Las voces de Penélope de Itziar Pascual.
Revisión contemporánea de un mito.
Elisa Sanz
Estudiante de la RESADI. SOBRE LA AUTORA y SU ESTILO
Además de Dramaturga, ltziar Pascual tiene un amplio currículum como locutora en radio, periodista y colaboradora de diversas publicaciones teatrales. Actualmente lleva la dirección de la revista "Escena" que se publica en Barcelona mensualmente.
Nada mejor que sus palabras para definir su obra y nadie mejor que Caria Matteini para reunirlas. Lo que sigue es un fragmento de lo que se titulo "Ocho autoras en busca de Rigor. Recientes incorporaciones a la escritura femenina en España", en la Vº edición de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos 1996 (ver Cuadernos de dramaturgia nº2, Alicante, 1997, pág. 96 y ss) :La relación con la escritura de ltziar Pascual fue "un camino directamente hacia la palabra. Yolanda (Pallín) decía antes que en Madrid hay cierta sensación de exigencia. Yo creo que todo autor vive como imperativo la exigencia de perfección, plenitud y totalidad. Me gusta el teatro porque creo que es el único arte en el que uno nunca envejece. Puedes llevar diez años, haber escrito quince obras, y sigues siendo una promesa. He firmado conmigo misma un pacto, de no exigirme ni la plenitud, ni la perfección, ni la totalidad. Creo que la plenitud del autor es haber encontrado algo, aunque sea una sola vez. Disfruto tanto del placer de escribir, en ese caminito, que si se da ese encuentro o no se da, el placer de haberlo intentado me parece demasiado feliz y fascinante como para perdérmelo. Me gustaría escribir una obra algún día, pero cuando uno va en busca de la luz, la luz se va, uno no ve. Pero tengo la suerte de creer que antes o después ese algo aparecerá. El año pasado me fui a Alejandría en busca del faro, y en su lugar apareció Penélope. Fue un encuentro precioso. Ahora estoy intentando escuchar una voz que es la primera que intenta nacer, no tanto de la parte animal, como de la de la razón y la lógica. La mía es una tentación siempre a la búsqueda del aprendizaje, en los seminarios, en los talleres, porque sí creo que hay una parte de la escritura que tiene que ver con el rigor, con la técnica, con la formación, con el cuestionamiento de uno mismo, y la crítica ... Pero ahora también estoy intentando firmar otro pacto, entre la parte animal y la de la razón, que entre ellos se entiendan un poco, y que uno no viva lo otro como juez y cuestionador. Es la primera vez que parto de un arranque racional, y como no podía ser de otra manera, la parte animal ha decidido ir por otro sitio. De manera que yo que quería arrancar con una historia que hablara de paraísos perdidos, de la perfección rota, que tuviera una energía, pero una energía nostálgica, melancólica, y está saliendo una voz muy barroca, con mucha cena, que habla de las mujeres que pasean por la noche con bolsas de plástico y de contenedores y de las ciudades de fumadores perseguidos ... Es muy difícil encontrar el camino de la continuidad, que debe nacer del respeto a la libertad y al legitimo derecho de todos a comer. No puedo defender la continuidad como una esclavitud para que me sigan queriendo."Itziar Pascual defiende el discurso poético como medio o manera de llegar al espectador. En todos sus textos destaca esta característica, y esto nos apoda una lectura abierta en imágenes y cargada de olores y texturas.
