APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LAS ILUSTRACIONES DEL ESOPETE YSTORIADO

Mª Rosario Castelló Benavent

  


ÍNDICE.

 I. Introducción.

 II. Selección de ilustraciones.

2.1 De la vida de Esopo. Primer día.

2.2 De la vida de Esopo. Segundo día.

2.3 Libro I. La .vij. del mal ladrón & del sol.

2.4 Libro II. La .xiiij. del lobo & dela ymagen.

2.5 Libro III. La .ij. fábula del cavallo & del leon.

2.6 Libro IV. La .iiij. de Juno & del pavon & del rruyseñor.

2.7 Fábulas Extravagantes. La .viij. dela culebra & del labrador.

2.8 Fábulas de Remigio. La primera fábula dela aguila & del cuervo.

III. La portada.

 

 

 I. INTRODUCCIÓN

Para lograr una comprensión idónea de las ilustraciones del "Esopete" no hemos podido obviar que éstas están insertas en una obra literaria. Debemos tener presente, por tanto, que no estamos ante una obra visual exenta, con información y cometido por sí misma, sino ante una estampa sintética y recordatoria de contenido e intenciones manifestadas previamente de forma escrita. Este hecho es decisivo para entender cuál ha sido el planteamiento del trabajo de su autor, un trabajo reiterador, sencillo, suficiente y consolidador del objetivo literario, resuelto con la única técnica posible probablemente en aquella época: la xilografía, pero incuestionablemente inmerso todo ello en su tiempo.

Aunque hemos tomado como base para este estudio la Ed. de Zaragoza de Pablo Hurus (1479) no hemos olvidado hacer un análisis comparativo de las fotocopias de la reproducción en facsímil de la misma con la de la Ed. de Toulouse de 1478, y tras una observación micrográfica, mediante aparatos de aumento, podemos concluir que ambas corresponden a las mismas planchas.

El primer hecho que hemos constatado es que las ilustraciones se incluyen en el conjunto de la obra como una página más, obra de la que se hacían un determinado número de copias iguales por medios mecánicos y no amanuenses: imprenta y grabado.

Cabe señalar cómo el autor nos hace una obra muy de su tiempo, lo cual es meritorio y significativo pues no sólo nos habla de su inmersión espacio - temporal sino que también nos dice bastante de su buen oficio. Es relavante el afán sintetizador del dibujante, de manera que en cada dibujo - viñeta, uno solo, nos muestra de forma asimultánea lo más definitorio de la intención moralizante del texto, incluyendo muchas veces más de un tiempo y más de un espacio.

Los protagonistas son los propios del Renacimiento, en contraposición a las épocas colindantes. Así, desfilan ante nosotros personajes de la vida cotidiana, seres mitológicos, etc; por el contrario no aparecen contenidos gráficos que representen a la Iglesia o simplemente religiosos. Las clases sociales de la época, jerarquizadas, se dejan ver suficientemente retratadas en sus vestidos, calzado y tocados.

Por lo que a la distribución de la composición se refiere, hemos podido ver muy frecuentemente la simetría como estructura de los elementos, a veces incluso añadiendo elementos no aludidos en el texto, pero que juegan el correspondiente papel compositivo a tal fin.

La perspectiva se presenta muy básica mediante planos o términos correspondientes a zonas intermedias entre el primer plano de la escena y el horizonte, pero nunca resuelto de forma progresiva. Pocas veces aparecen líneas que correspondan con visuales hasta un supuesto punto de fuga. En algunas figuras de personas o animales resulta algo estereotipado y tosco el que al ser representadas con una pierna delante y otra detrás, ésta última suela estar sombreada mediante rayado paralelo con bastante separación.

Aunque podamos pensar que los recursos del ilustrador son limitados y reiterativos, debemos también valorar la técnica, a la que ya hemos aludido, y la clarificadora intención y habilidad compositiva que, estando al servicio del texto, logra además su carácter propio.

La metodología que se ha seguido para el análisis de las ilustraciones se configura según el desarrollo del los apartados del esquema siguiente:

 

1. Descripción de las figuras.
2. Elementos.
3. Situación de la escena.

3.1.Ubicación.
3.2. Perspectiva.

4. Contenido literario.
5. Correspondencia entre el contenido literario y el contenido gráfico

5.1. Los personajes y los elementos.
5.2. Secuencia gráfico-temporal.

 

Añadir por último que el trabajo que a continuación se presenta no pretende ser un estudio exhaustivo sobre las ilustraciones sino una aproximación, el sencillo esbozo de un comienzo para futuros estudios sobre el tema y una puerta abierta a nuevas vías de investigación.

  

 2. SELECCIÓN DE ILUSTRACIONES

 2.1. DE LA VIDA DE ESOPO.PRIMER DÍA

 DESCRIPCIÓN DE LAS FIGURAS

PRIMERA FIGURA: Figura de pie, vestida con largo hábito de mangas anchas que le cubre el cuerpo por entero. La cabeza aparece cubierta por un tocado a modo de turbante del cual cae, perpendicular, una tela por el lado izquierdo que finalmente se pierde tras el mismo. Ambos brazos aparecen flexionados. La mano derecha señala con el índice la fig. 2. La izquierda aparece extendida mostrando su palma ligeramente inclinada hacia el suelo. Son unas manos pequeñas y delgadas. La cabeza se nos presenta levemente levantada. La mirada se dirige hacia el grupo formado por las figuras 2, 3 y 4. Los rasgos del rostro se nos muestran tan bien definidos que nos descubren la delgadez del mismo.

SEGUNDA FIGURA: Figura de pie, vestida con camisa de mangas anchas, calzas y botas. Un pequeño gorro de ala estrecha cubre su cabeza y permite adivinar un pelo corto y liso que deja al descubierto un cuello ancho y robusto. El abdomen y los muslos no aparecen, pues se esconden tras la fig. 3 que se superpone a éstos. Se nos muestra ligeramente inclinada hacia la fig. 1 de ahí que la pierna izquierda aparezca extendida hacia delante y la derecha se suponga flexionada, por la posición que adquiere el cuerpo. El brazo derecho está totalmente flexionado. La mano, pequeña y delgada, tapa la boca. La mirada se dirige hacia la fig. 1. La segunda figura forma parte del grupo que junto a ella componen las figuras tres y cuatro.

TERCERA FIGURA: Figura de pie, pero inclinada en dirección a la fig. 1. Vestida con jubón, camisa, calzas y botas; armada con un cuchillo que le cuelga del cinto por la parte izquierda. El tórax aparece claramente flexionado y deja caer su peso sobre los muslos, en donde se apoyan las manos. De su boca sale un vómito que a modo de colgajo alcanza el suelo y se dispersa por el mismo en pequeños elementos. Las piernas son fuertes y musculosas. La cabeza, pequeña en relación al cuerpo. El pelo, liso.

CUARTA FIGURA: Figura de pie, totalmente erguida. Vestida con camisa, jubón, calzas y botas. Un estrecho cinto ciñe la cintura y resalta un vientre prominente. De baja estatura, cabeza grande, piernas y brazos cortos y robustos. Cabello rizado y a mechas. Con abultamiento en la espalda a modo de joroba. El brazo derecho se apoya sobre el brazo izquierdo de la fig. 3, el izquierdo quiere señalar el vómito que aparece en el suelo. La mirada se dirige hacia la fig. 1.

2.1.2. ELEMENTOS

Las figuras destacan claramente contra un fondo neutral. Únicamente se dibuja el suelo mediante líneas horizontales que finalizan ligeramente curvadas creando un horizonte claramente definido.

Entre los pies de las figuras 2 y 3 aparecen pequeños elementos en forma de pétalos. Tres líneas onduladas, referidas a la vegetación, sirven de fondo a las piernas de las figuras 3 y 4.

2.1.3 SITUACIÓN DE LA ESCENA  

2.1.3.1 UBICACIÓN

La escena se sitúa en un medio natural: la tierra y el cielo.

2.1.3.2 PERSPECTIVA

Es la posición de las figuras y las líneas horizontales continuas y discontinuas que enmarcan el fondo las que nos dan la perspectiva.

