Nuestra edición.
Para la presente edición se ha utilizado el
incunable burgalés: Enrique de Villena, Los doze trabajos de Hércules,
Burgos, Juan de Burgos, 1499. El ejemplar utilizado, cuya signatura es
BUS 335/137, está localizado en
Criterios gráficos y ortográficos
a) Modernizamos, según el uso actual, la puntuación, acentuación y el empleo de mayúsculas.
b) Desarrollamos las abreviaturas.
c) Introducción de aquellas partículas
omitidas en el texto, como a, de, en, y, etc., para una mejor comprensión del
texto, colocándolas entre corchetes.
d)
Modernizamos la separación de palabras. Cuando esto implica algún cambio en la
ortografía lo señalamos con nota al texto; en los casos en los que no se altera
la ortografía (sino por si no, enesta por en esta)
procedemos a separar las palabras sin indicarlo. Asimismo, separamos las
palabras aglutinadas mediante apóstrofe: quel por qu’el, dél
por d’él; aunque se mantienen algunas contracciones propias de la época:
desta, dello, etc. Además agrupamos aquellas que hoy en día constan de
un solo grafema (aun que por aunque) y lo indicamos con
nota.
e) Modernizamos las grafías según el siguiente criterio:
1.- La u y v se transcriben según su valor:
vocálico en u, consonántico en v.
2.- La i y j se transcriben según su valor: vocálico en i, consonántico
en j.
f) El signo τ ha sido sustituido por y o por e después de punto.
/fo.
II r/
Aquí comiença el libro de los trabajos de Hércules, el qual compiló Don Enrique de Villena a instancia de Mosén Pero Pardo, caballero catalán, y síguese la carta por el dicho Señor Don Enrique al dicho Mosén Pero Pardo enbiada en el comienço de la obra puesta.
Muy noble y virtuoso cavallero, ya sea que por provulgada fama fuese informado de vuestras virtudes, mucho mayormente agora he avido conocimiento por comunicarme de aquéllas y desvelar vuestros deseos.
Gana aviendo de saber los fechos de los antiguos y gloriosos cavalleros de los quales los pohetas y historiales han en sus obras comendado pertectuando las recordaciones de aquéllos, singularmente los trabajos del fuerte Hércules, que por su virtud fue entre los gentiles deificado, rogándome los allegase, y juntos en un tractado poner quissiese en lengua catalana por información vuestra, opinando vós yo oviese leýdo los historiales que desto oviesen tractado y pohetas que con ello guarnescieron sus fictiones. Fue a mí pla[zi]ble vuestra inclinación y la satisfación cargosa, considerando mi insuficientia y discrición, siquiera la poquedad de historias por mí vistas, no algo menos las curiales y familiares ocupaciones que no dan lugar y, sobre todo, las diversidades y movible fortuna no consentieron el mío reposar pensamiento. Enpero confiando en el bien soberano que es dador de todos los bienes y ayuda a los buenos deseos supliendo el desfallecimiento de los deseantes, y trahe los buenos propósitos a devidos fines, y que vos por vuestra amistança y bondad soportaréys los fallecimientos, así en el estilo como en orden, en el presente por mí puestos tractados por inadvertencia y mas verdaderamente ignorancia, atrevíme en buscar y coger y ordenar los dichos trabajos en tal guisa que no se perdiese tan buen deseo somido en la mar y de impotencia, ni peligrase por las ondas del tiempo, antes fuesen en alto reduzido por viento suave pacífico de eloquencia [a] apazible puerto. E si por mí, segund es, menguadamente fuese tractado, por otros más suficientes, vista la materia, ser pudiese de mejor vestida forma, rogándovos acetéys la presente obra, acatando materia y fictión mía, no aviendo respeto a la rudidad de la ordenación y escuridad de sentencias y la comuniquéys en lugar que faga fruto y de que tome enxemplo y crescentamiento de virtudes y purgamiento de vicios.
E así será espejo abtual a los gloriosos cavalleros en armada cavallería, moviendo el coraçón de aquéllos, y no dubdar ásperos fechos de las armas y aprender grandes y honrrados partidos enderesçándose a sostener el bien común, por cuya razón cavallería fue fallada. E no menos a la cavallería moral dará lumbre y presentará señales de buenas costumbres, desfaziendo la texedura de los vicios y demandando la ferocidad de los monstruosos abtos en tanto que la materia presente más es sátira que tragídica, ya sea tra- /fo. II v/ -gídicos la ayan deduzida. Aviéndome por escusado si mas aýna no he acabado el tratado aqueste por lo que en mis escusaciones de suso dixe. E siquiera en mayores cosas, y quiero, y quanto buenamente pueda complazer la vuestra nobleza la qu’el Dios conserve en su gracia y faga no solamente seguir las prohezas de los antiguos, más que seáys exemplar de virtudes a los presentes y venideros cavalleros, que abtual y moralmente buscarán exemplo mío y división del tractado.
Fenescida la carta, comiença el proemio.
Por introdución de aqueste tractado, y a mayor conoscimiento, es de notar las sus distinciones y manera de proseguir, según en el principio de las recordables historias se suelen y deven fazer, de las quales ésta es muy singular, según parece en los poetas que han fecho della expresa mención. Y singularmente Séneca en las sus Tragidias y más apuestamente en la primera dellas, que es intitulada en latín Hércules fuerte, poniendo en ella cómo descendió el dicho Hércules a los infiernos en vida y otros virtuosos abtos que fizo moviendo a virtud a los entonces bivientes y alos que después venieron, y será muy provechoso a los agora bivientes, acuciando los valientes coraçones a semejables y grandes fechos. Por esto, los romanos, segund pone Valerio, en el ij libro título primero De los antiguos estados, cap. iij, diziendo que leían los buenos fechos de los passados y virtuosos cavalleros, por animar a tales y mayores cosas mandaron fazer crónicas y leerlas, afirmando qué exercicio era pungentivo de virtud, y en él se criaron los Camilios, Escipiones, Fabriciones, Marcelinos y Fabianos, los quales lumbre del Imperio fueron por los historiales llamados por su estremidades y virtud. No menos desto los césares, por tal criamiento y uso, las eroycas alcançaron virtudes y fueron dignos de alcançar y alcançaron el imperial grado.
Será partido este tractado en doze capítulos, y puesto en cada uno un trabajo de los del dicho Hércules por la manera que los historiales y poetas los han puesto, y después la exsposición alegórica, y luego la verdad de aquella historia, según realmente acontesció. Dende, seguirse ha la aplicación moral a los estados del mundo y por enxemplo al uno de aquéllos. Por ende, cada capítulo en quatro párrafos será partido: en el primero, la historia nuda primera poniendo; en el segundo, las abtoridades declarando; en el tercero, la verdad de la fictión apartando [y] en el quarto, la antifición de la aplicación, enxemplando. Por manera que sin enseñamiento de scientífico mostrador, vuestro entendimiento cavalleril comprehenda el fructo de aqueste tractado y pueda en otros comunicando traspasar. E veréys, catando con reposado ojo de la investigiativa, que se pueden aquestos trabajos a muchas obras aplicar y cada uno delos estados poder de aquellos tomar enxemplos.
/fo. III r/
Estos trabajos fabla Virgilio en el viij libro de su Eneyda, onde pone que los cantavan los sacerdotes en los himnos antes de los sacrificios, en la fiesta que celebravan cada uno de la victoria que uvo Hércules del ladrón llamado Caco.
De aquestos trabajos no olvidó Boecio de hacer mención en el quarto libro De consolación y metro final de aquél. ¿Qué puedo dezir, sino que todos los coronistas han pregonado aquestos trabajos reputándolos dignos de perpetua recordación, ceptro de virtuosas costumbres y exemplo común a la diversidad de los estados principales, hedades, condiciones y tiempos?
Ca el mundo es partido en doze estados principales y más señalados, so los quales todos los otros se entienden, es a saber, estado de príncipe, estado de perlado, estado de cavallero, estado de religioso, estado de cibdadano, estado de mercader, estado de labrador, estado de menestral, estado de maestro, estado de discípulo, estado de solitario [y] estado de muger. E cada uno destos estados contiene en sí diversas distinciones de grados así como se sigue:
Estado de príncipe representa emperadores, reyes, duques, condes, marqueses, viscondes, capitanes, governadores y todos los otros que han juredicional exerpción temporal o que han de regir compañas o familias. Cada uno de aquestos tiene principado en su manera.
So estado de perlado entiendo papas, cardenales, patriarchas, primados, arçobispos y obispos, abades, priores, rectores, oficiales, ministros, guardianes, mayores e todos los otros que han exercicio de juredición eclesiástica y han de regir súbditos por eclesiásticas leyes y cada uno de aquellos tiene perlatura en su grado y manera.
Por estado de cavallero entiendo rico ombre, noble infançón, caballero armado, gentil ombre y todos los otros que son fijos d’algo, a quien pertenesce usar exercicio y multiplicar las costumbres virtuosas y buenas en conservación y defendimiento del bien común.
Por estado de religioso entiendo christianos y los grados de religión específica, así como capellanes, frailes. E aun so el nombre de frailes ay otras distinciones de órdenes, es a saber, monjes negros, monjes blancos, fraires menores predicadores y los otros a tales, y demás las dueñas de religión contando en éste, finalmente, todas las personas so cierta regla, ábito, comunidad, confradía, sociedad y hermandad biven.
Por estado de cibdadano entiendo cibdadanos honrrados, burgeses, ruanos, como de villa, y no biven de su trabajo, nin han menester conoscido de que se mantengan
Por estado de mercader entiendo los comprantes y vendientes, siquiera mareantes, que, por ganancias de fletes y pasadas, por los mares fazen precios y avenencias en guisa de mercadoría, sacando dende provecho sabido traperos o tenderos y todos los otros que so cierto precio o avenencia buscan y han ganancia de que biven.
Por estado de labrador entiendo villanos, cavadores y labradores, y ortolanos y los que se alquilan a jornales, a los que lievan cargas acuestas de lanas, /fo. III v/ paños y otros carguerios atales de unas casas a otras, y aun pescadores, y los otros que viven de su trabajo corporal usando officios y menesteres baxos y despreciados, según son los que acarrean el estiércol y a limpian los lugares inmundos y los otros tales como estos.
Por estado de menestral entiendo plateros, herreros, texedores, pintores y los otros que, por menester público labrando de sus manos y vendiendo su lavor, alcançan de comer.
Por estado de maestro entiendo maestros en Teología, doctores en leyes y en cánones, maestros en Medicina y en Artes, philosephos, bachilleres y los otros que saben y pueden y han autoridad de mostrar a discípulos alguna sapiencia, ciencia, arte de dotrina o enseñamiento.
Por estado de discípulo entiendo escolares, camareros de las escuelas y repetidores, y todos los otros que so disciplina de maestro ganan doctrina y se disponen de la ganar por vía scientífica y moral.
Por estado de solitario entiendo hermitaños, anacoritas, emparedados, reclusos o encerrados, selváticos o apartados, y todos los otros que biven arredrados de compañía y se dan al contemplativo bevir.
Por estado de muger entiendo dueña, doncella, moça, casada, biuda, sierva, niña y de todos los otros grados mugeriles en [qualquier][1] dignidad o subjeción que sean falladas.
De las otras personas que de fuera de aquestos ya nombrados y sus vías biven, así como pirotos o corsarios, fragores, ladrones, robadores, violentadores, incensores, vagamundos, baybitas, gironagos, infieles, paganos. E a tal non faze mención, ca encartados y fuera echados de la virtuosa vida y lícita no fazen estados por sí, nin son miembros sanos del cuerpo místico universal de la especie humana y congregación del mundo.
Empero todos aquestos, así los unos, como los otros, cada uno en su manera, podrían ver en el espejo de aquestos trabajos su condición y vida virtuosamente usantes enxemplar que seguir puedan. E por ende esfuérçanse los buenos pugnando crecer en virtudes y las malos avrán refrenamiento a sus vicios. E ya sea que aquí non sean deducidos específicamente cada uno de los nombrados estados por cada un trabajo con sus diferencias y variedades de casos si no implícitamente y sumaría por grand brevedad. Empero lo que aquí será dicho y ejemplificado havrés manera y artificio para deducir y aplicar los dichos trabajos a los y por los encima puestos estados y sus diferencias, según no dubdo que vuestro caro ingenio sabrá mejor praticar que la rubidat mía mostrar puede.
Capítulo primero. Cómo los centauros fueron echados de la tierra y fue poblada
/fo. IIII r/
Estado de príncipe.
Por diversas maneras la horden de aquellos trabajos han los abtores variado, algunos poniendo según orden natural y de tiempo, y otros según orden artificial y de di[g]nidad, onde la más común y aprovada es la que Boecio ha tenido en su quarto libro De consolación en el metro final seguiendo la orden de dignidad, y allí ha puesto que el primero trabajo fue domar los centauros. E por esto, siguiendo lo aqueste trabajo, porné primero en orden y asentaré como cimiento en este primero capítulo contando la historia siquier poética fición que es tal.
Historia nuda.
Según Ovidio en el su Metamorphoseos ha registrado afirma que un gigante fue a quien llamavan Uxío, el qual se enamoró de Juno deesa del ayre, fija de Saturno y madrasta de Hércules. Aqueste gigante, aviendo lugar y vagar, quiso con la dicha Juno carnalmente ayuntarse, mas no consentió ella por voluntad se no inclinó al loco deseo de Uxío. No embargante en lugar apartado guardó con todo esso gravemente su onestad defendiéndose, no por fuerça temporal, mas por engaño y presto consejo de muger entendida, formando en el ayre imagen fantástica de muger en la niebla espesa que era entre Uxío y ella, a figura de sí muy aýna y causó sin tiempo por arte divinal. E aquesta imagen así formada acatando Uxío cuydó que fuese la verdadera Juno que él amava y así se juntó con aquella sonbra, presumiendo usar carnalmente de Juno, que tanto codiciado avía. E por este ayuntamiento empreñóse aquella sombra y mentirosa figura, por misterio y voluntad de la deesa, y no solamente concibió, mas, allegado el tiempo común del parto, parió de una vegada siquiera de un vientre animales ciento, que de la cinta arriba avían figura humana y usavan de cavalleriles armas, y de la cinta abaxo avían forma cavallar pelosa y la cola crescida, corrientes en dos pies con gran ligereza fasta se igualar con el curso de los arrebatados vientos en su correr. A aquestos animales llamó aquella hedad centauros. Estos destruýan y gastavan y comían con su esquiva desmesura bestial, disipando lo que ante sí fallavan y quanto podían. Del número de los que les fueron, Quirón, maestro de Archiles y Neso, el que furtó a Daymira, y otros de quien los poetas antiguos fazen gran mención.
Oyendo Hércules el daño que aquestos en la tierra fazían, movido con fervor de virtud o grandez de coraçón cavalleril, quiso empachar la grand osadía de aquestos y refrenar el su vicio so atrevimiento. Señalado el bien de la patria común y el sosiego della, no du- /fo. IIII v/ -dó ponerse a peligro peleando personalmente con los dichos centauros informado que por el su padre Uxío fue provado corromper la su madrasta Juno y por aquella cobdicia en la figura mentirosa de la nuve, engendrando aquellos chimerinos o mezclados de diversas naturas de animales que embargan la política vida del cuerpo místico de la cosa pública.
Aqueste Hércules por la dignidad de su madrasta Juno cuydando en este aviso fue sobre los centauros y fuera echándolos y encogéndolos en las ásperas selvas del monte Pelias. E por el su miedo ascondidos en las escuras cuevas del monte Esseneo y no osando más to[r]nar entre los ombres a quien daño fazían, diéronse al uso del caçar las bestias fieras en las esquinas espesuras y desbaratadas de rodope. Fue así librada la tierra de tal subgeción y daño por aqueste virtuoso Hércules, a remembrança del qual y gloria pusieron en las istorias los poetas este trabajo a enxemplo de los que entonce bivían y después avían de venir.
Declaración.
Esta manera de fablar es fabulosa ca no es semejable de verdad ni conforme a las obras de natura, nin menos usadas. Empero la su significación según Fulgencio ha declarado en su Metodología y los otros que descubrieron las figuras poéticas por razón que el fructo de aquellos fuese entendido y acogido a beneficio de la moral vida.
Entiéndese por la deesa Juno la vida activa, que acata las tenporales cosas y se ocupa en ellas, por esso es dicha deesa del ayre, ha mostrar la poca firmeza de las temporales cosas, empero es divinal por seer de las cosas que convienen a la conservación de la vida de los ombres. Es dicha madrastra de Hércules, que es interpretado virtuoso, esto [porque][2] las ocupaciones temporales contrallan, tientan, travan y desvían al ombre virtuoso, embolviendo y abaxando la sabieza humana en las terrenales cosas, faziéndole bien parecer lo que le embarga de bevir al su devido fin. E por Uxío se entiende el cobdicioso, que no cura de virtud poniendo su esperança en los temporales y fallecederos, enamorándose de la vida activa, queriéndola aver del todo a su uso. Estos tales lo alcançan menos por no aver consigo conoscimiento de virtud y buena intención. Por esso la dicha vida ativa, por estos no derechamente buscada, causa para conoscer error y escurecimiento de virtud en el entendimiento de aquestos, faziéndoles entender engañosamente que la vida activa sea solamente para alcançar y conservar temporales vienes, lo que no es sino para conservar y mantener virtud y vida contemplativa. Este error es la niebla a semejança de sí, que la vida activa representa al cobdicioso en la qual engañado se deleyta. E una de aquellas por autos no devidos, allí se engendran mostruosos efectos y desaguisadas costumbres que a lo primero parescen humanas y al fin son bestiales y sin honrra. E estos son los centauros cuya muchedumbre es significada por el número de ciento, que no dan lugar a la morança de los ombres querientes según razón bevir.
Estos centau- /fo. V r/ -ros van armados en la parte delantera, defendiendo sus malicias y cobrándolas, mas la su fin es temida y conoscida dexando la cola de mala nombradía, no teniendo alguna firmeza, fuyendo así como viento, mostrando que poco dura la vida de los vicios y en viento se convierte vanescido por olvidança. Contra los tales los virtuosos, con zelo de la cosa pública, batallan esforçadamente reprehendiéndolos y refrenándolos con temporal poderío, apartándolos de la congregación de la vida dados a la vida cevil tal embargo. E así fuera echando los vicios y embiados a los disiertos y montes que se entienden por los profundos pensamientos que son los mostruosos y enconados no dexan de los malos pensamientos de fuera poner en obra.
Verdad.