"Yo he sentido dos fuerzas: una que se cuestiona la teatralidad de lo poético, por lo que en el momento en que se apuesta por determinadas imágenes hay un rubor, que hace que lo teatral de esa imagen se cuestione desde valores como conflicto, o acción; y por otro lado, habitualmente aparece también la sospecha que lo poético pertenece al mundo de lo leído, de lo enterado, y no al mundo de lo vivido. Hay una sospecha a la hora de encarnar lo poético desde la interpretación, porque parece que está dentro del territorio de la actitud literaria, del posicionamiento literarío del autor, que en su carnalidad o sus vivencias. Creo que cuando uno elige un camino determinado, éste en concreto, para expresarse, no es porque leyó, sino porque necesitó esas palabras para decir aquello, porque tenía que ver con lo que había sentido. Y eso, que es simplemente el camino y la libre opción de cada autor para contar la palabra que necesite, hay un momento en que se parece más al agua que al hierro, puede ser más sedoso y más liquido, provoca de inmediato un espacio de sospecha, o de cautela. Parece lo que dice Calvino, que hay palabras leves y pesadas, y el mundo de lo poético es muy rotundo, parece que son palabras que se le pueden escurrir al actor, que necesita una seguridad y certeza del autor, de armonía por litros, y por esto y por esto y por esto...y si el autor no está en el proceso de ensayos, o no están dándole ese voto de confianza, la primera tentación es: ¿No será esto poesía? Y, ¿realmente crees que es teatro? Pienso que es una manera de contar que tiene que ver contigo, no creo que nadie elija determinadas palabras por compostura literaria o por presumir, sino porque viene del mundo de lo necesario, no de lo demostrativo.""En este sentido para mí el texto, en este momento, sería algo a tratar como una parte más. El texto es una parte del significado, pero no es todo: el significado también lo da la imagen, también la dramatúrgia, la propia actuación. Hay muchas lecturas del significado del hecho teatral, que está formado por materiales diversos. El texto de todas maneras es el texto y ahí está, y tendrá su propia vida y su propia lectura y posibilidad futura."
Esta libertad de lectura y de imágenes que invaden todo texto poético, hace de la obra de esta autora un paraíso para todo creador que parte desde el tratamiento visual. Siendo el texto, como ella explica, una parte del significado, no podemos entender sus escenas sin las imágenes personales que surgen de ellas.
Si entendemos por teatro la unión de texto, imagen, sonido, luz e interpretación unidos dramatúrgicamente en una sola dirección, esta autora nos ofrece las palabras para que el resto de los creadores construyan, junto con ellas, la obra final que se pondrá sobre el escenario. No estamos, por tanto, ante un autor de acotaciones marcadas, ni ante un tipo de dramaturgia aristotélica, nos encontramos ante una autora consciente de la existencia de un equipo creador dentro de una estructura dramática contemporánea.
Junto con Itziar Pascual existe un grupo de autoras que destacan en el panorama teatral español. Entre ellas podemos destacar a : Helena Pimenta, Sara Molina, Beth Escudé, Yolanda Pallín, Margarita Borja, Cristina Maciá, Paloma Pedrero, Angélica Liddell, Yolanda Arrieta, Margarita Reiz, Marga Sánchez, Mercé Sarriàs, ...
Platón amordazó a las mujeres, afirmando que el habla privada de la casa - o sea, de las mujeres- no tenía ni forma ni contenido dignos de ser escuchados. Existen ahora mujeres que sí tienen que contar y qué decir dentro del teatro además de las demás formas literarias, y que afortunadamente son escuchadas, y son leídas. No quiere ser esto un alegato feminista, pero sí tiene que ver con la razón para la elección de esta autora y de un texto escrito por una mujer dando voz a aquella otra mujer, Penélope, que tras pedir que dejaran de hablar de guerras fue amonestada por su hijo Telémaco y arrastrada hacia su telar a llorar por Homero, y con la que me siento tan idenfificada y unida por una palabra: "Espera".
II.-REVISIÓN CONTEMPORÁNEA DE UN MITO. CONTENIDO Y SENTIDO DE UN ARGUMENTO.
El personaje de Penélope aparece en la obra "la Odisea". Mujer de Ulises y madre de Telémaco, su historia, o la que le impuso Homero, fue la de la espera. Ulises, llamado por los dioses, marcha de Ítaca a vivir un gran número de aventuras para volver veinte años después. Por ello Penélope, en la Odisea, aparece al comienzo y al finalizar la misma. Los veinte años intermedios están dedicados al héroe, Ulises.