2.1.4. CONTENIDO LITERARIO

Zenas tenía encomendada la administración de la heredad de su señor. Una mañana, mientras trabajaba, se presentó éste acompañado de un mozo llamado Agathopus. Zenas los llevó hasta una higuera en la cual habían madurado unos pocos higos, principalmente más que en las otras higueras. Los cogió y con gran reverencia los ofreció a su amo. Éste mandó a Agathopus que los guardase hasta que él regresara de su baño. El mozo llevado por la gula comió dos higos delante de un compañero suyo. Ambos traman un plan para comerse los frutos y hacer culpable a Esopo, que difícilmente podrá defenderse ante el señor - cuando sea acusado- por ser tartamudo. Comen todos los higos y al volver el señor del baño y pedir los frutos, Agathopus culpa a Esopo. El señor, lleno de ira, lo manda llamar. Esopo al verse acusado y no poder mediar palabra utiliza su agudo ingenio para desenmascarar a los que le han culpado falsa e injustamente. Se dirige hacia el fuego y coge una olla de agua caliente; bebe y se pone los dedos en la boca para provocarse el vómito; sólo expulsa agua. Pide permiso al señor para que los mozos beban. Por orden de éste ambos beben. El resultado es un vómito de agua revuelta con higos. El señor manda desnudar a los culpables y azotarlos públicamente, diciendo:

-Cualquiera que contra otro alguna cosa por engaño levantare o acusare, por igual y por galardón será su cuerpo afeitado y guarnecido.

2.1.5. CORRESPONDENCIA ENTRE EL CONTENIDO LITERARIO Y EL

CONTENIDO GRÁFICO

2.1.5.1. LOS PERSONAJES Y LOS ELEMENTOS

La figura 1. Corresponde al señor.

La figura 2. Es el mozo que acompaña a Agathopus.

La figura 3. Es Agathopus.

La figura 4. Corresponde a Esopo.

A excepción de Zenas, que no aparece, los personajes del relato y los elementos gráficos guardan entre sí una estrecha relación. El ilustrador ha optado en esta ocasión por plasmar la cuarta secuencia de la historia para señalar, probablemente, la relevancia del agudo ingenio de Esopo.

2.1.5.2. SECUENCIA GRÁFICO-TEMPORAL

No existe en esta imagen una secuencia temporal. La ilustración, como hemos dicho anteriormente, plasma únicamente el cuarto tiempo del relato, el más impactante y el que servirá a la postre como recordatorio del desenlace de la narración. Quedan pues excluidos de la representación gráfica el primero, segundo y tercer tiempo, quedando representado el cuarto.

Cuarto tiempo: Agathopus vomita - ante el señor, Esopo y su compañero- los higos que ha comido, descubriéndose culpable de los hechos que anteriormente ha imputado a Esopo.

Las figuras son de estilo naturalista, sencillas, de rasgos fáciles y simples en sus proporciones. Hay que subrayar, no obstante, la claridad y transparencia que transmiten por lo que a la identificación de los personajes se refiere. Así, queda manifiesta en la vestimenta la diferencia de clase social entre los personajes. El señor con un atuendo más ostentoso y el resto de las figuras vestidas más humildemente.

 

2.2 DE LA VIDA DE ESOPO. SEGUNDO DÍA

2.2.1 DESCRIPCIÓN DE LAS FIGURAS

PRIMERA FIGURA: Figura de rodillas, con las manos juntas. Vestida con un sayo o hábito que le cubre todo el cuerpo, la dirección del mismo, así como de las manos y la mirada va hacia la figura central que está arriba. La parte superior de la cabeza aparece afeitada.

FIGURA CENTRAL: Figura de mujer desnuda, desde la cabeza hasta el pubis, con el pelo largo y rizado. El brazo derecho aparece flexionado. En la mano lleva una vara labrada, la cual tapa ligeramente el pecho derecho y sobrepasa la cabeza de la figura. El brazo izquierdo se dirige hacia la fig. 3, que está recostada entre el suelo y un árbol. El personaje que nos ocupa está rodeado por una cenefa con hojas que entran y salen alternativamente. Los elementos que la enmarcan están lobulados con, probablemente, vegetales. La alternancia dentro / fuera de cada parte se remarca con sombreado de rayado. Podemos aventurarnos a decir que se le ve el ombligo.

TERCERA FIGURA: Figura recostada sobre un árbol. Va vestida con camisa, jubón, calzas y botas. El jubón se ciñe a la cintura dejando al descubierto una tripa prominente. La cabeza es grande en relación al resto del cuerpo. El cabello aparece a mechas, semirizado. Espalda con un abultamiento a modo de joroba. Los rasgos del rostro - ojos, boca y nariz - se destacan considerablemente. Aparece con los ojos cerrados. Piernas robustas y cortas, pies grandes y manos pequeñas. La mano derecha reposa sobre el vientre y la izquierda sobre el muslo izquierdo. La pierna izquierda aparece extendida, la derecha flexionada.

2.2.2 ELEMENTOS

El árbol donde se apoya la tercera figura, que hemos referido, tiene cuatro ramas cortas y podadas. Alrededor del personaje aparecen elementos esquemáticos en forma de arco o dos arcos juntos, referidos a la vegetación. El horizonte queda delimitado por varias líneas discontinuas, las cuales, al dividirse en su parte central dejan entrever cierta perspectiva.

2. 2. 3. SITUACIÓN DE LA ESCENA

2. 2. 3. 1. UBICACIÓN

La escena se sitúa, como vendrá siendo habitual, en un medio natural: campo y cielo.

2.2.3.2. PERSPECTIVA

Se aprecia una perspectiva rudimentaria, de manera que se ve cierta profundidad entre los términos del fondo respecto a los primeros. Como ya apuntamos anteriormente, el efecto se logra gracias a la disposición de las líneas que marcan el horizonte, así como a los elementos - vegetación - que aparecen distribuidos alrededor de la tercera figura. El cielo está exento, excepto el espacio que ocupa la figura central.

2.2.4 CONTENIDO LITERARIO

Al día siguiente el señor se fue a la ciudad. Esopo trabajaba en el campo cuando un sacerdote, Ysidis, se le acercó porque andaba desorientado buscando un camino que le condujese a la ciudad. Antes de indicarle la dirección Esopo ofrece comida al sacerdote, le hace reposar y luego, con diligencia, le muestra el camino. Ysidis agradecido por la caridad que de Esopo había recibido ruega a los dioses y diosas por él. Como la diosa de la caridad oyó las plegarias, apareció ante Esopo y le dio la gracia de que pudiese hablar sin ningún impedimento todas las lenguas de las gentes, que entendiese los cantos de las aves y las señales de los animales y que a partir de aquel momento fuese inventor de muchas y diversas fábulas. Al despertar Esopo de la siesta que acostumbraba a hacer después de su trabajo, reconoce en su persona los dones que la diosa le otorga. Maravillado por las gracias concedidas concluye: Pues quien buenas obras realiza buenas esperanzas recibe siempre en el corazón.

2. 2. 5. CORRESPONDENCIA ENTRE EL CONTENIDO LITERARIO Y EL

CONTENIDO GRÁFICO

2.2.5.1. LOS PERSONAJES Y LOS ELEMENTOS

La figura 1: Es el sacerdote, Ysidis.

La figura 2: Corresponde a la diosa de la caridad.

La figura 3: Es Esopo.

Los personajes y los elementos guardan una estrecha correspondencia, excepto por lo que al árbol sobre el que reposa Esopo se refiere. El árbol que aparece en la ilustración se nos presenta sin follaje, mientras que en el relato se nos dice que Esopo se durmió a la sombra de un árbol: E como el Esopo fuesse tornado ala heredad ala hora dela siesta assi como es de costumbre alos trabajantes en tal hora rreposar et dormir, adormjo se ala sombra de vn arbol.

2. 2. 5. 2. SECUENCIA GRÁFICO-TEMPORAL

La secuencia temporal se distribuye en una sola imagen, de izquierda a derecha según ocurre en el relato. El ilustrador obvia, no obstante, el primer tiempo en el que Esopo se muestra hospitalario con Ysidis.

Segundo tiempo: El sacerdote implora, en agradecimiento a la hospitalidad de Esopo, a la diosa. Esto ocurre antes de descansar Esopo.

Tercer tiempo: La diosa otorga las gracias a Esopo.

Cuarto tiempo: Esopo descubre las gracias concedidas. Este tiempo no es reflejado como tal en la imagen ya que el protagonista aparece reposando. Es el lector quien debe intuir la totalidad de este cuarto tiempo a través del plácido sueño de Esopo e imaginarlo maravillado al descubrir las gracias concedidas.

