FICHA DE LA OBRA
MARÍA SARMIENTO
Dirección: Ernesto Caballero.Intérpretes: Marisol Rolandi (Petra), Susana Hernández (María), Ascen Ferreras (Nuria/ La Viuda Negra), Carmen Machi (Lorenza/ Luna), José Luis Escudero (Sarmiento/ El Río Guadalquivir).
Escenografía y vestuario: Miguel Brayda
Iluminación: Santiago Antón.
Música original: Javier Limón.
Coreografía: Carmen Machi.
Ayudantes de dirección: Ion Garaialde
Diseño gráfico: Miguel Brayda
Producción: Susana Hernández para Teatro El Cruce (Madrid)
Estreno: Muestra de Autores Contemporáneos de Alicante 1998.
- Gira por España.
TEXTO DEL PROGRAMA DE MANO
A FEDERICO, CON CARIÑOMaría Sarmiento (cornedia alorcada en tres actos) es un homenaje desenfadado al mundo lorquiano que pretende recoger diversos temas de la producción dramática del genial granadino en una fiesta teatral donde la parodia no impida -al menos así se ha pretendido-, que asome ta fascinación que profesamos por el cautivador universo del poeta , de Fuentevaqueros.
Amanos a Federico. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de todo ese lorquismo oficial que ha llegado a convertirse en una suerte de eslogan o logotipo de los nuevos Ministerios de Información y Turismo. Y es que lo peor que le puede suceder a un poeta es que a su propia obra le salga un sarpullido de cómoda y socorrida retórica de andar por casa: que sus audaces e iluminadoras imágenes puedan llegar a ocultársenos debido a la reiteración de los tópicos y los lugares comunes.
De igual forma, lo peor que le puede suceder a un dramaturgo es que su palabra encendida, las vibrantes situaciones que suscitan sus personajes, la singular mitología que, en definitiva, atesora toda su obra, pase a formar parte del mausoleo de ilustres autores que de vez en cuando han de ser representados por fomar parte de nuestro sacrosanto Patrimonio Teatral, A partir de ahí todo se enmohece irremisiblemente, todo se apolilla y lo que es peor, todo, absolutamente todo se funcionariza. Eso sí, en ocasiones con espectaculares derroches de medios audiovisuales y de sesuda contribución académica.
Antes de esto, nosotros hemos preferido, en esta ocasión, quedarnos con el remedio irónico, la caricatura mordaz, incluso la burla maliciosa hacia quien, como gentes de teatro, sentimos asombrosa y profundamente cerca.
En definitiva, con nuestro particular homenaje sólo pretendemos llegar a transmitir la misma intensa diversión que nos ha embargado a lo largo de toda esta aventura teatral.
Así pues a reír, a reír con esa risa de infancia y de campo, con esa risa silvestre que el poeta declaró que defendería siempre, siempre, hasta la muerte.
Ernesto Caballero
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