de la cultura islámica, motivarán su regreso a Claraval para enfrentarse a su mentor del Císter. Cuando llegue, lo que queda de Bernardo es sólo ya una figura decrépita y en desgracia que se niega a escuchar nada, absorto en sus propias justificaciones. A Acardo sólo le queda marchar con su caballo y dejar atrás todos esos mundos en los que nunca pudo integrarse ni acabar de comprender.
Novela histórica
Amor cortés y reflejo de la corte de Guillermo IX de Aquitania Mundo cruzado y orden del Temple (fiel reflejo de vida y costumbres; regla de San Bernardo; cruzada de 1146) Regla y propuesta del Císter Historia de Abelardo y Eloísa
Weaver III, Wesley J., «Ideología y fabulación en La cuadratura del círculo», Anuario de Estudios Filológicos, XXXI (2008), pp. 241-257.
Segundón de una familia de la nobleza aquitana de la que se siente desvinculado y desarraigado. Desde los inicios de la acción es un hombre equivocado y desubicado que trata de buscar su identidad en todos los ambientes por los que se siente tanto atraído como desengañado. Su historia corre paralela a la convulsión política, filosófica y religiosa de la Europa de la primera mitad del siglo XII.
Temido guerrero que participó en la toma de Jerusalén, donde sufrió una herida que le dejará inválido. Se dedicó a los placeres mundanos y encabezó una banda de truhanes que le llevó a ser temido en toda la zona, hasta que el hastío por su invalidez le llevón a la postración y la espera de la muerte.
Alférez de Arnaldo, encargado del aprendizaje de Acardo en el dominio de las armas. De ahí nacerá una relación que continuará en la corte de Guillermo, de quien el catalán también se convertirá en vasallo a la muerte de su señor Arnaldo.
Hijo natural del tío de Acardo con una siria desaparecida, que se ve desheredado por la llegada de su primo y el afecto que le muestra su padre. Acompañará a Acardo, a cuyas manos morirá, en la expedición en busca de noticias de su padre.
Monje del Císter, confidente de Acardo y secretario de Bernardo de Claraval, a quien le censurará sus enseñanzas escindidas, su ciega obediencia y su contacto con el poder mundano, y cuyas embajadas en Europa acabará manipulando.
Compañero de Acardo en su época templaria, de cuya orden vistió hábitos lleno de dudas pero atraído por las batallas, las cuales cree que podrán enfrentarle a sus miedos.
Dama de la corte de la reina Melisenda cuyos encantos provocarán ciertas dudas en Acardo. Acaba huyendo hacia damasco con un joven pariente de sus gobernantes.
Se narran las enseñanzas del monje y santo desde sus primeros inicios en la orden del Císter hasta su caída tras la derrota en la cruzada de Damasco, de la cual fue el impulsor. Se nos ilustra su fuerte carácter, su locuacidad extrema pero también sus contradicciones y sus errores en el apoyo de la II Cruzada, que le llevará a la caída en el respeto de los grandes de Europa.
Aparecen en la novela los últimos años de vida del duque, enfrascado en una vida decadente y ambigua hacia la poesía, el amor y sus súbditos.
Cuenta la novela matices de su reinado, desafortunada muerte del rey durante una cacería y la fuerte personalidad de la reina, decidida a la regencia y a desafiar las palabras de Bernardo.
Vida de los dos amantes tras su separación; él, figura que continúa con sus labores filosóficas y sus diatribas con Bernardo de Claraval y ella como hermosa abadesa.
Primero y segundo de los maestres del Temple, de los que se nos narran algunos de sus logros y la búsqueda de tropas para el mantenimiento de Jerusalén bajo dominio de la Cristiandad.