Las figuras mantienen el estilo naturalista, así como su ingenuidad por lo que a la sencillez de sus rasgos se refiere. Pese a la falta de detalles expresivos son claras en la identificación de los personajes y la acción.

 

2.3 LIBRO I. LA .VIJ. DEL MAL LADRON & DEL SOL

 2. 3. 1. DESCRIPCIÓN DE LAS FIGURAS

PRIMERA FIGURA: Figura de pie, vestida con camisa ceñida al cuerpo y calzas. Una túnica ancha y sin mangas se sobrepone por encima de la vestimenta. El delantero y el trasero de la misma quedan unidos por una cinta estrecha. La cabeza aparece cubierta por un tocado a modo de turbante. Va calzada con botas anchas. Se nos presenta de perfil. Los rasgos de la cara se muestran bien definidos: ojos abiertos, nariz menuda, boca cerrada y barba larga; se entreven algunas arrugas en el rostro. Los cabellos son escasos. Tiene la espalda ligeramente encorvada. El brazo derecho está flexionado hacia arriba formando un ángulo de 45º aproximadamente; con el índice de su mano señala y toca uno de los rayos del sol - fig. 2 -, único elemento presente en el cielo. El brazo izquierdo se extiende ligeramente hacia la tercera figura. Las piernas se dibujan entreabiertas, quedando su pie derecho más avanzado hacia el frente que el izquierdo (sombreado).

SEGUNDA FIGURA: Figura con forma de estrella. Catorce rayos ondulados determinan su configuración circular. La disposición de los mismos, resuelta con mucho movimiento y diferente direccionalidad - izquierda / derecha, mayor o menor inclinación, diferentes pronunciamientos en forma de gancho -, complementa, aumentándola, la expresividad del rostro. En el centro de la figura se dibujan los ojos , abiertos ; la nariz , achatada; la boca, cerrada. Son estos rasgos quienes otorgan el animismo al único elemento presente en el cielo.

TERCERA FIGURA: Figura de pie, vestida con camisa de mangas anchas, jubón y calzas. El calzado, a modo de babucha, se le acopla perfectamente al pie. Rostro menudo, de rasgos finos y suaves. Se aprecia cierta ternura en la mirada que observa atenta y amorosa a la fig. 4. Cuerpo erguido, estilizado, joven y delicado. Piernas y brazos delgados. Cabellos ondulados y largos, una cinta estrecha bordea la frente recogiéndolos. La pierna derecha avanza hacia la fig. 4, la izquierda se extiende hacia atrás. El brazo derecho tiende, también, hacia la misma figura, llevando su mano a coger delicadamente el antebrazo derecho de ésta; la mano izquierda descansa sobre el hombro derecho de la cuarta figura.

CUARTA FIGURA: Figura de pie. Lleva un vestido largo y escotado, de mangas estrechas ceñidas a los brazos. El traje se acopla, en su parte superior, al cuerpo, adivinándose unos pechos menudos y redondeados. Falda ancha y con vuelo, recogida en amplios pliegues y sobre la cual se posa la mano izquierda que aunque no parezca asirla porque se muestra extendida, ayuda a dibujar los frunces del faldón. El brazo derecho se extiende hacia el izquierdo de la fig. 3, uniéndose a él. Los cabellos aparecen recogidos y trenzados, son éstos quienes dan forma a la cabeza. El peinado moldea la cabeza dibujándose alrededor de la misma en una ancha diadema. Rostro de óvalo redondeado. Mirada atenta, orientada hacia la fig. 1. El cuerpo aparece ligeramente vencido hacia atrás haciendo destacar el vestido. Sólo se deja ver el pie izquierdo.

2. 3. 2. ELEMENTOS

Las figuras destacan claramente sobre un fondo desnudo. Únicamente se dibuja el suelo con dos líneas curvas levemente onduladas que muestran una pequeña elevación del terreno, éstas se cierran en sus extremos por dos perpendiculares que se unen entre sí por una recta horizontal, quedando así enmarcado el grabado. Ayudan a determinar la forma del mismo, el trazo de algunas líneas situadas al fondo y la lejanía.

2. 3. 3. SITUACIÓN DE LA ESCENA

2.3.3.1 UBICACIÓN

La escena se sitúa a campo abierto. La carencia de cualquier elemento vegetal evidencia un espacio árido y yermo. La presencia del sol incrementa, todavía más, la sensación de zona desértica.

2.3.3.2. PERSPECTIVA

La perspectiva en esta ilustración viene determinada, fundamentalmente, por las dos líneas que dibujan las pequeñas elevaciones de terreno y el escaso sombreado que las complementa, especialmente en la izquierda que nos la señala más elevada. La técnica de rayado para la profundidad es muy rudimentaria. Aunque las figuras aparecen prácticamente alineadas, el sol define y fija, de alguna manera, cierta profundidad.

2.3.4. CONTENIDO LITERARIO

Comúnmente se comenta que los malos padres engendran malos y aún peores hijos que ellos, de lo cual habla lo que se sigue.

Los vecinos de un malvado ladrón pretendían buscar a éste una mujer para que tuviese hijos. Un sabio que pasaba por aquel lugar al ver las intenciones de los vecinos les contó la historia que a continuación se presenta:

Hubo un tiempo en que el sol quiso casarse con una mujer. Todas las naciones quisieron impedir el enlace y se encomendaron a Júpiter, argumentando que la unión supondría un gran perjuicio para la humanidad. Júpiter les preguntó cuáles eran las causas de ese mal. Uno de ellos se levantó y explicó que aun teniendo un solo sol, éste les perturbaba y enojaba con su calor, les quemaba y fatigaba, ¿qué sería de ellos si tuviese hijos?, ¿cómo podrían soportarlo?

No deben los hombres dar favor y complacer a los malos y perversos que viven malamente. Antes deben contrariarlos y echarlos de su lado y procurar no aumentar entre ellos.

2.3.5. CORRESPONDENCIA ENTRE EL CONTENIDO LITERARIO Y EL

CONTENIDO GRÁFICO

2.3.5.1. LOS PERSONAJES Y LOS ELEMENTOS

La figura 1: Corresponde al sabio.

La figura 2: Es el sol.

La figura 3: Corresponde a la doble figuración del sol.

La figura 4: Representa a la mujer con la pretende desposarse la figura 3.

La correspondencia entre el contenido literario y el contenido gráfico viene determinada por la introducción de un segundo término - la historia del sol - para reforzar, precisar o argumentar a favor de un primero - la historia del ladrón -, es decir, de la marcha general de la narración. Aquí entra el ejemplo en el más amplio sentido de la palabra, pero también la máxima, el símil, la alegoría. El ilustrador nos hace partícipes de esta doble figuración, representando al sol como astro animado que se desdobla en un juego de personalidades significándose en la figura del joven (animismo - personificación). No obstante ni la imagen del sol (atenta al sabio y con actitud receptiva) ni cuanto menos su doble figuración (provista de una expresividad tierna, delicada y amorosa) se corresponde con los rasgos de personalidad que se describen en el relato para definir al astro: perturbador, abrasador, extenuante, molesto.

Quedan excluídos de la ilustración: los vecinos, el ladrón, Júpiter, las naciones y el personaje que dialoga con el dios.

2.3.5.2. SECUENCIA GRÁFICO-TEMPORAL

Por las características mencionadas anteriormente no podemos hablar de una secuencia temporal lineal. En la imagen, como en el relato, los tiempos se solapan.

El segundo tiempo, correspondiente al sol, vela al primero, relacionado con el mal ladrón. Así, en un solo grabado aparece el sabio como único elemento del primer tiempo, quedando el sol, su doble figuración y la mujer representando al segundo.

 

2.4. LIBRO II. LA .XIIIJ. DEL LOBO & DELA YMAGEN

2.4.1. DESCRIPCIÓN DE LAS FIGURAS

PRIMERA FIGURA: Figura de animal, de pie. Cuadrúpedo. Cuerpo estilizado, cuello robusto, cabeza y orejas pequeñas, hocico respingón, extremidades finas, larga cola, pelo corto. No aparecen rasgos que indentifiquen su sexualidad. La pata delantera derecha se posa sobre el muslo izquierdo de la fig. 2, la izquierda sobre el antebrazo derecho de la misma figura, quedando ambas extendidas y abiertas. Las extremidades inferiores se estiran hacia atrás. La pata izquierda trasera toca la planta del pie derecho de la fig. 2. La mirada del animal se pierde entre el vientre y la mano derecha de la segunda figura.