Esto es dicho segund la alegórica significación, empero la verdad de la historia fue así: que Uxío era un grand señor en la tierra de Grecia, inclinado y dado a la vida activa de señorear muchas gentes y subjuzgar los pueblos so engenio de domar cavallos y cavalgarlos. E fizo así en el comienço ciento de cavallo que armados corrían aquella tierra, y faziéndose obedescer por temor servil y estragando contra voluntad de los abitadores de aquellas comarcas. E los ombres y gentes de aquella sazón de tal novedad maravillados, como cosa que de antes no avían visto, cuidáronse que el ombre y el cavallo en que cavalgava fuese todo un cuerpo mezclado y puesto de humana y cavalluna figura. E posiéronles nombres centauros por que eran cientos que corrían como aura que quiere dezir viento o ayre movido. Sabiendo esto, Hércules, fijo de Júpiter y de Almena, fue en aquellas partes y batalló contra los centauros dichos, venciéndolos y fuera echándolos de la tierra, fasta los encerrar en las montañas desiertas dando lugar de virtuosa y reposadamente bevir alos que dello avían deseo y propósito. E esto fue puesto y historiado por la figura suso dicha en el primero párrafo a perpetual memoria. E duró fasta que es llegado a este nuestro tiempo de agora.
Aplicación.
Ciertamente es estado y espejo y lumbre al estado de los príncipes, mayormente entre los otros, onde claramente pueden ver las virtudes y vida al su estado convenibles. Aprendan porende los que súbditos y vasallos rigen de ser Hércules manteniendo justicia en perseverança y fortaleza, y guerrear los centauros que son los criminosos y malfechores sin bien alguno y de otra manera las malas costumbres y detestables usos y dexen el pueblo bien quiriente bevir en reposo. Por el guerrear de los centauros la justicia cometiva usen penando los malos, seguiendo aquel exemplo. E por el reposo de los pueblos, la justicia distributiva, que es más noble parte. Estonce se deve por ellos cumplir gualardonando los buenos fechos y servicios dando beneficios a los merescientes y honrrando los virtuosos por favor y testimonio de virtud. E si spiritualmente quieres esto aplicar al estado perlado, que deve fuir a los vicios y desechar la mala dotrina reluziendo por exemplo y buena fama, sería muy propio aqueste que en esta historia es dicho alegar. E por razón de lo abreviar esto déxo- /fo. V v/ -lo a la discrición vuestra que por éste y por los otros estados sabía deduzir este trabajo mejor que por mí podría ser espresamente dicho, y do fin al primero trabajo et cetera.
Capítulo segundo. De cómo murió el fiero león de la
selva Mornia.
Estado de perlado.
Fue el segundo trabajo quando Hércules mató el león en la selva o montaña espesa de árboles nombrada por los de aquel tiempo Mornia. De aquesto habla Boecio y muchos historiales, poetas por cuya concordia paresce la significación en la manera que se sigue.
Historia nuda.
Es en Grecia una grand selva y espesura de árboles antigua y espantable, y esquiva y no abitada, y áspera de peñas y afoyada de cuevas sombrosas y escuras dicha Mornia, acompañada de fieras y salvajes bestias entre las quales avía un león muy grande y bravo, gastador de los pobladores y de los de allí vezinos. Por miedo del qual los viandantes desamparavan los caminos que pasavan acerca de aquel lugar. Los labradores con los buyes non osavan revolver la tierra dura nin encomendar las simientes al labrado campo. Los pastores dexavan los ganados sin osar los bolver quando se llegavan y los moradores en las caserías y aldeas dexavan su labrança, encerrando se en el fuerte muro de los mayores lugares [y] recogiéndose en las fortalezas y casas altas, tanto hera el temor que del dicho león avían y no menos daño avido y concebido avían. Oyendo esto el virtuoso Hércules y cavallero valiente corrió y ayudó al ermamiento y daño que recebían los de aquella tierra, no aviendo miedo maguera oyera dezir de otros muchos cavalleros que hantes d’él avían dubdado matar el dicho león y aún algunos que lo provaron fenescieron aí sus días entre los dientes del león y la suya sin defensión perdieron arrebatadamente vida. Hércules, con virtud sobrada, andubo a la selva ya dicha buscando el espantable león, conbidándolo que viniese a él por bozes y amenazas fasta que llegó a la dura cueva donde el cruel león se receptava o estava. El qual prestamente salió a él con el salto ligero y mostrando las corvadas uñas, los ojos vermejos y sangrientos por amuchiguada ira, las crines levantadas, royendo con boz desacordada y agra, esforçándose comer /fo. VI r/ a Ércules. Mas Ércules no dudó el fiero león esperar. Mas al fin, con su maça inclinada, derribó el corporiento león y desnudóle la piel y fizo della vestidura que traía sobre las armas. E guarneció las uñas y los dientes de oro de aquella piel. E por esta manera fue librada aquella provincia.
Declaración.
Aquesta ystoria amencionaron los hystoriales a fin que por ella, por cubiertas palabras, podiese reprehender los soberbios que por el león son entendidos y para esforçar los virtuosos y quebrar la sobervia; la qual, con fuerça leónica, gastando las vezinas virtudes, arriedra del ombre onde se reposa toda compañía de buenas costumbres queriendo parescer mayor sin méritos entre aquellos que del mejor lo merecen, no conociendo sus propias culpas y roncamente estimándose o ser virtuosos queriéndose onrrar como si lo fuesen.
Verdad.
Cierto la verdad deste trabajo fue como la ystoria lo cuenta en el párrafo primero sin significación poética o semejança metafórica alguna. E en este párrafo tercero no es menester de apurar la verdad de la ystoria, según la orden començada en estos capítulos.
Aplicación.
Puédese moralmente aplicar a los estados del mundo y propiamente al estado de perlado, entiéndese por aquella comarca donde el león morava qualquier plazía a quien la selva de vicios es acercada. [Aunque][3] tenga en sí bestiales costumbres, es sobervia aquella que es entendida por el león, por ser cabeça de vicios y primero de las culpas mortales. Esto faze vanos vicios de bien los estados que los siguen, contra el qual los otros estados se devieran levantar a defendimiento de bien común a quien mucho nuze. E más pertenece esto fazer al estado de perlado. Paresciendo Ércules en esta parte deve por correciones desechar la sobervia con sus causas y circunstancias de los animales a él encomendados, no con cuchillo de justicia temporal, sino con maça de madero, por cuya blandura la piedad eclesiástica es entendida, y al cabo es enclavada de fierros; que demuestra la censura canónica que, sin romper la piel corporal, mata de dentro la ánima spiritual.
Puédese entender, en otra manera, quando el perlado contradize y se opone al poder temporal, que por manera leónica quiere las preheminencias a la iglesia devidas quebrantar. Entonce el perlado abaxe la sobervia de los tales por piadosas exortaciones o requerimientos, por blandura del madero començado. E si menester fuere, no dude en la parte enclavada de la maça ferir la leonil temerida amatando el sobervio movimiento fasta le quitar el propio cuero, que son los beneficios y sacramentos que el estado seglar recibe de la iglesia. E traya aquel cuero sobre sus armas por exemplo y testimonio que lo faga públicamente por que conozcan los menores que serán más ásperamente corregidos quando al bravo león han quitado la piel sin dudarlo. E más si el caso lo requiere guarnecer el perlado los dientes y las uñas de aquesta piel en oro. Esto demuestra los fondos y judéricos poderíos, census y tenencias qu’el lego terna, con que muerde y rascuña a su perlado resistiendo a su justo spiritual mandamiento. Desvellale el perlado la piel quitándole estas cosas que te fazían ensorbervecer y guarnece de oro las cosas dichas reduziéndolas a la yglesia. E allí queda el tal león desollado a exemplo de los atrevidos. Este tal despojo a gloria de tal perlado debe ser recordado siempre. Podría ser el estado de cavallero aplicado a quien conviene contradezir a los soberviosos enemigos de la patria, quitándole los despojos en testimonio del vencimiento y recordación y recobramiento de virtud y paz.
Cap. iij. Cómo las aves arpías fueron echadas de casa
del rey Fineo.
/fo. VI v/
Estado de cavallero.
Pasó el tercer trabajo Hércules desechando y apartando las arpías de la mesa del rey Fineo en cogiendo aquellas en las yslas Tropheas. Allí las falló Eneas, segund Virgilio en el tercero Libro de las Eneidas cuenta. E aquesto es así de muchos doctores cogido y historiales y contesció así como se sigue:
Historia nuda.
Fue un rey en Grecia llamado Fineo y ovo dos mugeres. De la primera tenía fijos, y de la segunda no. Aquella segunda como madrastra aborresció los fijos de la primera y buscava muchos achaques por los poder poner en culpa y fazer caher en yerro. Tanto que un día les dixo a cada uno dellos [apartadamente][4] que durmiesen con ella y cada uno dellos, siendo fiel al dicho su padre, negó de lo fazer y demás contáronlo a su padre. E todo esto negó [desenvergonzadamente][5] la madrastra encargando a los andados que ellos quisieran cometer el tal yerro, quexándose al marido y afrontándole de castigo. E Fineo, vencido y más [verdaderamente][6] engañado en las palabras compuestas de la muger, concibió yra contra los fijos proprios no culpables cegándolos de la corporal vista. E en vengança de aqueste tal fecho fueron los dioses muy yrados contra Fineo penándolo de tanta culpa por esta misma guisa. E priváronlo de la vista segund él a sus fijos privado avía que eran inocentes. E añadieron más a la pena que las aves infernales, que son dichas arpías, asechasen [todavía][7] la mesa del rey ya dicho ensuciando aquella en la ora de su comer con sus [inmundicias][8] [y] arrebatando las viandas de la real mesa. E con esta quexa y angostura lo fazían bevir con tristeza de vida y más [verdaderamente][9] muerte alongada.
La figura de aquestas arpías, segund los pohetas, es tal que han la faz virginal, es a saber, de donzella, y son aladas y en el cuerpo cubiertas de pluma, y tienen los pies armados de agudas uñas, y la boca amarilla por fanbre, y por mucho que comen nunca se fartan. Sabiendo esto, el virtuoso Hércules, que el estado de tan alto rey era denigrado y escurescido siquier menguado y la su vida anublada y en cuydados detenida, fue aquellas partes. Asaetando las dichas arpías con el su poderoso arco lançólas de la casa y palacio del rey Fineo. Las quales no seguras en algund lugar por el herculino temor se receptaron y encerraron en las dichas Tropheas yslas.
E los dioses acatando de alto movidos a piedat restituyeron o fizieron cobrar el beneficio del ver al rey Fineo por Hér- /fo. VII r/ -cules, a cuya memoria y alabança fue en las historias éste canonizado siquier provado en buen enxemplo trabajo digno de grand recordación y loor.
Declaración.
Aquesta fictión, en parte, es parabólica y, en parte, fabulosa, significando por fines el estado del ombre virtuoso que debe ser rey de las sus pasiones, recogiéndolas con mano de fortaleza y conoscencia. Aqueste tal conviene ser junto y matrimonio con la derecha intención y sana. Ésta es la primera muger de la qual engendra fijos de buenos enxemplos y obras loables. E después cabe en bigamia tomando otra muger que es la cobdicia y mudando el estado virtuoso en vicios. E esta cobdicia es madrastra de las buenas obras que son los hijos de la primera muger. Qualquier que juntare estos fijos consigo no devidamente, es a saber, tirar a su fin los fechos de aquellas. E por no las seguir ni complazer a su voluntad vana acúsales con Fineo ya fecho vicioso. E por esta razón se ensaña Fineo y [saca][10] los ojos a sus propios fijos, es a saber, privarles sus obras de exemplo por complazer y seguir la avaricia.
Fasta aquí es esta historia parabólica y metaphórica. E el razonamiento, de aquí adelante, es fabuloso, deziendo que los dioses privaron la vista a Fineo. E esto se entiende que las verdades de la razón se ascondieron y apartaron del su entender alongándose del su conoscimiento, ya cegado de vicios. E dieron a la su mesa por acrescentamiento de pena la quexación de las arpías, que son las tomas y resentimientos injustos, que son a nosotros infernales aves, [porque][11] bolan faziendo aýna sus obras infernales por la grand malicia que en ellas ha. E son propiamente mañas del infierno y vías que lievan al ombre a él. Han la faz humana a demostrar que [todavía][12] coloran con alguna paresciente razón los no devidos tomar y retener, afinado caso que paresce razonado y no lo es. Tienen alas, mostrando que, sin acuerdo, muy prestamente a la rapacidad o tomar del más justo se da el ombre vicioso. Tiene plumas en su cuerpo a mostrar que con entricadas razones, engaños y encubiertas asconden, encelan lo mal ganado. Tienen las manos articuladas y guarnidas de agudas uñas a demostrar que los cobdiciosos que retienen lo ageno sin voluntad de restituyr o tomarlo con uñas endurecidas de abstinencia. Tienen la boca amarilla y fambrienta y jamás no se fartan a demostrar los cobdiciosos siempre son nuevos y rezientes en el tomar y tirar y encubrir y guardan quantas partes pueden jamás el su deseo en alguna manera no es farto. Ensuzian y envilescen la mesa real. E esto significa el estado del virtuoso, que es y devría ser así como rey, recogiendo o señoreando sus passiones. E quando pierde el juyzio y vista de razón, las arpías dichas envilescen la su mesa quando el cimiento o fructo que deviera o podiera aver el ábito virtuoso o constante segura o de buena fabla y quitándole la buena nombradía, que son así como viandas preciosas.
Contra estas arpías el ombre virtuoso y constante y seguro de buena fabla, entiendo por Hércules con el arco de la su do- /fo. VII v/ -trina y con las saetas de la reprehensión refrenando la rapacidad de los viciosamente cobdiciosos, fricándolos a las islas de potencia significadas por las estrofadas estropheas, onde las falló Eneas. En esto se entiende por el investigable buscador así desear y reprehender aquellas.
Verdad.
Este dicho es alegóricamente entendido por la historia ya puesta. Enpero la verdad de aquella fue de aquesta guisa: Fineo fue un rey en Grecia que uvo dos mugeres; de la primera uvo dos fijos a los quales encomendó grand parte de la administración de sus bienes y riquezas. E, muerta la primera, tomó otra. E por quanto era ya llegado a la vejedad y con menos de entendimiento, se dio a las avaricia y cudicia. E a esto le enclinava y bolvía aquella muger segunda, que era muy cobdiciosa, veyendo que los fijos contra consejo y voluntad de la madrastra usavan de franqueza y fazían despender a su padre magníficamente según al su real estado convenía. E, por esto, a consejo y induzimiento de la dicha madrastra, el dicho rey Fineo quitó la administración de los dichos bienes a los dichos sus fijos. E por esto dizen que los cegó, quitándoles el uso de las riquezas, ca la vista del estado corporal son los bienes temporales, que son los bienes y riquezas. Entonce quitaron los dioses a él las riquezas mayores, que son las virtudes dichas eroycas y quitáronle la vergüenza y el refrenamiento que es la vida d’él. E empobrecieron el su estado, no dexándole vevir en manera real sino mendigando por tesaurizar o allegar tesoros. E ansí era ensuziada la su mesa, quitándole las viandas delante que de buena razón, según su estado, le devieran ser traídas e delante puestas.
Oyendo esto, Hércules, que tan grand rey como Fineo en vituperio y
mengua de toda
Aplicación
Es aqueste trabajo muy bueno para quien quisiere reglar la vida de [qualquier][13] de los dichos estados; ma- /fo. VIII r/ -yormente el estado de cavallero, que fue fallado por mantener nobleza y conservar y multiplicar virtuosas costumbres y desechar vicios mayormente aquel que es raíz de todos los males, es a saber, la cobdicia y avaricia, por la qual muchos reyes y señores amenguan sus estados y tractan mal sus subditos y vasallos. E aun sacan los ojos a sus proprios fijos negándoles las honras a ellos devidas y las administraciones que merescen. E a la fin por esto son cegados cayendo en errores y dubdas que son guerreados por enemigos, que así como arpías roban y gastan las regiones ocupando lo que suyo no es.
En tal caso como éste conviene y paresce bien al valiente y magnífico cavallero consejar a su príncipe que use de franqueza y no maltrate sus súbditos y vasallos y servidores que deve tener en cuenta de fijos, nin los ciegue por pechos desaguisados siquiera no ministrando lo que han necesario. No debe dubdar el coraçón cavalleril con la humildad que deve [todavía][14] reprehender al rey o a otro señor a quien sirva en tan razonable cosa con aquellas palabras reverenciales que se conservan a grado del señorío. E por esto, por zelo de virtud y de bien común siquiera conservación de buenas costumbres, menbrándose de Hércules que no dubdó de reprehender al rey Fineo a él estraño y apartado a quien no era tanto tenudo. Conozca el cavallero que lisonja y complazimiento de vicios, disimulación de aquellos y temor de bien consejar es cosa muy contraria al su estado. Aun de otra guisa puede aqueste exemplo aprovechar quien se disponga si menester será en el oficio de las armas por defendimiento de la fee catholica, de su príncipe, de su tierra, de su ley y de la cosa pública y aun de la justicia particular y manifiesta. No dubde poner su persona en peligro fasta la muerte inclusivamente contrariando a los reprendadores o robadores que así como las arpías ensuzian y desordenan la mesa del estado común y lançan las tales a parte en yslas no abitables, es a saber, acabadamente tire y quite tal enbargo y amate la recordación de los tales fechos malos. Ca los cavalleros son braços del cuerpo místico y cevil de todas siquier ordenador a defendimiento, guarda o reposo de los otros miembros. Considere el cavallero que pueblos mayores de sí debe reprehender de vicios. Él debe de ser del todo apartado de aquellos y si a los enemigos vesibles ha de contradezir no le conviene a los invesibles sojuzgarle. E pues quiere gozar de la honrra y previlegio de cavallero sepa llevar las cargas a que es obligado. Sea exemplo, así como Hércules, en su estado persevere en crescimiento de bien en mejor segund se requiere a la virtuosa y cavalleril vida. E así faziendo los sucessores avrán desto fazaña y serán movidos a loor y seguirlos, sabiendo de sus virtudes y vitorias. Si bien quieres catar las costumbres pertenescientes al estado de cavallero todas las podrías fallar con semejanças y con respondencias. E los misterios de aqueste trabajo ygualmente fazen y se convienen a estado virtuoso, que deve toda cobdicia arredrar de sí y mortificar en los otros por sancta dotri- /fol. VIII v/ -na, predicación y verdadero exemplo. Esto podrés y mejor de mí creo sabés artificiosamente explicar por la introducción dada ruda y sumariamente en este capítulo.
Capítulo cuarto. Cómo fue ganada la mançana de oro que
guardava el dragón.
Estado de religioso.
Fue el quarto trabajo quando Hércules ganó la mançana guardada por el valiente dragón. Aquesta es una fictión o figura por los poetas puesta y mucho encomendada a tal.
Historia nuda.
