FICHA TÉCNICA
DIRECTOR

Alejandro Jornet

ACTORES

Lola López

Paco Zarzoso

Juan Madli

Miguel Ángel Romo

AYUDANTE DE DIRECCIÓN

Benja Domenech

MÚSICA ORIGINAL

Jesús Serrano

Viola. Juan Luís Martínez

DIRECTOR TÉCNICO

Joan Falcó

ESCENOGRAFÍA E ILUMINACIÓN

Javier Quintanilla

ESCENOGRAFÍA

Odeón

Fet d'encarrec

TÉCNICO DE GRABACIÓN

Javier Ibáñez

GRABACIÓN B.S.O.

Alameda Estudios

VESTUARIO

Joan Miquel Reig

FOTOGRAFÍA

Jordi Pla

PRODUCCIÓN

Hongaresa

AGRADECIMIENTOS

A Laura Romo, María Zárraga, Francisca Ruiz y Espai Moma

TEXTO DEL PROGRAMA DE MANO
 

(Extraído de la introducción de Sanchis Sinisterra a la edición de Cocodrilo.)

"Justo al lado de la realidad tan cerca que a veces se producen confusiones graves, pero a la vez tan lejos que las filtraciones resultan sospechosas, discurre un mundo posible de nítidos perfiles y contenido vago". Es el mundo según Paco Zarzoso, su mundo escénico.

Un mundo en el que abunda la noche y escasea la certidumbre, pero que no por ellos está urdido con la sustancia de los sueños. Las palabras y las cosas tienen allí un aspecto demasiado concreto, incluso vulgar, como para hacernos sentir en los dominios de los onírico. Así y todo, su lógica no es plenamente la que rige en los estados de vigilia. (...)

En Cocodrilo es evidente que se cuenta una historia. O por lo menos, que hay una historia. Por ahí, en alguna parte, tiene lugar una porción del destino de cuatro personajes que la noche reúne en encuentros bimimbres de perfecta simetría, sólo rota por el soliloquio de Cocodrilo... En realidad, diálogo con un quinto personaje, definitivamente ausente. Y en esos encuentros afloran jirones de una ambigua trama de cine negro, en la que dos bandas probablemente delictivas se disputan el control de los territorios de la noche urbana.

Paralelamente, con contornos algo más concretos pero más realistas, se desenvuelve una peregrina novela familiar, marco de otra disputa: la que los dos progenitores, separados y enfrentados, libran por encauzar el porvenir del hijo.

Pero, con todo, el devenir de la fábula se da con prioridad fuera de plano: o bien en la extraescena, o bien en los intersticios de la acción dramática, de las siete escenas que compoenen la obra, en la que cuatro personajes dialogan, monologan y callan inconteniblemente, tratando en vano de afirmarse a sí mismos, de mover a los otros y/o cambiar de situación. (...)

Ese misterio que recorre la ambigua trama de Cocodrilo tiene un matiz peculiar en toda la obra dramática de Zarzoso, que sustenta su fascinante teatralidad.

Es el misterio humilde e insidioso de lo paradójico.

La paradoja es, en el mundo posible -e imposible- de Paco Zarzoso, esa pequeña fractura que se produce subrepticiamente entre lo familiar y lo insólito, entre lo cotidiano y lo excepcional, entre lo obvio y lo inverosímil, a través de la cual ambos niveles lógicos, normalmente separados y hasta inconciliables, entran sin mayores problemas en una fértil coexistencia pacífica.

José Sanchis Sinisterra.

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