REPERTORIO SEFARDI - a modo de introducción -

 

Susana Weich-Shahak

(Universidad Hebrea de Jerusalén)

 

Cinco siglos han transcurrido desde que los judíos expulsados de España por el edicto real de 1492 se dispersaron alrededor del Mediterráneo, estableciendose en especial en dos areas: la una, entonces bajo el dominio otomano (luego desmembrado en lo que hoy son Turquía, Grecia, Bulgaria y Yugoslavia - Bosnia-Herzgovina, Serbia, y Macedonia) y la otra, el norte del actual Marruecos. En ambas areas formaron los judíos sefardíes (del topónimo "Sefarad"- mencionado en la Biblia en el versículo 20 del libro del profeta Abdías - adjudicado a España) comunidades en las cuales preservaron no solo la memoria de la España medieval, sino tambien su organización comunitaria y su cultura.

De la creación artística culta y popular que floreciera en las comunidades judías de la España medieval - en Andalucía y Cataluña, en Aragón y Castilla, en Galicia y en León - y de su convivencia con cristianos y musulmanes, llevaron los judíos consigo a sus nuevas diásporas, el repertorio musical que conocieran, transmitiéndolo oralmente de generación en generación y enriqueciéndolo con eventuales creaciones. Durante los quinientos años transcurridos desde entonces, el repertorio musical de los sefardíes recibió la influencia de los estilos musicales de los pueblos dentro de los cuales vivían. De ellos adoptó singularidades y características musicales, tanto de la tradición musical turca como de la berber y, más tarde, de los estilos europeos, inclusive de la música popular, de los bailables, y hasta de la opereta y de la zarzuela.

Sin pretender exponer y explicar a fondo la tipología del repertorio judeo-español, veamos, en breves líneas, en qué consiste el repertorio tradicional sefardí, cuáles son sus géneros, cual es la ocasionalidad de las canciones y cómo es su modo de interpretación. Aparte del repertorio litúrgico (cantado en hebreo, en el ambito de la sinagoga, con algunas traducciones al ladino), tres son los géneros que constituyen el repertorio judeo-español de tradición oral: los romances, las coplas sefardíes y el cancionero. Estos tres géneros se diferencian y se definen por los temas de sus textos, por su estructura poético-musical, por su modo de ejecución y por sus funciones sociales.

Los romances son, sin duda alguna, los que más nos remiten a las fuentes hispánicas. Estructurados como los romances cantados hoy en los pueblos de la Península Ibérica, en tirada de versos largos rimados y cantados con una estrofa musical que se repite a lo largo del texto, los romances sefardíes reflejan en sus temas las experiencias de la España medieval y las guerras entre moros y cristianos, aventuras amorosas e intrigas palaciegas, siendo sus protagonistas figuras históricas o pseudo-históricas, reyes y reinas, caballeros y princesas. La investigación de la música de los romances ha llegado a señalar ciertas correspondencias melódicas y estructurales entre los romances cantados por los sefardíes y los que aparecen en fuentes hispánicas (polifónicas e instrumentales) del siglo XVI, como el Cancionero Musical de Palacio y las composiciones para vihuela.

A diferencia de los romances, los otros dos géneros han recibido sólo recientemente la atención de los estudiosos. Las coplas han sido tema de estudio, en el Departamento de Estudios Sefardíes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid, para Elena Romero, Leonor Carracedo, y en especial para su director, Iacob Hassán. Como este último las define, son las coplas "expresión literaria de las creencias, conocimientos y valores que conforman el patrimonio doctrinal y vivencial" de los sefardíes. Como tales, muchas de las coplas acompañan el ciclo anual, cantándose en las festividades judías, interpretadas mayormente por los hombres, quienes las suelen cantar leyéndolas de libros especiales para cada festividad.

El cancionero sefardí constituye un vasto repertorio, estudiado en especial por Margit Frenk. Su temática es variada - amorosa o humorística, descriptiva o seriada - y su estructura más común es la cuarteta con rima en los versos pares. La música es también variada, sumamente susceptible a las influencias del entorno musical y de los estilos de la época. Variada es tambien la ocasionalidad de las canciones líricas, siendo utilizadas no sólo para entretenimiento o esparcimiento, sino también interpretadas, en grupo, dentro del repertorio de los cantares de boda. Y, con todo, también en la lírica detectamos huellas de la antigua lírica galaico-portuguesa. En cuanto a concordancias actuales, bien podemos oír de labios de una sefardí nacida en Rodas, una canción acumulativa (Estábase la mora en su bel estar) muy parecida a otra (Estando la mora solita en su lugar) que hoy se canta en España.

Es este un repertorio rico y variado, aún vivo en las memorias y las voces de los que hoy hablan el judeo-español - ya sea el "judezmo" del área otomana o la "haketía" del norte de Africa: un repertorio que hoy la investigación y la documentación sonora ponen al alcance de quienes sientan curiosidad por este repertorio musical que reverbera, despues de cinco siglos, en los profundos ecos de la tradición sefardí.

 

 

 

 

MOTIVOS MÍTICOS Y FOCO TEMÁTICO.

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