Fue un rey en las partes de Libia al qual dezían Atalante, que por abundancia de riquezas ordenó a su deleyte un vergel, cuyos árboles y fructos todos eran de oro, encerrado de cerca muy artificiosa y fermosa. En el medio deste veregel era un árbol más alto y mejor paresciente que los otros. Allí era la más fermosa y de mejor valía mançana, a cuyo defendimiento un dragón grande de cuerpo y fiero en vista estava embuelto en aquel tronco de aquel árbol. Éste siempre velava por que alguno la mançana coger no pudiese, que con él no pelease. Todo este veregel a tres donzellas era encomendado. E ellas guardavan la puerta deziéndoles espéridas, por ser fijas de Espero, hermano que fue de Atalante. Estas cosas sabiendo Hércules, oyendo por certidumbre, fue a Libia al lugar do era el dicho vergel. E contentadas y bueltas a su voluntad por continuados ruegos y dulces palabras las espéridas, entró en el maravilloso vergel no deteniéndose en los menores árboles fasta que llegó al medio onde vido el muy alto árbol y precioso, no espantándose ni dudando del valiente dragón. Antes aquel derribando y peleando con él lo venció y tomó del árbol la rica mançana y presentóla a Eurestes, rey de los argólicos, nobleciendo del todo aquella región. De aqueste trabajo faze mención Lucano en el su nono libro y muchos poetas han alabado aquesta fictión.
Declaración.
La alegórica desta historia se entiende así: esta tierra de Libia entiéndese por la nuestra humanidad seca y arenosa pero dispuesta a produzir maravillosos frutos. E el ombre sabio es entendido por Atalante que es señor della. Plantó la dicha huerta de diversas o de partidas sciencias [siquier][15] sabréys que produzen fructos por excelencia y memoria. En el medio de aquellos es el alto árbol de filosophía, /fo. VIIII r/ en el qual se da el mayor y el mejor fructo guardando por la intricación y sotileza entendida por el dragón velando todo el día. Ca en alguna cosa no puede ser fallado ay negligencia entendida por el dormir. Es guardada la puerta de las tres donzellas espéridas, que son inteligencia, memoria [y] eloquencia. Es cercado de muro o cerca este vergel a mostrar que la ordenación y ciertas reglas lo cercan. En él no pueden entrar sino por la puerta, que se entende por los ciertos principios y propios que dan entrada y son puerta de saber. Oyendo esto Hércules, que es deseoso de saber, va en aquellas partes, es a saber, sigue los estudios, esto es, apaziguando las dichas donzellas, dándose al entender, membrar y demostrar lo aprendido. Así entra en el cercado y nombrado vergel y no queda ni se detiene en los menores árboles, que son los menores saberes, fasta que viene al medio onde es el nascimiento del saber y comienço d’él. En esta guisa, con trabajo continuado, vence la rudidad suya que le embarga y vieda coger la mançana de tanto precio. Así toma los verdaderos principios y conoscer los ciertos fines. Después presenta esta mançana a su señor o maestro que tiene lugar de rey cerca d’él regiéndolo. E esto le faze [porque][16] lo certifique o prueve al nombrado o esclarecido, porende toda la región de los aprendientes, faziendo crescer el su deseo y asegurando la su esperança.
Verdad.
Este fablar segund la alegórica ha declarado fue fabulosa y fictión pohética. Empero la verdad desta historia es que fue un rey en Libia, dicho Atalante. E este Atalante no fue aquél que las historias ponen marido de Aletra. Ca éste fue en Ytalia y el de quien aquí faze mención fue ante rey en la parte dicha Libia. Era muy sabio en todos saberes, onde veyendo que la sciencia en aquellas partes en su tiempo no era ordenada, púsola en orden por ciertas reglas y sabidos principios. E así fizo de todas un cuerpo que fuese vergel del entendimiento, plantando en las verdades apuradas y artes ciertas, que son así como oro pasado por toque. E estas produzen perdurables y sanos fructos. Cercólo de reglas invariables y términos seguros encomendándolos a las tres donzellas: inteligencia, memoria y eloquencia, sin cuya concordia y consentimiento alguno en el tal vergel entrar no puede. Plantó en el medio la philosophía, la qual por el maestro que la mostrase fue defendida despierta y disputativamente, así que la ganase con y por proprio trabajo.
Oyendo esto Hércules, que abondava en virtudes y no fallescía en el deseo de la sciencia ni la disposición para ella, queriendo y amando que aquesta orden de sciencia fuese comunicada segund nuevamente era entonces en Libia fallado, y esto quería bien aprender y en acrescentamiento del bien común, fue en aquellas partes dándose al estudio y gozándose y aplicándose así do la inteligencia, memoria y eloquencia, que son las tres donzellas ya dichas. E así entró en el vergel nombrado por la cierta y verdadera puerta de los principios, pasando por los árboles de oro que son las primitivas artes, continuando fasta que vino a central punto /fo. VIIII v/ a do la philosophía y todas artes y sciencias se mostravan, disputando con Atalante, que sabidoramente se defendía la philosophía verdad. E a la fin, por continuación, Atalante fue de Hércules sobrado en el consentimiento de aquella verdad [enterpretando][17] o de coraçón saliendo, sabiendo la horden que los saberes a tal ente dada o fallada avía. E así se levó Hércules consigo aquella preciosa mançana, comunicando este fructo al rey Euristes ya dicho, que era muy inclinado al saber. E de más estendióla y mostróla a los querientes aprender. Así alumbró aquella región que de antes por ygnorancia era muy obscura y enrrequisció los entendimientos de los moradores della, que de antes eran pobres. Esto fue escripto a perpetual memoria del dicho Hércules por los historiales que los cavalleros no menosprecien darse a aprender las sciencias, segund aqueste fizo. Ca por esso no perdiera el uso de las armas contra la opinión de muchos bivientes de aqueste tiempo o modernos que afirman abaste al cavallero saber leer y escrevir. Por cierto, aquestos tales no han leýdo ni menos entendido, lo que Lucano escribe en el décimo libro del valiente cavallero y emperador Julio César afirmando que jamás por ocupación de las armas sin fallescer uso de aquellas no cesava o dexava entender o trabajar en las sciencias. Ca él ordenó y falló los días espácicos, que los non sabientes corrompiendo el vocablo llaman aziagos. Él falló la cuenta del movimiento del sol y de la luna por metros sin tablas y la orden y variedad de las fiestas que en el año los gentiles celebravan por ciertas y breves reglas. Desto mismo dize Agelio[18] en el Libro de las noches de Atenas, que fizo El tractado de los vocablos en lengua latina, El libro de las cabtelas y las batallas con otros muchos de grand saber y provecho. [Tampoco][19] se ha visto en lo que dize Suetonio en el Libro de los doze césares fablando del grande Otaviano emperador y no menos virtuoso que se dio a la arte de versificar y escrivió métricamente muchas y memorables cosas. No acataron lo que dize Francisco Petrarca en el libro que fizo De las recordables cosas onde el loor del rey Ruberto de Nápol, asaz cercano a este nuestro tiempo, dize que, por exemplo suyo, veyéndolo tanto inclinado al saber se dio a la poesía. [También][20] lo que Juvenal pone en la su Sátira del fuerte cavallero Archiles, como aprendió de Quironal centauro la arte geométrica. E no es menester de alegar a quien más alegaciones ca, si bien buscaren las pasadas y memoriales [siquiera][21] [aprovadas][22] historias y fectiones poéticas, fallarán mucho los otros aver así seguido de los grandes señores y cavalleros y casi la mayor parte.
Aplicación.
En aqueste trabajo puede qualquier de los estados del mundo aver y tomar doctrina a su mejoramiento y conversación, mayormente al estado del religioso a que pertenece propiamente darse del todo a la sciencia por que pueda exponer y demostrar los secretos y bienes de la sancta escriptura. Ca la su vida deve ser seca y arenosa, según tierra de Libia, por escuridad o aspereza de penitencia. Deven ellos de ser reyes del su cuerpo seco, señorean- /fo. X r/ -do la sensualidad suya, muertos quanto al mundo y a la temporal vida. Principalmente deven entender en plantar vergel de virtudes senciales apuradas sin error así como oro en loor y conoscimiento divinal. Cerrado sea y cercado por defensiones razonables y intelligibles, comendando a las tres potencias del ánima, del entendimiento, que contemple las deýficas obras, memoria que recuerde sus beneficios y voluntad, que ame sus justificaciones y ley; poniendo en medio la metafisical doctrina, los términos de la qual han fecho el fructo theológico comunicable y aprensible. En esta manera cogieron aquel fructo venciendo la del dragón entricadura que lugar dase, según Hércules tomándolo deste vergel. E presentándolo delante los reyes predicando la verdad divinal, iluminando el pueblo por mostrarles la carrera de la salud. E serán dignos de la carrera della y de loable memoria a spiritual exemplo, así como Hércules lo fue temporalmente a los presentes y siguientes y advenideros. E no solamente aqueste religioso mas [aun a][23] los otros estados de aqueste grand beneficio y trabajo segund es dicho. E por lo deduzido paresce y faze al cibdadano que deve buscar, saber, mostrar y sostener la sciencia civil. E así de los otros por su manera, dexando el discurso a vuestra suficiencia, que a mayores es suficiente cosas.
Capítulo cinco. Cómo el can Cervero fue sacado del
infierno y atado.
Estado de cibdadano.
Fue el quinto trabajo de Hércules quando sacó el Cervero can del infierno, domándolo y atándolo por y a defendimiento de sus compañeros Teseo y Periteo, que con él eran.
Historia nuda.
Esta fue una fermosa y de grand fructo fictión por los poetas en la forma y manera seguiente puesta. Entre ellos cuéntanlas muy bien Ovidio en el su Metamorfoseos afirmando que la desa Ceres estando en el reyno de Cecilia al pie del Mongibel aquel año seyendo el tiempo del estío la su fija Proserpina andava con otras donzellas que eran en su compañía por los fermosos y iguales prados cogiendo de las flores que los guarnecían. E así andando Proserpina se alongó de la compañía. E fue vista por Pluto, príncipe del infierno. E codicióla por su fermosura, tanto que salió de Mongibel y la tomó. Otros dicen que fendió la tierra y salió por aquella fendidura, mostrándose y to- /fo. 10 v/ -mó por fuerça a Proserpina y levósela a la fondura de los infiernos para se casar con ella. E quedó el mundo menguado de los dioses, esto es, que no avía quedado otra persona del divinal estado y linaje sino Proserpina y su madre Ceres, que en el mundo dexó. Sola Proserpina era convenible para ser juntada en casamiento y produzir estado divinal. La divinal Proserpina muchos nobles mancebos y de grandes linajes en Grecia demandavan, entre los quales Teseo muy fermoso que era ya en hedad matrimonial y no quería con otra muger casarse, sino que descendiese del verdadero linaje y derecho de los dioses. E, buscando tal, supo que no avía otra quedado para con quien casar pudiese, salvo Proserpina, que en cuerpo y en ánima era levada a los infiernos. E por esto pensó en su coraçón que descendiese a las infernales fonduras y sacase dende y librase a la dicha Proserpina para se juntar en casamiento con ella.
Con este talante, pensando el grand peligro que era en la entrada del dicho lugar, sólo tomó por compañero a Periteo, mancebo esso mesmo y de grand osadía para tal fecho. E ansí andudieron persiguiendo la dicha Proserpina presa y informáronse como y por donde avían de ir. E supieron que en la entrada del infierno havía un can llamado Cervero muy grande con tres caveças, el qual guardava la puerta y comía y desmembrava a los querientes entrar. Por esta razón, Teseo y Periteo rogaron al fuerte Hércules que quisiese con ellos descender defendiéndolos si menester fuese del dicho can fasta entonces no vencido. Hércules, domador de las fieras bestias, satisfaciendo la necesidad y ruegos de aquellos doliéndose si peligrasen, con ellos a los infiernos no dubdó descender. Así, andando en una vía y de un coraçón, quando fueron a la entrada de la infernal cibdad, el can espantable devoró y comió a Periteo que se adelantó mucho no esperando a los otros para entrar. E oviera eso mismo comido y muerto a Teseo [si no][24] fuera por Hércules que le ayudó [abraçándose][25] con el sañoso can Cervero. E, sobrándolo, sacólo fuera de la escura morada mostrándolo a la luz atado en fuerte cadena. E esto fue recordado y escripto en las y entre las de Hércules victorias.
Declaración.
Este dicho es fictión poética, la alegórica de la qual es que Ceres,
deesa de las mieses, significa la arte de la labrança, que es dicha agricultura
y la majestad y verdura de los campos es entendida en Proserpina, que sale y es
engendrada por labrança, que anda por los prados de Cecilia. Esto dize por ser
aquella tierra más abondada en fructos y prados que las otras tierras. Dizen
que cogían flores, entiéndese mostrando sobre la tierra. Después desto a su
sazón viene el tiempo del otoño que es entendido por Pluto, dios del infierno y
de la tierra, segund que Fulgencio demuestra en
Otros entienden por este can Cervero el vicio de la gula que cometen
los ombres en tres maneras. La primera en calidad de viandas delicadas y
preciosas. La segunda en cantidad superflua y desordenada. La tercera cantidad,
mezcladamente comiendo las viandas curiosas y delicadas y mucho de aquellas y
de las no curiosas solamente seguiendo el vano deseo y falso apetito tomando
dellas muchas y sin orden variando la aprovación de la voluntad. E [porque][30]
Hércules refrenó este vicio en
Verdad.
La verdad de aquesta historia fue que Ceres fue fija del rey Saturno,
segundo rey de Ytalia. Esta Ceres, [segund][33]
afirman muchos historiales, fue la primera persona que en
Aplicación.
Esto fue escripto a duradera memoria del virtuoso Hércules, catándolo en los loables trabajos. Es y deve ser aquesto ante notado a exemplo de gran virtud a todos los estados mundanos señaladamente al estado de cibdadano que deve criar paz y amarla. Ca por ella se ordenan las cibdades y rige civilmente desechando y aborresciendo robos, furtos singularmente librando los apremidos y mal librados ayudándose todos los buenos cibdadanos en una ermandad, no dando lugar que alguno por poderoso que sea les quite y quebrante sus libertades y buenas costumbres. Ca buen cibdadano, seyendo y pareciendo quanto pudieren a Hércu- /fo. XII r/ -les en este caso, quando verá que la cobdicia que guarda las cosas mal ganadas, como Cervero, que guardava a Proserpina, avrá vencido y tragado a Periteo, por quien se pueden entender los menudos y menores del pueblo, no consientan que dañe a Teseo, por quien se entienden los mayores del pueblo. Antes aprieten la abierta garganta de la cobdicia por leyes y buenos consejos al reposo de la cosa pública. E saque con esfuerço el Cervero can del castillo, es a saber, la cobdicia, desechen de la cibdad, [siquier][34] que bivan en justicia y reposo de costumbres. Desta guisa, quitando el peligro, el virtuoso cibdadano a sus próximos y [concibdadanos][35], acatando que furtos y rapinas es cosa muy apartadera y desaguisada y deve arredrar de las cibdades ca embarga el sosiego de la civil vida. No tema por tales escándalos amar y desechar de la su comunidad, contradiziendo a los más fuertes parando mientes a Hércules quando no dubdó al rey Orto contradezir sacando de su poder a Proserpina, ni temió al can Cervero y salvaje. Ca no menos desto el buen cibdadano deve procurar y quitarse afuera echando toda especie de gula crápula y golosina de la su cibdad, ca esto es abismo de muchos vicios gravemente nozibles a la cibdad o allegamiento. E puede bien este mismo convenir exemplo al de mercader estado que deve desordenada cobdicia y soberania y rapina y aun goloso bevir arredrar de sí biviendo lealmente y llana en la mercadoría si quier que del su estado fin. E así de los otros en su manera según no dubdó la sabieza vuestra, aplicar, deduzir y multiplicar sabrá, por lo que menos bien es en aqueste sumado capítulo.
Capítulo seis. Cómo fue la crueldad de Diómedes
castigada y penada en él mesmo.
Estado de mercader.
Fue el sexto trabajo de Hércules quando por la crueldad de Diómedes, rey de Tracia, refrenó aquella, [siquier][36] le puso fin dando carne humana a los sus cavallos por vianda.
Historia nuda.
La fictión por los poetas desto fue así ordenada. Diómedes tornando del cerco de Troya, como en su reyno no fuese rescebido, fue a Tracia y seyendo rey della diose al reposo y ociosidad. Después de la vitoria alcançando estado real, imperándose y ocupando en tener gran estado usava mayormente en muchedumbre de cavallos y muy fermosos y tanto que por los engordar /fo. XII v/ y dar fuerça dávales a comer humana carne. E por que dello oviesen abondo, mandó a cierta gente de armas estar por los caminos y pasos que tomasen [qualesquier][37] personas que fallasen [trayéndolos][38] para cevar y criar y engordar los sus cavallos deziéndoles que quando no fallasen de estas tales viandas tomasen de los de su reyno. E los mandava así cruelmente despedaçar como si fuesen salvajes bestias para otra cosa no aprovechables sino al criamiento y manjar de sus cavallos. Tanto duró aquesta cruel y fiera manera fasta que se estendió la fama por las cercanas y vezinas cibdades y regiones y no osavan pasar de los moradores alguno dellos por el reyno de Grecia. E los del reyno cada día se ivan fuyendo en grand número [desamparando][39] su tierra y los proprios bienes y eredades por temor [siquiera][40] miedo del inhumano y cruel Diómedes.
Alguno dellos, sabiendo que Hércules zelador del bien común virtuoso y provado cavallero contrariava y corregía por el mundo tales mostruosidades y maneras desaguisadas do quier que lo sabía a Juno, invocaron demandando la su ayuda presentándole por la [información][41] acabada la piadosa y miserable visitación y destruyción del noble reyno de Tracia que antes de aquellas cosas solía ser complidamente poblado, abondoso [y] resplandeciente entre todos los reynos de Grecia. Entonce Hércules, movido por valiente coraçón provocado a la piadosa quexa, doliéndose de tan grand reyno, fue poderosamente al reyno de Tracia y tomó al rey Diómedes tajando y partiendo por menudas partes sus carnes y diolas a comer a los sus cavallos por vengança y pena a quien el dicho rey avía fecho inhumanamente carne de tantos hombres comer sin medida. E después mató los dichos cavallos y partiólos por miembros apartados lançándolos en desviados lugares por que no quedase exemplo de tan no oída fasta entonces abusión.
Declaración.
Esta manera de fablar paresce verdad y es metaphórica y es posible de creer. E posiéronlo los historiales a enxemplo moral, significando por Diómedes todo príncipe o regidor que no tiene ley en sus obras nin guarda humanidad en sus hechos a los pueblos que le son encomendados y menos a los estraños que a su señorío vienen. Ca tómanles los bienes sin aver por qué lo tomar por derecho, empobreciéndolos por llevar los sinderechos y desaforados pechos y tomando por achaques lo de estraños y convertiéndolos en sus malos usos y escandalizando las vezindades dando a todo el mundo mal exemplo, provocando y induziendo contra sí los suyos y estraños, que a la fin, no lo podiendo sobrellevar, conviene insurgir y levantar contra él refrenando la no farta cobdicia por inobediencia y defendimiento devido por leyes de natura quitándole las sustancias y partiendo el su aver mal allegado a los dannificados donde injustamente los sacó. Tal metaphórica los pohetas fingieron a mostrar que contra malo y ini- /fo. XIII r/ -quo regidor ha remedio y provisión legal [porque][42] no conviene que su mal talante, sin embargo, pase nin cumpla por obra su malicia. E los pueblos ayan camino para continuar virtud y reposada vida.