En "las voces de Penélope" se recoge la figura de esta mujer con una intención de revisión del mito y con un propósito de contemporaneización del mismo. Destruir el mito para construir uno nuevo desde la perspectiva del hoy, y en el espacio comprendido en el periodo de espera.
¿Debemos creer a Homero? ¿Penélope sólo pudo ser, vivir, existir, en función de Ulises y Telémaco? ¿Esperó fielmente en el palacio de Ítaca? ¿Qué significa esperar?. ¿Qué significa acoger al que regresa? ¿Se vuelve igual? ¿Tiene algún sentido esperar hoy? ¿Qué hacemos en el tiempo de espera, si esperamos?.
Estas son las preguntas que recorren el texto compuesto por veinte escenas. Escenas que son situaciones aisladas en sí mismas pero ordenadas dramatúrgicamente para mostramos la evolución del personaje principal, Penélope, desde:
1.- La figura de Penélope (mito, y su recorrido en la Odisea)
2.- La mujer que espera (Penélope contemporánea, hoy)
Junto a la Amiga de Penólope y su propia historia de amor rota.
Dos recorridos (el histórico y el actual), tres historias y una misma evolución. Un tiempo de espera que lleva a los personajes de la actitud de "esperar a" (al hombre amado), a la de "esperarse a sí misma".
"La espera es una forma de existencia.
Es un acto silencioso de reafirmación
En lo que somos, en lo que sentimos,
En lo que esperamos.
El tiempo no es un enemigo, es un compañero de viaje.PENELOPE: Imágenes de todas las mujeres que esperan. PENELOPE: Instantes de un proceso de escrítura y/o instalación.
PENELOPE: cadencias, palabras, texturas del tiempo en que tejimos."
Podemos observar que este texto representa a su vez la metáfora de la historia de la mujer. Historia compuesta de grandes esperas para la adquisición de derechos e igualdad. Historia marcada por la evolución de una condición (la de mujer) que ha sido maltratada a lo largo de los siglos y que aún hoy en día sigue siendo castigada, situación que es criticada en la escena 16: «a la media luna, giró la fortuna". Darle voz a Penélope es algo más que decir lo que no dijo Homero, es decir lo que no pudieron decir muchas mujeres.
III.- EL ESTUDIO DE UNA ESTRUCTURA PARA UNA REFLEXIÓN SOBRE EL LENGUAJE Y EL ESTILO.
ESCENAS:
1.- Adiós, Ulises ----------------Penélope------------------------
2.- La despedida .......................... La mujer que espera.
3.- Todas somos iguales ................. La amiga de Penólope.
4.- Consejos doy...................... La M. que E. / La amiga.
5.- Yo seré tu baby .................. La M. que E. / La amiga.
6.- No es tan fácil olvidarle......... La mujer que espera.
7.- Pasos --------------------------Penélope-----------------------
8.- El contestador ......................La mujer que espera.
9.- Violencia cotidiana................ La mujer que espera.
10.- La dulce muerte------------Penélope------------------------
11.- Vergüenza debería darles......... La amiga de Penélope.
12.- Y beber, beber, beber ............ La M. que E / La amiga.
13.- Como una señora.................. La amiga de Penélope.
14.- Ítaca es una pocilga--------Penélope------------------------
15.- La huella del viajero-------Penélope------------------------
16.- A la media luna, giró la fortuna.... La M. que E. / La amiga.
17.- Lluvia de amor........................ La mujer que espera.
18.- La condena-----------------Penélope / Telar-----------------
19.- Lejos.................................... La mujer que esperó.
20.- Mi verdadera historia---Penélope / La M. que E. / La amiga.
Este conjunto de escenas puede tener una lectura partida:
Escenas: 1. 7. 10. 14. 15. 18. 20. corresponden a la historia del Mito.