SEGUNDA FIGURA: Figura de mujer joven, completamente desnuda, tumbada boca arriba sobre la tierra. Cuerpo delgado, cabeza pequeña, levantada como si estuviera en un supuesto apoyo (tierra, roca) . Pelo largo, recogido en un tocado trenzado alrededor de la cabeza a modo de ancha diadema. Frente despejada, ojos abiertos, nariz afilada, mandíbula relativamente ancha, barbilla puntiaguda. Hombros caídos, pechos menudos y redondeados. El brazo derecho se nos muestra ligeramente flexionado en dirección al sexo que a su vez se nos oculta al ser cubierto por la mano del mismo brazo . El brazo izquierdo se flexiona formando un ángulo de 90º, la mano izquierda descansa sobre el vientre. Las piernas aparecen, a la altura de las rodillas, entreabiertas, dejando ambos pies ladeados a izquierda y derecha respectivamente. La mirada se dirige hacia la fig. 1 sin destacar especialmente por su expresividad.

2.4.2. ELEMENTOS

A excepción de una piedra y una raya horizontal terminada en forma de punta curva, y otra ondulada, el primer plano de la imagen está totalmente ocupado por la figura femenina. En el segundo plano aparece la fig. 1 tras la cual se dibuja un árbol con tres ramas podadas y también el abdomen de la fig.2 que se prolonga hasta la base del árbol del plano siguiente. El tercer plano se bosqueja en la zona derecha de la ilustración; una pequeña elevación de terreno comienza a trazarse con un sombreado de diagonales a la altura del hocico del animal para terminar cerrando el lateral derecho del grabado. En su ángulo derecho se delinea un árbol con follaje formado por dos copas, una encima de la otra y separadas ambas por tres ramas. Un pequeño montículo de tierra se esquematiza, alrededor de la base del árbol, con tres líneas curvas, una tras otra.

2.4.3. SITUACIÓN DE LA ESCENA

2.4.3.1. UBICACIÓN

La escena se sitúa en un medio natural: campo y cielo.

2.4.3.2. PERSPECTIVA

Aunque la perspectiva es elemental se aprecia de forma clara la profundidad entre los elementos del fondo y las figuras que se representan en el primer plano, siendo el tamaño de las mismas bastante superior a la vegetación y terreno que ocupa el tercer plano. El cielo está exento, excepto el espacio que ocupan los dos árboles. Se aprecia una destacada concentración, tanto de los elementos como de las figuras, en la zona de la tierra.

2.4. CONTENIDO LITERARIO

El autor dirige esta fábula a los ignorantes.

Un lobo halló a una mujer desnuda en el campo y por dos veces se acercó a ella para decirle que pese a su espléndida belleza, todavía era mayor su pobreza de espíritu y la estrechez de su inteligencia.

Esta semblanza se hace de aquellos que tienen gloria y hermosura y honra pero no poseen prudencia ni saber. Y bien puede adaptarse a las mujeres hermosas que carecen de gracia, y de las cuales se puede decir que son imágenes sin espíritu.

2.4.5 CORRESPONDENCIA ENTRE EL CONTENIDO LITERARIO Y EL

CONTENIDO GRÁFICO

2.4.5.1. LOS PERSONAJES Y LOS ELEMENTOS

La figura 1: Corresponde al lobo.

La figura 2: Representa la imagen de la mujer.

Los personajes del relato y los elementos gráficos guardan una estrecha relación en tanto aparecen exclusivamente los que se nombran. Ahora bien, la ilustración expresa un marcado erotismo, más que una sensualidad, del cual queda exento el relato. El ilustrador pretende, tal vez exageradamente, referir el concepto de belleza al total descubrimiento de una desnudez que muestra abiertamente en el cuerpo femenino, pero tanto la actitud del animal como de la mujer seducen, no sólo a ellos mismos, sino al lector- obsevador induciéndole a imaginar una secuencia que sobrepasa los límites narrados. Diríase el del grabado un juego de seducción que se despliega desde la mujer hacia el animal. La narración no participa, explícitamente, de ese juego.

La función del grabado en este relato es más la de un señuelo, un reclamo, un aliciente para que el lector se acerque a ella que la de quedar en la memoria como resultado de una enseñanza. Asimismo queda patente la pretensión de ridiculizar en extremo la imagen de la mujer, limitada a ser sólo cuerpo que sufre el desprecio hasta de la bestia. El tema es el de las tentaciones que solemos sufrir los hombres (mundo- demonio- carne), en este caso, fuera de la visión católica, el tentado no es una persona santa o modelo de virtud que siempre es vencedor de las tentaciones sino que aquí la tentación en sí, la mujer, la carne, es ridiculizada al no tener éxito ni con las bestias. La sustitución del personaje importante y virtuoso por un lobo sólo es admisible desde la mentalidad de la época, el Renacimiento, en que la naturaleza, la mitología, etc, pueden expresar el papel del personaje honesto que ocupa en otras épocas el propuesto por la Iglesia Católica.

Como apunte ¿el lobo representa a los hombres? Pensamos que sí.

2.4.5.2. SECUENCIA GRÁFICO-TEMPORAL

La secuencia temporal se distribuye en dos tiempos: El lobo fallo vna ymagen enel campo. El qual vna et dos vezes boluio et dize. Ambos son idénticos, por lo que obviamente quedan reflejados perfectamente en una sola imagen. El tiempo se circunscribe exactamente a aquello que vemos representado, teniendo en cuenta lo que se desprende de lo dicho en el apartado anterior y que consecuentemente influye en la mirada del observador.

Las figuras mantienen el estilo naturalista que caracteriza a los grabados que estamos analizando, no obstante hay que precisar que en este caso los detalles son expresivos: la mano de la mujer cubriendo su sexo, las patas delanteras del animal descansando en el muslo y antebrazo de la mujer y las miradas que, aunque perdidas, se adivinan insinuantes y recíprocas.

 

2.5 LIBRO III. LA .IJ. FABULA DEL CAVALLO & DEL LEON

2.5.1. DESCRIPCIÓN DE LAS FIGURAS

PRIMERA FIGURA: Figura de animal, de pie. Se advierte claramente que pertenece a la familia equina. El caballo se nos presenta de perfil aunque la cabeza, al estar ladeada, se ve de frente. Cuello, cuerpo y extremidades robustas; larga cola, poblada de abundante pelaje, suspendida en el aire; crin de pelo liso; orejas pequeñas. Los ojos, abiertos y espectantes, vigilan la actitud de la fig. 2. Orificios nasales bien definidos, boca cerrada. Las patas delanteras se nos muestran abiertas, al igual que las traseras, siendo de entre estas últimas la izquierda la que cocea la frente de la fig. 2, posando en ésta la pezuña.

SEGUNDA FIGURA: Figura de animal, de pie. A primera vista es fácilmente identificable por la larga melena que rodea no solo la cabeza y el cuello de la misma sino también parte del cuerpo. El león, al igual que el caballo, se nos presenta de perfil. Es pequeño en relación al jamelgo. Cabeza ancha, frente despejada. Los ojos, abiertos, se dirigen desafiantes a la fig. 1; la boca, entreabierta, manifiesta una clara expresión de ensañamiento respecto a la primera figura. Orejas pequeñas; abundante melena, lisa en su nacimiento y ondulada en la parte que cubre el cuello y el comienzo del cuerpo del animal. Tronco escuálido en relación a las extremidades, robustas y vigorosas; garras largas y afiladas. La cola, también larga y delgada, se esconde temerosa entre las piernas, en su parte final se dibuja poblada de pelo.

2.5.2. ELEMENTOS

Al margen de las figuras 1 y 2, que ocupan prácticamente la totalidad del primer plano, éste se complementa con pequeños y variados motivos que representan una escasa vegetación. Destaca en el centro una forma circular bordeada toda ella por unas líneas que nacen desde el mismo borde y se prolongan hacia el exterior en forma de rayos. Una línea horizontal delimita la zona que abarca la fig. 1, señalando el segundo plano que aparece desierto excepto en su parte derecha en donde se hace visible una zona sombreada por un rayado en diagonal.