Verdad.
E ya sea esta metaphórica fuese sagrativamente puesta no es sin real y
verdadera historia que es a tal. El rey Diómedes, queriendo tener grande y
desmesurado estado, más que las rentas de su reyno abondar podían,
especialmente muchedumbre de cavallos multiplicado tenía. E quando ovo gastado
sus patrimonios y rentas y delapidado [siquier][43]
definido su patrimonio por continuar y mantener el estado sobejano y
desmesurado, perdió el temor de Dios y vergüença de las gentes robando todo
ombre sin diferencia, así estraño como súbdito de su reyno y sin color y cabsa
[siquiera][44]
paleación y encubierta. E de aquella robería sostenía y mantenía y acrescentava
el su sin medida estado y engordava los sus amuchiguados cavallos. E por eso
dixeron que matava los ombres, es a saber, cevilmente quitándoles las
sustancias y averes; finalmente, la manera de bevir de la carne de aquellos. Es
a saber, de sus averes criava sus cavallos y de mal ganado sin pagar la su
vianda nin averla afanado. E esto duró tanto y fue tan grande el daño y temor
que los del reyno de Tracia no podían ya sofrirlo, cuyos clamores sonaron por
toda
E desto sabidor Hércules fue al reyno de Tracia con mano poderosa y sojuzgó al rey Diómedes así. Algunos dizen que por poderío y fuerça de armas, otros que por reprehendimiento y castigos. E partió los sus tesoros mal ganados en aquellos lugares onde devían ser repartidos y restituidos y fizo que del pequeño patrimonio a él quedado guisase sus cavallos y sosteniese sus estados, no entendiéndose ni acrecentándose más de quantos de aquellos bastasen. E por eso dizen que dio sus carnes a los cavallos faziéndolos mantener de su proprio patrimonio. E después ponen que mató los cavallos y los desmembró, entendiendo que quitó la mayor parte dellos matando y desfaziendo el grande número en que de antes eran y partiéndolos por dádiva a los damnificados y a otros que los avían menester. E dexó dellos para el dicho rey quantidad razonable segund que buenamente y justo podría mantener.
Aplicación.
Este abto tan animoso y no menos virtuoso fue dicho a memoria de Hércules duradera escripto. Del qual los estados del mundo seguro y buen exemplo tomar pueden en su manera, señaladamente el estado de mercader, que no deve por acrescentamiento de ganancia estender tanto su estado, que después en proceso y tiempo mantener non lo pueda sin usar de rapacidad y engaños y usuras y malos baratos vendiendo falsas, en camaradas, sufísticas y contrafechas /fo. XIII v/ mercadurías pesas y medidas faltas y falsas. Ca tal como este engrandescido por sobervia desechada la conciencia y pospuesto el temor de Dios, no curando de la vergüença de los ombres segund Diómedes fizo, cometería robería gastando y despojando los estraños y domésticos, de las carnes y sustancias. De aquellos malos y mercadores, maguer su estado es nesçesario a la buena y abondada conservación de los otros, que aquellos consientan tan bestial osadía y malicioso cometimiento y uso mucho durar. Mas presuman y entiendan que no fallesciera algund virtuoso de los otros estados y por ventura del suyo, que tomando y siguiendo el de Ércules exemplo en este caso, reprehenda y [corrija][45] la su vana y mal [pensada][46] osadía, reduziéndolo a bevir de su propia sustancia y por ventura procurarle si quiera acarrear pugniciones por judicial censura, leyes [y] derechos. El buen mercadero en esto parar puede mientes. Detenga los sus malos deseos y no dexe correr la fubriosa voluntad y el su deseo. Sea fecho Hércules contra el su talante que quiere a Diómedes parescer. E así serán en reposo las sus virtudes y su estado y no dará lugar que por otro sea castigado.
Pueden esto los labradores coger a melaforo fructo no furtando los diezmos y premicias, que son sustancias de los sacerdotes, ni fazer engañosas lavores y falsos pervicios de que se mantienen y han de conservar los otros estados. Por allegar de robería y usar de mal ganado y frequentar los labradores así mal usantes por juyzio de Dios son destruydos por torticeros regidores. E desta guisa cada uno en su manera podrer aplicar o alegar por lo que en este capítulo es abreviadamente contenido.
Capítulo siete. Cómo la ydra que avía muchas cabeças
fue vencida.
Estado de labrador.
Fue el seteno trabajo quando vencióla y se apoderó en la serpiente que se llamava ydra guarnescida de muchas cabeças. La qual destruía las encontradas y partes de aquella región venenando y corropiendo el ayre sorviendo y destruyendo los animales y los fructos de la tierra.
Historia nuda.
La historia es puesta así. En Grecia era un lugar paludoso y encharcado en manera de tramadal que se llamava por los de aquella comarca lerne, donde avía una sierpe de estraña /fo. XIIII r/ figura con muchas cabeças a la qual dezía ydra. E avía tal natura que por una cabeça de aquellas que le fuese tajada le nascían tres, en manera que quanto más trabajavan en su muerte los que la querían acabar por tajamiento de aquellas cabeças. E por cada cabeça que le crescía ella usava de nuevas fuerças y más dañosos enpecimientos. En tanto que los habitantes de aquella región no podían sobrelevar tanto enbargo ni templar tan poderoso mal. Por eso acordaron de yr a otras partes a buscar su vida y dexar la su propria tierra pues labrar no la podían, ni aun los [salvajes][47] fructos coger y mucho menos los de los sus muertos asconder en su sepultura. Todos los engaños, fuerças y parancas y amparanças ya provadas contra la dicha sierpe sin fructo o tormento, no aviendo reposo para tomar entre sí ni algund tiempo del danño le era en remedio y aliviamiento. E así, desesperados, fueron por muchas tierras buscando la vida y consejo de tan pestífero o esquivo mal podían ser librados o a lo menos aver algund espacio para morar y tornar en o a la patria o morada o tierra suya a la qual la natura y natural amor mucho los inclinava.
Aconteció por el dicho buscar que oyeron la fama del dicho Hércules que por su virtud por todo el mundo era nombrado, mayormente [porque][48]esparzía y derramava tales nocimientos del mundo do quier que él supiese, por dar reposo a los pueblos y acrescentar la población de la tierra. Allegaron y con esperança fueron a él por longura de días, aspereza y eternidad de fraguosos caminos. Contáronle la amarga fuerça del su exilio y apartamiento y la causa espantable del su desterramiento. En todo, Hércules desque los ovo oýdo movido de animosidad piadosa y de piedad animoso fue con ellos al dicho lugar confiando en su virtud jamás no vencida con voluntad de sobrar la venenosa serpiente. E quando fue allá asaz estovo maravillado de la vista de la serpiente por su desvariada figura y muchedumbre de ponçoñosas cabeças. Tanto eso no dubdó provar por tajamiento si podiera aquellas cabeças derribar que cuydando que otras nuevas cobrase el ponçoñoso poderío, las que quedasen serían de tajar acabadas. Mas la natura y propiedad singular desconviniente de la dicha ydra, obrando de su condición, quanto más Hércules se apresurava en tajar las serpentinas cabeças, las renovadas y siguientemente nascidas más aýna cobravan fuerça y con mayor fuerça y mayor poder obrando doblava el defendimiento. Veyendo el dicho Hércules que por aquella manera ofender la engañosa ydra no podía, no falesció consejo al su ingenio muy claro mandando traer muchedumbre de leña ordenaron en manera de muro enderredor. Lançó grand fuego y levantó grandes llamas que paresció al cielo llegasen. Así fue ardida la fiera sierpe y toda la espesedumbre del reyno y yervas de aquel lugar do ella se ascondía y morava. Fueron por el sotil fuego y la muchedumbre y quasi sin cuenta cabeças en /fo. XIIII v/ ceniza convertidas en uno, que no podieron ser tajadas subcesivamente por la dura espada. E en esta manera ovieron reposo los de allí moradores por el de Hércules beneficio a cuyo loor esto fue acordado.
Declaración.
Aquesta manera de fablar es pohética, en parte fabulosa y en parte parabólica o figurativa, significando los deleytes de la carne que son propriamente así como serpiente nozible que destruye todo beneficio y hedeficio virtuoso y consume los fructos de buenas obras, comiendo los ombres quexándolos a la muerte natural multiplicada. E quitándole una cabeça o manera de deleytes, muchas otras tales y tanto valientes produze en su lugar y esto por ser el apetito dello y inclinación natural. E dixeron que nascían tres cabeças por una mostrando que son tres los principales vicios de la carne que en uno nascen, es a saber, pereza, gula y luxuria. E estonce las potencias de la ánima que son habitadores de la región del ombre, no fallan reposo ni remedio. Allí es el grand tremadal y espesura herbosa de los pasados que han sobrado los vicios, mayormente de la carne, por tomar de aquel exemplar fructo. E quando quieren quitar las ocasiones por aquel pensamiento nascen más dubdas y deleytados peligros que son cabeças desta mala sierpe. A la fin no fallan remedio sino algund fuego que es entendido la grande esperança devida y continuando exercicio y domar la malicia de la carne. Entonce los sus vicios son en ceniza convertidos. Tal fuego como aquel virtuoso pasado de quien toman exemplo se entiende con la nombradía que dexó de la grand penitencia que fizo y aspereza de vida, arredrando de sí toda ociosidat, que es lugar paludoso o encharcado para tal como esta criar serpiente. E en este paso, conoscen que no abasta sola reprehensión que se entiende por el tajar de la espada ni refrenamiento de razón, que es entendido por la fuerça de Hércules, mas aspereza de devida abstinencia y continuado trabajo son fuego poderoso para sobrar, vencer y acabar la ydra de la carne.
Verdad.
Esta es la alegórica fermosamente segund la posieron por palabras encubiertas a fin de criar y acrescentar buenas costumbres. Pero la verdad de la historia segund Sant Ysidoro en las sus Ethimologías pone y otros concordando con el que lo han puesto es esto.
En Grecia era una grande llanura que dezían Lerne onde avía muchas bocas que manavan agua en tanta cantidad y abundancia demasiada que toda la tierra de enderredor gastava y afogava, que no podían dar los moradores a ello decurso o escurrimiento. Ca la llanura no era pendiente segund era menester y porende provaron cerrar aquellas bocas finchiéndolas de piedra y arena. E por una que cerravan el poder del agua rompiendo por otra parte la dura tierra en muchas bocas con mayor fuerça mudó. E por esto fue dicha ydra que quiere dezir agua, en lengua griega. Llamáronla sierpe por que andava serpentinamente a bueltas y torcida. Fizo tanto daño que los moradores dexaron aquella región. /fo. XV r/ Fasta que Hércules vino, que sabiendo esto, por su claro ingenio queriendo proveer y remediar con este tan abondoso mal, fizo fuego de ciertos materiales compuestos que por su natura fazían detener el de corrimiento y de curso de la poderosa agua y bolver por otras partes en el fondón de la tierra. Por manera que de allí adelante aquella tierra fue libre y abitable y bien poblada.
No curé de poner aquí la maña de cómo se fazían los dichos fuegos según la opinión de algunos que dello han escripto, por no alongar las razones y enxerir lo que no faze a la intención moral. E esto que Hércules fizo fue escripto por singulares maravilla y beneficio a loor y maravilla nombrada suya. E segund escrive Petus Platón, el philósopho, escrivió esta historia en la su verdad por otra manera diziendo que en Grecia fuera una donzella de tanta sciencia doctada que todas las artes y civilidades humanas le eran manifiestas. Sobre todo en la lógica era muy cumplida tanto que, por sí misma, engañava los disputantes con ella y les fazía otorgar sus proposiciones por fuerças de sotiles argumentos fasta que vino Hércules ya despierto en las artes y philosophía natural como dicho es en el quarto capítulo, que por verdaderas y reales demostraciones convirtió en ceniza y desfizo los parescientes y suficientes argumentos de la dicha donzella. Onde por quales quier destas dichas vías fuese es provechoso exemplo y conviene.
Aplicación.
Bien tal semejança es convenible a los estados del mundo, señaladamente de los labradores que no se deven dar delicadamente a bevir nin estar en ociosidad o en vano. Ca a su estado requiere que trabajen y coman gruesas viandas y vistan no delicadas vestiduras. E con esto la sierpe, la carne que en ellos ha grande ociosidad por fallescerles sciencia y uso entre gentes virtuosas. E si no fuese por el trabajo y aspereza devida caherían de la ociosidad en pereza, de la pereza prestamente en luxuria. E estos no han tantos [defendimientos][49] como los otros estados contra estos vicios ni han tan clara inteligencia. Antes cuando tajan una cabeça nascen muchas y no pueden vencer la sierpe fasta que en la leña de su carne encienden fuego de trabajo en la vida rusticana o aldeana. E demás desfazen la espesura del feno, que son los aparejos por apartamiento y grosedad de viandas y simpleza de vestiduras. Así matan y matar pueden la ydra de muchas cabeças seguiendo a Hércules. Averán por ende buena tierra y habitable en sí y dispuesta a algund fructo y podrían mejor entender en la material [labrança][50]. Igualmente esto faze que es dicho en su manera al estado de menestral que se deve guardar de ociosidad y fuyr curosamente el vicio de la carne si quiere aprovechar en su menester, que por trabajo deve y puede conservar bien biviendo en el estado suyo. Así de los otros podéys segund condición buscar, fallar y ordenar la aplicación y moralidad convenible por lo que es movido y sumariamente tañido en el capítulo presente.
/fo. XV v/
Capítulo ocho. Cómo Atheleo el gigante fue vencido y
sobrado de Hércules.
Estado de menestral.
Fue el octavo trabajo de Hércules quando se combatió con el gigante Atheleo y lo venció forçadamente.
Historia nuda.
La historia desto pone Ovidio por fermosas palabras en el noveno libro de su Metamorphoseos. La sustancia de la qual es que levándose Hércules a Deamira, fija del rey Heneo, falló entre la principal tierra y Calidonia el grande gigante Atheleo el qual començó de quitarle la dicha Deamira en cuyo defendimiento Hércules se combatió con él. E duró mucho entre ellos la muy dura batalla y a la fin veyendo Atheleo que Hércules lo sobrava, usó de los sus encantamientos en que mucho sabía convertiéndose en forma de fiero espantable por terror y poner miedo a Hércules y le fazer fuir silvando y moviendo la serpentina lengua con todos los otros convenientes y gestos que verdadera sierpe así grande podría y sabría fazer. Por todo eso el virtuoso Hércules no turbado corrió a la garganta de la nueva sierpe apretándola con grand fuerça para la afogar. Entonce viendo Atheleo que aquesta transformación no le valía tornóse en forma de toro grande y muy bravo. Con atrevimiento fiero y denodado, fue a Hércules creyendo no lo osase esperar. E la constancia y firmeza hercolina no dubdó el mentiroso y contrafecho esperar, así como desdeñó la presente sierpe y no real. Abraçándose con él tomolo por los cuernos bolviéndolo con tanta fuerça que el uno dellos le arrancó y por esta manera lo venció y se rrindió. Hércules, después desta victoria, presentó aquel cuerno al y en el templo de la deesa Copia por recordança y abto tan cavalleril y aseñalado y dende pasó con Deamira la qual después ovo por muger.
Declaración.
Aquesta historia es fabulosamente contada por no semejable de verdad manera por intención que aquella faga fructo moral por alegría salir pudiese desta guisa. Por Hércules se entiende el propósito bueno del ombre virtuoso que por proprio trabajo elige y escoge vida en la qual puede conservar virtud. Ésta es Deamira que Hércules tomó por muger buscándola por apartadas tierras fasta venir al reyno del rey Heneo a demostrar que la buena vida deve ser buscada no dubdando o emperezando con trabajo, tomándola de los /fo. XVI r/ reyes, es a saber, de los virtuosos que la platican por uso y la han engendrada dando della reglas y sabidos caminos. Deve ser tomada en y por muger, ca así como el matrimonio no es separable, así la buena vida pues que es començada dexar no se deve. Liévasela Hércules, es a saber, platicar el buen propósito. E falla en el camino Atheleo el gigante que le quiere quitar a Deamira. Esto se entiende por aqueste mundo que ha grand fuerça como gigante y quiere quitar el uso de la buena vida del virtuoso y luchando con él por diversas y muchas tentaciones que le da. E quando vee que por fuerça vencer no le puede usa de engaño mudándose en otra forma. E toma primero figura de fiero de muchas pintadas colores trayendo en la boca venino.
Esto faze el mundo mostrando las prosperidades y plazeres [siquier][51] bien andanças que son entendidas por la variedad de las colores en la manera de prado de flores guarnescido de lavores en paño de Sirgo fermosas compone la piel de la engañosa serpentina de bivas y plazenteras de ver colores afalagando la vista. E de otra parte, trae en la boca el peligroso estendido venino de vicios y de penalidades que procuran a los que se reposan y confían tan engañosa por menosprecio del mundo y conoscimiento de la su miseria. Entonces el mundo que so tal ábito y figura serpentina no podría el virtuoso propósito derribar que por menosprecio lo afoga, toma forma de toro veniendo muy ayrado con la piel de la fortuna adversa, dando tribulaciones, quexas y enojos al virtuoso, faziéndolo reprehender a los ombres vanos, que son cuernos del mundo, diziéndole que aquellas adversidades le vinieron por no seguir el mundo y el común curso de los otros, curando más de la virtud no sabiendo seguir y aprovecharse del tiempo con otras tales semejables palabras. Entonce el virtuoso trava al mundo por los cuernos venciendo con razón las falsas impugnaciones de los reprehendientes faziéndoles conoscer por buenas palabras y virtuosas y seguras obras que sola vida virtuosa el vicio bevir es muerte. Aun les demuestra como en la vida virtuosa son dos cuernos el derecho que significa la vida contemplativa, el del izquierdo que significa la vida activa. En esta manera, con los cuernos y por ellos con que el mundo cuydava vencer, es derribado. Hércules le quiebra el un cuerno, es a saber, el esquierdo; ésta es la vida activa, ordenándola según virtud requiere. Así es arrancando este cuerno del mundo que lo tiene consigo cuando la dicha vida provierte y desvía de la su verdadera fin y derecha entención. Ca a la contemplativa no le cale arrancar [porque][52] el mundo prevaricar o, en otra manera, mudar si quier desviar no le puede. Este cuerno de la vida activa dio Hércules a la deesa copia que quiere dezir abundancia, a mostrar que la vida activa virtuosamente predicada es cabsa de allegar mayores riquezas y más seguramente poseerlas por la activa vida davan a rapacidad y desdén vicioso. E así venció el mundo conservar el buen propósito. Al santo casamiento de la fiel /fo. XVI v/ muger suya, que es la virtuosa vida, pasa por ende Hércules y del peligro de tal embargo como Atheleo le fazía, continuando en el camino desta vida fasta venir al buen acabamiento. Estas semejanças o figuras los pohetas y sus obras con encubiertas entricaduras tractaron y pusieron por crescer las virtudes y fablar cortésmente en la natura de los vicios.
