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Callejón oscuro.
Cartones, latas,
vidrios, maderas, cajas, tablones,
periódicos viejos,
un gato negro o pardo
(quién sabe ahora),
más cartones que
puedan servir de algo,
cacerolas inservibles,
botellas de whisky y
litronas de cerveza,
la humedad de otoño
tras los charcos y las manchas de las
paredes;
fachadas en claroscuro
más oscuro que claro,
la luz a medias de una
farola y de una ventana
insomne, el olor,
la náusea, el vómito de
un cuerpo carcomido
por el alcohol.
Una botella que cae
sobre las demás.
Vidrios rotos y botellas
vertidas como fuentes.
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