Escenas: 2.3.4.5.6. 8.9. 11.12.13. 16.17. 19. 20. a una historia actual.
Estos dos bloques tienen sentido en sí mismo, pero consiguen, unidos, el significado completo. Éste es el interés de la estructura creada.
Son dos espacios diferentes, con personajes de diferente época, y su recorrido es altemo. Sus cortes nos dan la dimensión completa y la relación entre mito y contemporaneidad unidos (pero no mezclados). La autora no nos deja opción, la relación es obligada. Es la Amiga de Penélope la única que nos cuenta su desengaño de una manera continuada en las escenas 11,12 y 13, mitad del texto que marca cambio de actitud en los personajes de Penélope y de la Mujer que espera.
Al mismo tiempo, existe la relación entre escenas, pero cada una posee su independencia, su individualidad y su ritmo interno. Podríamos cambiar de orden los monólogos de Penélope y eso no afectaría la comprensión del conjunto.
Estamos ante una estructura abierta y fraccionada. Sí existe una evolución dramática, pero no podemos hablar de planteamiento, nudo y desenlace al modo tradicional. La alternancia de las escenas, monólogos y diálogos, marcan un ritmo concreto, y es este ritmo el que ayuda a esta evolución. También comprobamos cómo la autora, consigue, mediante este orden de escenas, el acercamiento de los personajes. El paralelismo de sus historias y su camino hacia un mismo punto es convergente, por que el final es el mismo para todas, y a todas encamina finalmente hacia la escena 20.
Itziar Pascual nos ofrece, por medio de esta estructura, una reflexión sobre el lenguaje y el estilo de la obra. Por lo que no podemos reflexionar sobre los diferentes lenguajes de la obra sin hacer referencia a su composición y altemancia dentro de la estructura.
Podemos observar tres estilos de lenguaje diferente que corresponden a los tres personajes principales y con los que se perfilan y dan personalidad a los mismos además de situarlos espacialmente:
a) Penélope: Lenguaje poético de corte histórico. Vocabulario específico.
Lenguaje que nos transporta a otra época, "antes" .
"Yo quedo al cargo de lo que aquí dejas."
"Pero sé que la diosa Atenea velará por tu bien."
"Eros me condenó a la soledad con su mirada de ojos almendrados."
"Las parcas hilarán de otro modo nuestras vidas."
b) La mujer que espera: Lenguaje poético contemporáneo.
Lenguaje que sitúa al personaje en el espacio del hoy.
"A veces es como el bandoneón que me persigue pedigüeño en el Metro, como la voz de un árbol que sigue creciendo dentro de mí."
"Este sábado ha volado deprisa. Apenas le quedan un par de respiraciones. Un café con leche, unas compras inútiles, una aspirina para aliviar la tristeza que se posa sobre mi nuca. Y siempre al llegar a casa, el rito ansiado del buzón y el contestador. "c) La amiga de Penélope: Lenguaje cotidiano, contemporáneo. Alegre e incluso cómico. Lenguaje del hoy desde un estilo extrovertido.
"La vi tan triste que le dije: Vámonos de compras"
"Pero es que ellos son así. Así de cabrones. Hace falta tenerlos de aluminio"
"Y yo empecé a ponerme morada. Morada Corpus Christy. Y chica, que mal rollo, no me lo puedo creer, pero ¿de verdad? ... Y yo buscando el tabaco, dónde está el puto tabaco."Es la alternancia de estos lenguajes y estilos dentro de la estructura aportada por la autora, lo que hace que cada uno contraste con el otro. Este contraste de relación los eleva individualmente. Y es, además, la estructura y el estudio del lenguaje y estilo en la misma, lo que consigue que el espectador se sitúe en espacios diferentes, defina a los personajes, los relacione y evolucionen.