Verdad.
E la verdad de la historia segund Fulgencio en la su Methología afirma es tal: Hércules, oyendo que el rey Heneo avía una fija muy virtuosa nombrada Deamira, fue allá y demandóla al dicho rey por muger y óvola llevándola consigo. E quando pasó por sus jornadas por Calidonia que es una provincia muy fértil y abondosa al presente en los fines de Grecia, la qual entonces era destruyda y despoblada por razón del río Atheleo, que por allí pasava, y a él Hércules llegando no pudo pasar con su muger y gentes que venía crescido. E por todo eso el valeroso Hércules no dexó de entrar y provar el paso y falló embargo o enpacho en la fuerça del dicho río. Por eso dizen que se combatió con él. E llámanle gigante porque era mayor de los otros ríos y Gigantes. Pone que se mudó en figura de sierpe por el crescimiento que fizo andando en bueltas y torçido según va la sierpe. Entonce la quiso Hércules afogar provando de lo tomar faziéndole tesuda represa y podiese de yuso pasar no solamente él en aquella hora, mas los de allí adelante por aí fazientes camino. E fecha, el río sobrepujando vino con mayor fuerça quebrando y levando toda la parada. E por esto pusieron que tomó forma de toro y tanto fue la fortuna que se partió en dos braços no cabiendo la agua todo por donde primero pasar solía. Estos son los cuernos del toro que fezieron mención. Avisándose el virtuoso Hércules deste aparatamiento fizo afondado lugar por do el uno de aquestos braços pudiese [todavía][53]correr y aunque el río se abaxase, viniese por allí la [mitad][54] del agua. E así quitó y quebró él un cuerno en tanto que de allí ayuso no pudo nuzir por no venir todo junto ni pudo gastar la encontrada tierra de Calidonia. Antes de aquel braço que Hércules apartó se regó después toda Calidonia y aboondó en fructos [copiosamente][55]. Así fue consagrado a la deesa Copia, es a saber, dado en abundancia fertilidad y cultura o labrança de Calidonia. Esto fue escripto por memoria y loor del virtuoso Hércules que tanto beneficio dio a aquella provincia mostrándose [realmente][56]e de fecho amador del bien común y poblador del mundo y apartando los fallescimientos o embargos.
Aplicación.
Este fue exemplo singular aplicando allegando a qualquier de los estados del mundo, [señaladamente][57] al estado de menestral que deve de aver virtuoso talante en escojer vida o menester, no por cobdicia mas por quitar ociosidad y aver convenible sostenimiento. Sobre todo por aprovechar el mundo en su oficio deve buscar tal vida que segund su condición en aquella pueda conservar y guardar virtud. Entonces fará matrimonio con la buena vida ligítimo y bueno. La qual después que la /fo. XVII r/ aver juntado consigo no la deve dexar sino por crescimiento de mayor virtud. Ca entonces conviene buena vida, y no se desvíe el matrimonio con virtuoso bevir, esta es muy real mostrando que por virtud los reyes son dignos de mayor grado entre los ombres. E después que el menestral avera elegido o escogido vida o menester con derecha entención y use el buen camino, y el mundo miserable lo saltea y prueva de embargarlo o destorvar en su continuación mostrándose gigante poderoso, provándolo de luchar o fazer fuyr y seguir la común vía de los malos menestrales. E si él tiene firme en su buen propósito entonces el mundo por asechanças serpentinas le presenta las variedades de falsificaciones y engaños que podrían fazer de su oficio y caber el venino en la [boca][58] ascondiéndole los peligros y vergüenças en que podría caher, en las pugniciones o penas que le venir podrían. Solamente le muestra la verdura en la piel de fuera de las ganancias que podría fazer más que si lealmente use. En tal caso el virtuoso menestral deve afogar esta sierpe no dando lugar a tales pensamientos, y apretándole la garganta, es a saber, inquerir o buscar fin o lançará el venino, es a saber, parescerá el mal que le podría venir por ello. E veyendo el mundo que por esta manera vencer no le podrá, tomará forma de toro representándole las adversidades, miserias y pobrezas en que podría caher y las pocas ganancias que fará virtuosamente usando. [Aunque][59] por los otros menestrales sea reprehendido y corregido diziéndole que él quiere fazer ley nueva en los menesteres que es necio y que lo faze en torpedad y que se podría fallar dello engañado por tales y semejantes palabras y estimulaciones malignas y pungimientos duros y afinca y si viniere alguna ocasión así como robamiento, caymiento o quebrantamiento o quemamiento de caso o semejables infortunios culpando, aformando que si él oviese allegado ganancias, segund ellos fazen, por todas las maneras que pudiese justamente y injusta que en aquel caso le valdría o aprovecharía a repararse. Empero si el menestral virtuoso que ha buen propósito continúa y no dexa la buena vida vence los tales dezires y por razones bivas da a entender a los dizientes que en el mundo no ay sino dos vidas que son dos cuernos para quien bien y virtuosamente y derecha bevir quiere, es a saber, la vida contemplativa y la vida activa, en el qual son los menestrales se deve virtuosamente y buena usar por el uso continuar en ella quiere venir a seguro puerto aviendo gualardón en aqueste mundo y en el otro. Así alcança el cuerpo de la vida activa, quitándola y apartándola de sí. En esta manera ofréscolo a la deesa Copia por buen exemplo que de sí da, trayendo o inclinando los otros menestrales a bien bevir e si dubda ganar mayores riquezas, que el buen menestral y leal sentirá en la voluntad de la gente y le paguar de buen talante. E así como el no engaño engañar no lo quiere y dura más en su oficio. E segund es puesto del estado de menestral, /fo. XVII v/ por exemplo, se podría dezir del estado del maestro que deve [lealmente][60] mostrar lo que sabe de bien y demandar razonables precios apartándose de toda cobdicia y non mudarse por las prosperidades y adversidades del mundo. E así de los otros estados podrés la aplicación buscar por vuestro aviso si quier avisado y plático ingenio tañiendo la materia aquí sumaria y brevemente puesta.
Capítulo nueve. Cómo el gigante Antheo fue derribado y
muerto.
Estado de maestro.
Fue el noveno trabajo de Hércules quando luchó con Antheo el gigante y lo venció y mató.
Historia nuda.
Esta historia ha en sus libros puesto singular y elegantemente Lucano en el iiij libro y pone la historia concordablemente por esta guisa: fue un grand gigante en África llamado Antheo que por su fuerça vencía las fieras vestias. Caçava a mano los bravos leones y los osos fieros afogava entre sus braços. E avía por morada una grand cueva cuyas alturas y anchuras se estendían tanto que más templo que cueva parescía. Este Antheo gastava y comía toda aquella región, no solamente las bestias más aún los ombres, ocupando con violencia la señoría de Libia. Éste desviava de los más continuos puertos los mercadores y mareantes. No aviendo llena seguridad ni podiendo d’él confiar que muchas vezes y a muchos la fee y segurança fallescido avía, cesava por ende el contractar y meneo de la mercaduría. Éste no consentía castigos ni consejos y aborrescía los estudios y ombres de sciencia y mucho más de buenas costumbres. Tanta inhumanidad usó que ovo lugar que las escuelas peresciesen y los buenos usos no fuesen en plática. Tanto duró el mal fazer deste que la fama dello se estendió por el mundo fasta la noticia o sabiduría de Hércules venir que abominava y aborrescía las bestiales costumbres. Onde por quitar del mundo tan peligroso embargo y esquivar tan raygado mal pasó en África no dubdando el no cierto camino del mar ni el grand apartamiento de la tierra y el calor sobejano que en ella faze y mucho menos la fuerça de Antheo. Antes confiava aquella seguramente sobrar. Así andubo fasta que pervinor allegó a las riberas de Libia con viento suave y tiempo seguro. E tomada tierra o salido en ella, luego sin miedo fue /fo. XVIII r/ a la grand cueva do el gigante Antheo morava. El qual sintiendo el ruydo de la venida de Hércules y de sus gentes, salió fuera cuydando que fuesen bestias de las que él usava devorar o comer e visto el nuevo a el ombre Hércules menospreciólo, maravillándose de su venida y osadía. Hércules, por el su atrevimiento no dexó luego de se abrasçar fuerte con el dicho Antheo con catadura sañuda y corasçón esforçado, cuydándose Antheo muy aína a Hércules pudiese comer y falló embargo y guarnido de fuerça contradizimiento en la su reziedumbre. Duró grande parte del día en luchar y aún no se conoscía qual dellos avía lo mejor. A la fin Hércules començó a sobrar al gigante Antheo en tanto que ya por fuerça contradezir no lo podía. Entonce usó de su engaño manera y propiedad, así como aquel que era fijo de la tierra della y por ella engendrado y concebido, aviendo por eso tal virtud que toda hora que tañía la tierra con su mano, segund algunos dizen, recobrava nueva fuerça y perdía todo cansamiento. Así fue entonces faziéndose cahedizo, tañió la tierra con sus manos. E cresció en él la fuerça en tal guisa que, quando Hércules cuydava a verlo ya alcançando, fallólo con nueva fuerça, de que fue maravillado, no sabiendo la razón o caso. Esto fizo Antheo por algunas vezes fasta que Hércules entendió que adrede se dexava caher y por eso cobrava la fuerça tañiendo la tierra madre suya. Abraçólo por la cinta o costado y alcançó de tierra dexándole caher de espaldas, teñiendo a Antheo encima de sí, en manera que a la tierra llegar no pudiese. Así teniéndolo apretólo tan fuertemente por luengo espacio que le fizo perder la vida apartando la diabólica ánima de aquel tan iniquo y disforme cuerpo. Así fue librado aquel reyno y tierra de la angustia en que Antheo el gigante la tenía y después por Hércules retornada y restituída a la civilidad del bevir. De allí adelante, los libianos ovieron este trabajo en grand reverencia y recordación de Hércules de quien tanto rescebido avían beneficio escriviéndolo en sus historias a consolación de los sucessores.
Declaración.
Esta manera de fablar es fabulosa seguiendo el estilo pohético a significación y provecho moral, entendiendo por Antheo la carne que es gran gigante en el mundo por las naturales inclinaciones que magnifican el cuerpo. Por eso es más peligroso que otro vicio y más grave de corregir. Pone que fue a Libia, que es tierra muy caliente además, a demostrar que el vicio de la carne es en las tierras calientes y allí más se demuestra y allí tiene sus fuerças y señoría. Dize que caçava los leones y bestias fieras o monteses, a denotar o mostrar que venció los grandes ombres así en linajes y sciencias como en estados, devorando o gastando las sus virtudes y los sus méritos. Éste morava en la cueva, a mostrar que el nuestro cuerpo, así como es templo quando Dios en él abita o está, así es fecho cueva o estable bestial quando la carne se de los ombres apodera o enseñorea. Este gigante esquiva los puertos que no vengan a ellos los mercaderes, es a saber, el ombre carnal es- /fo. XVIII v/ -quiva los consejos y desecha las reprehensiones. Por este vicio los estudios se estorvan en Libia y se desfazen donde quiera que reyna este vicio todas las leyes y usos de razón se quebrantan. Por él son fechos los hombres bestiales y muchas vezes transformados en bestias, según Ovidio en el su Metamorphoseos y Boecio en el suyo De consolación y alavo de competir en él natura asaz acabamente libros han mostrado. Por esto, el pobre virtuoso que ha doctrina por sí y ha y puede della a los otros comunicar, doliéndose que tan abominable gigante gasta la tierra de Libia, onde antes florescían las buenas costumbres, pasa el mar de las comunes opiniones en el qual ondas ligeras son movidas y alçadas por viento de vano temor, embargando o deteniendo la nave del virtuoso reprehendedor contrariándole el su camino y deziendo que faze presunción en combatirse, es a saber, reprehender el gigante, que son las grandes personas y en su tierra, es a saber, en las cosas que por su natura han propria inclinación. Con todo esto el glorioso reprehendedor non dubdó estas ondas y Dios lo enderesça, que sin peligro él venga a las riberas de África y llegue al lugar donde el saber y mala execución del reprehender; y luchan con el ombre carnal, el qual falla en la cueba del su cuerpo, es a saber, ocupado y circundado de los y en los plazeres y deleytes del cuerpo, luchando con él por bivas razones y morales exemplos. E Antheo menospréciale a demostrar que el ombre carnal menosprecia las reprehensiones y quando vee que por razones defender no se puede, defiéndese tañiendo la tierra, es a saber, por uso de la carnalidad. E la tierra es madre suya ca toda su entención es terrenal. En esta guisa cobra la fuerça, ca se confirma aqueste vicio por la usança. Mas esto conosciendo el reprehendedor virtuoso guarda no le llegue a la tierra quitándole las vezinas ocasiones [siquier][61] oportunidades. Así mata este vicio y lo desecha. Esto dixeron los sabios dando a entender que no abonda otra cosa sino a fuyr y apartarse de las ocasiones pensada la humana flaqueza y el aparejo de la inclinación. Así es librada Libia y restituyda a la vida civil conservando y criando honestidad y castimonia. Esta es la alegórica y moral significación.
Verdad.
La verdad de aquesta historia fue que en Libia ovo un rey muy rico y poderoso que avía nombre Antheo. E por quanto fue mayor que sus antecesores y pasados, y aun los de enderredor vezinos presentes, los pohetas en sus fictiones lo llamaron [gigante][62]. Aqueste fue vicioso y todo dado a las terrenales y carnales cosas, usando tiránicamente, destruyendo los grandes ombres de su reyno, ocupándolos de aquellas riquezas. Por esto dezían que caçava leones y las grandes bestias, por quien se entienden los grandes ombres y poderosos. Para tal uso tenía él su palacio lleno de robadores y malfechores. Esta es la cueva. Ca el su palacio era acogimiento de ladrones y escondrijo de ombres bestiales. E aun dixe- /fo. XVIIII r/ -ron que esquivava los mareantes y mercaderes comiéndoselos, porque tomava las mercadorías sin pagarlas, quitávales los navíos sin restituirlos, y echando a perder los ombres por los convertir a sus usos desordenados. E así comía los tales, con tanta disulución y desorden que fue en tiempo deste rey que no guardava pacto, postura, juramente [y] ley a sus pueblos tomando las mugeres de aquellos por fuerça y fijas y dando lugar que los suyos tal mismo fiziesen. E porque los ombres virtuosos y de sciencia provavan refrenar la su cobdicia y voluntad desordenada, desfizo los estudios y maltractó los scientes y aborresció los virtuosos. Esto usando por multiplicados días, desfizo y desató la postura de la desordenada y cevil regla, allegó riquezas y tesoros sin cuenta de mal justo en mala manera tanto avía abaxado y menguado los beneficios de su reyno que no avía quien le contradixese. Sabiendo esto el grande Hércules, que pugnava aborrescer del mundo los vicios y amarrarlos mayormente y tajar en las sus raýzes donde avía nascimiento, pasó el mar Mediterreano o adelante con grand flota y allegamiento de notables y virtuosos cavalleros por quitar este tirano Antheo de la tierra, por cuyo exemplo tomavan muchos osadía de mal fazer. E luego como llegó a la tierra de Libia salió de los navíos con sus gentes y fue donde Antheo supo que estava e maguer Antheo fue de su venida certeficado confiando en sus riquezas y grand poderío, menospreció a los que con él venían creyendo que sería su presa o cavalgada y los sojuzgaría con el grande poder y rehezmente. E bien que fuese desto Hércules informado del poder y riquezas del nombrado rey Antheo, no dubdó guerrear con él. Esta fue la lucha entre ellos y duró grand tiempo que el uno al otro no levava mejoría conoscida en el fecho de las armas. A la fin por la aguciosa cura y grand ingenio de Hércules començó llevar mejoría al rey Antheo. En esta hora Antheo se echó en tierra, es a saber, se començó a retraer a las fortalezas y allí cobró fuerça por los grandes crescimientos y abundancias de viandas que ý tenía. E por eso dizen que tomava fuerça de la tierra, así como produzido o engendrado della. E después tornava saliendo al campo quanto él y sus gentes avían reposado y bien de sí pensado y los lugares fuertes y abundosos de muchedumbre de viandas y de otras necesidades. Desta guisa venía con nueva fuerça a la lucha, es a saber, a la guerra. Esto usó algunas vezes así mansamente. E Hércules, conosciéndolo, púsose entre el rey Antheo y la fortaleza mayor donde él cada vez se encerrava y tenía la mayor abundancia y más complido allegamiento de viandas de los otros menesteres a su reposo convenibles. Entonce Antheo no pudo tañer la tierra, es a saber, encerrarse, como ya dicho es. Por tal manera fue sobrado y vencido por Hércules y finalmente muerto. Por cuya muerte la tierra de Libia fue librada de la torticera y tiránica señoría [siquier][63] subjeción. E demás fue reparada por Hércules an- /fo. XVIIII v/ -tes de su partida y los estudios en sus costumbres y tenida en sus libertades justa y pacíficamente. Esto fue escripto a recordación duradera del famoso Hércules a que parasen mientes los del mundo estado al de su vida mejoramiento, así los que eran venideros como en este tiempo presentes.
Aplicación.
Tan glorioso abto como éste cada uno de los estados nombrados deven en mucho tener para tomar consejo en su conversación. E entre los otros el estado de maestro puede tomar berma de virtudes y usar todos oficios reprehender, mayormente los apetitos carnales que derechamente son enemigos y contrarios de sciencia, destruydores de aquel estado magistral. Como muy bien Boecio en el libro De scolarius deceplina ha mostrado. Onde el valiente y buen maestro, sciente y virtuoso que quiere fundar las sciencias en los entendimientos de los oydores o aprendedores, deve arredrar aquellos de carnales afectiones antes de todas cosas. En otra manera no carga el fructo de la scientífica semiente. Por ende el maestro Boecio en el suyo De consolación libro declaró que quien quisiere en el campo del entendimiento y virtudes sembrar, antes deve las afectiones dichas y vicios purgar y arredrar dende. E el maestro dubdar no deve, si de virtud es guarnido, por grande ombre que sea de riqueza o linaje en su escuela o so su disceplina, que si le vee gigantisar en vicios y carnalidades, deve reprehenderlo, [aunque][64] sepa pasar el mar de amenazas y yr en Libia que es el lugar mismo do tales vicios se obran, combatiéndose esforçadamente sin enojo, seguiendo a Hércules por exemplo, detestando o desechando [siquier][65] aborresciendo en sus obras y palabras y deleytes. E si vee que los sus escolares buscadas hazinas tañen la tierra usando sus vicios y tornan con nueva fuerça, es a saber, con mayor porfía y menos temor póngase entre ellos y la tierra, así como fizo Hércules, quitando las hazinas y ocasiones, y ocupándolos en usos y exercicios si quier trabajos virtuosos y abtos escolásticos, partiéndolos poco de su presencia, sino por las necesarias cosas. Así matará y vencerá el carnal gigante Antheo, que es interpretado contrario de Dios, por esto que acaeció de la carne, faze mayor guerra a Dios que todos los otros. E quando esto fiziere el buen maestro fará recobrar y restituyr a las escuelas libertad y derecha orden, librándolos de tan tiránica y viciosa servidumbre que roba a los súbditos suyos del cuerpo y de la ánima, y la razón y el seso no consentiendo el ábito virtuoso. E traya especias de buena doctrina en las sus comarcas. Entonces complida la fin al estado muy alto de maestro perteneciente, fecho Hércules por esfuerço y vencimiento.