El tercer plano se presenta rayado casi en su totalidad, excepto la parte que ocupa el árbol podado en donde el sombreado se evidencia más pobre. Del árbol únicamente asoma un tronco delgado y ligeramente curvado en su parte central, prolongándose la ondulación hacia la parte superior y terminando ésta en dos pequeñas ramas podadas.

El cielo se nos muestra libre de elementos, tan solo sirve de fondo al tronco desnudo del árbol podado, al cuerpo del caballo y a la cola del mismo, la cual diríase que ondea por el movimiento que el animal realiza al dar la coz.

4.5.3. SITUACIÓN DE LA ESCENA

4.5.3.1. UBICACIÓN

De nuevo la escena se nos presenta en un medio natural: campo y cielo.

4.5.3.2. PERSPECTIVA

Se aprecia una perspectiva muy rudimentaria, de manera que en este caso la profundidad parece más adivinarse que evidenciarse, quizá influye en ello el hecho de que el caballo no guarda una buena proporción respecto al león. La figura equina destaca muy por encima no solo de la fig. 2 sino del resto de los elementos. No obstante, el árbol, el sombreado y las líneas horizontales onduladas que delimitan los planos, así como la ubicación del árbol en medio del segundo término ayudan a entrever la profundidad.

2.5.4. CONTENIDO LITERARIO

Según se contiene en esta fábula, aquellos que no saben de alguna argucia se pierden vanamente.

Un león muy fuerte vio a un caballo paciendo en un prado y comenzó a pensar cómo podía matarlo. Se acercó a él fingiendo que era amigo, simuló sutilmente ser médico y lo saludó amablemente. El caballo intuyendo el engaño mostró que no le temía y que, además, se alegraba de saber que era médico, llevando a cabo su estratagema. Fingió que se le había clavado en el pie una espina, alzó la pata y le expresó su gozo por haber querido Dios que le trajese hasta él para librarle de su mal. Le pidió ayuda y cuando el león trató de sacarle la espina, éste le propinó un par de coces en la frente y el león cayó al suelo. Perdió el conocimiento y al cabo de un buen rato cuando recobró el sentido ya no vio al caballo. Viéndose mal herido y con la cabeza y cara desencajadas se dijo para sí que había merecido aquel castigo pues él se presentó pacífico y manso haciéndose pasar por médico sin serlo, cuando realmente llegaba como enemigo a causar daño.

Así nos muestra esta fábula que el hombre no debe mostrarse como aquello que no es, sino como lo que realmente es y no vanagloriarse de poseer oficios que desconoce si no quiere caer en vergüenza.

2.5.5. CORRESPONDENCIA ENTRE EL CONTENIDO LITERARIO Y EL

CONTENIDO GRÁFICO

2.5.5.1. LOS PERSONAJES Y LOS ELEMENTOS

La figura 1: Corresponde al caballo.

La figura 2: Representa al león. 

Una vez más el ilustrador opta por recoger la parte del relato que más pueda impactar en la memoria del lector, es decir, la fatal consecuencia de un engaño. Es esta fábula del tipo en el que el poderoso emplea argucias que son frustradas por la astucia del animal, en principio, más débil y en el que, además, suele haber escarnio final contra él. 

La reciprocidad entre los elementos gráficos y literarios es casi total a excepción de la gran fortaleza del león que el narrador nos señala - El león muy fuerte -, y el león escuálido que el dibujante nos muestra. Aunque las extremidades sean robustas, las garras afiladas y el aspecto del animal exprese ferocidad, la fig. 2 no transmite el vigor y la robustez iniciales que el relato manifiesta. Bien al contrario, es la fig. 1 quien, como vencedora de la historia, se erige con el poder físico. Tal vez influya en la representación leónida el hecho de haberse seleccionado, precisamente, la secuencia en que el animal es derrotado, el que haya hecho empequeñecer y debilitar al dibujante la mencionada figura. No debemos olvidar tampoco que estas representaciones naturalistas son el resultado obvio de que el ilustrador estuviese, efectivamente, más habituado a ver caballos que leones, de cuyos elementos corporales (patas, cuerpo) desconocería las proporciones.

Otra salvedad que merece ser comentada en la correspondencia entre ambos contenidos es la representación del lugar en que acontece la acción. En la narración el caballo está paciendo en el prado. El ilustrador plasma este tipo de terreno de forma condicionada para no estorbar la acción principal (coz- cabeza del león), quedando simbolizada la hierba de forma reducida en unos rasgos estereotipados. 

2.5.5.2. SECUENCIA GRÁFICO-TEMPORAL 

La secuencia temporal se distribuye en el relato en cuatro tiempos bien diferenciados. El grabado recoge únicamente parte del tercer tiempo, como ya hemos apuntado anteriormente, el más significativo de la historia. 

Primer tiempo: No aparece en el grabado. El caballo pace en el prado y el león se acerca simulando ser su amigo y haciéndose pasar por médico. 

Segundo tiempo: Tampoco aparece en la ilustración. El caballo percatándose del engaño prepara su ardid y manifiesta su alegría por la suerte que ha tenido de hallar un médico que le cure su pie en el que tiene clavada una espina.

Tercer tiempo: Es el tiempo que se recoge parcialmente en la ilustración. El león extrae la espina al caballo y éste le da un par de coces. El león cae al suelo y pierde el conocimiento. 

Cuarto tiempo: No aparece en el dibujo. El león recupera el sentido y se da cuenta de que el caballo ha desaparecido. Finalmente reconoce su culpa y el merecimiento de su castigo.

 

2.6. LIBRO IV. LA .IIIJ. DE JUNO & DEL PAVON & DEL RRUYSEÑOR

 2.6.1 DESCRIPCIÓN DE LAS FIGURAS

PRIMERA FIGURA: Figura de animal, de pie. Se nos presenta de perfil. Ave de cuello largo y esbelto; cabeza pequeña coronada por tres pequeñas y finas plumas, dispuestas dos de ellas en forma de V abierta y la otra en la parte central en posición vertical acabando en su extremo con un pequeño círculo. Pico afilado, ojos abiertos. Cuerpo estilizado y bien proporcionado. Alas grandes y cerradas; larga cola, también cerrada, adornada con siete círculos de diferentes tamaños, dispuestos en dos hileras paralelas, una con cuatro círculos y la otra con tres. Patas recias, uñas largas y afiladas. Dirige su mirada hacia la fig. 3

SEGUNDA FIGURA: Figura de animal posada, de pie, sobre la rama podada de un árbol. Ave menuda, de presencia poco significativa. Ojos abiertos, pico ligeramente ganchudo, alas cerradas, cola corta, patas delgadas, escaso plumaje. Mantiene la mirada perdida en la vara que sostiene la mano derecha de la fig.3.

TERCERA FIGURA: Figura de mujer, de pie, totalmente desnuda a excepción del voluminoso tocado que le cubre la cabeza, el cual se dispone alrededor de ésta a modo de gran turbante. A ambos lados del mismo una tela se reúne formando sendos frunces abultados, del derecho pende un largo lienzo que bordea el perfil de la figura y comienza a recogerse ondulándose a la altura del pubis para acabar sostenido en el brazo izquierdo de la mujer. Una pequeña trenza se dibuja en diagonal desde la sien hasta esconderse tras la nuca por el perfil izquierdo del rotro. La cabeza aparece levemente inclinada hacia su derecha. La mirada se dirige hacia la fig.1. Rostro de facciones suaves pero poco expresivas. Cuello corto. El hombro y brazo izquierdo no aparecen dibujados, el hombro derecho se dibuja bien torneado. El brazo derecho asoma flexionado, la mano del mismo sostiene una vara que se delinea casi paralela al cuerpo de la mujer y dirige su punta hacia el cielo, el dedo índice señala la fig. 1 a la altura de la cabeza. El antebrazo izquierdo se nos muestra también flexionado, sobre él descansa el lienzo que pende del turbante; la mano es delgada, de finos y largos dedos que alcanzan a tocar el pecho derecho. Vientre sutilmente pronunciado, caderas anchas. Muslos, piernas y pies estilizados aunque se aprecian fuertes en su constitución. La pierna izquierda avanza por delante de la derecha quedando ambas cruzadas.