La autora ha conseguido la ecuación perfecta (estructura + lenguaje + estilo) para la construcción de un texto poético con todas las características y necesidades del texto dramático.
IV. SOBRE LOS PERSONAJES
A.- PENELOPE: "Madre de Telémaco, esposa de Ulises. Y a pesar de Homero, sangre y mujer de sí misma. Le acompañan la fuerza del tiempo y el vigor de la nostalgia."
Todas sus escenas son monólogos que nos remarcan su recorrido interno. Sólo existe un diálogo en la escena 18, y éste es con el Telar, compañero de espera y al que, probablemente, es ella misma la que le pone voz. Podemos dividir su personaje en cuatro tiempos:
1) TIEMPO DE TRISTEZA
Escena 1. : "Yo quedo al cargo de lo que aquí dejas: tu palacio, tus reses, nuestro hijo. Y yo misma. Si no enloquezco antes de tu regreso."
Después de un sueño premonitorio es consciente de la marcha de Ulises y de todo lo que ello supone, le deja ir sabiendo el dolor que ello supondrá.
Escena 7. : "La primera mujer y la última temen la palabra :"dicen"
Las dudas de las otras ante su fidelidad la reafirman, no teme la palabra "dicen". Está viviendo su espera en soledad y nadie tiene el derecho de invadirla.
Escena 10. : "Dejadme ir, simplemente: dejadme"
Momento de caída del personaje.
2) TIEMPO DE SERENIDAD
Escena 14. : "Madre, padre, reina, amiga, gobernante: todos los papeles para una única actriz. (Pausa) Todos menos uno. Víctima no."
En esta escena se recuerda los episodios de la Odisea en los que Penólope ve cómo su palacio se llena de pretendientes que van a ir consumiendo todos sus bienes, mientras esperan la decisión de ésta para un nuevo matrimonio. Se revelará ante esto, y de la caída anterior, elevará su autoestima ejerciendo de dueña de su palacio, y no de víctima.
Escena 15. :"Calla tu sospecha, corazón. Calla" Aparece Ulises disfrazado. Penélope reconoce a su marido.
3) TIEMPO DE CALMA.
Escena 18. : "Nos condenaron a entendemos, telar. A ser complices del mismo destino. A espera. "
Penólope acepta su condena, el tiempo ha pasado y no hay retomo.
4) TIEMPO DE INQUIETUD. El reencuentro consigo misma.
Escena 20. : "La historia oficial no me representa. ... Sentí un cierto malestar al reencontrarlo. Me había hecho conmmigo misma, ... en un lugar en el que me sentía bien siendo como era.... Y un día aprendí a esperar. A esperarme a mi misma... Esa tristeza dio paso a la serenidad. Y la serenidad a la calma. Y la calma a la inquietud por ser yo, no la espera de otro."
B.- LA MUJER QUE ESPERA: "Mujer en tránsito por una ausencia."
Su evolución está ligada al personaje de "La amiga ", el cual la mueve durante todo el texto hacia la acción y el cambio de estados anímicos. Tiene el mismo proceso que Penélope:
1) TIEMPO DE TRISTEZA. Escenas de la 2 a la 6.
2) TIEMPO DE SERENIDAD Y DE CALMA. Escenas 8 y 9
Como Penélope acepta su condena, también La Mujer que espera acepta su derrota.
"Nunca te dije Márchate. / Pero necesito alejarte para seguir viviendo. Y abrazo tu imagen para aplacar la derrota. "
3) TIEMPO DE CALMA Y DE INQUIETUD. Escenas 16.17.
Destaca en la escena 16 la posición de critica del personaje de "la amiga..." hacia el tema de la situación de la mujer y su toma de posición activa y decidida. También aquí "la mujer..." se ve impulsada por la amiga a una toma de conciencia. Derrotadas no, activas.
4) EL REENCUENTRO CONSIGO MISMA. Escenas 19, 20.