Aquí pueden entender los en Theología maestros, que son especia de
aqueste estado, quanta gloria y mérito ganar pueden si reprehenden los
príncipes y grandes señores viciosamente bevir quieren. Aquí paren mientes los
físicos que sean osados de- /fo. XX r/
-zir a los señores que sirven quando mucho y demás comen y beven o la cena se
estienden que no lo fagan mostrándoles los peligros y daños que dello nascen no
complaciéndolos ni seguiendo sus apetitos y voluntades. E así de las otras
especias de aqueste estado en su manera podéys entender; y por tal vía será
fecho cada uno destos Hércules venciendo el gigante Antheo y será exemplo a la
conservación del bien aventurado estado de maestro del qual las sagradas
escrituras fablan en muchos lugares, comparando los maestros y doctores al
firmamento, al sol, a la luna [y] a las estrellas, como pone Sant Gerónimo
trasuntivamente en el prohemio de
Capítulo diez. Cómo fue muerto el grand ladrón Caco en
el Monte Aventino.
Estado de discípulo.
Fue el décimo trabajo de Hércules quando mató el grand ladrón llamado Caco que morava en el Monte Aventino, cuya historia Virgilio en el ocho libro de las Eneydas y Ovidio en el libro de Fautos han mencionado y otros pohetas de los quales sumariamente y concorde tomando la historia es tal.
Historia nuda.
En el Monte dicho Aventino que oy es dentro los muros de Roma ay una gran cueva en la qual morava un centauro /fo. XX v/, fijo del dios Vulcano. E rebañava desde allí la comarca turbando y afincando los moradores della por robos y furtos y matando dellos y de los que por allí pasavan estraños. E luego que era seguido se retraýa en la áspera y grand cueva, delante la qual pies y manos, y braços y piernas y otros miembros de los ombres que matava colgados tenía. Dentro en la cueva era el escondrijo de su robería, y los despojos y algos así tomados allí guardava. Esto duró grand tiempo sin que los moradores y comarcanos al dicho monte venientes remedio alguno dar ni tomar podían ni sabían. Fasta que el virtuoso Hércules veniendo de España donde venciera al rey Girión, quando fue cerca del dicho monte atendióse al pie d’él, cerca de las riberas del río Tiberio, por folgar con sus compañas y dar abondante pasto a la muchedumbre de las vacas y bueyes que de España avía traýdo consigo para casta en las partes de Grecia a do tan buenos ni así grandes avían.
Allí estando oyó la fama del ladrón Caco y buscó maneras para lo poder aver por quitar de tan abondada tierra tal embargo por razón que la mayor parte despoblada era. El ladrón Caco no dubdó por la de Hércules venida usar de las sus costumbradas maneras. E mayormente entonce le vino cobdicia de los bueyes y vacas que Hércules de España traxera y allí tenía por la grandez de sus cuerpos y complimientos de carnes. Atreviose tomar de aquellos quantos pudo, conociendo la avantaja y mejoría que levavan a los de Ytalia. E por que los no siguiesen ni fallasen rastro tirávales por las colas faziéndoles andar atrás y no viesen rastro. Así los ponía en su cueva encerrados y escondidos seguiendo su costumbre. Hércules parando mientes en los bueyes conosció que dellos fallescía. Ca los que llevava Caco eran de los más conocidos y grandes. E fizo luego buscar por todas partes enderredor do pensó que ser pudiese, mandando seguir el rastro. E como no fallaron rastro saliente no sabían por do los seguiesen ni podían entender por do fuesen de allí ydos ni dar cobro de los fallar.
Pensando en este fecho el muy cuerdo y entendido Hércules, conosció que por algund engaño o manera no acostumbrada eran de allí levados en guisa que rastro no fiziesen, ca bien veýa que por sí mismos ni devían ni podían de allí ser ydos, pues no parescían pisadas de salida. E luego tomó sospecha del ladrón Caco entendiendo que por la divinidad de su padre avería dado obra en sotileza de aquel furto y los avía encerrado o ascondido en la su cueva de la qual por fama muchas y diversas cosas aseñaladas avía oýdo y sabido. E no sabiendo en qual parte del monte era, engenió de poner terneras y becerras enderredor del monte y algunos de los fijos de las furtadas bacas y los otros apartados de sus madres teniéndolos aý tanto que llegase la ora y pasase en que solían la maternal leche rescebir por que mugiesen o gemiesen y al son de sus bozes las ascondidas vacas respondiesen. Así fue fecho y sentido de la vacuna respuesta a cuyo tino /fo. XXI r/ Hércules falló la cueva a do entrar no pudo. Luego por una grande losa y pesada que el ladrón Caco ante la boca por defenderse avía puesto, subió Hércules encima de la cueva y arrancó un grande árbol que en derecho de la cueva muy raygado y encima della estava. E por allí cabando derecho en manera de ancho pozo, descubrió y aforado la cubierta de la cueva. Ésta fue la primera vez que el ayre claro entró en aquella escuera cueva. Veyendo esto Caco que dentro estava, usó de la paternal arte lançando fuego y fumo por la boca, el qual subía muy espeso por la abertura fecha con entención de embargar la antrada de Hércules. Hércules no dubdó saltar en la cueva y llegar al cruel ladrón Caco con la su fuerte maça feriéndolo tanto que lo mató, que defender no se pudo. Así falló sus bueys y los cobró y demás libró las partes de Romania por la muerte de Caco por la qual aprensión que el dicho Caco les fazía. Dio reposo al rey Enadro que era venido con la su madre Carlenca de las partes de Grecia y moró en aquel lugar. Por este beneficio el rey Enadro celebrava fiesta aquel día en que fue, cada año, a honrra de Hércules por aquel vencimiento y libramiento [todavía][67] de allí adelante, segund Virgilio en el qual lugar más cercano alegándolo afirma y demuestra.
Declaración.
Esta historia los pohetas mucho alabaron por las moralidades fermosas que della salir podían a la multiplicación o crecimiento de buenas costumbres y desfallecimiento de las malas, entendiendo por el Monte Aventino la alteza devida al humano entendimiento onde se puede el ladrón Caco asconder y fazer su morada, que es entendido por la disolución y desordenança que tenía y convierte la agudeza de aquel, [malgastando][68] los buenos fructos que enderredor deste monte crescen con gran abundancia, matando los ombres, es a saber confondiendo la disolución es movida por cobdicia. Dizen que era centauro. Otrosí d’él dixeron que era fijo de Vulcano, dios del fuego, a demostrar que poco espacio ardía y gastava lo que el entendimiento en muchos días avía edificado. Esta disolución sin contradezirle, usa de la su rapina fasta que viene Hércules que es el conoscimiento y arrepentimiento de los malos fechos que aya vencido al rey Girión, que se entiende por la abstinencia o dureza. E lieva consigo grandes furtos de bueyes y de bacas, demostrando que este conoscimiento ha levado y domado las bravas cogitaciones y abominaciones, es a saber, corporientas en mal y abondosas que embargan el entendimiento. E tiene estos fartos enderredor del monte del entendimiento por tornarlas a provechoso exemplo de bien. E la disolución aun no refrenando roba destos bienes y pensamientos faziéndolos tornar a refrescar el mal. El buen propósito y verdadero conoscimiento perseverando y teniendo firme en el arrepentimiento faze segund Hércules, buscando enderredor engañosamente la cueva o escodrijo deste ladrón y enemigo que sin dexar rastro se leva- /fo. XXI v/ -va la presa. E faze que los pequeños bezerros y apartados de sus madres bramen, es a saber, que los nuevos pensamientos no tomen fundamento de las malas costumbres donde nascieron. Así dan bozes, es a saber, son refrenados, por cuyo refrenamiento las costumbres pasadas mueven el ábito correspondiente a la cueva, que son los engañamientos o fonduras de los del entendimiento. Fazia aquel lugar enderesça Hércules su camino, es a saber, conoscimiento que quiere echar de allí la disolución. E llegado a la entrada no puede alçar la grande losa que significa la dureza pedrisca de falsa opinión o afición desordenada. E por esto sube a la cueva, es a saber, con punto tracidente y acatamiento y de al arrancar el árbol que encima della es nascido, esta es la sobervia o presunción que tiene sus raýzes sobre el ábito vicioso. Este árbol arrancado humíllase y conosce su culpa. Entonce es abierta la cueva y visto por ojo inteligible el ladrón de la disolución, y es fecho claro el lugar que primero por ignorancia escuro era. Esa ora lança fumo y fuego. El fumo es inclinación que prueva escurescer la verdad conoscida, el fuego es la presta disolución y aparejo que quiere inflamar el ayre serenado. Estos embargos no dubdó el propósito firme. Saltando entra en la cueva mortificado o arraygado so la maça de abstinencia y medicina es éste do está el ladrón. E cobrado el furto mostrando que las obras que son robadas por culpa son restituydas por gracia.
Verdad.
Esta moralidad o alegórica sale de la historia ante puesta más cercanamente no embargante que otros entendimientos asaz buenos a ello se podría dar. A este quise aquí poner por ser más convenible al estado de discípulo de que en este capítulo fablaré. E la verdad de la presente historia fue así: Hércules, oyendo que en España avía un rey que usava mal en la señoría y torticeramente regía sus reynos y pueblos, el qual era nombrado Girión, fue allá con grandes compañas por castigar y domar al dicho rey. Mas luego que Girión supo la venida de Hércules ovo temor y conosció que defender no se podía. Porende salió al camino y púsose en su poder sin contrariarle corrigiendo su vida a ordenança y voluntad del dicho Hércules. E presentóle grande muchedumbre de bueyes y vacas de la casta de España. Otros dizen que fueron muchos los giriones bivientes en una compañía, señoreando y ocupando toda España. E tanta era la concordia y amistad [entre][69] ellos aviendo una voluntad, que fingieron que no era más de un girión. E [siquier][70] fuese uno, [siquier][71] fuesen muchos, así como Hércules vino reduxo con mano fuerte a bien señorear. E quitó los tuertos que por Girión antes en España eran fechos sin contradizimiento o detenimiento. Por esta razón, este vencimiento no se pone en los trabajos de Hércules pues que fizo la conquista sin trabajo. E dende se tornó Hércules con los grandes hactos de bueyes y vacas que el rey Girión presentado le avía y fuese con ellos en /fo. XXII r/ Ytalia; y pasando por las riberas de Tibero al pie del Monte Aventino fallando allí buenos pastos, reposó en aquel lugar algunos días por engordar el ganado que de luengos días y caminos venía enojado, a fin que engordase [y] restuviese fermoso de ver. Allí estando en las tiendas, supo del ladrón Caco como robava aquella tierra y se fazía cabeça mayoral de los ladrones encerrándose, quando era seguido, en ciertas cuevas que tenía sabidas, en las quales ninguno podía acertar por la espesura de los árboles y escondimiento della, y dixéronle en esa ora como del su ganado avía fecho grand presa.
Por todas estas cosas movido, pensó de buscar la cueva del ladrón Caco y sus confadrones que acogía. Quando supo que eran dentro, por sus espías poniendo guardas a todas las bocas de la cueva do avía salida. E por encima fizo cavar fasta que libremente pudieron entrar en la dicha cueva onde mató al atrevido Caco y a los que con él eran factores de tan grandes daños, maguer la historia pohética solamente de Caco faze mención [porque][72] era cabeça y los otros en él eran representados. Mandó luego Hércules, no cobdiciándose de los tesoros robados que allí falló ascondidos, fuesen partidos a los damnificados de aquella tierra lo mejor que se pudo, sabida la quantidad y natura de los daños, sin tomar para sí alguna cosa salvo los bueyes que tomados le fueran. Por esto dizen que cobró la presa. Pone aún que aqueste Caco era centauro [porque][73] yva a cavallo así como los centauros que avían seydo cercanos de aquel tiempo, de los quales ya fablé en el primero capítulo. Esto fazía Caco por que mejor pudiese fuyr en el corriente cavallo. Afirman que era fijo de Vulcano que era un ombre sabido mucho en la sciencia de los fuegos por diversas guisas y faziéndolos instinguibles y que ardían toda cosa así la piedra como el madero y otras maravillas por algunos historiales por menudo puestas, cómo y con qué manera y materiales los él fazía. E esto no cure aquí algo dello poner [porque][74]más conviene a la historia de Vulcano o al tratado de los esperimentos de los fuegos. Tanto que por aquello que fazía y sabía Vulcano lo tovieron los ombres de aquel tiempo, por dios y le edificó la antigua gentilidad. E [porque][75] tanto sabía destos fuegos fazer artificialmente que no se podía así ligeramente amatar, dizen que era fijo de Vulcano. Posieron aun que lançava fuego y fumo de la boca [porque][76]cuando fuýa de los que lo seguían por lo tomar, lançava materiales ardientes y por poco que el sol los tocava o tañía o les era añadido material fuego, encendían los árboles y las matas y aun la tierra que detrás dexava. E esto detardava y enbargava que no lo podiesen seguir ni alcançar. Otras vezes fazía fumos que tornavan el ayre tan espeso que no podían fallar el camino los que alcançar lo cuydavan. Esto mismo quiso usar dentro en la cueva por que escapar pudiese de las manos de Hércules, mas valióle poco, ca Hércules entendiendo en /fo. XXII v/ estas y mayores cosas sabía fazer obras contrarias con que disolvió el fumo y amató el fuego.
Por esta manera, ovo vitoria de Caco en uno con la su virtud. De que fueron todos los vezinos de aquel monte muy consolados entonces, y mayormente el rey Enadro, que tenía muchedumbre de ganados y vacas y bueys en aquel monte y avía del dicho Caco mayor que alguno otro daño rescebido. E por eso él principalmente de aquella celebrava fiesta victoria, segund es dicho.
Esto fue escripto a loor y glorificación del grande Hércules presentado castigo esa ora y al tiempo después a los atrevidos malfechores, y doctrina a los que oy biven en qualquier de los estados del mundo, mayormente al estado de discípulo en la manera seguiente.
Aplicación.
Después que el discípulo avera vencido la hedad pueril de niñez, que fácilmente ocupe afán por el discurso del tiempo es domado, así como Hércules a Girión, y si levare los factos de los grandes, que se entiende por las disposiciones juveniles o de los mancebos, a multiplicar virtuosos actos, y será llegado a las escuelas do es el río de Tyberio, que significa la abundancia de la sciencia, a do son abundosos pastos para engordar el su ganado, que se entiende por los verdescientes exemplos que engordan y fartan las buenas disposiciones, estonce son los escolares al pie del Monte Aventino, es a saber, en el su venimiento del entendimiento para alcançar el su entender y conoscer las grandes verdades y provechosas conclusiones de las sciencias. E esa ora devese guardar que si el ladrón Caco, que es la disolución que está en potencia en la cueva, es a saber, en la profundidad del entendimiento do quería salir en arte y lo fazía de fecho abondoso esto es las buenas disposiciones que la embarga y mortifica en la su propria cueva con la maça de modestia y perseverança, y cuando él lançara fumo de ignorancia con lumbre de verdad, serene y disuelva la escuridad y espesura de aquel fumo. E quando lançara fuego de precipitación o presuramiento de gravidad lo amate. E así averá vitoria y vencimiento y vengança deste ladrón que las buenas disposiciones y ábitos ganadas en virtudes de [fijo][77] de Roma y así algunas obras mortifica por culpa faze venir reduziéndole a gracia. Desta guisa subirán al monte del entendimiento seguros y verán la dispusición de la llanura, es a saber, la orden de las sciencias y grand parte del provecho de aquellas. Allende desto cogerán el fructo por que trabajan, veniendo al estado de discípulo. De otra maña, si el ladrón Caco, que es disolución no embargan o contradizen, jamás no podrán al monte de inteligencia sobir. Por esto dezía Boecio en el libro De disciplina scolarium que disolución es el mayor embargo que los escolares aver pueden, que quieren ganar el ábito sencial y moral.
E así como es dicho del estado de discípulo puede ser allegado al estado de solitario, que deve en sus obras ser todo contrario y disolución si en aquel se quiere conservar estado. E así po- /fo. XXIII r/ -drés de los otros por vuestro ingenio buscar mejor que yo mostraría, seguiendo la manera aquí movida en este capítulo.
Capítulo onze. Cómo fue muerto el grand puerco montés
de Calidonia.
Estado de solitario.
Fue el onzeno trabajo de Hércules quando mató el grand puerco montés de Calidonia librando aquella provincia del daño que el puerco aý fazía. Esta historia pone Ovidio en el octavo libro de su Methamorphoseos muy bien y otros pohetas en sus obras sustancialmente por esta manera.
Historia nuda.
En la provincia de Calidonia durante la despoblación y solidumbre, en tanto que fue gastada y embargada del gigante Antheo, como de suso es dicho en el capítulo viij, se criaron muchas salvajes bestias por aquella provincia, y por andar a su talante crescieron en la desacostumbrada manera faziéndole muy grandes y fieras. Entre las quales más aseñalado y nozible aparesció un puerco montés, de la grandez del qual los pohetas afirman que era menor que el buey de Calidonia y mayor que el buey de Cecilia. Tal era este puerco que semejable ni tan grande en algund tiempo no se lee que fuese visto en alguna partida del mundo. Éste engañava las pequeñas poblaciones que en Calidonia quedadas eran. E quando le fallesció de los ombres y fuertes en que fartase la su fambre yr a las salvajes bestias que en el monte con él moravan no dava folgura. Fue sentido el su enojo y daño, mas después por Hércules fue partido el río Athaleo. E por el regamiento de la una parte de aquel, Calidonia fue tornada a poblar segund en el dicho octavo capítulo es amencionado. Ca este puerco las viñas que nuevamente plantavan, gastándolas no dexava crescer. E los panes y otras fructas con grande trabajo y afán sembrados, ya produzidos o salidos, abatía o derribava. E los que tajavan la madera en el monte para labrar las casas se comía. E los que buscavan la caça de las aves para él eran de manera que sin armas y mucha compañía no osavan por los caminos de allí cercanos andar. Oviéronse porende los mayores de aquella provincia allegar en uno por dar remedio y aver consejo en tanto daño y tan cotidiano mal, aviendo ya provado por los lazos y tirar de ballesta el enemi- /fo. XXIII v/ -gable puerco acabar. No les aprovechó algo, ca él quebrava las ataduras de las dobladas cuerdas con su fuerça. E el su cuero era tan duro que las saetas agudas pasar no le podían.