2.6.2. ELEMENTOS

A la izquierda de la ilustración aparece un árbol con cuatro ramas podadas y un tronco con un semicírculo y una mancha oscura queriendo representar un hueco, lo cual da relieve y perspectiva. De la cuarta rama cuelga un objeto de buen tamaño, no reconocible, dos líneas paralelas forman en su centro una franja. A los pies del árbol se disponen varias líneas creando un pequeño montículo de vegetación. Al lado de este árbol y por detrás del cuerpo de la fig. 1 aparece otro con el tronco curvado, del cual salen dos ramas que se dividen a su vez, la primera en otras dos y la segunda en tres. Todas ellas tienen forma de V y están podadas. Sobre la rama derecha, más abierta en su forma que la izquierda, aparece posada la fig.2.

El suelo se nos muestra libre de elementos, también el cielo. Una pequeña colina se dibuja al fondo por la parte derecha y se sombrea por un rayado de líneas horizontales.

2.6.3. SITUACIÓN DE LA ESCENA

2.6.3.1. UBICACIÓN 

La escena se sitúa en un medio natural: campo y cielo. 

2.6.3.2. PERSPECTIVA 

Se aprecia de forma clara la profundidad entre los elementos del fondo - colina, árboles y fig. 2 - y las figuras que se representan en el primer plano - fig. 1 y 3- Asimismo ayuda a crear mayor sensación de perspectiva la disposición de las piernas de la fig.3, una de las cuales avanza sobre la otra formando un cruce entre ambas y ocultando parte del pie de la de atrás.

2.6.4. CONTENIDO LITERARIO

En esta fábula se prueba que cada uno debe hacer uso del don que le es dado. 

El pavo, iracundo e impaciente, fue en busca de la diosa Juno para decirle que el ruiseñor cantaba muy bien y era gran conocedor no solo de la naturaleza sino también de la especie humana y que él desconocía todo este saber y, además, cuando cantaba todo el mundo se reía . Juno para apaciguar su ensañamiento y para consolarle le habló dulcemente y le dijo que su presencia y hermosura excedían en perfección a la de cualquier ruiseñor, y que no existía ave alguna semejante a él en color y resplandor y que sólo por ello ya debería sentirse feliz. El pavo, todavía insatisfecho, replicó a Juno preguntándole qué suponía todo ello si aún así era vencido en voz. A lo cual la diosa le respondió que los dioses repartieron sabiamente las gracias entre todas las especies y que a cada una otorgó la que consideraron. 

A continuación Juno enumera a distintas especies y los dones que a cada una le son propios. Concluye diciendo que a cada cual debería bastar lo que tiene y no debiera buscar sino aquello que los dioses le otorgaron. 

2.6.5. CORRESPONDENCIA ENTRE EL CONTENIDO LITERARIO Y EL

CONTENIDO GRÁFICO 

2.6.5.1. LOS PERSONAJES Y LOS ELEMENTOS 

La figura 1: Corresponde al pavo real.

La figura 2: Es el ruiseñor.

La figura 3: Representa a la diosa Juno. 

Los personajes más relevantes del relato se relacionan ajustadamente a los elementos gráficos. La humildad del ruiseñor queda reflejada en el lugar que éste ocupa en el grabado - segundo plano -; la arrogancia del pavo es manifiesta, su expresión de ira se refleja en la dirección frontal hacia la diosa y el pico abierto. La postura de la diosa Juno se adivina amable y apacible - aunque su rostro sea inexpresivo -, tal como se nos describe en la narración. 

No aparecen en la ilustración ninguna de las especies que nombra la diosa y que sirven de ejemplo al pavo. Sí se nos muestra, por el contrario, un elemento - el que cuelga del primer árbol - que no podemos identificar y al que el relato tampoco alude. 

2.6.5.2. SECUENCIA GRÁFICO-TEMPORAL

La ilustración recoge y plasma el único tiempo que conforma la narración, es decir, el momento en el que se desarrolla el diálogo entre el pavo y la diosa Juno.

 

2.7. FÁBULAS EXTRAVAGANTES. LA.VIIIJ.DELA CULEBRA & DEL LABRADOR

2.7.1. DESCRIPCIÓN DE LAS FIGURAS

PRIMERA FIGURA: Figura de pie, vestida con jubón, camisa, calzas y botas de caña corta. Las mangas anchas de la camisa terminan en un puño deshilachado con flecos en punta. La bota que calza el pie derecho aparece rota en su parte delantera y deja ver dos de los cinco dedos del pie. Pelo abundante y ondulado, peinado hacia delante; frente ancha y prominente. Rostro rudo, de facciones marcadas: mandíbulas pronunciadas, pómulos salientes, nariz grande y achatada, boca cerrada. La mirada se dirige hacia el suelo. Del cuello, robusto, le cuelga por delante una bolsa que le llega a la altura de la cintura; en su interior se aprecian pequeñas formas ovaladas que representan granos de simiente. Por el peso del saquillo y la acción que realiza el personaje - sembrar a voleo -, los hombros y la espalda se vencen un poco hacia delante. El brazo derecho se extiende hacia abajo, la mano del mismo, delgada y de dedos finos, lanza al suelo, sin alcanzarlo, las simientes; el brazo izquierdo se pierde tras la bolsa, aunque se adivina flexionado porque la mano aparece asiéndolo con firmeza. La pierna derecha avanza por delante, quedando la izquierda extendida hacia atrás, con lo cual la figura manifiesta claramente su andadura; ambas son recias y robustas. El personaje aparece, casi en su totalidad, sombreado por un rayado en diagonales. 

SEGUNDA FIGURA: Figura de animal. Reptil. Se nos presenta de perfil. Su cuerpo grueso y ondulado se extiende en el suelo formando tres ondulaciones muy pronunciadas; la cola se te recoge en su punta en forma de caracol. Cuello erguido, sombreado en su parte derecha por un rayado de pequeñas líneas horizontales. Orejas pequeñas, ojos y boca abiertos. Nariz alargada y plana, con un menudo orificio en su punta. La mirada se dirige hacia la fig. 1.

TERCERA FIGURA: Figura de pie, vestida con camisa de mangas no muy holgadas; jubón abierto en amplio escote, con abertura ancha en el lateral derecho y ceñido a la cintura, de la cual cuelga un arma blanca; sombrero de pequeña copa y ala estrecha. El jubón le cubre, sobrepasando un poco, el comienzo de los muslos. Las piernas se esconden tras la línea que delimita el final del campo. Cabeza pequeña, bastante inclinada hacia la derecha. Los cabellos, largos y rizados, se disponen a ambos lados en forma de mechas peinadas hacia atrás; dos pequeños mechones aparecen en el centro de una frente menuda. Ojos abiertos e inexpresivos, nariz poco definida, boca cerrada. La mirada se orienta hacia la figura 2. Cuerpo ladeado hacia la derecha. Brazo derecho extendido hacia abajo, mano relativamente grande en relación al tamaño de la extremidad superior. El antebrazo izquierdo y la mano del mismo se esconden tras la espalda, dejándose entrever sólo una parte de éste. 

CUARTA FIGURA: Figura de animal. Reptil. Idéntica en su forma a la fig. 2, aunque de ésta sólo vemos la cabeza, el cuello y el principio del cuerpo. Asoma tras la oquedad de una roca. El cuello, erguido, se levanta hacia la fig. 3; la cabeza se dibuja en el centro del abdomen de la citada figura. Orejas pequeñas, boca entreabierta y ojos abiertos. La mirada se dirige al rostro de la tercera figura. El comienzo del cuerpo forma una curva en forma de V redondeada, aparece rayado en un sombreado de diagonales discontinuas.

2.7.2. ELEMENTOS

Las figuras se integran en los elementos que conforman el paisaje. Éste se bosqueja de la forma siguiente: el suelo se representa con cuatro franjas anchas que se cierran en sus extremos, formando los surcos de un campo labrado, en el que se disponen las figuras 1 y 2. A espaldas de la fig.1 se dibuja una montaña con la cima redondeada y la falda suavemente inclinada, el pie de la misma se sombrea con un rayado en diagonales hacia la izquierda, por detrás de ésta surge otra más pequeña creando una clara perspectiva, también se sombrea con pequeñas líneas curvas ayudando a resaltar la redondez de la misma. A la derecha del grabado, cerrándolo, se alza una roca en medio de la cual aparece un agujero por el que asoma la fig. 4. La oquedad se perfila , en su parte superior, por cinco formas rectangulares a modo de bloques de piedra, configurándose en un semicírculo irregular. En su base, a la derecha, apoyado en el suelo hay un jarrón de boca ancha, sombreado de tal forma que resalta el volumen esférico del mismo. La roca se ve también totalmente sombreada en su parte derecha con pequeñas líneas diagonales discontinuas ligeramente inclinadas hacia abajo. 

