INTRODUCCIÓN
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Francisco Guerrero (1528-1599) |
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Retrato de Francisco Guerrero
(Francisco
Pacheco, Libro de descripción de verdaderos
retratos de ilustres y memorables varones, Sevilla,
1599)
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A Francisco Guerrero le han llamado "cantor mariano por antonomasia", "el dulce" o "el enamorado del Dios Niño", y es que pese al relativo olvido actual, paliado en parte con la reciente celebración del cuatrocientos aniversario de su muerte, este músico sevillano, junto con Tomás Luis de Victoria y Cristóbal Morales, representa la cumbre de la polifonía religiosa española. Compositor, cantor, maestro de capilla, viajero incansable y autor del Viaje de Jerusalem, Guerrero podría encajar bien en esos ideales renacentistas del artista total, dedicado por igual a la acción y a la devoción.
Su más ilustre biógrafo, Francisco Pacheco (1), nos da como fecha de nacimiento la de mayo de 1527, aunque parece más acertada la de 4 del octubre de 1528, tal como explica Lloréns (2). En la familia de Francisco Guerrero existía ya el precedente musical de su hermano Pedro, diez años mayor que él, autor de misas, motetes y madrigales, y que llegó a cantor en la Capella Liberiana de Santa María la Mayor de Roma. El propio Francisco Guerrero en el prólogo del Viaje de Jerusalem reconoce el magisterio de su hermano en las artes musicales.
La infancia y juventud de Guerrero discurrieron parejas al reinado de Carlos I, gran amante de la polifonía flamenca. Alrededor del 1557 nuestro músico llegaría a entregarle al emperador, ya retirado en Yuste, un libro manuscrito con una misa, y, según Prudencio de Sandoval (3), el emperador exclamó: "¡Oh, hi de puta, qué sotil ladrón es ese Guerrero, que tal paso de fulano y tal de zutano hurtó!".
En 1542 el joven Guerrero ingresó como cantor en la catedral de Sevilla. Entre 1545 y 1546 se traslada a Toledo para convertirse en alumno de Cristóbal de Morales, maestro de capilla de aquella catedral. Con dieciocho años, Guerrero obtuvo la plaza de maestro de capilla de la catedral de Jaén, lo que da idea de las dotes de interpretación y composición de nuestro músico.
En el 1549 regresa a Sevilla como cantor de la catedral, con la promesa de obtener el cargo de maestro, y tal como explica Rubio (4), "se le aseguró además la sucesión al magisterio cuando falleciera Pedro Fernández de Castilleja que lo disfrutaba a perpetuidad, pero al negársele a él en estas condiciones, disgustado por lo que juzgaba un falta de consideración y aprecio por parte del cabildo, oposita otra vez, a los tres años a la plaza de Málaga, venciendo a los cuatro restantes por una gran mayoría, en vista de lo cual el capítulo de Sevilla, a fin de no perderle, accedió a sus deseos".
La narración que hace Guerrero en el Viaje de este capítulo de su vida es algo más benévola, pero a la luz de los hechos reales, se adivina un punto de resquemor en sus palabras. Estas tensiones entre Guerrero y el cabildo sevillano se reproducirían en varias ocasiones a lo largo de la vida de nuestro músico, unas veces por reclamaciones salariales del maestro, otras por las quejas sobre la frecuencia con que debía desplazarse en busca de nuevas voces para el coro. En todo caso Guerrero obtuvo la ración prometida en la catedral hispalense en 1554, cargo ratificado por un bula papal de Julio III el 1 de junio de ese mismo año. La titularidad definitiva de maestro de capilla la obtendría el 9 de marzo de 1574.
Como dijimos, en 1557 ó 1558 Guerrero visita a Carlos V en Yuste. En 1561 haría una visita a Felipe II con el fin de recaudar fondos para la edición de su Canticum Mariæ Virginis, y tras obtener del monarca doce ducados para los costes de edición, en 1563 le dedicaría este libro de magnificats; en 1570 acompañó hasta Segovia al monarca en la comitiva que salió a Santander a buscar a Ana de Austria. También visitaría a Sebastián de Portugal en 1566 para ofrecerle una copia del Liber primus missarum, dedicado a este monarca. En 1582 viaja a Roma y se entrevista con el papa Gregorio XIII, a quien dedica su Missarum liber secundus, en el que se incluía la misa Ecce sacerdos magnus dedicada al propio papa; a su antecesor, Pío V, le había dedicado un libro de motetes publicado en Venecia en 1570.