E en este grand allegamiento los nobles mancebos de noble linaje tenían a grand vergüença que por ellos no fuese puesto remedio. E ofreciéronse de ordenar una grand caça en que los más dellos escogidos armados en sus cavallos serían de las armas que convienen para el tal fecho para matar el dicho puerco por virtud y beneficio de golpes y feridas y seguirlo de los corrientes cavallos fiando en su aya otras vezes provada virtud. Así fue concluydo, aceptado y loado y la caça ordenada. La fama deste fecho se estendía por la provincia mayormente veyendo los grandes aparejos que para esto fazían. Súpolo la virgen Atalante que andava por los montes usándose y deportándose en el venático oficio, por quitar ociosidad de sí y estar apartada de compañía de las gentes a fin y intención de mejor guardar virginidad que a los sus dioses prometido avía. Desta Atalante faze grand mención Sant Gerónimo en el tractado Contra Justiniano. Esta virgen fue a aquel allegamiento por ser en la caça del nombrado puerco, y creedera cosa es y razonable que llamada y rogada por los que la caça ordenaron y en ella yr querían, queriendo de la dicha virgen ser acompañados, y ayudados y avisados en y de los lugares y pasos do el dicho usava puerco y do avía mayor lugar y vantaja para lo matar. Ca eran ciertos que ella en esto mejor sabía pues morava en los montes. E andava cada día por aquellos apartados lugares y podía ver y saber y sabía los lugares y mañas de las otras y del dicho puerco y de las cosas que fazía. Así andubieron en uno con la virgen Atalante que los guiava, a los nobles mancebos de Calidonia a las asperas montañas, do más usava el esquivo puerco. El qual sentido el ruydo y estruendo de las nuevas armas, sonidos de los osados mancebos, salió veniendo contra ellos sin temor de la muchedumbre y púsose en medio fendiendo la haz de los cavalleros de aquellos, feriendo muchos con el golpe de sus agudos dientes, espantándose los cavallos de la su venida. E temían las sus feridas y grand parte de fuyr curavan negando obedescer las riendas del cavalgador. E las espuelas sangrientas en la y de la sangre de los cavallos non los podían fazer allegar al sañudo puerco, mayor era el temor por la visión que el dolor por las feridas y sobre mayor que el pujamiento de las espuelas. Ya los mancebos osados eran, ya por sus cavallos destornados que en su ayuda avían traýdo. E maguer el cruel puerco muchas y diversas vezes oviese fecho feridas no se tornava a la espesura de los árboles ni se curava de los coçes de los aquexados cavallos. Tanto los trabajó que los fizo allí parar y mover no se podían. Con todo eso por los cavalleros era reziamente combatido de lanças y espadas. E no el suponteficado cuerpo romper podían ya muchas lanças eran en tierra caýdas pocas armas en las manos de los /fo. XXIIII r/ cavalleros [quedavan][78], grand parte dellos caýdos en tierra y desmembrados por el puerco. E otros se afogavan en la sangre de los cavallos. E los que quedavan querían si ser pudiese de allí lejos estar, conociendo que no avían defendimiento y a la su virtud fallescían armas y aun con todo eso la yra del puerco no era menos que antes. Quantas impiadosas bueltas bozes con profundados gemidos sonavan al cielo invocando [siquier][79] llamando a los inmortales dioses, quanto dolor y cuitas del conocimiento de tanta mancebía que allí era, no pueden los historiales suficientemente o complida por exemplo representar.
Tanto duró este combate que ya el día terminava a su curso y la luz se partía de la tierra, quando la virgen Atalante vio que los dioses que fueron en tanta presura púsose en los mayores peligros, aquella ora animosamente ferió el dañoso puerco de una lança rompiendo ya algund quanto por él el trabajo amollentado cuerpo, faziendo manar la caliente y de los cavallos ya frías que muertos yazían en mestura estraña. Veyendo esto, los valientes mancebos afincaron el cuerpo de muchas feridas. E el çaguero, que le dio el golpe de que murió, fue Hércules que era venido a aquel allegamiento, oyendo que se devía fazer tan osado y valeroso abto. Afirmóse que el consejo de aquesta caça del dicho Hércules salió. E por eso la gloria de aquel vencimiento a él fue dada y contada, pues començó consejando y dando osar y fue fin matando el puerco por quien tanto trabajo avían.
Declaración.
Esta historia introduxeron los poetas que dello fablaron que en parte [m]ás fabulosa que pudiesen mostrar y sacar a los especulativos maternal exemplo por lo qual entiéndesen que el nuestro cuerpo quando se da a deleytes, sin embargo del espíritu se falla así como [en reyno][80] y tierra desierta a su guisa encegándose en las sensuales cosas. Que es puerco que por usança toma tanta de osadía que enbarga las esirituales obras y el uso de razón enajena fasta negar que es materia y asmoso, el espíritu usurpando o tomando sueño [devidamente][81] el oficio de forma activó, sopeando la ánima y desdeñándola. Así que el poco bien que era quedado por la abastança en el mundo, entendido por el Atheleo segund es dicho avía fecho por humildad entonces el iniquo y maligno puerco del cuerpo, sentiendo el espíritu, el nuestro cuerpo no dexa siguiendo sus deleytes y talantes recobra la perdida gracia, aunque por el mundo en sus pompas esa ora embargado sea. Quando el ombre que ha vencido el mundo se esfuerça de crecer [y] poblar de virtudes, porende entonces sienten más fuerte la batalla del puerco, que es el cuerpo que hombre cría estado desierto de virtudes. Contra esto no valen lazos de detenimiento ni valen saetas de reprehendimiento.
Conviene que toda la potencia del ombre se allegue con todas sus fuerças, que son entendidas por los virtuosos y nobles mancebos de Calidonia. E llaman /fo. XXIIII v/ a éste el fuerte Hércules, que es la perseverança, confiando en su virtud ya provada vencer el puerco del cuerpo, pues que mató el león del pensamiento entendiendo por la soberbia, segund que es amencionado en el capítulo segundo. E demandaron a esta caça la virgen Atalante, que es entendida por ella la humildad que mora en los desiertos de contemplación, fuyendo a la compañía de las ocupaciones, dada al venático oficio, abominando los vicios y traspasamiento de la ley de Dios, desechando la ociosidad de buenas obras. Esta Atalante sabe los pasos del monte y los pasos y la morada de las fieras conosciendo sus propias culpas y considerando los escondrijos de su pensamiento. Ésta descubre la cueva del puerco por confesión de boca fasta poner y pasar a las otras fuerças. E así van las umanas fortalezas en virtuosa paz cabdilladas por perseverança, entendida por Hércules, y guiadas por Atalante, entendida por humildad.
Entonce el iniquo y maligno puerco del cuerpo se entiende el spíritu que lo contradize, se levanta y sale al camino enflaqueciendo el buen propósito, y rendiendo imposibles las virtudes del bien bevir y spirituales, con los dientes agudos del ábito vicioso llagando los livianos cava[l]los de la voluntad corrientes por el pungimiento de las espuelas del ferviente deseo y reglados y detenidos con las riendas de razón, trayendo sobre sí los spirituales motivos que son cavalleros sobre tales cavallos. Pero tanta es la fuerça que el cuerpo ha cobrado quando mucho tiempo sin contraseguimiento, seguiendo su voluntad, que a los primeros golpes derriba cavallos y cavalleros spirituales, que en otra tentación provara y fueron cavallerilmente esforçados. En esta sazón, son abatidos y más aquexados fasta que quedan pocas fuerças spirituales por vencer las quales llaman a los dioses quexándose y condoliendo de la compañía perdida, a demostrar que sin ayuda de Dios, especia de virtudes humanas y divinas no pueden vencer el cuerpo.
Paren mientes los que esto les paresciere estraño como Sant Pablo que venció el mundo y desechando de sí el diablo por este puerco fue tanto guerreado, paren mientes a Sant Gerónimo que por quarenta años fuyendo a la compañía de los ombres mató al diablo con su eloquencia y sancto fablar esponiendo las escrituras sagradas, quanto fue guerreado deste puerco que ha venido a los postrimeros días de la su vejez y a la flaqueza de los huesos por penitencia. E no dexava este puerco de presentarse las danças que viera de las donzellas en los coros de Roma. Paren mientes como provó el seráphico Sant Francisco que así era junto con pobreza y como toda natura de possessión avía lançado de sí trayéndose deseo de muger y fijos. E otros muchos dignos de grand recordación que sobidos al monte de virtudes no fueron seguros del acometimiento deste puerco, ca mientra le cargara del puerco o cuerpo y lieva no seguros de sus asechanzas. E menos es alguna bastante después de /fo. XXV r/ la durada batalla llagarlo sino la virgen Atalante, que es profunda humildad que llaga y derriba la osadía del cenoso cuerpo, menospreciando la fuerça, fermosura, industria, composición, durada, agudez, ligereza o compañía, sacándole la su sangre de presunción que lo inflama y pasándole la su yra con la aguda lança de paciencia llagando la su salvaje carne y dando fuerça a las otras spirituales virtudes, así como consejadriz y conservadora de aquellas. Pero por muchos golpes que Hércules con el su duro braço dava a este puerco no rescebía mortal llaga, es a saber, el puerco del cuerpo, maguer sea guerreado y ferido por el spíritu no rescibe mortal golpe sino por la perseverança fasta la fin. Este Hércules lo mató y por esto a él es dada la gloria deste vencimiento. Esto deve ser a perpetua recordación divulgado por que sepan los spirituales onbres cómo y quándo han de matar este nozible puerco.
Verdad.
Fasta aquí he puesto la verdad alegórica y moral significación de la tañida pohesía, pero por que no entiendan los leyentes que sin real historia esto pasase, segund la orden de los otros tiempos la verdad de aquella segund los exponedores lo afirman. Cierto es que fue en Calidonia un grande puerco entre otros muchos, tan grande de cuerpo que jamás en aquella parte nunca tal fue visto, que fazía mucho daño en aquella tierra. E provaron de lo matar muchos singulares della y no pudieron. Antes alguno dellos por el puerco fueron devorados y comidos y los pohetas en sus historias fizieron comparación de la su grandez de los bueyes de Calidonia, que eran mayores. En semejable verdad que fuesen de la casta que Hércules traxo de España, segund es dicho en el décimo capítulo. E veyendo los más valientes mancebos de Calidonia este daño, juntados y juntos fueron por matar este puerco. E fue con ellos la virgen Atalante, segund es dicho que realmente y de fecho fue tal como es puesto de suso. E fallado el puerco defendióse mucho y mató dellos algunos asaz señalados. E la primera persona que lo firió fue la virgen Atalante según en la historia es puesto. E por esto tomaron osadía los mançebos cavalleros y ferieron atrevida y reziamente el puerco. Mas el postrimero que del golpe mortal o de que murió lo llagó fue un cavallero de Calidonia nombrado Meleagro, el qual Boecio en el lugar alegado finge que fue Hércules a mostrar que muchos hércules fueron o muchos cavalleros que así ovieron nombre y cada uno fuerte y así virtuoso cavallero deve y puede ser Hércules llamado. Este Meleagro tajó la cabeça al puerco y diola a la virgen Atalante, que primero lo avía ferido.
Desto ovieron embidia dos cavalleros antiguos tíos de Meleagro que cuydaron aver la honrra de aquel abto por ser antiguos, maguer tanto no oviesen fecho por las manos, avían aquel fecho por consejo en presencia enderesçado y puesto adelante. E quieren dezir algunos que tanta yra concibieron por no levar la mejoría de dar aquel presente a la virgen /fo. XXV v/ que mataron la dicha virgen y que Meleagro mató los dichos sus tíos. Esto fue recordado por historiales escriptos en loor de Meleagro y segund opinión de Boecio, en loor de Hércules. Es bien verdad aún que Meleagro lo feriese, inflamado de los fechos que Hércules en quitar del mundo las nozibles fieras fizo, se movió y atrevió a matar el dicho puerco. E desta guisa en su manera Hércules fue cabsa y a él los loores darse deven a exemplo de los animosos y valientes cavalleros, acrescentándoles su esfuerço y veyéndolos y amostrando tales y grandes fechos posibles y fazederos.
Aplicación.
La moralidad deste trabajo y su real historia son espejos a todos y quales quier de los estados aquí notados onde verán el camino de bien bevir y mejor acabar. E singularmente faze al estado de solitario, que fue fallado por sojubgar, quanto en esta vida fazer le puede, el cuerpo al espíritu. Ca el cuerpo toma grandes fuerças quando no es quando no es costreñido y retraýdo, si quiere regir sin esta subjugación se rebela y torna con yra porcina, cenosa y inmunda. Pues quien lo quiere acabar y vencer, así como el solitario conviene acorrerse y retraherse a la soledumbre, juntando sus spirituales fuerças, que se derraman en la compañía y uso de las gentes rehezmente, y allí darse a profunda humildad que es conservadora del solitario estado, teniendo en miente que sean regidas sus sanctas inclinaciones cavallerilmente y discreta con perseverança. E por mucho que el cuerpo lo impugne, la humildad lo llaga y fiere y abaxa el su orgullo y enflaquesce la su fuerça, ésta es virgen jamás no corrompida amostrar que las otras virtudes sin ella se pueden viciar reteniendo el primer nombre, faziendo contrarios abtos como prodigalidad que quier ser vista franqueza e por algunos es llamada audacia y fortaleza, crueldad y justicia. E ansí de las otras en su manera. E jamás sobervia no quiere ser vista humildad, ni puede aver este nombre maguer algunas vezes se ascondió so el manto de humildad. En este passo conozcan que los abtos solitarios de fuera no son umiliación. Ca la humildad no tañida ni viciada está en el coraçón bien que muchas vezes se gana por humildades excripciones o abtos y se arrayga en la voluntad onde no era, cresciendo o mejorando en ella. Con ésta ferirán el sobervio cuerpo de soledumbre o de virtuoso espíritu. Batalla es inmortal o questión o debate que no recibe paz, de la qual el apostol ha fecho expresa mención en sus epístolas. Sepan aún qué poco valdría domar el cuerpo por la ferida de humildad sin la perseverança no le montava, continuando de virtud fasta que el spíritu sea suelto de la corporal atadura. En esta guisa avrá el solitario vitoria y vencimiento del puerco calidónico y fecho exemplo a los otros de aquel estado que después seguiéndolo será dina cosa fenchirse en aquel mismo o apescersele en tal abto. Semejable esto faría al estado de muger que considerada la flaqueza de sus fuerças deve tener en miente este puerco no la sobre, estúdianse vençerlo por umildad y matarlo por perse- /fo. XXVI r/ -verança, aviendo paciencia en los reprehendimientos que sus maridos o mayores le farían, guardando [todavía][82]poridad y censeridad virginal o conjugal o vidual segund Dios la disporna fasta que la ánima vença al cuerpo dexándolo muerto en los montes deste mundo. Así de los otros estados podréys ezemplificar por la suscinta o cogida o quedada manera en el reposo de vuestro entendimiento, buscando los grados y propiedades de las semejanças de los otros en este capítulo presentados.
Capítulo doze. Cómo el cielo fue sostenido en los
ombros de Hércules.
Estado de muger.
Fue el dozeno trabajo de Hércules quando sostuvo el cielo con los y en sus ombros en lugar de Atalante, que tal cargo le encomendó.
Historia nuda.
Esta fictión por los pohetas es en la siguiente puesta manera. Fue un rey en Libia llamado Atalante, ombre de grand fuerça y de virtuoso catar al qual plazía mirar el cielo y su movimiento y se deleytava catar al fermoso seguramiento de las sus estrellas. E conosció en su tiempo que el cielo por antigüedad caýa a pedaços y se derribava. Esto veyendo, Atalante dolióse que tan fermoso cuerpo peresciese y tanta orden de movimiento perdiese su curso. E por ende dexó la cura de su reyno y púsose a sostener con sus ombros el cielo maguer le fuese excelsivo trabajo estuvo ocupado en esta cura fasta esperar remedio que por ayuda de otro más valiente fue proveýdo al sostenimiento del cielo y confirmación de aquel. E quanto duró la su fuerça no fallesció al dicho sostenimiento. A la fin sobrado del grand peso y carga desigual, aviendo ya mucho durado aquel afán, embió por Hércules el fuerte y rogóle que en su lugar quisiese los sus más dispuestos para esto ombros sostener el cielo. Hércules, que tantos trabajos terrenales como encima es dicho pasar no dubdó, menos se quiso escusar en el celestial trabajo y poner aý toda su fuerça. El dios Júpiter por piedad y complazimiento del su fijo convertió por obra divina y maravillosa a Atalante en muy grande y alto monte que oy día se muestra en las partes de oriente en África a memoria y recordación del dicho Atalante. Sobre este monte subió Hércules y estuvo para sostener y sostuvo en y con los sus ombros el cielo sin cansamiento y enojo. Sabiendo esto los gigantes que avían seýdo saeteados con inflamadas saetas por Júpiter en el campo de /fo. XXVI v/ Frigia quisieron y cudiciaron, si quiera plúgoles que el cielo cayese por que Júpiter aver no pudiese tal ygualdad y nobleza de morada. E por esto, fueron a África y subieron en el monte Atalante queriendo y provando desviar Hércules del sostenimiento del cielo. Mas quando vieron que por sus ruegos y palabras dexar no lo quería por fuerça lo fizieron dende apartar. A la fin visto que se defendía cavallerilmente cargaron encima d’él por lo fazer caer. Hércules, por todo esso, teniéndose firme en su propósito, no desmamparó la celestial carga. Tanto duró la pugna o batalla que uvo Hércules la una rodilla fincar. Júpiter catando y atendiendo tanta fieldad y firmeza subióse Hércules en el cielo así como estovo deyficándolo y poniéndolo en una figura del genuy fleyun, que es una de las cuarenta y ocho figuras que Tolomeo puso y mostró, que son en la espera. E fue refirmado el cielo en manera que dende en adelante caher no se pudiese, por que no gozasen los bestiales gigantes de tan malicioso deseo. Así fue dado fin a los trabajos de Hércules y ovo reposo en el cielo por siempre duradera. E fue dina cosa por historias parescese en uno con los otros buenos fechos que en el mundo fizo.
Declaración.