Cabe señalar, en esta ilustración, el hecho de que en su parte inferior derecha y fuera del recuadro aparece una leyenda limitada a tres letras: B ij. 

2.7.3. SITUACIÓN DE LA ESCENA 

2.7.3.1. UBICACIÓN 

El medio en el que se emplaza la escena es un espacio natural: campo labrado, montañas y cielo. 

2.7.3.2. PERSPECTIVA 

La perspectiva viene determinada fundamentalmente por la disposición de las montañas y la oquedad de la roca, más que por el tamaño de las figuras; también por el sombreado, que contribuye a crear diferentes volúmenes en los elementos evidenciando no solo las formas sino resaltando, en cierto modo, su profundidad. Se aprecia en las tierras del primer plano, un emplazamiento situado entre las líneas convergentes en un punto de fuga hipotético.  

2.7.4. CONTENIDO LITERARIO 

No conviene fiarse ni creer a aquel que desea dañar al hombre o le ha hecho daño porque a la postre recibirá de él mal y daño, según se recoge en esta fábula. 

Yendo un labrador a sembrar un campo, al pasar por un camino pisó cruelmente a una culebra. Ésta le preguntó porqué lo había hecho si ella no le deseaba ningún mal. Cuidado - le advirtió - no creas a quien mal hiciste. 

Pasó su vida el labrador sin hacer caso del consejo de la culebra. Al año siguiente andando por la misma senda se encontró de nuevo con la culebra. Ésta le preguntó hacia dónde se dirigía. El labrador respondió que iba a sembrar el campo. El animal le advirtió que se guardara de hacerlo en tierras de regadío porque durante ese año llovería mucho y lo que sembrase iba a anegarse. Pero cuidado - le dijo - no creas a quien mal hiciste. El labrador creyendo que se trataba de un engaño hizo caso omiso de la recomendación de la culebra y aquel año fueron tantas las lluvias que la cosecha se echó a perder. 

Pasó el siguiente año y nuevamente se produjo el encuentro. La culebra previno al labrador para que no sembrase en lugar seco porque aquel año el calor sería intenso. El campesino no hizo caso y volvió a perderlo todo pese a que el animal insistió en que no creyese a aquel a quien causó daño. 

Al año siguiente el labrador siguió el consejo del animal y no sembró en tierras comunes, de este modo obtuvo una excelente cosecha, pero no obstante la culebra no olvidó hacerle su habitual advertencia. El labrador le agradeció sus consejos y el animal le pidió que hiciese algo por él. El favor consistía en que éste mandase a su único hijo con una olla de leche para que la vertiese en su agujero y una vez más le recordó que al que mal hizo no creyese. El campesino mandó al hijo y el animal saltó sobre él cuando éste acababa de verter la leche por el agujero, le mordió y el joven murió. El labrador mostró la indignación y el dolor que sufrió no solo por la muerte de su hijo sino también por el engaño. La culebra, desde una alta peña, reconoció su culpa por la muerte del hijo pero no por la burla, recordándole que no hubo vez que no le advirtiese que a quien mal hiciese no creyese 

Esta fábula nos amonesta que no creamos a quien mal y daño hemos hecho. 

2.7.5. CORRESPONDENCIA ENTRE EL CONTENIDO LITERARIO Y EL

CONTENIDO GRÁFICO 

2.7.5.1. LOS PERSONAJES Y LOS ELEMENTOS 

La figura 1: Corresponde al labrador.

La figura 2: Representa a la culebra.

La figura 3: Es el hijo del labrador.

La figura 4: Se corresponde con la fig. 2 

El contenido gráfico es relativamente fiel al contenido literario de la narración. El ilustrador concentra en una sola viñeta las dos secuencias más representativas del relato de entre las cinco que lo componen. No obstante, cabe señalar que si consideramos que la primera escena del grabado corresponde al primer tiempo de la narración -porque en ella no se aprecia ningún elemento significativo que la identifique con los tres tiempos que la preceden-, ésta elude el hecho relevante de que el labrador no aparece pisando a la culebra, motivo éste fundamental para el desarrollo de los acontecimientos posteriores. 

Por lo que a la segunda escena se refiere -correspondiente al quinto tiempo de la narración-, el dibujante tampoco acierta a representar el ataque de la culebra sobre el hijo del labrador. Es el lector - observador quien, una vez más, debe intuir la acción. 

2.7.5.2. SECUENCIA GRÁFICO-TEMPORAL 

No existe en la imagen una secuencia temporal lineal. Como hemos apuntado anteriormente el ilustrador plasma únicamente los tiempos 1º y 5º del relato. Sintetiza en el primero los tres siguientes que, a fin de cuentas reiteran en cierto modo el contenido del primero. El quinto tiempo es el que corresponde a la enseñanza que se desprende de la fábula, es el cierre y por consiguiente es lógico que se represente si se pretende que su función resulte eficaz. 

Las figuras humanas son sencillas y poco expresivas en sus facciones, aunque la primera sí lo es en cuanto a la acción que realiza, no pudiéndose decir lo mismo de la segunda, la cual no expresa en modo alguno ni el dolor que pudiera producirle la mordedura de la culebra ni el desvanecimiento anterior a la muerte. 

La figura de animal es de una ingenuidad palpable y manifiestamente infantil.

 

2.8. FABULA DE REMIGIO. LA PRIMERA FABULA DELA AGUILA & DEL CUERVO

2.8.1. DESCRIPCIÓN DE LAS FIGURAS

PRIMERA FIGURA: Figura de pie, vestida con jubón, camisa de amplias mangas, calzas y botas anchas a modo de babucha. El jubón se abre en un pronunciado escote, va ceñido a la cintura por un estrecho cinturón que frunce la faldilla en delgados pliegues; el lado derecho de la prenda muestra un corte en forma de triángulo abierto que deja ver el muslo de la pierna derecha de la figura. Pelo liso peinado hacia atrás, con las puntas moldeadas hacia el interior a la altura de la nuca. En la frente se dibuja un flequillo corto y poco abundante. Rostro ovalado, orejas pequeñas, ojos abiertos, nariz fina y boca cerrada, barbilla pronunciada. Cuello corto, ancho y robusto. La espalda se muestra inclinada hacia delante apreciándose en la parte superior de la misma un pequeño abultamiento. El brazo derecho se extiende hacia la fig. 2 y apoya la mano sobre el ala derecha de la misma. Sólo se ve parte del brazo izquierdo, el antebrazo y la mano del mismo se ocultan tras el cuerpo de la fig. 2. Las piernas están abiertas en un ángulo de 45º aproximadamente, únicamente vemos la derecha, robusta y ligeramente flexionada hacia atrás; la izquierda se esconde tras las figs. 2 y 3, dejando a la vista parte del muslo. 

SEGUNDA FIGURA: Figura de animal, posada de pie sobre la fig.3. Ave desproporcionada en su tamaño, demasiado grande, respecto a las figs. 1 y 3. Nos exhibe su perfil. Cabeza pequeña, ojo y pico abiertos. Ala larga y cerrada, en su centro descansa la mano derecha de la figura 1. Cola de forma rectangular, sombreada en un rayado horizontal que simula el plumaje. Las patas se posan sobre la parte central del cuerpo de la tercera figura. 

TERCERA FIGURA: Figura de animal, de pie. Aparece también de perfil. Cuerpo grueso, cubierto de abundante pelo. Por la variedad de tamaños y formas de las líneas que en él se dibujan podemos determinar que se trata de un pelo lanudo. La cabeza tiene forma triangular; el morro acaba en punta redondeada, con un menudo orificio en su centro. Boca cerrada, orejas pequeñas y levantadas, dispuestas en forma de pequeñas astas. Las extremidades son delgadas, las cuatro se aprecian abiertas; las traseras un poco flexionadas. Sobre el lomo del animal se apoya, de pie, la fig. 2. 

CUARTA FIGURA: Figura de animal, suspendida en el aire, en posición constreñida y forzada por el peso del animal (fig. 5) que aguantan sus garras. Ave de gran tamaño y abundante plumaje. Cabeza robusta, ojo abierto y mirada iracunda; pico ganchudo y también abierto. Las alas, grandes, aparecen parcialmente extendidas formando dos ángulos, la derecha de 45º aproximadamente, la izquierda de abertura un poco menor; ambas acaban en punta. Cinco plumas forman la cola que asoma por detrás del ala derecha del animal. El cuerpo se encoge, al igual que las patas, para llevar a cabo la acción que realiza, alzar al animal que sostiene. 

