Introducción.
Para la siguiente edición de El Auto Sacramental del Colmenar hemos manejado una fotocopia del ejemplar en cuarto que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid ( T-10.892), foliado a mano del 75 al 86. Al final aparecen una Loa y un Romance al Santísimo Sacramento. En el mencionado ejemplar, en el encabezamiento de la portada, se atribuye la obra al Canónigo Tárraga. Pero lo cierto es que la autoría de la misma no está del todo clara. En esta sucinta introducción trataremos de recoger algunas opiniones al respecto.
En primer lugar José Luis Canet Vallés y Josep Lluís Sirera Turó en un artículo en el que se da cuenta de la trayectoria de Tárrega, de sus obras etc, descartan la posibilidad de que el mencionado auto fuese compuesto por Tárrega y dicen que: “ tradicionalmente se atribuían al Canónigo otras dos, el Auto Sacramental del Colmenar y Los moriscos de Hornachos, obras que actualmente se descartan como suyas”.[1] A continuación remiten a un estudio de Herni Merimée[2] sobre los autores y el teatro en Valencia desde sus orígenes hasta principios del siglo XVII. En esta obra Merimée dice que “ Sólo conocemos con posterioridad a Timoneda y Ferruz un auto sacramental que pueda pasar por valenciano. Se titula Auto del Colmenar y tras él se esconde el nombre del canónigo Tárrega. Que sea realmente obra suya, puede discutirse”[3] Además en el apartado que su estudio dedica a la obra de Tárrega no aparece el Auto de Colmenar, ni siquiera lo menciona. Sí, refuta la autoría del Canónigo de otras obras como Los moriscos de Hornachos o duda que algunas Loas que aparecen en otros textos hayan sido compuestas por él, pero lo que es el citado auto no aparece.
Otra opinión radicalmente diferente es la que sostiene Aurelio Valladares del Reguero[4] que defiende la atribución a Tárrega del Auto del Colmenar. Opina que su argumento se basa en la dramatización de una anécdota, posiblemente basada en un hecho real que ocurrió en tierras de la Alcarria: un día del mes de mayo de 1597 un penitente fue a confesarse al P. Juárez en el Colegio de Jesuitas de Alcalá de Henares y le entregó envueltas en un papel unas cuantas formas que decía haber rescatado de los morisco. Fueron guardadas y pasado algún tiempo, contemplaron como permanecían incorruptas. Se barajó la posibilidad de un milagro y hubo informes, de aclaraciones de testigos etc. Dentro de este proceso es interesante la declaración de Onofre Espinosa fechada en Alcalá el 9 de febrero de 1625 que básicamente decía que un criado suyo ( morisco) le había contado que había conocido a un murciano amigo de otros moriscos que robaban Sagradas Formas y que una vez después de que ellos las pisotearan las recogió y las llevó, para guardarlas, a un colmenar de su propiedad donde éstas no sólo no se corrompieron sino que también realizaron prodigios muy similares a los que narra el auto que nos ocupa.
Sin embargo se observa que las fechas no concuerdan porque la edición del Auto del Colmenar data de 1616 y, lo que es más importante Tárrega falleció en 1602. Pero aquí Valladares da una vuelta de tuerca más y afirma que durante los hechos milagrosos, es decir, durante 1597 Tárrega estuvo en Madrid y especula que debido a que el canónigo llega allí para tratar asuntos relacionados con los conversos justamente cuando los Jesuitas de Alcalá estaba preocupados por el tema de las Formas es posible que Tárrega tuviera conocimiento de estos hechos antes de la anteriormente mencionada declaración de Onofre Espinosa. Por tanto este milagro sería la fuente de esta obra y además opina que: no hay motivo para dudar de la atribución de El Colmenar al canónigo valenciano”[5]
Sin embargo, advierte que en los repertorios bio-bibliográficos del P. Rodríguez, V. Ximeno y J.P. Fuster así como en el estudio sobre el teatro valenciano de Lamarca no se menciona El Auto del Colmenar.
También la opinión de E. Julia Martínez[6] es dudosa porque en un primer momento dice que: “ No hay fundamento alguno para sostener que le pertenezcan Los moriscos de Hornachos ni el Auto del Colmenar”. Y más tarde matiza ese juicio ya que dice que “ Ofrece alguna duda la atribución del Auto del Colmenar, y no hay posibilidad de aceptar como suya Los moriscos de Hornachos, pues la incompatibilidad cronológica es absoluta” [7]
Criterios de
edición.
[1] “ Francisco Agustín Tárrega” en Cuadernos de Filología, III, 1-2, 1981,p.95.
[2] Merimée,
Henri, El arte dramático en Valencia, Alfons el Magnànim, 1986. 2 vols.
[3] Op.cit. p. 239.
[4] “ “ El Colmenar”, un problemático Auto Sacramental... en Segismundo 35-36, 1982,p.27-38.
[5] Op. cit. p.35
[6] Poetas dramáticos valencianos, T. I. P. LXXVIII.
[7] Historia General de las Literaturas Hispánicas, T. III, p 181.