Esta fición fabulosa pohéticamente puesta se expone alegóricamente así. Las obras spirituales son dichas celestiales o cielos. E lo que dizen que los cielos caýan, entiéndese en toda hora o sazón que las obras spirituales cahen y vienen a menos. Entonce Atalante, por quien se entiende las personas que no han sciencia, empero con esta rusticidad, que es seca y arenosa, no levando fructos ni flores de sciencias. E en esto se demuestra que los simples y buenos han sostenido las spirituales obras y han seydo fundadores dellas. Empero estos tales no podían [todavía][83] sostener este cielo, según Atalante, que se enojó. Por ende conviene que invoque y llame el fuerte Hércules, que se entiende de las devotas y sanctas personas que han mayor fuerça que virtud de la sciencia y alteza del entendimiento contemplativamente y expeculativa buscando los secretos y verdades a este pertenescientes defendiéndolo por claras y inconvencibles razones y purísimas conclusiones costriñientes y necesarias. Entonces Atalante es monte convertido, así como el monte de lexos es visto, así las simples personas sostenientes y sostenedores de las obras spirituales son vistas de lexos por tiempo y, por exemplo, tirando y inclinando a los seguir los enseñados y scientes virtuosos. Sobre este monte están los entendidos y maestros sosteniendo el dicho cielo por disputaciones y razones, declaraciones [y] interpretaciones non dudando sofrir [qualquier][84] trabajo y inclusamente por sustentación de la spiritual verdad. Contra este Hércules vienen los gigantes de cuerpos y pequeños en virtud, por los quales se entienden los que presuntuosamente atrevida o esforçada quieren destruyr las buenas obras que son contrarias a sus vicios y malos fechos. Desta guisa han voluntad que el cielo fuese derribado por que Dios no oviese tan noble morada, es a saber, la verdad /fo. XXVII r/ no oviese en que ser sostenida, conoscida y honrrada. Estos males [gigánticamente][85] trabajan por falsos argumentos, violencias y engañosas tentaciones derribar a Hércules, el qual se defiende [virtuosamente][86] quanto dura el curso desta miserable vida. A la fin cargándole fazen fincar la una rodilla.
Esto demuestra que en el ombre son dos piernas en que se sostiene y con que anda, es a saber, dos partes principales de cuya compasión resulta el ombre, que son los cuerpos y el ánima. Doblégase la pierna del cuerpo por la muerte, mas la de la ánima que es inmortal y incorruptible no llega al suelo, antes queda en los méritos de las buenas obras y cogen el fructo de las sanctas opiniones y scientes y provadas verdades que alcançó y cobró. Estos atales son estelificados en el cielo, es a saber, dexar perpetua memoria duradera tanto como el cielo rodeara en su curso, tanto como los mortales y las ánimas de aquellos serán en reposo. Están puestos en la figura del genu flexo, mostrando que [corporalmente][87] son muertos y espiritualmente bivos. Por este abto el cielo es y fue firmado que dende adelante caher no pudiese ni puede, mostrando que los scientíficos y virtuosos han así sostenido y sostienen las espirituales costumbres, divulgando y afirmando que nunca verná endecaymiento y olvidança. Ca así como este postrimero trabajo de los notables y doze y de los que Hércules en este mundo pasó, así los que quieren bien bevir deven en tal guisa desechar los vicios mientra biven segund por los otros trabajos de Hércules es declarado, que pueden y a la fin acabar en buenas obras sosteniendo el cielo por confesión de verdad. E serán por ende estelificados en el cielo y jamás no gostarán la segunda muerte, ca por la esperiencia virtuosa que Hércules ovo en los otros terrenales trabajos fue reputado digno o avido por suficiente a la celestial sustentación. En este paso conosce el entendimiento que los que quieren en la vida contemplativa segura mente bevir, primeramente en la activa deven ser ciertos, así provados bien así como Hércules domó las fieras y los tiranos, antes que se atrevan coger los sagrados ramos de las eroycas virtudes. E quando los tales han desta guisa bien provada y continuado si quiera perseverando, las gigantes tentaciones no los podrán desviar ni abitar dende. E quando más fazer cuydan la rodilla del cuerpo le fará fincar. E por las leyes de moralidad sin embargo o destorvar el bien aventurado oficio de sostener las celestiales obras y fuerça ante puesta sobre cuya ordienbre esta alegórica moral es texida. No fue sin historia alguna por otras maneras cuya verdad sustancial en las siguientes manera y forma.
Verdad.
En las partes de Libia en tiempo del rey Atalante por grosedad de los
ombres que eran dados a vicios y se eran apartados de la sciencia de astrología
entre las otras parescida mente perecía cada un día, tanto que pocos era que la
supiesen. E aquellos pocos sabían dello poco y no curavan de mostrarla ni
multiplicarla. Sólo el dicho Atalan- /fo. XXVII
v/ -te, que era complido entre otros en todos los saberes se quiso
trabajar de reparar esta sciencia de que pocos libros quedado avían. E fizo
inquisición de los movimientos soberanos y averiguó y asolvió las dudas y quitó
los errores escriviendo desto tablas y libros muy notables. E obró instrumentos
y dio ciertas reglas por sostenimiento y dura de aquel saber. Empero no lo pudo
del todo segund cumplía acabar en su tiempo. Veyéndose ya viejo y que la hedad
ni no le davan lugar a que cumpliese el grand fecho que començado avía a pro de
los ombres y guarda de la sciencia, mas aviendo cierta nombradía, embió por
Hércules, el qual avía oýdo que era muy sciente y virtuoso, rogándole el que
quisiese pues el bien común tanto deseava continuar y complir la dicha sciencia
segund otros, lo qual ante avía començado. Hércules [plazenteramente][88]
obedesció los ruegos de Atalante y de grande voluntad quiso éste tomar cuydado.
E tomólo yendo allá y informándose de lo que Atalante quanto avía continuado. E
sobre todo aquello precedió y mejorando dio cumplimiento a las dichas cosas
mucho más sotil alta y [declaradamente][89],
suficiente y entendida, que por Atalante fueron començadas, apropriando las
bivas razones y noticando por claras pruevas por manera que algund tiempo
después no son venidas ni vernán a menos. Entanto que dizen los historiales que
si Hércules estas obras no feziera y cumpliera afirmando y sosteniendo
Este trabajo fue ystoriado a lor y memoria de Hércules a mostrar d’él y
deste abto tres cosas notables: la primera, que jamás no estuvo en ociosidad
que es enemiga de virtud antes quando no pudo corporalmente por la vejez venida
usar de armas y esterior onde fuera diese al exercicio uso del entendimiento
interior o de dentro; la segunda, que por el officio de las armas no
menospreció la profundidad de la sciencia mostrándolo en su vejez el fructo del
saber que en su mancebez y juventud sembrado avía [y] la tercera, a mostrar que
entre las sciencias humanas y materialmente fabladas
E pues dicho he la ystorial verdad deste trabajo aplicarlo he allegarlo he a un de los estados por exemplo, como en los otros capítulos precedentes. E en este postrimero y final capítulo afirmaré este trabajo al postrimero de los estados, según la horden suso tenida que es el estado de muger a quien este trabajo responde, ca maguer todos los otros estados de esto puedan tomar exemplo señaladamente el estado de muger a su virtuosa conservación de este trabajo alegar se puede.
Aplicación.
Conoscida cosa es a los que despiertamente al estado femenil y mugiriengo considerar quisiere que dos verdades principalmente entre las otras se requieren a la conservación de aquel. Obediencia primera, seguiendo en los tiernos años del su juvenil estado hedad los buenos castigos y ingenios. Estonce sostiene el cielo en sus ombros trayendo la carga de sus castigadores y informadores sobre los flacos hombros de la mugiriega voluntad pareciendo Atalante. E faziéndolos así esto será convertidamente en exemplos en que miren y sobre que estén las otras y más fuertes mugeres. E quando llegaren a la hedad casadera conservando con igual castidad si fueren con maridos juntadas o la virginidad començada si no casaren, y biudos o biduydas se le acaesciere, con mayor fuerça sostener las celestiales costumbres, según Hércules que después de Atalante se guardó el cielo no cayese. Esa ora los gigantes de peligrosas tentaciones lo quieren derribar, desviar o apartar de tan saludable y provechoso sostenimiento y no puedan la fuerça de la virtuosa muger vencer, continuando el santo començado trabajo. Por cierto allá se sostiene el cielo, ca veyendo los ombres de sciencia y virtuosos que son por el cielo entendidos, según dixe de suso, esto faze mantener la muger entendida la frágil y flaca condición suya, perseveran en las celestiales costumbres, no osan tanto estenderser a los vicios. Ca de otra guisa serán más flacos que ellas. E aun se esfuerça sostener mejor las virtudes conociendo que son más obligados. En esta manera son semejantes de Hércules sosteniendo este cielo. Desto toman gran esfuerço los del viril o de los ombres estado quando veen que el mugeriego patriarcalmente se defiende de las gigánticas tentaciones, maguer le fagan fincar la una rodilla, queriendo que por la verdad en breve envejeciendo si tanto biven no pueden continuar los spirituales trabajos o por la composición más flaca no valen tan áspera no valen tan áspera como los ombres sostener vida. Este doblegar o ficar de rodilla viene en ellas sin vicio o culpa como es el su flaco alvedrío desto el poder. Así faziendo son escelificadas en el cielo, es a saber, en las santas scripturas retorificadas y ystoriadas luziendo allí por exemplo nombroso y claro en la compañía de las santas vidas. E ya en general son nombre de una paresce que quiso Salo- /fo. XXVIIII r/ -món en el Libro de los proverbios escelificar las virtuosas mugeres en la fin del xxxi cap. quando dixo: “la muger fuerte y con saber virtuosa, quién la fallara de lexos”. E después continúa en esta abtoridad las condiciones de aquella pertenecscientes al su estado. Por esta manera es el cielo, afirmando que dende adelante no cayga. E pues el exemplo del más flaco estado lo ha afirmado no es dubda que por el más fuerte sea sostenido.
Aquí avrés plática para lo que es dicho sumariamente en principales conclusiones deste estado por donde podrés este aplicar trabajo a los otros estados; lo que non dudo mejor de mí sabrés y por más engeniosa manera que mi ruda plática ha introduzido. E si bien compararedes o allegardes estos trabajos por y a los estados nombrados y sus esperiencias verés claramente ser cierto lo de suso mencionado y por mí afirmado que estos trabajos son universal espejo y enxemplo endereçando y guiándolos los que a ello catan a virtuosas costumbres. Si bien contempláredes el discurso de la su vía y mucho más la su vida tan animosa de la qual tan grande Séneca en la su postrimera tragedia faze mención y cuenta. De entre las otras cosas, dize que todo el mundo lo deve ser y no en lugar señalado, pues la su fama por todo era dina de buen nombre. Allí mismo afirma que los que bien biven por virtuosa fama son fechos inmortales y tanta gloria es al estado cavalleril que tal ombre como Hércules avía sido cavallero acabado y so aquel ábito la su virtuosa vida. Es muy propia cosa a los cavalleros y a las especias de su estado bien leer y saber los fechos deste Hércules por que ayan materia y confiança de fazer tan grandes y señaladas cosas. Conocer los cavalleros de pequeñas virtudes y obras de poco nombre no abastará satisfazer a la excelencia de su cavalleril y alto estado.
E ansí do fin a los presentes capítulo y tratado sometiéndolo a correpción y adovos de los que mejor de mí saben estas cosas aplicar o alegar por que más propiamente y provechosa estos hercolinos trabajos a las virtuosas costumbres por enderesçada conservación y mejoramiento de los bivientes y los nombrados estados la conclusión del tratado y significación de cómo se pensó más complidamente fazer las causas y razones por que se reduxo o tornó a esta brevedad de doze capítulos.
Quiero
no ygnoréys en el primero concibimiento desta obra fue mi entención
esplicadamente y por menudo poner la aplicación a cada una destas diferencias
de los nombrados estados en esta manera: que un capítulo fuese de la fición o
ystoria del trabajo y otro de la exposición o alegoría y otro de la verdad o
certidumbre del fue fecho, como fue o pasó. E doze siguientes capítulos, en
cada uno, aplicando aquel trabajo a su estado por orden sucesivamente según en
el proemio son escriptos. E desta guisa así siguiendose fuera por cada un
trabajo de los doze quinze capítulos en toda la obra clxxx después, quise
reduzir esta consideración y reduxe a la brevedad de xij capítulos como en la
obra paresce, por tres razones. La primera, [porque][94]
no avía tiempo para ocuparme en tan diversa obra y temía que si la començase
por la dicha manera que perescería de complimi- /fo.
XXVIIII v/ ento y ante que se cumpliese pasarían primero muchos días y
por ventura años considerando que avía a estar poco en Valencia y dende
entendía tomar mi camino para Castilla y tenía ya liados mis libros que para
ello oviera menester. La segunda, acatando y enderesçando que fazía para vos y
a vos la obra que soys entendido y aviso si quier engenioso y sabrés no dubdé
explicarlo que sinplícitamente es perseguido y aun que avrés mayor plazer para
vuestra investigación. La tercera por no acatar o limitar el entendimiento de
los especulativos que leerán este tractado determinadamente o por determinada
manera aplicando, a fin que por diversas aplicaciones segund la diversidad de
los ingenios y precitadas y multiplicada pueda la moralidad de aquestos
trabajos ser variada y multiplicada y aun dubdando que quanto más se estendiese
la ordenación desta obra fuera mayor peligro de multiplicar falsas y
insuficiencias así de palabras como de orden y avieran mayor lugar de retraher
o reprehender mas aun los ignorantes embidiosos a quien todos los pasos que
obras ordenaron mucho temieron como se muestra en las escusaciones de aquellos.
Por cierto, no fue libre Sant Gerónimo deste temor que dize en el prohemio de
Deo gratias.
Esta obra fue impresa en la muy noble y más leal cibdad de Burgos. Acabóse jueves a ocho días del mes de agosto por Juan de Burgos, emprentador. Año del Señor de mill y cccc y noventa y nueve años.
/fo. XXX r/
Síguese la tabla del presente libro llamado
Los
trabajos del fuerte y virtuoso Hércules, grand zela-
dor del bien común, partido en doze capítulos.
¶ De la carta del dicho Señor Don Enrrique al dicho Mosén Pero Pardo embiada en el comienço de la obra.
¶ Del proemio en el qual se declara y da la forma de la departición desta sotil y provechosa obra para que y como entenderse pueda.
¶ Capítulo primero. Cómo los centauros fueron echados de la tierra y fue poblada. Aplícalo al estado de príncipe. fo. iij
¶ Capítulo segundo. Cómo murió el fiero león de la selva Mornia. Aplícalo al estado de perlado. fo. v
¶ Cap. tercero. Cómo las aves dichas arpías fueron echadas de casa del rey Fineo. Aplícalo al estado de cavallero. fo. vj
¶ Capítulo quarto. Cómo fue ganada la mançana de oro que guardava el dragón. Aplícalo al estado de religioso. fo. viij
¶ Capítulo quinto. Cómo el can cervero fue sacado del infierno y atado. Aplícalo al estado de cibdadano. fo. x
¶ Capítulo sexto. Cómo fue la crueldad de Diómedes castigada y penada en él mesmo. Aplícalo al estado de mercader. fo. xij
¶ Capítulo siete. Cómo la ydra que avía muchas cabeças fue vencida. Aplícalo al estado de labrador. fo. xiij
¶ Capítulo ocho. Cómo Atheleo, el gigante, fue vencido y sobrado de Hércules. Aplícalo al estado de official. fo. xv
¶ Capítulo nueve. Cómo el gigante Antheo fue derribado y muerto. Aplícalo al estado de maestro. fo. xvij
¶ Capítulo diez. Cómo fue muerto el grand ladrón Caco en el Monte Aventino. Aplícalo al estado de discípulo. fo. xx
¶ Capítulo onze. Cómo fue muerto el grande puerco montés de Calidonia. Aplícalo al estado de solitario. fo. xxiij
¶ Capítulo doze. Cómo el cielo fue sostenido en los ombros de Hércules. Aplícalo al estado de muger. fo. xxvj
[1] En el texto: qual quier.
[2] En el texto: por que.
[3] En el texto: aun que.
[4] En el texto: apartada mente.
[5] En el texto: desvergonzada mente.
[6] En el texto: verdadera mente.
[7] En el texto: toda via.
[8] En el texto: in mundicias.
[9] En el texto: verdadera mente.
[10] En el texto: saco.
[11] En el texto: por que.
[12] En el texto: toda via.
[13] En el texto: qual quier.
[14] En el texto: toda via.
[15] En el texto: si quier.
[16] En el texto: por que.
[17] En el texto: enterpetrando.
[18] Se refiere al autor Aulo Gelio (130 d. C.-180 d. C.).
[19] En el texto: tan poco.
[20] En el texto: tan bien.
[21] En el texto: si quiera.
[22] En el texto: a provadas.
[23] En el texto: a una.
[24] En el texto: sino.
[25] En el texto: abracándose.
[26] En el texto: por que.
[27] En el texto: humanidad.
[28] En el texto: por venir.
[29] En el texto: si quier.
[30] En el texto: por que.
[31] En el texto: por que.
[32] En el texto: temperanca.
[33] En el texto: segunda.
[34] En el texto: si quier.
[35] En el texto: con cibdadanos.
[36] En el texto: si quier.
[37] En el texto: quales quier.
[38] En el texto: trayendo los.
[39] En el texto: desman parando.
[40] En el texto: si quiera.
[41] En el texto: informacon.
[42] En el texto: por que.
[43] En el texto: si quier.
[44] En el texto: si quier.
[45] En el texto: corriga.
[46] En el texto: pesada.
[47] En el texto: salvjaes.
[48] En el texto: por que.
[49] En el texto: de fendimientos.
[50] En el texto: labranca.
[51] En el texto: si quier.
[52] En el texto: por que.
[53] En el texto: toda vía.
[54] En el texto: mita.
[55] En el texto: copiosa mente.
[56] En el texto: real mente.
[57] En el texto: señalada mente.
[58] En el texto: boça.
[59] En el texto: aun que.
[60] En el texto: leal mente.
[61] En el texto: si quier.
[62] En el texto: ginante.
[63] En el texto: si quier.
[64] En el texto: aun que.
[65] En el texto: si quier.
[66] En el texto: si quier.
[67] En el texto: toda vía.
[68] En el texto: mal gastando.
[69] En el texto: ente.
[70] En el texto: si quier.
[71] En el texto: si quier.
[72] En el texto: por que.
[73] En el texto: por que.
[74] En el texto: por que.
[75] En el texto: por que.
[76] En el texto: por que.
[77] En el texto: fipo.
[78] En el texto: que davan.
[79] En el texto: si quier.
[80] En el texto: enrreyno.
[81] En el texto: devida mente.
[82] En el texto: toda via.
[83] En el texto: toda via.
[84] En el texto: qualquier.
[85] En el texto: gigantica mente.
[86] En el texto: virtuosa mente.
[87] En el texto: corporal mente.
[88] En el texto: plazentera mente.
[89] En el texto: declarada mente.
[90] En el texto: demostrativa mente.
[91] En el texto: si quiera.
[92] En el texto: si quier.
[93] En el texto: si quiera.
[94] En el texto: por que.