QUINTA FIGURA: Figura de animal, de idéntica especie que la fig. 3. Se ditingue de ésta en su posición, cabeza y extremidades. Se nos muestra suspendida en el aire, a poca distancia del suelo. En la parte central del lomo aparecen hincadas las garras de la fig. 4. La cabeza es pequeña, el morro se estiliza y pierde su forma original, acabando en punta. Ojo abierto, mirada inexpresiva. Orejas menudas, la derecha se aprecia despejada hacia atrás, la izquierda forma un pequeño triángulo y se deja caer hacia delante. Las extremidades delanteras se encogen hacia atrás, y las traseras se flexionan hacia delante. 

2.8.2. ELEMENTOS 

A la izquierda de la ilustración aparece un árbol alto, de tronco delgado. En su parte derecha se ve una rama podada. En su final, una serie de líneas pequeñas y curvas forman el follaje, dispuesto en forma de copa. Se inclina ligeramente hacia la derecha. No aparece ningún otro elemento a excepción del suelo. Éste se dibuja con dos líneas, la primera se perfila en su comienzo con una pequeña diagonal ascendente que alcanza la base del árbol para descender suavemente en una curva hasta el final del grabado. Una colina menuda surge al fondo, por la parte derecha del grabado, unida en su comienzo a la línea que delimita el suelo. El lado izquierdo de la misma se sombrea con una serie de líneas inclinadas y discontinuas. Tras el pie de la fig. 1 y las pezuñas de la fig. 3 se dibujan pequeños elementos a modo de vegetación.

2.8.3. SITUACIÓN DE LA ESCENA

2.8.3.1. UBICACIÓN

La escena se sitúa en un medio natural: campo y cielo. 

2.8.3.2. PERSPECTIVA 

La perspectiva se evidencia, fundamentalmente, por la disposición de las figuras 1, 2, 3, la ubicación del árbol , las líneas que dibujan el suelo y la colina. Desestabiliza, tal vez, la escena el tamaño y la colocación de las figuras 4 y 5, de ahí que afirmemos una vez más que se trata de una perspectiva elemental y rudimentaria. 

2.8.4. CONTENIDO LITERARIO 

Un águila que volaba sobre una alta peña atacó y apresó con sus garras a un cordero elevándolo por encima del suelo. Un cuervo que presenciaba la escena, movido por la envidia, quiso hacer lo mismo, pero por más que hincó sus uñas en la lana de otro carnero y batió sus alas con energía no tuvo la fuerza suficiente para alzarlo. 

El pastor, testigo de los hechos, cogió al cuervo, lo destrabó de entre la lana, le cortó las alas y lo dio a unos mozos para que jugasen con él. 

Uno de los muchachos al ver mutilado el cuerpo del animal quiso saber qué ave fue en otro tiempo, a lo que ésta respondió que fue águila de corazón pero se dio cuenta de que en realidad era un cuervo. 

El que osa y comete acciones más allá de sus propias cae muchas veces en desgracia y hace que el pueblo se ría de él. 

El tema del águila que arrebata un cordero es utilizado para hacer burla del grajo, que fracasa en esta misma empresa. Se trata de un símil que produce posteriormente una fábula. "En suma: las situaciones de base y los caracteres de los animales tal como aparecen en los símiles de Homero, están evidentemente emparentados con la fábula".  

2.8.5 CORRESPONDENCIA ENTRE EL CONTENIDO LITERARIO Y EL

CONTENIDO GRÁFICO 

2.8.5.1. LOS PERSONAJES Y LOS ELEMENTOS 

La figura 1: Corresponde al pastor.

La figura 2: Representa al cuervo.

La figura 3: Es el cordero al que el cuervo intenta apresar.

La figura 4: Corresponde al águila.

La figura 5: Es el cordero que el águila atrapa. 

El ilustrador opta en este caso por reflejar las dos acciones que en la narración se contraponen en su desenlace. Por un lado, el triunfo de águila y por otro, el fracaso del grajo. En una sola imagen reúne las dos escenas más representativas del relato. 

No refleja algunos elementos de la narración, como son la peña alta sobre la que vuela el águila, ni tampoco el rebaño de ovejas. 

2.8.5.2. SECUENCIA GRÁFICO-TEMPORAL 

De los tres tiempos que conforman la narración, el ilustrador obvia la última secuencia del segundo tiempo - el pastor cortando las alas al cuervo -, y el tercer tiempo, en el que el cuervo es ofrecido a los mozos para que se diviertan con él y el posterior diálogo que se entabla entre ellos, en el cual el ave reconoce su culpa ante los muchachos. 

Cabe señalar precisamente el hecho de que no se recoja en la ilustración el tiempo que corresponde al cierre del relato y por consiguiente del que se desprende la enseñanza de la fábula. El dibujante se limita a dejar en la memoria del lector -observador lo que para él es realmente importante, el resultado de las acciones principales: el triunfo del águila- primer tiempo -y el fracaso del cuervo -segundo tiempo-, y ello lo consigue eficazmente si consideramos que la narración ha sido escuchada previa o simultáneamente a la observación de la ilustración, porque de lo contrario el grabado no resultaría lo suficientemente expresivo para intuir el desenlace. Si observamos, y no con excesiva atención, la actitud que muestra el pastor con respecto al cuervo no es precisamente evocadora de lo que posteriormente va a ocurrirle al ave, más bien al contrario, diríase que de ella se desprende condescendencia y afecto. 

 

III. LA PORTADA

La portada es un compendio sintético de algunas de las fábulas que aparecen en la obra. Como figura principal, Esopo ocupa todo el espacio de la plana. Justo en la parte superior, y bien centrada, aparece la leyenda: "ESOPVS", que significativamente se sitúa por encima de la cabeza del protagonista. 

La figura se nos muestra de pie, claramente definida. Cabellos lisos, a modo de mechas que se ondulan ligeramente en sus puntas. Cabeza robusta, cara ancha, pómulos salientes, frente prominente; ojos abiertos y expresivos, de los cuales se desprende una mirada serena, bondadosa y sabia, al tiempo que perdida en sus enseñanzas. Nariz grande pero bien formada, labios carnosos, boca cerraba, barbilla pronunciada. Cuello robusto, abultamiento en la espalda - joroba - Viste humildemente: camisa, jubón y cinto. No lleva calzas ni va calzado. El jubón se ciñe a la cintura con un cinturón estrecho, apreciándose por la presión que éste ejerce un vientre considerable, asimismo el cinto frunce en diversos pliegues la faldilla en el centro de la cual - referido al lateral derecho que es el que se nos muestra -, se abre un corte en forma de triángulo. Los brazos aparecen ambos flexionados, formando un ángulo de 45º aproximadamente. La mano izquierda muestra su palma, la derecha apoya su índice extendido sobre el inicio del pulgar de la mano izquierda. Dedos largos y finos, en contraste a la robustez del resto del cuerpo de Esopo. Piernas cortas, gruesas y robustas; la izquierda avanza sobre la derecha, motivo éste que señala junto a las dos líneas que delimitan el suelo la perspectiva rudimentaria a la que ya hemos apuntado a lo largo de nuestro trabajo. Los pies, al igual que las piernas aparecen desnudos. 

La imagen del protagonista se sombrea, toda ella, con pequeñas líneas discontinuas que se distribuyen diagonalmente creando volumen a las diferentes partes del cuerpo: joroba, vientre, gemelos y talones. 

En el fondo, rellenando todo los espacios en el aire, no en el suelo, se suceden animales, edificios, objetos y figuras a tamaño convencional y no relacionados entre sí, sino cada uno como elemento independiente. Vienen a constituir una anotación, sugerencia o anticipo de los contenidos y también el recuerdo de los mismos una vez acabada la lectura. 

La distribución espacial no es resultado de un concepto de horror vacui, como hemos podido comprobar en cada una de las fábulas, sino la idea o intención de anuncio de todo lo que el lector encontrará dentro de la obra. 

Destacar, una vez más, el gran tamaño de la figura principal, personaje bondadoso, héroe absolutamente por encima de todo y globalizador de los hechos que se narran.