En la escena 19, la autora cambia el nombre del personaje por: "La mujer que esperó". El personaje ya puede ver desde sí misma, ver lo que antes no vió y analizar desde la calma.
"¿Quién viajó de los dos? Yo me fui sin mover los pies. Me revolví hasta desaparecer Tú viajaste para volar, yo, para enterrarme y renacer." (...) "Y decidí salir. Rasgar mí piel para tomar otra, Y volé."
C) LA AMIGA DE PENELOPE: "Campechana, de fácil palabra, buen corazón espíritu desenvuelto. La irreflexión fundida en las mejores intenciones."
Durante el primer periodo del personaje de "la mujer..." (escenas de la 2 a la 6) , ella actúa como accionadora, es el personaje opuesto en cuanto a energía y actitud.
Su sinceridad se desata de una forma extrovertida. Será el toque de contraste entre los dos personajes que representan a Penélope, no sólo por lo que dice y cómo lo dice, sino por su actitud inesperada, drástica y decidida . Ella también se espera a sí misma al fin y al cabo, pero su historia es distinta, la deja por otra, "la rubia de bote", aunque posteriormente vuelve con el tal Carlos, al que finalmente dejará. No es porque no sepa por qué, realmente sí lo sabe. Este personaje también evoluciona.
En las escenas 11, 12 y 13 se desarrolla su historia más específicamente. Su forma de exponer su situación es clara, cómica, pero al mismo tiempo lleva consigo una crítica ácida acerca de las relaciones hombre - mujer.
Nos sorprende en la escena 16 su puesta en marcha y reacción. Quizá no podíamos esperar su actitud. Siendo la que no analiza su situación desde la calma sí lo hará desde la acción. Su evolución es la más activa respecto a la forma y en cuanto a contenido.
No analizará nunca como lo hacen el resto de los personajes, ni siquiera al final de la obra:
"Ahora estoy aprendiendo a vivir con mis "no sé", con todas las dudas que se me pegaron a la piel en las sucesivas crisis. .... No sé, creo que no me va mal."
D) TELAR: "Sombra silenciosa que acompaña y habla"
La autora ha dotado de texto a este compañero de la espera. Pero no es sólo compañero, es el que, después de todo, continuará esperando.
"¿Veís señora? Alguien espera siempre al que, esperando, se siente abatido y solo. El mundo es una muralla de seres expectantes, que miran a las estrellas y piden deseos secretos. Vos esperáis y yo os espero vos."
Es el eslabón que quedará, la posible continuación, el personaje que da el carácter abierto del final de la obra.
Penélope no está sóla, a ella también la esperan.
V.- EL TIEMPO Y EL ESPACIO DE PENÉLOPE
TIEMPO: Entre la vigilia de la despedida y muchos años después.
LUGAR: En Ítaca. Y en todas las ciudades del mundo que se llaman Ítaca.
Los veinte años de espera de Penélope en la "Odisea" son una excusa, la metáfora de todos los tiempos (largos o cortos) de todas la esperas. La evolución de los personajes nos marca un paso del tiempo evidente, pero no podríamos definir cuántos días, cuántos meses, cuántos años. Si queremos hablar de tiempos, podemos hacerlo como cuando vimos los personajes: Tiempo de Tristeza, Tiempo de Serenidad, Tiempo de Calma, Tiempo de encuentro consigo misma. No se trata pues de la dimensión temporal que miden los relojes, sino de la dimensión temporal interna de los personajes.
El lugar que la autora nos ofrece es ése lugar que simbolizaría todos los lugares, un lugar poético, simbólico. Un interior, el de los personajes. Podemos imaginar las paredes del palacio de Ítaca, las paredes que acotan un espacio personal intemporal. Una puerta de salida, o de entrada del nuevo yo. También podríamos hablar del bar de la escena 12, de la habitación con teléfono y contestador de la mujer que espera, pero esto no sería consecuente. El único espacio que existe es el espacio poético que cobija al verbo "esperar".