Como vemos Guerrero se movió siempre en ambientes de altos cargos políticos y religiosos, y quizá su principal valedor fuese el arzobispo sevillano y cardenal Rodrigo de Castro, rector de la diócesis hispalense desde 1582 a 1600. Rodrigo de Castro fue sin duda el gran mecenas de los músicos españoles de la época, y según Stevenson (5) "se interesó más activamente por el bienestar de los músicos que ningún otro prelado español de su época". A él dedicó el célebre Salinas su obra De musica libri septem en 1577, y Guerrero también le dedicó sus Canciones y villanescas espirituales en 1589, además de nuestro Viaje de Jerusalem.
Pero no todo fueron luces en la vida de Guerrero. Por deudas contraídas en la edición y publicación de sus obras, en agosto de 1591 se dicta un auto de prisión contra él, y conoce la cárcel de Sevilla. El cabildo sevillano, en atención a los servicios prestados por Guerrero, accede a pagar sus deudas con lo que se le permite abandonar la cárcel. Sufrió las epidemias que azotaron periódicamente la Sevilla de finales de siglo, y una de esas pestes, la del verano de 1599, acabaría con su vida el 8 de noviembre de 1599. Su tumba se halla en la Capilla de Nuestra Señora de la Antigua, junto a la de su compañero el organista Francisco de Peraza.
Según Pacheco, "fue hombre de gran entendimiento, de escogida voz de contralto, afable y sufrido con los músicos, de grave y venerable aspecto, de linda plática y discurso; y sobre todo, de mucha caridad con los pobres (de que hizo extraordinarias demostraciones, que por no alargarnos dejo), dándoles sus vestidos y zapatos hasta quedarse descalzo. Fue el más único de su tiempo en el arte de la música y escribió de ella tanto que considerados los años que vivió y las obras que compuso, se hallan muchos pliegos cada día y esto en los de mano. Su música es de excelente sonido y agradable trabazón".
Muchas de sus composiciones no se hallaban impresas, y ante la insistencia de sus amigos, y porque no se perdiera la fidelidad de su compostura, accedió Guerrero en su vejez a publicarlas con la condición previa de que fueran tornadas a lo divino aquellas que en su origen tuvieran un texto profano. Un gran número de personajes del mundo de las artes lo mencionan para destacar su maestría, como es el caso de Giosefo Zarlino -gran teórico de la polifonía-, Mosquera de Figueroa -autor del prólogo de las Canciones y villanescas espirituales-, Fuenllana -que incluye nueve obras de Guerrero en su Orphenica lyra (1554)-, Esteban de Daza -que incluye cuatro en El Parnaso (1576)-, e incluso escritores como Rabelais, Lope de Vega, Góngora (6), o Vicente Espinel, de quien recuperamos unos versos de "La casa de la memoria" (7):
Fue Francisco Guerrero, en cuya suma
De artificio y gallardo contrapunto
Con los despojos de la eterna pluma,
Y el general supuesto todo junto,
No se sabe que en cuanto al tiempo suma
Ningún otro llegase al mismo punto,
Que si en la ciencia es más que todo diestro,
Es tan gran cantor como maestro.
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EL VIAJE DE JERUSALEM
La obra de Francisco Guerrero que nos ocupa es el Viaje de Jerusalem, crónica de un viaje realizado por el autor a Tierra Santa entre el verano de 1588 y la primavera de 1589. Su título original fue El viage de Hierusalem que hizo Francisco Guerrero, Racionero, y Maestro de Capilla de la santa Iglesia de Sevilla, y se editó por primera vez en Valencia en el año 1590, en la imprenta de los herederos de Joan Navarro. Esta obra conocería numerosas ediciones en los años siguientes, como la de J. de León en Sevilla, 1592, la de Juan Gracián en Alcalá, 1605, y varias más en 1620, 1645, 1668, 1694, 1696 y 1785 (8). Actualmente sólo se halla disponible para el público una versión a cargo de R.P.Calcraft que sigue la edición de Sevilla de 1592 (Universidad de Exeter, 1984).
El texto que ofrecemos al lector pertenece a una reimpresión de la primera edición, fechada en 1593 en Valencia, también procedente de la casa de los herederos de Joan Navarro. Los criterios que hemos seguido para fijar el texto tenían como objetivo la divulgación de un texto difícil de encontrar hoy día, y que a nuestro parecer posee una calidad considerable, acrecentada por el hecho de que su autor no fuese hombre de letras strictu sensu. Para la edición semipaleográfica sólo hemos desarrollado las abreviaturas y regularizado los usos de las "i" y "u" consonánticas en "j" y "v" respectivamente. Hemos marcado con * el único error de imprenta que hemos apreciado, y entre corchetes una mínima reconstrucción por deterioro del original. En la versión modernizada hemos adaptado en gran medida la ortografía y la puntuación a las normas actuales, primando el valor de una lectura fluida, eso sí, siempre respetando el original.
Queremos agradecer el apoyo de Julio Alonso, embarcado también en el estudio de Guerrero como autor de libros de viajes, a Vicent-Josep Escartí, por promover este trabajo desde sus estudios de la dietarística valenciana, y a José Luis Canet por facilitarnos el texto original.
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Ofrecemos para terminar un catálogo de sus obras musicales más importantes, así como un apéndice bibliográfico para quien opte por un acercamiento mayor a la figura de Francisco Guerrero. |
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OBRAS MUSICALES: (9)
Canticum B.M quod Magnificat nuncupatur per octo musicæ modos variatum (1563)
Canciones y villanescas espirituales (1589)
Passio secundum Mathúum et Joannem more Hispano (1585)
Sacræ cantiones vulgo moteta (1555)
Liber vesperarum (1584)
Psalmorum 4 vocibus (1559)
Además de 18 misas polifónicas (1556-1582)
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BIBLIOGRAFÍA:
Abelló, Jordi: "Un genio desatendido" en Ritmo, nº714, noviembre de 1999, Madrid.
Álvarez Márquez, M.Carmen: El mundo del libro en la iglesia catedral de Sevilla en el siglo XVI, Diputación Provincial de Sevilla, 1992
Casas, Vicente: "Cantar a Dios. Francisco Guerrero y la Edad de Oro de la música española", en Amadeus nº80, diciembre 1999. Barcelona
García, V. y Querol, M.: Guerrero en Opera omnia: I y II: Canciones y villanescas espirituales, MME XVI-XIX, Barcelona, 1955 y 1957 respectivamente
Lloréns, J.M.: Francisco Guerrero en Opera omnia: Motetes I-XXII, MME XXXVI, Barcelona, 1978
Pacheco, Francisco: Libro de descripción de verdaderos retratos de ilustres y memorables varones, Sevilla, 1599. Ed. de Pedro M. Piñero y Rogelio Reyes, Sevilla, Diputación Provincial, 1985.
Rubio, Samuel: Historia de la música española. Desde el "ars nova" hasta 1600, Alianza, Madrid, 1983, pp. 164-171
Sandoval, Prudencio: Historia de la vida y hechos del Emperador Carlos V, 1604-1606, B.A.E., Madrid, 1956
Stevenson, Robert: La música en la catedral de Sevilla 1478-1606, Sociedad Española de Musicología, Madrid, 1985
Stevenson, Robert: La música en las catedrales españolas del Siglo de Oro, Alianza, Madrid, 1992
Varios autores: "Francisco Guerrero", en Scherzo nº139, noviembre de 1999, Madrid.
NOTAS INTRODUCCIÓN
1 Pacheco, Francisco: Libro de descripción de verdaderos retratos de ilustres y memorables varones, Sevilla, 1599. Ed. de Pedro M. Piñero y Rogelio Reyes, Sevilla, Diputación Provincial, 1985. Volver al texto
2 Lloréns, J.M.: Francisco Guerrero en Opera omnia: Motetes I-XXII, MME XXXVI, Barcelona, 1978 Volver al texto
3 Sandoval, Prudencio: Historia de la vida y hechos del Emperador Carlos V, 1604-1606, B.A.E., Madrid, 1956 Volver al texto
4 Rubio, Samuel: Historia de la música española. Desde el "ars nova" hasta 1600, Alianza, Madrid, 1983, pp. 164-171 Volver al texto
5 Stevenson, Robert: La música en las catedrales españolas del Siglo de Oro, Alianza, Madrid, 1992 Volver al texto
6 En el romance 35 de Góngora aparece lo siguiente: "Cuanto porque el español / en las lides que se mete / hace más fugas con él / que Guerrero en un motete" Volver al texto
7 Espinel, Vicente: Diversas rimas, Madrid, 1591; citado por Rubio, op.cit. Volver al texto
8 Esta información se puede hallar, entre otros, en: Palau y Dulcet, Antonio: Manual del librero Hispano-americano, Barcelona, 1923-1927; Gallardo, Bartolomé José: Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos, Madrid, 1888. Volver al texto
9 Se hallan disponibles en disco compacto: Sacræ cantiones, Capella Reial de Catalunya, Hespèrion XX, Jordi Savall, Audivis E 8766 DDD; Missa Sancta et Inmaculada / Motetes, Coro de la Catedral de Westminster, James O'Donell, Hyperion CDA 66910 DDD; (Guerrero/Lobo) Missa Maria Magdalena / Motetes, The Tallis Scholars, Peter Phillips, Gimell 454 931-2PH DDD; Misa de la Batalla Escoutez, Coro de la Catedral de Westminster, His Majestys Sagbutts and Cornetts, James O'Donell, Hyperion CDA 67075 DDD; Canciones, romances y sonetos, La Colombina, Accent ACC 95111D DDD Volver al texto